031

Mientras se sentaban juntos en una cafetería, Sunwoo no pudo evitar pensar en la pregunta de Changmin.

¿Alguna vez te arrepentiste de haberme elegido?

¿Y eso que significa? ¿Changmin se arrepentía de haberlo elegido?

— Amor... — llamo Oh, sacándolo de sus pensamientos — ¿Que vas a querer?

— Café.

Changmin asintió y pidió su pedido por el.

El trio de amigos volvieron a sumergirse en su conversación sobre adónde ir después, pero Sunwoo no les presto atención.

Estaba demasiado preocupado por sus propios pensamientos. Se sentía fuera de lugar. Al ver al trío juntos, no pudo evitar pensar que estarían mejor sin él.

Sunwoo estaba a punto de decir algo cuando notó que dos hombres se acercaban al mostrador. Lentamente estaban sacando algo de sus bolsillos.

— Esconde a Yoshi — grito el moreno a Kevin, mientras el sostenía a su propia pareja.

Empujó a Changmin al suelo, mientras los hombres que acaban de entrar empezaron a atacar la cafetería, lanzando hechizos por todo el lugar.

Todos se agacharon debajo de la mesa. Sunwoo agarró su varita y se puso de pie, golpeando a un hombre en el pecho con un hechizo que lo hizo salir volando. El japonés se puso de pie junto a el, mientras que Changmin y Kevin iban a atacar por otro lado.

El moreno pudo ver que uno de ellos reconoció a Changmin y fue por el y antes que Oh pueda reaccionar, el hombre lo tomo del hombro.

Kevin y Yoshi apuntaron su varita a ese hombre para hechizarlo y que suelte a su amigo, pero Sunwoo se encargo de ello, incluso sin necesidad de magia.


— A mi novio no bastardo — gruño Sunwoo y le dio un puñetazo tan fuerte, que el hombre cayo al suelo.

Changmin se quedo congelado en su lugar al oír la etiqueta que acaba de ponerle Sunwoo.

Antes que Oh pueda decir algo, se oyo el jadeo de una mujer. Era la camarera, quién estaba congelada viendo a los hombres inconsciente en el piso y el total desorden de su cafetería.

— Vete — ordeno Yoshi a la mujer — Ahora.

La camarera no necesitaba que se lo dijeran dos veces. Giró sobre sus talones y se fue horrorizada del local.

El grupo camino lento hacia los hombres.

— Son Mortifágos — informo Sunwoo.

— ¿Qué hacemos con ellos? — preguntó Changmin.

— Mátarlos — respondieron simple Yoshi y Sunwoo.

— ¡Sunwoo!

— ¡Yoshi!

— Los mortifágos son una basura — bufo el pelirrojo — ¿Crees que dudarían si los papeles se invirtieran?

— Borrar sus recuerdos — sugirió el pelinegro — Así no nos seguirán.

— Por supuesto que dirías eso — Yoshi chasqueo la lengua.

— Si borramos sus recuerdos, nadie sabrá que estuvimos aquí — explico Kevin y luego volteo a mirar mal a su novio — Si los matamos, sabrán que estuvimos aquí.

—  No podemos permitir que nadie sepa dónde estamos — estuvo de acuerdo Sunwoo.

Kevin asintió y junto con el japonés fueron a los hombres para proceder a borrar sus recuerdos.

— Deberíamos ir a Grimmauld's Place — le habló Changmin a su novio —  Podemos quedarnos allí hasta que descubramos nuestro próximo movimiento — y antes que Sunwoo pregunte que era eso, Changmin explicó — Era el lugar de mi Padrino y uno de los escondites de la Orden.

El moreno asintió en comprensión.









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Changmin entró a Grimmauld's Place con todos siguiéndolo. Tan pronto como entraron, una figura empañada se abalanzó sobre ellos, una figura que parecía el fantasma de Kim Junmyeon.

El corazón de Oh se apretó y Kevin gritó cuando la figura corrió a través de ellos. 

— ¿Qué demonios fue eso? —  preguntó con miedo Yoshi.

— Debe haber sido para asustar a Do si decidiera husmear — murmuró Changmin.

Kevin y Yoshi decidieron dejar solos a Changmin y Sunwoo, así que fueron a la cocina.

Changmin giro para preguntar a Sunwoo si también deseaba comer algo, pero el moreno ya estaba subiendo las escalera.

— ¿Amor, dónde vas?

— Baño.

Changmin fruncio el ceño viéndolo alejarse. Sunwoo parecía apagado y el rubio sabía que debía hablar con el antes de que Kim se envenene la cabeza.

Changmin lo encontró viendo una imagen del árbol genealógico de los Wu.

En la esquina, había una foto de Sunwoo junto a las imágenes de su tía y su madre, cuyos apellidos de soltera eran Wu.

— ¿Amor? — preguntó suavemente.

— Tu padrino era mi primo — soltó — Nunca supe mucho sobre el lado de la familia de mi madre además de mi tía. Siempre me consideré un Kim, pero también soy un Wu.

Changmin se calló, dejándolo terminar.

—¿Qué estoy haciendo aquí, Oh?

Changmin lo miro desconcertado.

— Yo no pertenezco aquí — suspiro y volvió a mirar el árbol genealógico — Soy como ellos, puedo intentar fingir, pero me criaron como ellos y me enseñaron que soy mejor que todos, así que me esforcé por ser solo eso.

— Sunwoo...

— ¿A quién engaño siendo otra cosa? Todos tenían razón. Soy un problema, no debería estar aquí...

— Entonces vete — dijo Changmin derrotado — Me cansé de tratar de arreglar las cosas que no rompo, me cansé de buscar soluciones a problemas que yo no he causado, me cansé de buscar a personas cuando yo no las he echado, me cansé de siempre intentar dar lo mejor de mí y que nadie lo valore, me cansé y cuando uno se cansa no hay marcha atrás, llámalo egoísmo, sin embargo yo lo llamaré amor propio, porque en el proceso de arreglar las cosas de todos y con todos el única que salía lastimado soy yo — lo miro con la barbilla en alto y sorprendentemente, sin llorar — Mi amor nunca es suficiente para ti, siempre trató de hablarte con cariño, de llamarte por apodos tierno, mimarte cada vez que te toco, pero nada parece complacerte. Si tu no me amas lo suficiente, entonces vete Kim Sunwoo.

— Por supuesto que te amo — aclaró rápidamente Sunwoo — ¿Crees que yo no me canso?

— Claro que lo se, siempre intento tener empatia a tus emociones y buscándole alguna justificación a tus mierdas. Se que ahora querrás irte y puede que te vayas ¿y que va a pasar mas tarde? Te arrepentirás de haberme dejado y volverás ¿y sabes porque? Porque eres un loco.

Sunwoo se frotó el rostro y fue a abrazar a Changmin.

— Lo siento — suspiro, pero Changmin no lo abrazó.

— Casi mueres el año pasado trabajando con mortífagos y la cantidad de trauma físico y mental que atravesaste te dejará con cicatrices de por vida. No voy a arriesgarme a que pases por eso otra vez. Tampoco te garantizo que no te matarán en cuanto te vean. Entonces, seré honesto contigo y conmigo mismo — Changmin respiró hondo — Cuando estaba bailando con  Ella en la boda, me preguntaba qué podría haber sido. Cuando nos vimos por primera vez, pensé que Ella habría sido la opción más segura, pero cuando casi me besa, lo único que podía pensar era en ti. Puede que la haya querido al principio, pero desde entonces me di cuenta de que la única razón por la que me gustaba era porque ella era la opción más segura — Oh tomó las manos de Sunwoo. —Pero no me importa la opción más segura. Toda mi vida ha sido lo opuesto a las elecciones seguras, lo cual es parte de la razón por la que alguna vez pensé en elegir a Ella sobre ti, pero amor...— Changmin levanto su cabeza hasta que sus frentes se tocaron —Te amo y siempre te amaré, incluso cuando estés siendo insufrible, que para que conste, es la mayor parte del tiempo...

Changmin se sintió aliviado cuando vio una sonrisa en los labios de Sunwoo.

— Te necesito aquí conmigo, no sé qué haría si te fueras — murmuró.

— Lo se, lo siento, yo tampoco se que haría sin ti — trago grueso — No se en que estaba pensando.

— ¿Dejarás de estar loco?

— No creo que deje nunca de estar loco.

— Supongo que es pedir mucho para alguien de Slytherin.


























Ambos se fueron a dormir entre besos y mismo, nada que incitaba a algo más intenso.

Sunwoo se sintió aliviado cuando se despertó después de un sueño sin pesadillas. Sin embargo, el alivio se desvaneció cuando se dio cuenta de que Changmin no estaba en la cama.

Se levantó y bajó las escaleras buscándolo, suspiro aliviado encontrándolo sentado en el mostrador de la cocina, sosteniendo una taza en su regazo.

Changmin sonrio cuando lo vio.

Sunwoo se acerco despacio y dejo que Oh le diera su beso de buenos días.

— Es bastante temprano ¿No pudiste dormir? — interrogó el moreno.

— Acabo de soñar con el señor que fábrica varitas, Phulowath estaba molesto porque mi varita superó a la suya. Estaba preguntando por una varita más fuerte.

— ¿Tus sueños son como visiones o algo así?

—Por lo general — asintió y bebió su desayuno.

— ¿Por qué está buscando otra varita?

— Nuestras varitas son gemelas — explicó Oh — Lo que significa que no podemos hacernos daño fatalmente con ellas.

Sunwoo agrandó los ojos, ya que ahora tenia sentido que tanto Phulowath como Changmin no se habían matado mutuamente.

Changmin bajo de la mesada y fue a hacerle el desayuno a su novio.

— ¿Te o café?

— Hoy quiero té — suspiro y fue a sentarse al sofá.

— ¿Cómo has dormido? — interrogó el rubio entregándole la taza de té.

— Genial, en realidad — sonrió en agradecimiento — Creo que es por eso que Junmyeon me dejó este brazalete en su testamento. Me ayuda a mantener las pesadillas y Phulowath fuera de mi cabeza.

— Hablando de Junmyeon, ya se la varita de quien esta buscando Phulowath.

Sunwoo solo levanto las cejas mientras bebía, indicando que siguiera.

— Del chico quién me ayudó en mi accidente.

El moreno había escupido todo lo que había bebido, haciendo que Changmin lo mire con asco.

— Eres un cerdo Kim Sunwoo — regaño y se paro para ir por algo para limpiar.

— ¿Q-que chico?

— No se si sabes que tuve un accidente el año pasado — grito Changmin desde la cocina.

Sunwoo trago grueso y asintió, sin importar que el rubio no pueda verlo.

— Según escuche, la varita del chico era muy poderosa, me salvo de la muerte — continuó mientras se acercaba al moreno con servilletas en mano.

— ¿Y-y...tu sabes, quién...?

— ¿Quien es? — dijo y Sunwoo asintió — No, por alguna razón no me quisieron decir, al menos quiero agradecerle por lo que hizo...

— Entonces...— habló Sunwoo, queriendo desviar el tema — ¿A dónde vamos desde aquí?

— No estoy seguro — resoplo y descanso su cuello en el final del sofá — Al parecer, Junmyeon solía vivir aquí, así que pensé que podríamos encontrar algunas pistas o algo.

Antes que Sunwoo pudiera añadir algo, Yoshi y Kevin bajaban de las escalera de la mano.

— Sabemos quién es RAB — fue lo primero que dijo el canadiense — Es el hermano de tu padrino.

— ¿Baekhyun? — preguntó Sunwoo, recordándo a su otro primo y Kevin asintió.

— Eso es brillante — exclamó Oh —  Pero aún no sabemos si destruyó el verdadero Horrocrux.

— Bueno...— comenzó Kevin pero se calló cuando escucharon movimientos que provenía de la despensa. 

Todos sacaron sus varitas en guardia.

Changmin se levantó del sofá y camino despacio hacia la puerta y la abrió de una patada.

Sunwoo giro los ojos ya que su novio no sabía ser silencioso.

Se encontraron con un elfo doméstico, quien estaba en un rincón.

Yoshi fruncio el ceño y tomo al pequeño elfo del brazo con fuerza y lo saco con brusquedad hasta llevarlo a la sala.

— ¿Nos has estado espiando, Kreacher?

— Kreacher ha estado observando — habló lentamente el elfo.

— ¿Sabes algo acerca de este relicario? — preguntó Kevin, no perdiendo oportunidad y sacando el relicario del bolsillo.

— Había dos ¿verdad? — habló Changmin —¿Qué pasó con el otro?

— Llegó en la noche — respondió Kreacher —Se llevó muchas cosas, incluyendo el relicario.

— ¿Quién fue? —  exigió en japonés.

— Huang Xiaotong — fue lo último que dijo el elfo para después desaparecer.






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Solo tuvieron que esperar un poco más de quince minutos antes de que Dobby y Kreacher entraran por la puerta, arrastrando a la china quien estaba quejándose al ser estironeada.

Dobby saltó de la espalda de la hermosa mujer y se subió a la mesa, sonriendo a Changmin.

— ¡Oh Changmin! — sonrió el diminuto elfo —Dobby vio a Kreacher hablando con Huang Xiaotong y Dobby pensó que era curioso. Entonces, Dobby habló con Kreacher y le dijo que Oh Changmin necesitaba a Huang Xiaotong. Dobby no confía en Kreacher, así que Dobby tuvo que asegurarse de que le trajeran a Huang Xiaotong.

— ¡Muy bien Dobby! — sonrió Changmin, mirando dulce al elfo y Dobby se sintió orgulloso por hacer su trabajo bien.

Kreacher empujó a la china a una silla y Sunwoo le quitó la varita para desarmarla.

Dobby se detuvo de repente, sus ojos casi se salen de su cráneo al ver a uno de sus ex amo frente a el.

— A-amo Kim — tartamudeo con miedo el elfo.

— Llámame solo Sunwoo — pidió el moreno — Eres un elfo libre después de todo.

Dobby pareció relajarse con eso — ¡Dobby es un elfo libre! — repitió con euforia.

— Miren, sé que huí de ZiTao — interrumpió la bella mujer — Pero ¿es esto realmente necesario? — gruño mirando mal al grupo — Lo siento ¿de acuerdo?

— No es por eso que estás aquí — aclaro Oh — Robaste este lugar, no lo niegues — la china no pareció verse cohibida ante la acusacion — Tomaste un relicario ¿Qué hiciste con él?

Kevin levantó el relicario para que Xiaotong lo viera.

— No sé...

— No mientas — rechisto Yoshi y le apunto con su varita.

— Está bien — levantó las manos en señal de rendición — Tenía el relicario, pero alguien del Ministerio estaba hurgando. Me pidió mi licencia, no sabía qué hacer — suspiro — Le ofrecí todo lo que tenía y ella se interesó en el relicario. Se lo di a ella a cambio de guardar silencio.

— ¿Quién es ella? — interrogó Sunwoo.

— Yo...— la china miró el Diario El Profeta que estaba sobre el mostrador — Bueno, esa es ella, justo ahí... —Señaló a la mujer de la foto de la portada.

No era otra que Dolores Umbridge, la profesora que había torturado todos las personas quienes no sean de Slytherin.

—Maldita sea — gimió de frustración Yoshi —¡Pensé que nos habíamos librado de ella!

Changmin asintió y le ordeno a Huang Xiaotong que se fuera de la casa y Sunwoo le devolvió su varita.

—No podemos exactamente entrar al Ministerio — hablo el japonés cuando volvieron a estar solos — ¿Así que, cuál es el plan? — miro directamente a su novio, quien siempre era el que realizaba los planes.

— Poción multijugos — sugirió el pelinegro — No hay otra manera de acercarse a ella por una forma diferente.

— Kim tiene razón — asintió Kevin — Pero la pregunta es ¿quién?

— Lo único lógico sería observar a todos los que entran y salen del Ministerio. Ver quién entra y sale constantemente y usarlos para entrar — continuo Sunwoo — No podemos ir exactamente al Ministerio y ver quién interactúa con Umbridge, pero eso no es tan importante. Solo necesitamos estar a solas con ella por un momento porque — el moreno señaló la foto — Parece que lleva puesto el relicario, lo que significa que es posible que nunca se lo quite.

Changmin estaba sorprendido de lo rápido que Sunwoo había ideado un plan y por la mirada de sus amigos, estaban igual de impactados.

— ¿Qué? — Sunwoo puso los ojos en blanco — Moon no es el único inteligente aquí — bufo — Sin mas no recuerdo, soy yo el mejor de la clase — miro rápidamente a Changmin al darse cuenta que había insinuado que solo Kevin tenia cerebro en ese trio — Sin ofender amor.

Sunwoo lo llamo "mi novio" y ahora le dijo "amor" sin tener sexo ¿Acaso era una señal que no saldría vivo de esta guerra?




— Es un buen plan — alagó Kevin, sacando a Changmin de su enamorada ensoñación — Aunque podría tomar algunas semanas. Pero creo que ZiTao guardaba la poción multijugos por aquí en alguna parte...

— Entonces será mejor que nos pongamos a trabajar...






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Yoshi y Kevin habían ido a observar a los trabajadores del Ministerio esta tarde. Se habían estado turnando durante las últimas semanas y casi tenían suficiente información para su misión.

— Finalmente estamos solos — sonrió Oh, acomodándose en el sofá — Yoshi y Kevin probablemente no regresarán por horas — finalizó mordiéndose los labios.

Sunwoo levantó una ceja, mirándolo divertido — ¿Estás tratando de seducirme, señor Oh?

— Podría serlo — la sonrisa de Changmin se amplió, remarcando mucho mas sus hoyuelos — ¿Funciona?

Sunwoo se rió y miro a su novio que en vez de sexy, se veía sumamente adorable — Eres ridículo.

Changmin se acercó sigilosamente, colocando una pierna a cada lado del muslo del moreno, sentandose a horcajadas — ¿Que dices? Soy jodidamente sensual.

Sunwoo volvió a reír y apretó las mejillas de Changmin, haciendo nuevamente que sus labios parezcan la de un pez — Es bueno que seas atractivo porque no eres muy bueno seduciendo.

— ¿Puedes hacerlo mejor, señor Kim?

— ¿Eso es un desafío?

— Exactamente — lo miro altanero — Seduseme.

— Nunca retrocedo ante un desafío —susurró seductor — Además, sé lo que te gusta.

En tan sólo un instante, Changmin soltó un gemido al ser su espalda pegada al colchón del sofá, totalmente acorralado por Kim Sunwoo, aprisionado de hecho entre su cuerpo mientras los labios de aquel tomaban posesión de los suyos, invadiendo su dulce boca sabor a bayas con cierta furia, deleite y pasión.

El sabor a chocolate se coló en la boca del rubio para cuando Kim logró empujar su lengua dentro, sin permisos ni cuidado, el moreno simplemente quería apoderarse de su novio por completo.

Gemidos atorados, callados y muchos liberados cuando el oxígeno hacía falta.

Sunwoo buscaba devorarse todos esos gemidos que su pequeña ardilla dejaba ir al presionar sus labios contra los suyos, disfrutando de la textura de los mejores labios que había visto en alguien jamás, eran tan suaves como apetitosos y muy complacientes al ser besados.

La lengua del más alto se deslizó por el labio inferior de Changmin para luego tomarlo entre los suyos y succionar. Oh jadeó, quizás por la intensidad del húmedo beso que recibía de parte de Sunwoo quien pegaba con firmezas sus manos contra el reposabrazos al sostener sus muñecas en lo alto, pero en realidad Changmin se sentía derretir gracias a las fricciones de la pierna de su atractivo novio rozando contra su ahora erección.

El moreno disfrutaba aquello al ver lo bien que reaccionaba el Gryffindor con esas fricciones, Changmin se volvía un sublime manojo de sensibilidad al excitarse. Delicado, por lo que fue una gran idea rozar ese sensible pene suyo y ganarse de paso sus acalorados gimoteos, los mismo que lo enloquecían.

Sunwoo atacó la boca de su novio una vez más, permitiendo que las lenguas de ambos tuviesen una batalla muy húmeda al ser sus labios presionados, pero también de manera contraria, siendo testigos ambos de los insaciables movimientos circulares que sus lenguas aplicaban casi por sí mismas.

— Vamos a la habitación —  pidió Changmin en un susurro.

Changmin esbozó una tierna sonrisa, tan inocente que corrompía la muy caliente mente de Sunwoo llena de los más lascivos pensamientos en torno a ambos, incluso más cuando se pararon del sofá y Oh se puso en puntitas para entregarle un pico en sus labios, prosiguiendo a tomarlo de la mano para llevarlo escaleras arriba.

Sunwoo disfrutaba mucho del momento, no había manera de que no fuese así, en especial porque le gustaba mucho caminar detrás de su novio para poder echarle millones de vistazos a ese precioso trasero suyo meneándose un lado a otro al caminar, su polla ya dolía y requería con urgencia ser atendida. 

Una vez en la cama, Sunwoo se sentó en el borde de ella y separando bien las piernas mientras con la mirada le ordenaba a su novio tomar asiento en ellas, en su regazo, en donde él podía recargar su bonito trasero.

Kim sostuvo el rostro del rubio de la barbilla, usando un par de dedos para posicionar firme su cabeza e ir por esos pequeños labios que clamaban por los suyos. Tan sólo un corto beso de quizás cinco segundos, no pretendían extenderlo, tendrían tiempo para besarse después o incluso mientras le hacía jodidamente suyo.

— De pie, ahora — ordenó.

Changmin rápidamente obedeció. Sunwoo lo atrajo de las caderas y levanto la vista observando a su novio desde abajo con una lasciva sonrisa maquillando su atractivo rostro mientras que el de Oh expresaba delirio, sonrojos y deseos por más.

El pelinegro negó con la cabeza y pronto sus labios comenzaron a trabajar, quizás como no era debido, pero aún así regalándole a Changmin sublimes caricias al ir besando su miembro sobre el pantalón.

El bajo gimió en complacencia tras sentir como cosquillas en la zona, no pude evitar retorcerse un poco, reconociendo entonces cuán sensible se volvía al contacto de su novio. Un gimoteo más se escapó de la boca del rubio, sintiendo cómo Sunwoo parecía querer atrapar su erección con los labios, aprisionando con esos su endurecido bulto para proseguir con besos al final, dándose el lujo de incluso lamer la longitud de su ya sofocada hombría por sobre la tela.

— Aún no empiezo y ya estás gimiendo de ese modo Oh — solto arrogánte, desabrochado el botón y bajando lentamente el cierre.

— No puedo evi... ah... evitarlo...


Sunwoo curvó su sonrisa y con la ayuda de un par de dedos de ambas manos, bajo con cuidado la ropa interior, dejando al descubierto el pene de Oh, barnizado como sirviendo como una clase de tentación para el moreno.

Sunwoo sujetó el pene de Changmin con una mano, haciéndolo gemir de nuevo, así que empezó a masturbarlo gentilmente, aunque claro, todo ese control fue enviado al demonio en un sólo segundo.

—¡A-ah! ¡Dios!

—¡Uhm!

Si se hablaba del sexo oral, Kim Sunwoo no tenía problemas en dar uno muy educado, gentil y hasta amoroso; pero de momento no podía lidiar con eso, lo halló absurdo, su mente le exigió entregarle a su novio un intenso y vulgar, de esos muy húmedos en los cuales debía introducir la entera longitud del pene dentro de la boca para succionarlo como era apropiado.

Changmin realmente sintió que su miembro se iría a derretir pronto dentro de la húmeda y cálida boca de Sunwoo quien en su gran esfuerzo por hacerle colapsar, buscó la manera de ajustar bien sus labios al contorno de su pene para succionar absolutamente todo de aquel.

El moreno saboreaba gustoso y más que encantado el sabor que se le era ofrecido, recolectando cada maldita gota de pre-semen para ingerirlo como el más deleitable manjar de todos; pero no solamente se entretenía con el sabor, sino con la textura en sí, el tener un pene en la boca, el pene de su novio de hecho, era una de las cosas más valiosas en su vida sexual.

Kim liberó luego aquel húmedo miembro, sonriendo complacido al ver cuán húmedo lo había dejado, palpitando y un poco hinchado, sólo para continuar esparciendo besos muy lascivos sobre aquella rica polla pulsante y enfocarse en atacar el glande, sorbiendo más de lo que se le era posible con el fin de apreciar, cómo este temblaba de placer.

Los ojos de Oh se habían nublado en parte, propio de la excitación que estaba conteniendo en su ser mientras se sostenía de la cabeza del pelinegro e incluso sin poder observar el show pornográfico de ahí abajo, parecía ser que los húmedos sonidos que producía Sunwoo le bastaban.

Changmin cerró los ojos, pudiendo en su mente recrear la escena que oía nada más, ahí en su mente apareció la imagen de ese sexy Slytherin que tenía por novio engulléndose su pene con la feroz mirada suya clavada en su cara sin siquiera dejar de chupar su sensible erección lechosa. Los sonidos de las succiones incrementaban, más húmedas y poco decentes, Sunwoo estaba acabando con él y buscando quizás su orgasmo, sonidos verdaderamente húmedos y obscenos que provocaron que el rubio partiese los labios para dejar que prolongados gemidos fuesen despedidos al ir su cuerpo temblando. 

El bajo abrió los ojos y giró entonces la cabeza, encontrándose con el espejo, en donde pudo ver una de las millones imágenes pervertidas de su vida, estando él ahí de pie con el rostro acalorado y frente suyo, aunque aún sentado en el borde de la cama. El maldito espejo no hacía más que reflejar sexo, lujuria y demasiada diversión.



— ¡Sunwoo!




Inconscientemente, Changmin comenzó a mover las caderas, queriendo penetrar la boca de Sunwoo sin imaginar que terminaría incrementando la buenísima sensación de recibir un oral. El moreno por su parte, logró curvar una sonrisa en medio de todo ello, recibiendo gustoso el sabroso pene de su novio mientras sus ojos iban cerrándose, poniendo a toda disposición esa maestra boca suya para su pequeña ardilla.

La excitada sonrisa delirante de Changmin se plasmó en sus labios al ir asintiendo velozmente y Sunwoo no podía ser más feliz de ser el responsable de la excitación de Oh por lo que dejó ir la lengua para poder lamer un poco más, barnizando con ella y su saliva los centímetros visibles de la erección de su novio, por debajo, los costados y por supuesto la punta viscosa.




— ¡Mghm!




Sunwoo sonreía mientras lamía la erección de su novio, enseñando la fila de parejos dientes suyos mientras la lengua trabajaba a la perfección para lamer ese delicioso pedazo de carne que ponía a Changmin en un estado de delirio adorable. El alto se enamoró por completo de esos gestos, divinas expresiones que maquillaban el rostro del rubio al recibir placer, sexo oral, que complementaban tan bien sus delicados gimoteos.

De pronto Sunwoo paro toda accion y se levantó con una expresión sería, Changmin trago grueso y dio varios pasos hacia atrás.

— De espaldas ahora.

El rubio asintió y cuando estaba por ir a la cama, Sunwoo no le permitió y lo volteo allí mismo, hasta hacer que descanse sus manos en el sofá individual que estaba aun costado.

— ¿Estas cómodo? — preguntó Sunwoo, solo bajando su pantalón y dejando libre su erección.

— Estoy ansioso — dijo sin vergüenza y el moreno sonrió y le beso el cuello.


Kim puso distancia, sosteniendo rápidamente su pene con la diestra, lubricándolo con una gentil masturbación y luego acomodar bien su glande, la ancha punta de su hombría contra el húmedo orificio de su novio, mordiéndose el labio al ver cómo aquel se expandía lentamente para recibirlo.

— ¡Joder!

Una nueva onda de excitación llegó, golpeando sus cuerpos hasta casi hacerles desmayar al saber ambos que estaban empezando a unirse, siendo conectados, la morena polla de Sunwoo incrustándose en el apretado interior de Oh. Fue imposible para el bajo el retener sus jadeos, el primero que brotó de su boca se escuchó malditamente sensual, prolongado y muy acalorado; sus ojos se voltearon un poco al humedecer él mismo sus labios, la sensación de llenura en sus adentros estaba incluso haciéndole temblar mientras lentamente, la erección de su novio era empujada.

Sunwoo separó los labios al presionar su dientes, una clarísima expresión llena de orgasmo en su rostro al ver cómo su hombría desaparecía, siendo succionada por el apretado ano del rubio que golosamente se dilataba para recibirlo, con esos bordes rosados muy deliciosos ajustándose al contorno de su pene para que así el culo de su novio se atragantase con su polla.

La mitad fue introducida, tan sólo la mitad de aquella jugosa erección y Changmin pensó que ya podía desmayarse pues de nada le estaba sirviendo a su calma que Sunwoo lo penetrase tan lento, ni tampoco las imágenes tan obscenas como pornográficas que su mente recreó, imaginándose cuán sofocado estaba ya el pene de su novio, totalmente aplastado entre su cálido interior estrecho.

Changmin no se equivocaba, pues Kim era testigo de ello, podía sentir la presión en su pene por parte de las paredes de su novio, queriéndolo exprimir por lo visto, entregándole incluso suaves masajes gracias a las contracciones que venían de ese cálido interior; y para cuando ya quedaban quizás sólo seis centímetros por introducir, el moreno curvó su sonrisa, estampó ambas manos en los glúteos del Gryffindor y empujó toda su erección en un sólo movimiento, rellenando el complaciente.

—¡A-ah! ¡Por Merlín!

—¡Mierda!

Changmin llevó la cabeza hacia atrás y sin poder siquiera contabilizar el número de estocadas que Sunwoo empezó a obsequiarle en un dos por tres, tan sólo supo que fueron rápidas y numerosas, dadas con tal intensidad que ni siquiera palabras podían formularse en su boca pues de ella tan sólo eran permitidos salir gemidos.

El más alto bramaba con mayor fuerza, sosteniendo a Oh de las caderas pues sintió como si su novio estuviese a punto de colapsar, no era para menos, le entregó en menos de un minuto un gran número de penetraciones que sin duda se hallaban destruyendo su sensible próstata, maltratándola y complaciéndola.

Sunwoo podía observar desde su altura cómo el ano de su novio se devoraba su entera longitud al incluso palpitar, saboreando su polla como si fuese un dulce que se le arrebataría pronto y tal imagen no hizo más que encender su corrompida mente para embestirlo, sin permitirse una pausa. Aquel hermoso orificio anal, tan carnoso y caliente, succionaba la erección del moreno a cada golpe dado.

 La mano de Sunwoo se dirigió hacia abajo, apretando una de los glúteos  y presionando sus labios. Changmin se sacudía totalmente preso del placer.





— Así...¡Dios, así!




Las dos grandes manos de Sunwoo se elevaron muy alto y rápidamente, con una potente intensidad, cayeron sus palmas sobre el trasero de Changmin entregándole una nalgada y Oh abrió los ojos no pudiendo creer lo que Sunwoo acaba de hacer.

Pero Changmin no pudo concentrarse siquiera en el ardor excitante de la carne de sus glúteos, no cuando la pelvis de Sunwoo trabajó entonces como toda una máquina sin detenerse, sin detener las penetraciones que se le eran dadas a su interior. Kim tomó con una mano el cabello de Changmin, cabello que ya había crecido lo suficiente como para jalarlo, mientras el bajo dibujaba una clara expresión de orgasmo en su carita ruborizada.

El golpe entre sus pieles sonaba parejo y uniforme, la pelvis de Sunwoo contra el trasero de Changmin las cuales se sacudían perfectamente bien con cada estocada recibida, como un delicioso postre de leche, un flan muy rico, sacudiéndose para recibir todo de la polla de su novio. El pene de Sunwoo estaba siendo en verdad succionado por el ano del rubio, se sentía fabuloso además de caliente y ajustado ahí dentro.

— Se siente jodidamente bien estar dentro tuyo — gruñó el moreno — Debes estar amando esto, puedo sentir cómo tu culo se contrae desde adentro mientras me recibes.

—¡A-ah! ¡Ah! ¡Dios!

—El molde de mi verga está aquí, puedo sentirlo, puedo sentir cómo la marca de posesión está impresa en ti...¡Mierda! — jadeo — Qué excitante es saber que mi polla ha llegado tan profundamente en ti.

 

— ¡Callate! — pidió avergonzado.

— ¿Te pone mucho las palabras sucias? — se burlo — Lo se, porque mueves exquisitamente tus caderas cada que te digo las cosas que se que te excitan...

— ¡Agh! Por supuesto...Por supuesto que no.

— Y todo porque mi pene rellena tu interior — una nalgada más fue dada haciendo al rubio jadear muy alto — Estoy loquito por ti...

— ¡Tu estas loco y ya!

— Me encargaré de tomar con cuidado tu dulce punto amor, mi verga lo está sobando, lo destruye, le da mucho cariño...

—¡Dios!

I'm going to fuck you as hard Oh Changmin...as I know you like.


Changmin soltó un gemido mucho más alto, Sunwoo se había saltado las aburridas caricias para empezar con toques agresivos que hicieron del rubio un manojo de sensibilidad pura por completo.

— ¿Te gusta cuando te hago jodidamente mío de esta forma Oh — Sunwoo sabía que la respuesta era positiva, puesto que sentía el interior de Changmin se hacía más y más ajustado, forzado a su pelvis a moverse a un ritmo bestial con el único fin de que su polla fuese asfixiada ya.

— ¡Mgh!




Changmin agrandó los ojos y por un instante sus gemidos se detuvieron sólo para acumularlos en su garganta a medida en la que Sunwoo follaba su culo, pareciendo que se había ensañado tanto con él buscando su destrucción. Muchas sensaciones experimentadas, sufría al no poder eyacular, su estrecho orificio anal, totalmente expandido para recibir tal grueso trozo de carne caliente y lleno de vigor siendo empujado lo más profundo en él para así acabar con su dulce punto.

—¡Mierda!


El dulce gimoteo de Changmin obligó a Sunwoo a darle una corta pero muy brutal serie de penetraciones en las que las piernas del bajo parecieron perder fuerza que tuvo él que sostenerse firme del sofá para no caer rendido. Prolongados e interminables gemidos suyos se mezclaban con los profundos gruñidos de Sunwoo en todo el ambiente y cuando el rubio pensó que podía eyacular, Sunwoo retiró su hinchado pene de su interior, provocándole gemir y casi caer al suelo, flexionando sus rodillas mientras se sostenía del final del sofá.

— ¡Sunwoo! — grito cuado el moreno lo giro y lo hizo saltar a su cintura para después empotarlo por la pared.


Changmin gimió mucho mas alto cuando fue follado brutalmente contra la pared y sabía bien que aquello no terminaría ahí... por fortuna.

Se oían también espiraciones pesadas, agitadas, delatando el cansancio que en menos de diez minutos ambos consiguieron, pero no más de una deleitable excitación. El moreno tragó saliva, observando cómo su gruesa polla palpitaba al despedir un poco de pre-semen por el glande, su jugosa erección aún quería más y extendió una curva sonrisa al ver el estado del ano de Changmin, dilatado y aún hermoso, expandiéndose y contrayéndose como buscando por más sexo, un bonito agujero rosa que provocaba tanto placer con incluso ser observado.


—Te partí el culo amor y pareces tan feliz con ello — jadeo, descansando su cabeza en el hombro del rubio.

— ¿Crees que Yoshi y Kevin tardarán en venir? — preguntó Oh cuando logro calmar su respiración.

— ¿Tienes planes?

— Ahora hay que tener sexo a mi manera.


Sunwoo río y asintió, haciendo que Changmin se aferre mas fuerte a el, camino hacia la cama.

Lo acostó con cuidado, con la idea en la mente de hacerle al amor como le gusta a su sentimental novio.

Dulce y apasionado, lento y profundo, intenso y con muchos mimos, besos y palabras linda de por medio.

Y el esta vez el que se encontraba ansioso, deseando hacer el amor con el hombre que ama por el resto de la vida.






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