Whatever it takes (@IngleLopez)

Género: fanfic.


I

Proyecto X

Había silencio, solo silencio después de los gritos y llantos de desesperación que se escucharon durante meses. No hay más que un silencio desgarrador que te llena por dentro.

Perdimos amigos, familia y ahora nos estamos perdiendo a nosotros mismos. Tony ha regresado gracias a Carol, es la nueva integrante de nuestra pequeña familia, hemos reclutado a todos los que quedaban y hecho planes para poder derrotar a Thanos. Pero siempre hay alguna debilidad y al final llegamos a la conclusión de que tenemos que recuperar a los nuestros para poder ganar.

Banner, Scott y Tony encontraron algo llamado "Proyecto X", que al parecer lo habían estado realizando a espaldas de unos cuantos, ya que por órdenes de Fury solo unos pocos debían saberlo, por el bien de todos.

—¡Ya dije que no, Tony! —se escuchó el grito de Clint.

—¿Quieres echar a perder el plan? Vamos, que sepan que todo se arruinará por ti.

—A ella no —rogó.

Tony se acercó hasta Clint, lo observó por unos segundos con compasión para después negar y alejarse un poco de él. Todos teníamos nuestras miradas sobre ellos.

—Ella no es tu hija, Clint.

—¿Su qué? —preguntó Thor, a lo que todos le ignoraron.

—Natasha... por favor.

Escuché las prórrogas de Clint, pero no le haría caso. El plan estaba hecho, necesitamos de ellos así que simplemente me negué aunque pude ver el dolor en la mirada de mi amigo. Pero es el juego final, es todo o nada.

—Ella es todo lo que me queda Tony, no quiero perderla.

—Aun así, funcione el plan o no sabes que debe volver a su realidad, de lo contrario morirá —le explicó Banner.

—Lo sé, pero...

—¿Pero? —le interrumpió Tony—. Te lo advertimos y ahora no quieres escuchar, porque aquí el señor se puso sentimental.

—¡Basta! —se interpuso Steve—. Dejen de pelear, señores, y vengan a ver esto. De verdad son increíbles.

Hace unos meses se terminó de desarrollar el "Proyecto X". Abrieron portales hacia otras dimensiones completamente diferentes a la nuestra, donde Thanos ya había sido derrotado o ya había sucedido algo familiar, solo que nosotros no estábamos vivos. La primera fue Lailah, al parecer es la hija mayor de Clint, inexistente en nuestra realidad; la encontramos al punto de un colapso nervioso porque había sido la única sobreviviente de la familia al chasquido de Thanos. La reclutamos al igual que a otros de diferentes realidades que estuvieron dispuestos a ayudarnos, un Logan muy joven, Deadpool y Miles Morales, un joven Spider-man que tomó el puesto de Peter cuando este murió en su realidad.

Steve los ha estado entrenando durante meses. Ahora lo hacen en la sala especial que les diseñó Tony. Todos admiramos a la pequeña de tan solo dieciocho años; lucha contra enemigos holograma. Pude ver cómo Clint la miraba, con ese orgullo y amor que le ha creado en tan poco tiempo.

Pero en esta batalla final habrá sacrificios. Ella será uno de ellos y la perderá.


II

De entre las cenizas

Marchamos hacia nuestra muerte, en silencio como si estuviéramos de luto. Aunque no lo queríamos aceptar, era así.

En las miradas de todos se puede ver miedo, a fracasar y que todo esto sea en vano. A no recuperar a los que hemos perdido, a perder aún más de lo que ya lo hemos hecho. Puede que el plan funcione pero todo conlleva un riesgo.

Nos dirigimos hacia el ojo del huracán, con nuestros trajes rojos y blancos, marchamos como héroes aunque no lo merezcamos, pero como cualquiera que se haga llamar héroe siempre nos levantamos de entre las cenizas sin importar cuántas veces caigamos.

Intentamos regresar en el tiempo y tratamos de evitar todo el horror ya sufrido, pero fue en vano, ya que no cambió nada en nuestra realidad, simplemente abrimos otra completamente diferente. Solo nos quedaba luchar con astucia hasta el cansancio tal y como lo habíamos planeado sin rodeos. 

Todos los que se habían perdido de pronto volvieron, y, entre la batalla, algunos estallaron en risas. Algunos se abrazaron e incluso intercambiaron un par de palabras para después seguir luchando. Mi padre me sonrió e iba a correr a abrazarme igualmente, ya que por un segundo el ambiente de guerra se llenó de felicidad, estaba por atacarme uno de los enemigos cuando el Spider-man de esta realidad se interpuso y de un golpe lo alejó de nosotros.

—Tenga cuidado, señorita —me dijo para después quitarse la máscara—. Caramba, pero qué bonita...

No se percató de que lo dijo en voz alta, llego a los oídos de mi padre y de algunos a nuestro alrededor.

—¡Quita la mirada de mi hija, niño! —le advirtió.

—Uy... ya es araña muerta —se escuchó la voz de Deadpool por detrás y pronto se escucharon las risas de Thor y los Guardianes.

Pronto aquella extraña charla fue interrumpida por los constantes ataques de los enemigos, casi nos derrotan al estar distraídos, y, aunque pudimos salir de aquello, Deadpool se quedó sin una mano y se le escuchó maldecir para después decir: "otra vez no". Me hubiese reído si no fuera porque apareció aquel al que todos le tememos. De inmediato mi cuerpo se llenó de ira y mis ojos se cristalizaron. Ese monstruo que se hace llamar dios, me quitó todo lo que tenía: a mi familia.

Ahora podría vengarlos. Tomé tres de mis flechas para después correr hacia este, las coloqué en mi arco y le disparé justo hacia la cabeza, pero se evaporaron de inmediato. Me observó, burlón, para después echarse a reír. Pronto todo se nubló. Corrí hacia él dispuesta a matarlo, pero alguien me lo impidió, tomándome en sus brazos.

—Tranquila, Lailah, no lo hagas.

—¡Suéltame!

—No quiero perderte, pequeña —me dijo con ese tono dulzón que echaba de menos.

Me abrazó más hacia su pecho y un par de lágrimas se escaparon de mis ojos. Sé que no es mi padre, pero lo quiero como si lo fuera.


III

Lo que sea necesario

Creí que ganaríamos, pero apareció Thanos y pronto comenzamos a debilitarnos, ni siquiera sé cuánto tiempo hemos estado luchando.

Hay sangre en mis manos, tengo golpes, moretones, rasguños y un par de heridas de mayor gravedad, pero aun así no me he dejado caer. Deadpool se ha quedado casi sin extremidades y está fuera de batalla, Wolverine está completamente agotado y está a punto de caer. Miles trata de mantenerse en pie y aunque su traje esté todo rasgado, sigue luchando. He perdido de vista a mi padre desde hace bastante tiempo.

A mi lado tengo a Peter, Tony, Thor y a Steve; todos son grandes personas que no se merecen morir. Logramos quitarle el guantelete pero sé que no será por mucho tiempo. Vi ese brillo en los ojos de Tony de cuando tiene una de esas ideas que no siempre tienen finales felices. El tiempo se detuvo y pude verlo. Ellos no pueden morir, tienen a sus familias que les esperan y yo soy una niña huérfana de otra dimensión, un peón completamente desechable, nadie me estará esperando después de esto. Así que lo hice.

Tomé una de mis flechas, respiré hondo y disparé hacia el pecho de Tony, este de inmediato se paralizó, corrí hacia él antes de que alguno me detuviera, le quité el guante. Me armé de valor y corrí hacia aquel monstruo, forcejeamos y me dejé derrotar, pero ya tenía entre mis manos lo que necesitaba para vengar a mi familia.

El guante comenzó a brillar, haciendo que mi brazo ardiera. Grité de dolor. Lo observé a los ojos y pude ver temor por primera vez en su mirada.

—Esto, es por mi familia.

Y lo hice, chasqueé mis dedos, haciendo que por fin terminara todo, incluso mi vida.

Escuché cómo alguien corría hacia mí, me tomó en sus brazos y no dejaba de llorar. Pude ver a mi padre que me sujetaba con fuerza a su torso como hace un momento cuando logró calmarme y ahora hacía lo mismo para que me fuera en paz.

—¿Por qué lo hiciste, pequeña? —me dijo en un susurro.

Tomé el poco aire que me quedaba y le dije.

—Porque tienes a mamá... y a mis hermanos.

Pude escuchar cómo todos se acercaron a nosotros en sumo silencio, sentía como me desvanecía poco a poco, todo a mi alrededor se comenzó a dispersar y dolía. Contemplé a mi padre por última vez.

—Te quiero, papá...

Fueron las últimas palabras de Lailah, poco después la luz en sus ojos desapareció al igual que su respiración.

Le rindieron luto, todos estaban agradecidos porque les había salvado la vida y pronto cada quien regresó con su familia en paz. Poco a poco todo regresó a la normalidad, los que no pertenecían a esta realidad regresaron a la suya, felices por haber ayudado. Menos para Clint, quien, en secreto junto a Banner, comenzaron a buscar a Lailah en diferentes dimensiones, la encontraría. Sin importar qué. 

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