Creo en la magia de amor de una mirada,

que puede transformar la vida en un segundo,

en unos tibios besos con gusto a primavera,

que viven en la noche del sueño más profundo.

Creo que el tiempo no borra las heridas,

que quedaron tatuadas por dentro de la carne,

y como aquella antorcha robada de los dioses,

vibran en fuego eterno en el cauce de la sangre.

Creo que el cielo llora, su triste desconsuelo,

al derramar dolor sobre la tierra fresca,

no me gusta la lluvia, porque en ella te encuentro,

pudiendo ser sin mí... y yo solo muriendo.

Creo que todo tiene un porqué en el universo,

que algún sabio escribió la novela en un libro,

que la estamos actuando sin saber los papeles,

y en el cosmos las cosas encuentran su equilibrio.

Creo que puedo ser, mejor de lo que he sido,

que crecí y maduré después de conocerte,

que nunca habitarás caminos del olvido,

porque vas junto a mí aunque no pueda verte.

Creo porque de Dios, me viene la existencia,

que volveré a encontrarte quizás en otra vida

no debo cuestionar decisiones divinas,

aunque muera de amor hasta el fin de mis días.