Después de entender que tu piel

es una carta de amor en braille,

acabaremos por encontrar al amor

más divino que lo divino.

Acabaremos en callejones

donde solo alumbra el deseo y el amor,

porque no hay fuerza mística que te desdibuje de mi mente

o definitivamente... Ni Cupido cree en Dios.

Después de entender que ni la ciencia

te explica como parte absoluta de mi vida

he tenido que quererte para conservarte

y conservarte para amarte.

He tenido que batallar con el pasado,

aventurado de mochilero sobre mí,

dejarlo detrás.

En cuanto al futuro:

Lleva rato ilustrado en el espejo;

un espejo en el iris más brillante de tus ojos;

en tu espalda tintado con las huellas de mis dedo.

Después de entender que tu piel

es la almohada de terciopelo

que atenúa mi lucidez por las noches,

no me resisto a un cambio

y me hago sumiso de tus ojos,

de tus fluidos y de tu respiración

al rozar tu pecho con mis labios curvados.

Los días pasan y pasan remontados sobre ambos,

veloces y despreocupados,

dejando de su imagen algo tan pasajero

que me hace deseoso de más días junto a ti

para apreciarlos más de lo que acostumbro.

Los días pasan y tus labios se vuelven curiosos,

un tanto hermosos.

Yo descuido el momento un poco

para hacer caso de tu desnudez.

Para dejar que la noches pasen

sin notarlas.. otra vez.

22 de Septiembre 2014