Despertar

No puedo moverme. Siento el frío del suelo en mi pecho. Al abrir los ojos me encuentro en la oscuridad casi absoluta. Mis extremidades no responden y los truenos comienzan a sonar con furia dejando ver su naturaleza feroz e incontrolable. Un rayo ilumina el espacio mientras se abre paso desde el cielo hacia el árbol que tomó como punto de impacto.

Mis sentidos comienzan a activarse lentamente, siento un hormigueo incómodo en todo el cuerpo. El aroma de la tierra mojada impacta en mi nariz y puedo sentir el ruido de la lluvia que se acerca hasta que finalmente comienza a mojarme.

Intento flexionar mis rodillas. Los brazos son los primeros en responder e inmediatamente aprovecho esto para poder lavarme el rostro con el agua que cae. No puedo permanecer allí en el suelo, debo buscar refugio. Decido intentar levantarme, pero fracaso. Me dispongo a voltear mi cuerpo quedando boca arriba, las gotas impactan directo en mi cara y ayudan a que me despabile. Mi primer objetivo es sentarme y lo logro. Al parecer mi cuerpo está ya dispuesto a obedecer y me pongo de pie.

Al tener una visión más amplia, me encuentro parado bajo la lluvia en medio de la nada. Decido caminar hacia un árbol en busca de reparo, a penas logro llegar al tronco y apoyo mi espalda en el mismo dejándome caer en el suelo. Siento frío, llevo la ropa empapada. No sé dónde estoy ni cómo llegué, mientras más intento buscar en mi mente alguna respuesta; siento punzadas en mi cabeza.

La tormenta se fue disipando, decido acurrucarme en un intento de darme calor. El hormigueo parece haber desaparecido y fue reemplazado por un temblor en todo mi cuerpo acompañado por un ardor en mi muñeca. Decidí arremangarme la campera que llevaba puesta, lo que menos quisiera es ser víctima de la picazón de algún insecto peligroso. Teniendo el antebrazo descubierto me encuentro con algo sorprendente y aterrador, llevo una inscripción en mi muñeca que brilla con un verde neón en la oscuridad de la noche. Era mi nombre "Milton027", es de lo único que estoy seguro en este momento.

Mis ojos se tornan pesados. Estaba agotado. Había hecho un gran esfuerzo para llegar al árbol. Por más de que no quisiera es inevitable, poco a poco todo se vuelve borroso y tengo claro que llegó la hora de descansar. Me duermo y un sueño vacío de detalles se hace presente. Me encuentro recostado sobre una superficie metálica, lo distingo por el tacto de mis dedos. Oigo el ruido de lo que parecen las hélices de un helicóptero, una puerta se abre y siento como el viento golpea en mi rostro. No estoy solo, alguien me acompaña.

—Un hombre solo puede liderar cuando otros lo aceptan como líder. Y ese líder soy yo...—me empujan y siento como caigo al vacío.