Día 3: Una cita en el parque...con invitados indeseados
N/A: Y aquí estamos de regreso con el día 3 del especial de la semana Ronniecoln. Debo confesar que me costó escribir este capítulo, primero por tener que hacerlo en un día y segundo porque la procrastinación casi me gana...otra vez XD. En fin, mejor empecemos ya con el día 3 de esta hermosa semana, donde tendremos a Lincoln y a Ronnie Anne en medio de una pista de patinajes. ¿Bajo qué circunstancias? Quédense para averiguarlo
Disfrútenlo
—¡Adiós cariño, que la pases muy bien!
—¡Adiós mama!
Se despidieron madre e hijo tras que ella lo dejara al frente del parque de skates de la gran ciudad para luego retirarse a hacer unas diligencias. Una vez estando frente al parque, Lincoln mensajeó a Ronnie Anne para avisarle que ya estaba en el parque. Pronto ella le respondió que estaban en el área de freestyle del parque, así que se dirigió hacia allá. Llegando al lugar, encontró a Ronnie Anne con su equipo de protección puesto esperándolo, aunque ella no se veía muy animada que digamos.
—Hola Ronnie.
—Sí, hola Lincoln—devolvió el saludo sin mucho ánimo.
—No te ves muy animada, ¿sucedió algo?
—Pues...
—¡Hola, Lincoln! —saludó Sid apareciendo de repente en medio de ambos.
—Oh, hola Sid.
—Ya era hora de que aparecieras amigo, te estuvimos esperando un rato.
—Jeje, sí, lo siento por eso, pero tuvimos un par de complicaciones a la hora de salir—explicó Lincoln un tanto avergonzado.
—Bueno, no importa, ya que estás aquí podemos comenzar con la diversión. ¡Vamos a pasar una tarde increíble! —exclamó Sid con sobre entusiasmo y se dirigió a dentro de la pista.
—¿La invitaste? —preguntó Lincoln cuando Sid se apartó lo suficiente.
—Se invitó sola. Yo de idiota le dije que te vería hoy y pensó que sería más divertido si ella viniese. Oh, y no hay que olvidar que también trajo a la camarería.
Ronnie Anne señaló atrás suyo a sus otros 3 amigos, Nikki, Casey y Sameer, quienes al ver a Lincoln lo saludaron a la distancia. El peliblanco les devolvió.
—Lamento que no hayamos podido ser tú y yo como quisiste, pero ya sabes cómo es cuando se le mete una idea a la cabeza.
—No importa. Es como yo digo: "Mientras más personas haya, mayor diversión habrá"
—Sí, como digas. Oye...sobre eso que querías decirme...
—Oh, cierto, quería decirte que...
—¡Oigan chicos! —los llamó Sid desde la pista de patinaje—¡No se queden hablando y vamos a patinar!
—¡Un segundo! —replicó Ronnie Anne molesta por la interrupción—¿Decías? —le dijo a Lincoln.
—Eh, mejor vamos con ellos que creo que están algo impacientes.
—Sí, pero podrías decirme primero y luego...
—¡Vamos Ronnie Anne! ¡Tengo mucha energía en el cuerpo como para seguir esperando!
—No, mejor te lo digo en otro momento.
—Pero...
Ronnie no pudo hacer nada para evitar que Lincoln se fuera con sus amigos. Gruñó entre dientes irritada y frustrada dado que ahora se quedaría con la incertidumbre de qué es lo que quiere decirle Lincoln.
La verdad ya no creía que se tratara de una confesión o algo por el estilo, ese raro sueño que tuvo solo la puso medio paranoica con ese aspecto, no es que fuese una premonición ni nada. No obstante, el mensaje de Lincoln la había dejado impaciente por saber de qué se trata, pues si había algo que odiaba era ese sentimiento de incertidumbre y desasosiego la ponía de malas y no importara de qué se tratara, quería saber qué era lo que quería decirle Lincoln. Lamentablemente su amiga se había vuelto un obstáculo.
—(Suspiro) No importa. Esto no fue algo planeado así que estoy segura que tarde o temprano van tener que irse. Solo debo esperar—se dijo a sí misma Ronnie Anne para recordarse de que todo al final saldría bien.
/
Se equivocó. En toda la tarde ninguno de sus amigos daba indicios de retirarse, ni siquiera uno solo. Todos seguían patinando con las mismas energías que al comienzo, reían por el agradable momento que pasaban juntos y faltaba tiempo para que anocheciera. Simplemente no había motivos para retirarse.
Se podría decir que todos la estaban pasando bien en ese día, menos Ronnie Anne. ¿Razón? No solo era porque sus amigos seguían de metiche en una tarde que se suponía que era de ella y de Lincoln, sino porque además los pocos momento en los que ambos estaban solos para hablar se vieron interrumpidos cuando alguno de sus amigos la llamaron ya sea para mostrarle algún truco o pedirle ayuda a hacer alguno. Lo peor de todo es que quedaba poco tiempo para que Lincoln se fuera a su casa.
En resumidas cuentas, Ronnie Anne estaba teniendo una tarde muy amarga. Ni los vitoreo de sus amigos le cambiaban el mal humor que tenía.
—¡Guau, Ronnie Anne! ¡Eso fue increíble! —exclamó Sid asombrada por el truco de su amiga, seguida de las felicitaciones de los demás.
—Ajá sí, como digas—respondió Ronnie Anne con amargura.
—Qué envidia, Ronnie Anne. ¿Cómo haces para ser tan buena en esto? —preguntó Nikki.
—Ya sabes, practicando.
Mientras los demás estaban felicitando, Lincoln estaba viendo el video que grabó de Ronnie Anne haciendo su truco. Sid al verlo apartado del grupo fue a hablar con él.
—Oye, ¿no piensas patinar también?
—No, no soy bueno patinando. Estoy con solo grabarlos haciendo sus trucos.
—¡Uy! ¿Nos grabaste? ¡Déjame ver!
Invadida por la emoción, Sid se le pegó a Lincoln para poder ver el video que grabó.
Mientras sus amigos le hablaban, Ronnie Anne dio un vistazo a donde estaba Lincoln y no le gustó para nada ver Lincoln y a Sid tan pegados. De hecho, estaban tan pegados que Lincoln era empujado por la fuerza que ejercía Sid para poder ver la pantalla. Fue tanta la fuerza que ejerció Sid que Lincoln terminó por ceder ante ella y los dos cayeron al suelo, teniendo a la asiática encima del peliblanco. Normalmente no le importaría mucho esto, pero debido a la amargura que sentía en esta tarde la había dejado predispuesta a una rabieta, y aquella imagen que presenció la había dejado rabiosa.
—Ok, es todo. Háganse a un lado.
Ronnie Anne apartó a sus amigos y se dirigió a donde estaban Lincoln y sin dando pasos fuertes y rabioso. Al llegar con ellos, tomó por el cuello de la camisa a Sid y la llevó a un lugar apartado.
—Wow, ¿qué sucede Ronnie Anne? —preguntó apenas la morena la soltó.
—Se tienen que ir—dijo contundentemente Ronnie Anne.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Sid, no sé si lo has notado, pero he querido hablar con Lincoln en toda la tarde y ninguno me lo ha permitido.
—¿En serio?
—¡Sí! ¡En serio! —exclamó exasperada. Luego tomó un respiro para hablar con más calma—Escucha Sid, normalmente la pasaría bien teniéndolos a todos aquí juntos pasando el reto, pero hoy en verdad necesito hablar algo con Lincoln y no me lo están poniendo fácil, así que por favor te pido que por esta vez me ayudes a apartarlos.
—Oh, ya veo. No te preocupes, Ronnie Anne, yo me haré cargo de todo.
—En serio te lo agradezco, Sid—agradeció la morena sintiéndose aliviada.
—Ni lo menciones, para eso están las amigas.
Sid se fue a encargarse del asunto encomendado por Ronnie Anne para que ella y Lincoln pudieran tener ese momento a solas que tanto había buscado toda la tarde. Ahora sin nadie para que los perturbe, Ronnie Anne fue a donde estaba Lincoln.
—¿Estás bien, Linc? —le preguntó debido a esa caída que tuvo con Sid hace un momento, mientras le ofrecía la mano para ayudarlo a levantarse.
—Sí, no te preocupes, me ha pasado peor—respondió Lincoln mientras tomaba de la mano a Ronnie Anne para levantarse.
—Me alegra oír eso. Oye...ya que estamos solos, ¿qué era eso que querías decirme?
—Oh, sobre eso, quería decirte que...
—¡Todo listo, Ronnie Anne! —anunció Sid al momento de su inesperado retorno—Ya saqué a los chicos de aquí así que por fin estamos solos.
De verdad que la paciencia de Ronnie Anne estaba en su límite, le costaba un mundo no gritarle a su amiga o explotar de rabia, aunque seguí mostrando una clara molestia.
—¿Me disculpas un momento, Lincoln? —pidió Ronnie Anne para luego llevarse a Sid un poco más apartada y hablar con ella
—¡¿Qué demonios estás haciendo aquí?! —preguntó apretando los dientes con furia.
—Dijiste que querías que estuviéramos solos, ya sabes, tú, yo y Lincoln, así que después de sacar a los chicos regresé.
—¡No! ¡Es no fue lo que te dije!
—¿O sea que quieres que los llame de regreso?
—¡NO! —gritó crispada la morena—¡Ya te lo dije, quiero estar sola con Lincoln un momento!
Entretanto ellas dos discutían, Nikki había regresado para recoger sus rodilleras que había dejado en la pista. Tras recogerla no pudo evitar escuchar de casualidad la discusión que estaban teniendo las dos amigas.
—¡Te lo repito, yo solo quería estar con Lincoln! ¡¿Entiendes?! ¡Él y yo! ¡Más nadie!
Cuando escuchó decir eso a Ronnie Anne, una sonrisa traviesa se le dibujó en su rostro. Ahora entendía por qué ella había pedido que se fuera de parte de Sid.
—¿Acaso no te estás divirtiendo conmigo? Porque si es así me puedo esforzar más.
Viendo que Sid simplemente era muy inocente para entender las implicaciones detrás de la petición de Ronnie Anne, Nikki decidió que lo mejor sería que interviniera.
—¡No es eso, Sid! ¡Yo solo...!
—¿Qué onda, chicas? —saludó Nikki al llegar—Veo que hay un pequeño malentendido por aquí así que vine a ayudar. Oye Sid, creo que no estás entendiendo lo que está tratando de decir Ronnie Anne, deja que te lo explique
Nikki y Sid se reunieron manteniendo cierta distancia sobre Ronnie Anne para que esta no las escuchara. No duró mucho la plática pues parecía que la asiática había finalmente entendido todo, más sin embargo miró con enfado a Ronnie Anne un segundo y luego apartó la mirada con soberbia, cosa que confundió a la mexicana.
—Eh, ¿qué fue eso? —preguntó cuando Nikki se le acercó.
—No te preocupes, ya se le pasará. Tú sólo ve con tu novio y pasen su tiempo a solas.
—¡Que no es mi novio! —dijo Ronnie Anne avergonzada y molesta.
—Claro, claro, como digas. En fin, despídelo de mi parte cuando se vaya. Nos vemos, RA—se despidió Nikki para finalmente dejarla sola con Lincoln.
Más sin embargo, el estrés que había ganado con la discusión más el mal humor con el que venía desde temprano le había arrebatado todo el ánimo que tenía Ronnie Anne.
—¿Sucedió algo? —le preguntó Lincoln.
—Nada, solo ando algo estresada.
—Te ves desanimada.
—Bueno...la verdad no ando con mi mejor humor y ya me siento algo obstinada.
—Oh, vaya, lamento que te sientas así.
—No es culpa tuya, así que tranquilo.
—Bueno, ¿qué dices si patinas un rato para relajarte?
—Mmmm...no lo sé, no tengo muchas ganas.
—Anda, así puedo grabar más videos tuyos haciendo increíbles acrobacias.
La verdad es que Ronnie Anne no se encontraba con el ánimo para seguir patinando, pero no quería defraudar a su amigo quien siente mucha admiración por su habilidad con la patineta, así que aun sin estar de muchos ánimos decidió patinar un poco.
—De acuerdo, pero solo un par de trucos.
—Hecho.
Y así Ronnie Anne retomó sus actividades con la patineta teniendo de espectador únicamente a Lincoln. A diferencia de en toda la tarde, disfrutó realmente de estar montada en su patineta demostrando su habilidad con ella. Esta vez el único que la estaba vitoreando era Lincoln, pero por alguna razón sus gritos la hacían sentir que estaba en la mayor competencia de patinaje del mundo y que el público estaba encantado con su actuación. Era raro para ella sentir que la estaba pasando bien solo con Lincoln que junto con sus amigos, y en realidad no estaba del todo segura de por qué, pero ahora solo se encargaría de disfrutar este gran momento que estaba pasando.
/
Fue una gran sesión de patinaje tanto para Ronnie Anne como para Lincoln. La morena sentía que había hecho su mejor actuación en toda su vida, tal vez la frustración que drenó con sus movimientos le sirvió para mejorar en sus movimientos. Y lo mejor de todo era que Lincoln lo tenía todo documentado.
—¡Vaya, eso fue asombroso! —dijo Lincoln tras ver otra vez el cuádruple salto mortal hacia atrás que hizo Ronnie Anne—En serio que eres increíble, Ronnie Anne.
—¿Cuándo lo entenderás, Linc? Soy la mejor en esto—dijo la morena inflando el pecho de forma arrogante.
—Bueno, aquí no eres tan buena—señaló Lincoln el momento en el que Ronnie Anne se cayó torpemente de su patineta al tropezar con una pequeña piedra.
—Ay cállate—le dijo y le dio un zape en la nuca—Tú ni siquiera puedes montante en una patineta, así que ni hables.
Lincoln se sobaba la zona donde fue golpeado sin dejar de reírse. De pronto el buen momento que estuvieron pasando se vio interrumpido cuando frente al parque de skates aparcó la camioneta de la familia Loud. Eso era señal de que Lincoln debía irse a su casa.
—Bueno, fue muy divertido, pero ya es hora de irme. Nos vemos—se despidió Lincoln de su amiga para dirigirse a la camioneta.
Sin embargo, de golpe Ronnie Anne recordó que se suponía que Lincoln tenía que decirle algo una vez estuvieran solos, y no iba a dejar que se fuera sin decirle después de todo por lo que pasó.
—¡Espera! —llamó Ronnie Anne a Lincoln para que se detuviera, cosa que funcionó—Tú...me dijiste que querías estar solo conmigo para decirme algo. Y bueno, ya estamos solos, así que...¿qué era?
—Oh, cierto, lo había olvidado.
Lincoln se dio la vuelta y se acercó a Ronnie Anne.
—Lo que quería decirte era que...bueno, que...
De pronto Lincoln se puso nervioso. Su hablar era algo torpe, su manos estaban sudando y desviaba la mirada. Si de verdad era algo normal, como simplemente informarle de algo del interés de ambos o decirle algo interesante que le sucedió en Royal Woods, entonces no tenía por qué estar tan nervioso. Entonces...¿de verdad esto era una confesión? ¿Lincoln estaba por , declarársele, esta vez en serio?
Ante esa muy probable posibilidad, una montaña de emociones invadieron a Ronnie Anne, todas muy distintas de la otra. Por un lado, estaban algunas que en resumen querían evitar a toda costa que él se confesara. Por el otro, están aquellas que suplicaban para que lo dejasen terminar y luego corresponderle. Su mente estaba hecha todo un caos por tener dos lados emocionales con intenciones muy distintas batallando entre sí. Ella estaba en una problemática encrucijada.
—Ronnie Anne, ¿tú quieres...?
—¡Sí! —soltó súbitamente la morena, dejando confundido al albino.
—¿Eh?
—¡Digo no! —se corrigió rápidamente la joven Santiago.
—...¿No qué?
Ronnie Anne se sonrojó de vergüenza por el ridículo que acaba de hacer frente a su amigo por adelantarse.
—Eh...nada, nada. Pensaba en otra cosa. ¿Qué decías?
—¿Ok? Te estaba diciendo que si querías ir a mi cumpleaños el próximo fin de semana.
De todas la preguntas que había anticipado Ronnie Anne, en definitiva esa era la que menos esperó.
—¿Qué?
—Sí, cumplo años el próximo, y quería invitarte a que vinieras a una fiesta que organizaré.
—Espera...¿lo dices en serio? ¿Eso es lo que querías decirme?
—Pues sí, eso era todo.
—¿Y por qué querías que estuviéramos en privado? Es más, ¿por qué no me lo dijiste por celular?
—Primero era porque el número de invitados a la es limitado ya que de por sí con 10 hermanas son muchas personas, y no quise que alguno de tus amigos sintiera envidia hacia a ti o recelo hacia mí por no poder invitarlos. Y segundo...honestamente lo pensé, pero quería decírtelo en persona porque...antes de que te mudaras no pudimos ir a la fiesta de cumpleaños del como se suponía, ya sabes, yo te digo en el pasillo de la escuela o algo así. Y...quería decírtelo en persona para sentir que era como en esos tiempos otra vez.
La rabia que sintió Ronnie Anne al comienzo fue disminuyendo a medida que Lincoln daba su explicación. Podía ser un motivo sonso, pero no por eso no se conmovió cuando escuchó que él sólo quería sentirse como en los viejos tiempos. Era estúpido, pero también muy tierno.
—Bueno...si es por eso, entonces lo entiendo.
—Entonces, ¿no estás molesta?
En respuesta, Ronnie Anne le dio un duro golpe en el hombro, claramente una señal de que sí estaba molesta.
—¡Auch! —se quejó Lincoln por el golpe.
—Eso fue por dejarme con intriga toda la tarde—le dijo en forma de explicación, luego apartó la mirada haciendo un puchero.
—Entonces...¿si irás?
Ronnie Anne devolvió la vista hacia el peliblanco y lo vio haciendo esos ojos de perritos que le suplicaban para que diera una respuesta positiva. Y aunque no lo admitiera, no podía negarse a esos ojitos.
—(Suspiro) ¿Qué remedio? No puedo perderme el cumpleaños más patético de la historia—bromeó Ronnie Anne.
—Jeje, bueno, me alegra oír eso.
La señora Loud hizo sonar el claxon para indicarle a Lincoln que se estaba haciendo tarde y debían irse.
—Bueno, creo que ya es momento de irme.
—Está bien. Te oleré en una semana, perdedor—se despidió Ronnie Anne dándole un pequeño golpe en el hombro.
—No si yo te huelo primero—replicó Lincoln mientras se sobaba el hombro.
Luego el joven Loud se subió a la camioneta de su familia y emprendió camino de regreso a su hogar en Royal Woods. Después de despedirse de su amigo, Ronnie Anne regresó hacia su casa, en el camino recordaba las ideas locas que se había hecho debido al mensaje que le había mandado Lincoln y no pudo sino reírse de sí misma por lo tonta que fue. Por un lado estaba aliviada de que no se tratase de una confesión después de todo, pero por el otro se sentía un tanto decepcionada por esto. Todavía no estaba del todo segura de qué era lo que estaba sintiendo, pero decidió no pensar más en eso por el momento.
Llegó a su apartamento y abrió la puerta. Lo primero que se encontró en su edificio fue a sus amigos, exceptuando a Sid, dándole una sonrisa traviesa.
—¿Y bien? ¿Cómo te fue?-preguntó la rubia alta.
—¿En qué?
—Con Lincoln. ¿Ya por fin son novios?
—¡¿Qué?! —exclamó Ronnie Anne sonrojándose de golpe—¡¿Qué les hace suponer que era eso?!
—"Ay Sid. ¿Pueden tú y los muchachos retirarse por favor para poder estar a solas con mi amado Lincoln?" —dijo de forma burlesca el moreno regordete, imitando a Ronnie Anne exageradamente—Vamos amiga, eso gritaba romance a kilómetros.
—¡No era nada de eso! —corrigió rápidamente Ronnie Anne—Primero que nada, sólo los saqué porque estaban molestando toda la tarde. Segundo, Lincoln solo quería...ah...invitarme a su casa para pasar el rato. Es todo.
—¡Uy, pasar el rato! Suena a algo que harían los novios—bromeó el moreno de la gorra.
—Ay por favor, no seas absurdo. Lincoln tenemos nada de romance ni de amor entre nosotros, ¿verdad Sid?-dijo Ronnie Anne pidiendo el apoyo de su amiga, pero esta solo hizo a un lado su mirada con soberbia.
—¿Sid? —preguntó la latina confundida por la actitud de la asiática.
—Lo siento, Ronnie Anne, pero ya no caeré en tus trucos y mentiras. Ya lo sé todo.
—¿Sobre qué?
—Sobre Lincoln y tú. Ya sé que en realidad te gusta.
—¡¿Qué?! —exclamó la morena escandalizada—¿Quién te dijo eso?
—Ellos—señaló Sid a Nikki, Casey y Sameer, quienes silbaban para fingir ignorancia, aunque lo único que ignoraban era la mirada fulminante con la que los veía en ese momento.
—¡¿En serio vas a creerle a ese trío de idiotas?
—Ellos no me han mentido como tú lo has hecho.
—Oh vamos Sid.
—Nada de vamos. Te pregunté si te gustaba Lincoln y me dijiste que no, pero resulta que sí te gusta.
—¡Eso no es cierto! ¡Él no me gusta!
—Sí, ¿cómo no? Si ya vi la cara que pones cuando estás con él.
—¡¿Qué?! ¡¿De cuál cara hablas?!
—Esa cara de enamorada que pones cuando estás cerca suyo.
—¿Eh?
Los 3 amigos de Ronnie empezaron a cuajarse de la risa por lo que había dicho Sid, que resultó ser lo más vergonzoso que se le podía decir a ella.
—Lo siento, pero me rehúso a hablar con una mentirosa—dictó Sid regresando a su mirada apartada y soberbia.
El enojo de Sid más las burlas de sus demás amigos dejaron a Ronnie Anne en medio de un círculo de vergüenza y culpa. Encontrándose con tal precaria situación, a Ronnie Anne no le quedó más que suspirar para lamentar la precariedad en la que se encontraba.
N/A: Día 3 completado, la verdad dudaba mucho de poder cumplir el plazo, pero me alegra haberlo hecho. ¿Qué les pareció? ¿Les gustó el relato o pensaron que le hace falta algo? No olviden dejar su comentario en la sección de comentarios para seguir creciendo y poder superarme a mí mismo. En fin, muchas gracias por leer, y espero verlos mañana con el día 4. Adiós
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