En un breve momento, dos almas se tocaron,

fue al cruzar de una esquina, a mediados de enero;

los duraznos fragantes regalaban olores,

cuando los dos sintieron, que pasaba algo nuevo. 

Ella rió de pronto, y todo el que la viera,

pensó que estaba loca, sin que a ella afligiera;

él suspiró un momento, y respiró su aliento,

cerró fuerte los ojos, para mirar "de adentro".

Después ya fue buscarse, por todos los rincones,

de la plaza más bella a tristes callejones;

la ciudad que brillaba, atestiguó el romance,

de dos que se intuían sin poder encontrarse.

En mil amaneceres recorrieron lugares,

persiguieron la brisa, que traían los mares;

coincidieron espacios, pero en tiempos distintos,

no pudieron besarse, ni saciar el instinto.

Dos almas conocidas, viajaban por la vida,

el cuerpo en otro siglo, perdía la partida.

¿Por qué nunca se hallaron?, misterios del destino,

que juega con los pobres corazones heridos.