Navidad del sur, sin nieve ni frío,

pesebre en la iglesia y después de la misa,

la mesa en el patio rebosa de niños,

bajo la caricia, suave, de la brisa.

¿Dónde es que se ha ido ese tiempo perdido?,

¿en qué cofre aguardan todos nuestros besos?,

¿dormirán su sueño en las hojas de un libro,

o se irán volando al cielo en un rezo?

Este ha sido un año que dejó su huella,

marcada en el pecho, sangra en sufrimiento,

por todos los mares el dolor navega,

y en letras de molde se escribe "aislamiento".

Estamos muy solos, nos necesitamos,

¡somos tan pequeños que no lo entendemos!,

¡Te extraño!¡Te amo!¡Te sigo esperando!

Pudimos decirlo, ¡todavía podemos!

La distancia es  larga de tu piel a la mía,

pero el alma sabe nadar contra el viento,

todos mis deseos esperan tu dicha,

trayendo esperanza, llega El Nacimiento.