Día 1(segundo intento): La broma planificada
N/A: Hola chicos, años sin actualizar este fic, pero lamentablemente llegó en el momento menos ideal para mí. Bueno, dejando eso de lado aquí traigo otro capítulo de esta sección dedicada a esta pareja, ¿acaso es una continuación del día 2?...pues no. De hecho, lo dejé pasar tanto tiempo que ya llegó la Ronniecoln week de este año, así que decidí mejor participar en la de este año. Conclusión, se cancelan los días planificados para la edición del 2020 (a menos que quieran que las saque de todas formas, en cuyo caso vería cuando retomarlas). En fin, en cualquier caso aquí tenemos la edición 2021, con el primer día que tratará sobre un pequeño plan que tiene preparado Lincoln con Ronnie. ¿De qué se trata exactamente? Quédense para averiguarlo.
Disfrútenlo.
En la casa Loud, Luna estaba ingresando a su habitación para buscar una cuerda de repuesto para su guitarra, pero se distrajo al ver dentro a Lincoln y a Luan hablando.
—De esa forma podrás ejecutar tu plan sin problemas—terminaba de dictar Luan.
—Oh, ya veo, es perfecto para mi plan—dijo Lincoln a la vez que anotaba.
—Eh, ¿qué está pasando aquí? —preguntó Luna.
—Oh, hola Luna. Le pedí unos consejos a Luan para perfeccionar mi plan para cuando llegue Ronnie Anne.
Al escuchar el nombre de Ronnie Anne, Luna no dudó en burlarse de su hermano.
—Uuuuhhhh, un plan para Ronnie Anne. ¿Le pedirás que sea tu novia?
—No, nada de eso-respondió Lincoln fastidiado—Será algo mucho mejor que eso.
—Aw, qué tierno Lincoln, pero no puedes casarte con ella hasta los 18.
—¡Que no es nada de eso! —dijo Lincoln exasperado—Solo le pedí a Luan unos consejos para poder realizar bromas.
—¿Eh?-soltó Luna confundida—¿Por qué quieres consejos de eso? ¿Y qué tiene que ver eso con Ronnie Anne?
—Quiero hacerle una broma a Ronnie Anne. Ella me ha hecho muchas bromas desde que nos conocimos y creo que es hora de darle una cucharada de su propia medicina. El problema es que ella es muy cautelosa con eso, siempre está a un paso delante de quien sea que intente hacerle una broma, sería imposible para un novato como yo lograrlo, pero por suerte tengo a una experta en bromas que me pueda orientar.
—Claro—dijo Luna mirando con ojos entrecerrados al par de hermanos—Solo no te vuelvas loco en el día de bromas, ya con uno es suficiente.
—Ni pensarlo.
Lincoln revisa la hora en su teléfono y ve que ya se acerca la hora de que llegue Ronnie Anne.
—¡Rayos, faltan 10 minutos para que llegue Ronnie Anne! Será mejor que vaya preparando todo. Gracias por tu ayuda, Luan.
—Un placer, Lincoln. Deja a tu novia con la piel de gallina, jejeje.
—¡Que no es mi novia!-dijo por último antes de salir del cuarto.
Estando solas, Luna miró a su hermana con una ceja levantada por el chiste que hizo.
—Espera y lo entenderás.
/
Justo al momento que terminó de armar su plan para jugarle una broma a Ronnie Anne alguien tocó el timbre de la casa, y Lincoln sabía de quien se trataba.
—¡Genial, ya está aquí!
Lincoln bajó al recibidor para abrir la puerta.
—La operación "jugarle una broma a Ronnie Anne para devolverle las que me ha hecho hasta ahora y pensar en un nombre más corto para este plan" da inicio...¡ahora! —dijo al momento en que abrió la puerta, revelando que detrás de ella se encontraba efectivamente la morena del suéter morado.
—¿Qué onda, Linc?-saludó casualmente Ronnie Anne a su amigo.
—Hola Ronnie, pasa—la invitada procede a entrar a la casa Loud—Me alegra que pudieras venir.
—No iba a negarme a una invitación tuya, aunque debo admitir que me sorprendió que me invitaras a tu casa.
—Bueno...yo solo quería...ya sabes, pasar el rato contigo—explicó Lincoln mostrando señales de nerviosismo.
La morena lo vio con sospecha por su actitud nerviosa.
—Claro. ¿Te importa si uso el baño primero?
—Adelante, está en el segundo piso al fondo a la izquierda.
Ronnie Anne sube las escaleras para ir al baño. Estando solo, el peliblanco esbozó una sonrisa maliciosa.
—Jejeje, no sospecha nada.
De pronto escuchó unos cuchicheos desde el comedor seguido de alguien callando a otra persona. No le fue difícil deducir de quiénes se trataba, así que fue hasta el comedor para encarar a las entrometidas.
—Chicas, ya sé que están espiando.
—No, no es cierto—respondió Leni, tras lo cual se escucharon a las demás callarla.
—Vamos chicas, salgan de donde estén.
Las chicas se vieron obligadas a salir de debajo de la mesa. Al ver que efectivamente lo estaban espiando todas sus hermanas, Lincoln se sintió hastiado.
—Chicas, sé que ustedes nunca hacen caso cuando les pido que me dejen en paz cuando se trata de Ronnie Anne, pero esta vez en serio les pido que por favor no se entrometan.
—Ay vamos, solo queremos ver cómo te le declaras a Ronnie Anne—dijo Lana.
—Nos portaremos bien, lo prometemos—pidió Lola y el resto de las chicas suplicaron para que les permitieran observar todo.
—No. Primero, no me le voy a declarar a Ronnie Anne, solo le haré una broma.
—Uy, ¿así es como le dicen ahora cuando te le declararás a una chica?-dijo Lori juguetonamente.
—No—respondió Lincoln—Segundo, no quiero que ustedes anden merodeando por ahí porque pueden poner en riesgo mi operación "jugarle una broma a Ronnie Anne para devolverle las que me ha hecho hasta ahora y pensar en un nombre más corto para este plan".
—Ay, qué tierno, hasta hizo un plan para confesarle su amor—dijo Leni con ternura y las demás soltaron un suspiro con amor.
—¡No, es...!
—Bien hecho, hermano—dijo Lynn interrumpiendo al peliblanco—¿Sabes? Siempre creí que eras de esos cobardes que no se les confiesan a las chicas y terminan viviendo solos mientras maldicen a las parejas felices, pero me alegra que estés demostrando lo contrario y vayas a decirle a Ronnie Anne lo que sientes. Estoy segura de que te corresponderá—dijo la deportista mientras abrazaba por el cuello a su hermano.
—¡Que no me le voy a confesar! —bramó Lincoln zafándose del abrazo de la castaña—¡Se los digo por última vez, no me le voy a confesar a Ronnie Anne! ¡Solo le haré una broma, es todo!-dijo el albino casi gritando por la histeria que sentía.
—Espera, ¿literalmente solo la llamaste para hacerle una broma?
—¡Sí! Luan, diles que es cierto.
Las chicas miraron a la bromista con recelo.
—Oigan, no me miren así, ustedes fueron quienes me convencieron de que podía ser una declaración—se defendió Luan.
—Pues no es así, solo es una broma entre amigos. Así que si esperaban algo, lamento decepcionarlas, pero será mejor que se retiren.
Las hermanas se retiraron soltados quejas y expresando decepción por no haber ni un indicio de romance.
-Gallina-soltó Lynn refiriéndose a Lincoln despectivamente.
El peliblanco ignoró eso y esperó a que todas se fueran. Cuando Lincoln regresó a la sala, encontró a Ronnie Anne apenas volviendo del baño pasando al lado de sus hermanas.
—Bien, ya estoy lista, ¿qué quieres hacer?-preguntó la morena.
—¿Y si vemos televisión un rato?
—¿En serio me llamaste solo para ver televisión?
—Pues...es mejor verla acompañado que solo, ¿no?
—Mmmm...está bien. Veamos televisión.
Los dos niños fueron al área de descanso donde estaba los muebles de la casa y el televisor. Lincoln se sentó en el sofá grande e hizo seña a Ronnie Anne para que se sentara a su lado, pero la latina vio raro eso así que decidió sentarse en el suelo frente al sofá.
—¿En serio vas a sentarte en el suelo?-dijo Lincoln esbozando una sonrisa socarrona.
—¿Algún problema?
—No, no, solo que pensé que estarías más cómoda en el sofá.
—Sí pues, me gusta más sentarme en el suelo.
—Ok, como tú prefieras.
Lincoln miraba con satisfacción como la primera fase de su plan estaba siendo un éxito, ya que consistía en poner tensa a Ronnie Anne con una actitud sospecha para crear un momento donde se confíe al ver que no hay nada y ejecutar su trampa. Pero no debía dar algún indicio de su plan, así que encendió la televisión para bajar las sospechas.
/
Luego de un rato de risas y diversión que proveían los programas de televisión, Ronnie Anne sintió su garganta algo seca.
—*Cof* *Cof* Rayos, se me secó la garganta, ¿te importa si bebo algo?
—Está bien, adelante.
Ronnie fue a la cocina a por una bebida, pero antes de poner la mano sobre la manija del refrigerador sintió su instinto avisándole sobre el peligro. No sabía si en verdad había problemas aguardándole en el refrigerador, pero no iba correr el riesgo.
—¡Oye Lincoln, ¿puedes venir un momento?! —llamó la morena a su amigo y este llegó en un momento.
—¿Qué pasa?
—No nada, es que...no quiero beber alguna bebida que tus hermanas hayan dejado y quería ver si me podías ayudar a elegir a una bebida.
La explicación dada por la latina tenía cierto sentido, pero Lincoln sabía que la verdadera razón era porque estaba desconfiada. No podía ocultar la sonrisa afectada que esbozó al ver eso.
—¿Y por qué no abres el refrigerador y me preguntas cual bebida puedes elegir, eh?
—Es que...es de mala educación andar abriendo los refrigeradores de otras personas.
—Sí, creo que tienes razón—dijo Lincoln afianzando su mirada juguetona.
Puso la mano en la manija y deliberadamente se tardaba en abrir la puerta para aumentar la tensión en su amiga, cosa que lograba. Después de unos eternos segundos, finalmente el peliblanco abrió la puerta para revelar que dentro...no se encontraba nada fuera de lo normal. Ronnie Anne soltó un suspiro de alivio mientras que Lincoln soltó una pequeña risa burlona, luego le pasó una botella con agua que tenía guardada.
A medio camino Ronnie Anne se abstuvo de tomar de la botella debido a su desconfianza.
—¿Te importaría beber de esto primero?
—¿Pasa algo, Ronnie?—preguntó Lincoln sin perder la sonrisa burlona.
—Solo bébelo.
El varón se encogió de hombros y tomó la botella para darle un innecesariamente largo sorbo que ponía más tensa a Ronnie Anne. Cuando terminó, soltó un suspiro de satisfacción.
—Refrescante.
El peliblanco le pasó la botella a Ronnie Anne y ella la tomó con brusquedad. Tomó hasta la mitad de la botella y luego lo devolvió.
—Gracias—agradeció al momento de devolver la botella.
Los dos se encaminaron de regreso a la sala, pero a medio camino el albino se detuvo.
—¿Sabes qué? Ya me aburrí de ver televisión, ¿qué tal si vamos a mi cuarto mejor? Tengo algo genial que quiero mostrarte.
—No me digas—dijo Ronnie Anne viéndolo sospechosamente.
—Entonces, ¿quieres ir?-preguntó haciendo una pose que indicaba que pasara al frente.
—Bien, pero tú irás al frente.
—Como tú quieras.
Los dos van subiendo las escalera, pero Ronnie Anne mostraba cuidado al pisar cada peldaño. Lincoln rio para sus adentros, su plan estaba yendo a la perfección y todo indicaba que iba a tener resultado positivo, solo debía mantener las cosas así y su revancha se verá consumada. Estando ya en el segundo piso, Lincoln abrió espacio para que se adelantara Ronnie Anne.
—Bueno, a su derecha podrá encontrar la habitación del gran Lincoln Loud. Por favor pase adelante y límpiese los zapatos antes de entrar-dijo Lincoln a manera de broma para generar confianza en Ronnie Anne, pero ella no dio ni un solo paso y solo se cruzó de brazos.
—Ok, ¿qué diablos está pasando?
—¿De qué hablas?
—No te hagas el tonto, sé que estás planeando algo.
—De verdad no tengo idea de lo que me estás hablando.
—Por favor, hoy estás actuando más raro de lo habitual y tienes sonrisa de profesor que va a reprobar a sus alumnos.
—Ronnie Anne, ¿qué podría estar planeando yo?
—Eso lo sabrás tú, patético.
—Vamos, ¿acaso no confías en mí? Te digo en serio que no estoy planeando nada.
—¿En serio?
—Por su puesto.
Ronnie Anne miraba cautelosamente la postura del albino en busca de alguna señal que delate su mentira, desde la rectitud de torso hasta su rasgos faciales, pero él no dejaba mostrar nada. Para el chico esto era un infierno, le costaba un mundo mantener la rectitud en su cuerpo con tal de no mostrar alguna señal delatora, pero el sudor era lo único que no podía controlar, solo esperaba que su amiga no lo notara. Luego de unos intensos momentos lleno de nerviosismo y miradas suspicaces, la morena relajó el rostro.
—Está bien, te creo.
Lincoln soltó un suspiro al verse libre de problemas, pero también decidió que era hora de actuar.
—Solo por curiosidad, ¿qué pensabas que iba hacer?
—Nada, olvídalo.
—¿Acaso creías que haría...¡algo como esto!?
Lincoln tomó una cuerda detrás suyo y la haló con fuerza para activar lo que parecía ser su trampa preparada, pero no pasó nada. Confundido, siguió halando la cuerda para activar el mecanismo en vano.
—¡¿Qué rayos está pasando?! —expresó Lincoln con frustración.
—Eh, Lincoln, creo que la que buscas halar es esta—dijo Ronnie Anne mostrando una cuerda en su mano que haló después.
Esto soltó una red de pescados podridos que estaba justo sobre la cabeza de Lincoln. El pobre albino apenas pudo ver cómo su elaborada trampa era usada en su contra sin que se diera cuenta previamente. Todo el pescado podrido cayó encima suyo y las vísceras y grasa del pescado lo cubrió de pies a cabeza, impregnándolo de un fétido aroma que seguramente sería muy difícil de deshacerse.
Ronnie Anne estaba cuajada de la risa con ver a su amigo cubierto de todo ese maloliente pescado, apenas podía mantenerse de pie de la gracia que sentía con tal escena.
—Ay patético, ¿en serio creíste que ibas a engañarme con una broma tan tonta como esa? —se burló Ronnie Anne y luego siguió riéndose.
De su habitación salió Luan atraída por el sonido de las risas. Al ver a su hermano cubierto de pescado podrido debido a su broma que le salió, no pudo sino reírse también.
—Vaya Lincoln, parece que pescaste una locha, lástima que te salió pocha. Jajaja, ¿entiendes?
Lincoln se irritó por la broma de Luan.
—Ay no te pongas así, quizás no pudiste pescar a una chica, pero sí pescaste unas buenas risas para nosotras.
Con esta última broma de Luan, la risa de Ronnie se volvió más estridente y no pudo mantener más el equilibrio, por lo que terminó por caer al suelo carcajeando.
Con las burlas de su hermana y su amiga riéndose a carcajadas, Lincoln se sintió verdaderamente irritado y ofendido, pero a estas alturas no podía hacer más nada, solo resoplar con indignación.
—Bueno, espero que las dos se estén divirtiendo, yo me iré a mi habitación.
El peliblanco fue hasta su habitación dando pasos fuertes y al entrar azotó la puerta con mucha fuerza. Las risas de Ronnie Anne disminuyeron cuando vio a su amigo más molesto de lo habitual hasta que dejó de reírse por completo y comenzó a preocuparse.
/
Ronnie Anne le dio unos minutos a Lincoln para que se calmara y volvieran a pasar el rato juntos, pero el chico seguía renuente a salir. La morena se encontraba ya muy preocupada, normalmente cuando le jugaba una broma a Lincoln él se enojaba momentáneamente para luego seguir las cosas con normalidad, pero nunca lo había visto tan enojado como ahora y esta vez se encerró en su habitación con toda su rabia acumulada. No queriendo dejar las cosas así, la pelinegra decidió dar el primer paso. Se acercó a la habitación del chico y tocó la puerta.
—Hey Lincoln. ¿Estás bien?-preguntó Ronnie Anne suavemente, pero Lincoln no le respondió.
—Escucha, entiendo que estés molesto, ¿pero en serio creías que iba a dejarme atrapar por una broma así? No me subestimes—dijo juguetonamente esperando alguna reacción suya, pero no hubo.
—(Suspiro) Oye, no es que te saliera la broma mal, ¿ok? Cuando dije que quería ir al baño me cayó un poco de la grasa del pescado y ahí fue cuando me di cuenta de tu trampa. No fue culpa tuya ni nada, solo fue cosa de suerte. De no ser por eso, probablemente me hubieras engañado—explicó con el fin de consolar a su amigo, pero seguía sin tener respuesta.
Aquello molestó a Ronnie Anne, odiaba ser ignorada de esa forma y no se lo toleraría ni a Lincoln.
—¡¿Cuál es tu problemas?! ¡¿Ahora vas a llorar solo porque no pudiste hacerme una a mí?! ¡Siempre te hago bromas como esa y nunca te he visto quejarte!
Justo al decir esto, involuntariamente comenzó a recordar todas las bromas que le ha hecho a Lincoln a lo largo del tiempo. Recordaba también las quejas de Lincoln y las peticiones suyas para que cesara las bromas, las cuales siempre ignoraba. Cuando repasó cada broma hecha por ella y cada reacción hecha por él, su enojo desapareció y dio paso a la tristeza.
—Ya veo, querías desquitarte por todas las bromas que te hice, ¿verdad? Entiendo, debe ser frustrante que alguien juegue contigo sin poder hacer nada.
El repaso mental de todas las bromas que ha hecho la dejó pensando que era una mala persona que se divertía a expensa del sufrimiento de los demás. Esto dejó abatida a la morena, hasta ahora no había caído en cuenta de lo malvada que había sido, incluso llegó a pensar que quizás es por eso que no tenía muchos amigos. Ya no sentía mucha fuerza como para seguir de pie, así que se sentó en el suelo apoyando la espalda en la puerta.
—Escucha Lincoln, quiero que sepas que nada de lo que hecho ha sido con mala intención. Yo...bueno, creí que nos divertíamos juntos con cada broma. Digo, sé que te molestabas, pero creí...creí que también lo disfrutabas, no creí que te molestaba en serio. Yo sólo quería divertirme contigo, nunca quise hacerte daño. Me crees, ¿verdad? —preguntó esperando cualquier reacción de Lincoln. Esperó un poco más, pero la respuesta seguía sin llegar.
Ronnie Anne entendió que si quería arreglar las cosas con Lincoln debía abrirse con él. No sería fácil para ella, pero no tenía ninguna otra opción.
—(Suspiro) Está bien, te diré la verdad, Lincoln. Yo...sí te hice esas bromas porque quería que nos divirtiéramos, pero la verdadera razón por la que lo hago es porque...bueno, yo...yo...—la morena se una gran vergüenza de golpe por lo que estaba por confesar. Jamás en su vida pensó que iba a revelar tan vergonzoso secreto algún día, pero si no lo hacía probablemente Lincoln le dejaría de hablar, así que se tragó toda la vergüenza y decidió soltar la sopa de una vez.
—¡Creo que tus reacciones eran adorables! —dijo casi gritando e inmediatamente después se tapó su cara enrojecida. Quería huir de esta vergonzosa situación en la que se metió, pero su decisión de arreglar las cosas con Lincoln evitó que diera un paso en dirección a la salida.
—¡No lo repetiré, ¿ok?! Pero...me parecían adorables tus gestos y pucheros que hacías cuando te jugaba una broma. Cuando empezamos a ser amigos te juro que quise dejar de hacerlo, pero...no me podía resistir a volver a ver esos gestos adorables y por eso seguía con las bromas. Pero quiero que entiendas que no era nada personal, solo...quería ver esos gestos que me enternecían.
Ahora que escuchaba lo que decía, la latina se dio cuenta de que sus motivos detrás de sus acciones eran totalmente absurdos y egoístas. En lugar de mejorar la situación, sintió que la había empeorado.
—Ya sé, es una razón muy estúpida y egoístas. Tal vez ellos tenían razón, tal vez si soy mala.
Sintiéndose totalmente abatida, Ronnie Anne pensó que lo mejor sería salir de la casa y mantener distancia con el peliblanco. Se levantó del suelo para dirigirse a la salida, pero antes dirigió unas últimas palabras a Lincoln.
—Te dejaré tranquilo ahora. Solo quiero que sepas que lo siento mucho. Nunca fue mi intención lastimarte de alguna forma o humillarte, yo solo...sólo soy una idiota que no sabe lo que hace—se disculpó con mucho pesar en sus palabras y decidió tomar rumbo en dirección a la salida.
No obstante, apenas dando un paso escuchó la puerta detrás suyo abrirse. Era una invitación sutil para que pasara, y no la iba a rechazar si eso significaba que tenía una oportunidad de enmendar las cosas.
Dentro de la habitación, el albino se encontraba sentado en su cama dando la espalda a la puerta, por lo que la mexicana no podía ver su reacción.
—Ronnie Anne, antes de irte, ¿puedes hacerme un favor?
—Sí, lo que sea—dijo esperando que aquello sea suficiente para arreglar todo.
—Da dos pasos al frente, por favor.
La morena estaba confundida por tal petición, pero no se encontraba en posición de cuestionar así que obedeció sin vacilar.
—¿Aquí?
—Sí, justo ahí.
Lincoln giró el cuerpo para estar al frente de Ronnie Anne y le reveló que en su rostro había una mueca maliciosa adornándolo. En su mano, se encontraba una cuerda que haló inmediatamente con todas sus fuerzas. Luego de esto, una trampilla se abrió el techo del cuarto justo donde se encontraba Ronnie Anne y a ella le cayó encima una extraña sustancia pegajosa que gracias al olor pudo identificar como caramelo. Después, una bolsa se abrió y dejó caer una gran cantidad de plumas sobre ella que se adhirieron al caramelo. Por último, sin que pudiera reaccionar, Lincoln finalizó con un tortazo en la cara que la dejó desorientada.
—¡Has sido desplumada, Ronnie Anne!-exclamó Lincoln con júbilo al ver su plan ejecutado con éxito y procedió a reírse.
En cuanto a Ronnie Anne, ella se encontraba perpleja y algo abrumada por la cantidad de ataques que había recibido con la guardia baja y en tan poco tiempo. Cuando recuperó la concentración, la furia retomó posesión en ella.
—¡¿Qué rayos acaba de pasar?!
—¿No es obvio? ¡Te acabo de engañar! Sabía que no podía hacerte una broma si te encontrabas en alerta, así que puse una trampa falsa para que deliberadamente la reconocieras y modificaras para que me cayera a mí. Luego con eso, solo era cuestión de engañarte para hacerte entrar a mi habitación con la guardia baja para poder hacerte una broma. ¡Y tú acabas de caer redondita! —explicó Lincoln su plan mofándose al final.
Pero aquella explicación no había dejado contenta a Ronnie Anne.
—¿O sea que me engañaste y manipulaste emocionalmente solo para hacerme una broma?
La forma tan cruda en la que lo expuso Ronnie Anne dejó con un sentimiento de culpa al albino.
—Bueno...yo...lo siento por eso, yo solo quería que entraras y no hacerte sentir mal-se disculpó Lincoln, pero la mueca de enojo de Ronnie Anne no desaparecía.
—Lincoln, te diré que eso fue...
Ya el peliblanco se preparaba para recibir una tanda de regaños seguida de una lluvia de golpe.
—¡Una excelente broma!
Pero no esperaba elogios de su parte.
—¿En serio?
—Sí, fue muy buena la verdad. Sólo te diré una cosa.
—¿Qué?
La morena tomó del cuello de la camisa del albino y lo acercó a sí misma para verlo directamente a los ojos.
—Nunca más vuelvas a manipular mis emociones—advirtió Ronnie Anne con las retinas mostrando llamas flamante y aterradoras calaveras.
El peliblanco tragó saliva pesadamente y asintió con la cabeza.
—Sí, sí, nunca más lo volveré a hacer—dijo Lincoln aterrorizado.
Ronnie Anne soltó a Lincoln luego de dejar en claro lo que le pasaría si volvía a hacer algo así. Luego al ver albino en el suelo, todavía con restos de pescado en su ropa, y de recordar el lamentable estado en el que quedó tras su broma, comenzó a reírse. Lincoln también se unió a las risas. Los dos quedaron en un lamentable estado luego de la broma del albino, pero eso no evitaba que ambos se rieran. Era muy divertido ver al otro en tal estado, pero más era estar los dos pasando un buen rato juntos.
/
Luego de limpiarse todas suciedades y quitarse el pegoste que les dejó la broma de Lincoln, los dos niños salieron de la casa ya que Ronnie Anne se estaba yendo y Lincoln decidió acompañarla a la salida.
—Debo admitirlo, patético, esta vez sí que me atrapaste.
—Sí, no fue nada fácil, eres muy cautelosa.
—Pues claro, no me llaman la reina de las bromas de la escuela por nada-dijo Ronnie Anne inflando el pecho presuntuosamente.
Recordando algo que había dicho antes, Lincoln tomó la oportunidad para mofarse un poco.
—Eso me recuerda, ¿en verdad te parezco adorable? —dijo Lincoln con una sonrisa socarrona.
La morena se sonrojó de inmediato al recordar aquello que confesó más temprano.
—B-bueno, sólo dije que tus reacciones eran adorables, nunca dije nada de ti así que cállate—se excusó Ronnie con el rostro colorado de la vergüenza.
—Jeje, como digas Ronnie. ¿Pero sabes? Ahora entiendo por qué haces estas bromas, tú también eres adorable con tus reacciones.
El rostro de la morena enrojeció por completo por lo dicho por el peliblanco.
—¡CÁLLATE, IDIOTA! —gritó Ronnie Anne producto de la vergüenza y le dio un potente golpe en la cara a Lincoln que lo dejó dando vueltas.
Cuando Lincoln se recuperó la plática prosiguió.
—Por cierto, patético, ni creas que dejaré las cosas así. Admito que me superaste esta vez, pero permitiré que quedes con la victoria. Espero que entiendas que esto es una declaración de guerra—advirtió Ronnie Anne para meterle miedo a Lincoln.
Ciertamente el varón estaba algo asustado, pero él no se iba a dejar intimidar por ella, no ahora que tiene un punto de victoria en el historial entre ambos.
—Lo entiendo, y estaré preparado para lo que tengas—aseguró Lincoln confiado.
—Te lo advierto, patético, nunca sabrás cuando es que voy a atacar. Podrían ser días, semanas, meses o hasta años, pero te aseguro que todos los días estaré al acecho tuyo.
—Espera, ¿todos los días?
—Sí, todos los días.
—Oh...bueno, es que la verdad esperaba que me dieras un poco más de tiempo. Gasté toda mi mesada en las bromas de hoy y no creo que pueda seguir ese ritmo.
Ahora que lo pensaba bien, ciertamente eso era un problema a tomar en cuenta. Ella tampoco tenía un alto presupuesto como para darse el lujo de gastarlo todos los días, menos si es en bromas solamente.
—Bueno, si lo pones así sí lo veo problemático—reconoció Ronnie Anne un tanto desanimada por ello.
—¿Qué tal esto? Fijemos una fecha donde podamos gastarnos bromas entre ambos todo el día por cada año. Así tendremos suficiente tiempo para conseguir el dinero para las bromas y prepararnos—propuso Lincoln.
—Me parece perfecto. Será nuestro "bromaversario" —replicó Ronnie Anne aceptando la propuesta de su amigo.
La morena extendió la mano para sellar la propuesta con Lincoln formalmente.
—Exacto, nuestro "bromaversario" —dijo Lincoln y luego tomó la mano de Ronnie Anne para formalizar el trato.
Lo que ninguno sabía era que el otro tenía un zumbador de mano escondido con el que pretendía electrocutar al otro. Los dos aparatos entraron en contacto y la electricidad que emitían aumentó con creces hasta generar una explosión eléctrica que cubrió a ambos y formó un humero. Cuando el humo se disipó, se contempló que ambos quedaron cubiertos de cenizas, con el pelo quemado y alborotado. Cuando cada uno vio como quedó el otro, no pudieron contener la risa y ambos cayeron al suelo riendo por lo ridículos que se veían.
Mientras tanto, las hermanas miraban la escena desde la ventana de la sala. En realidad habían estado espiando todo este tiempo en busca de algún indicio de romance, y justo ahora su paciencia ha sido recompensada.
—Ay, qué adorable.
—Son una ternura.
—Van a terminar casándose.
Era algunos de los comentarios que soltaban cada una al ver la escena entre su hermano y su amigas alias "futura pareja".
—Parece que Lincoln desplumó el corazón de esa chica. Jejeje, ¿entienden?-bromeó Luan sacando un quejido a todas sus hermanas por la mala broma.
N/A: Bueno, así termina el primer día. Para ser sincero solo tengo este día preparado, el segundo va a mitad y ya de ahí está en blanco. No es que no estuviera inspirado ni nada, es que anduve ocupado con varias cosas. Y bueno, tendré que meterle full al teclado para poder publicar al día con la semana, aunque haciendo calculo como que me daría tiempo para hacer el día 2, 3 y quizás el 4, los otros 3 como que sí tendrán que ser retrasados U.U. En fin, dejando eso de lado, ¿qué les pareció el día 1? Cualquier crítica que me dejen ya sea positiva o negativa la tomaré en cuenta, así que sin pena. Con esto dicho, doy por terminado el día 1 y espero que les haya gustado y que puedo verlos mañana con el día 2. Adiós
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top