026

Sunwoo y Changmin iban de la mano directo a la sala de menesteres, ambos con los hombros pegados mientras que el rubio descansaba su cabeza en el hombro del alto.

— Ahora nos hace falta nuestra habitación, afortunadamente aún tenemos la sala de menesteres — habló el moreno, queriendo temblar ya que aún seguían muy mojados.

— Siempre haces esto — Changmin giro los ojos — Estas seguro en una decisión que nos compete a ambos, lo decides sin hablarlo primero conmigo y te arrepientes al siguiente día.

Sunwoo no dijo nada y cerro los ojos cuando estuvo frente a la puerta, teniendo en su mente la habitación para que la sala lo proyecte.

— Ahora que te conozco mejor, me sorprende que te pusieran en Slytherin.

Sunwoo soltó sus manos y lo miro mas que ofendido.

— ¿Que? ¡Como te atreves! — lo miro mal.

— Lo digo enserio — dijo divertido.

— ¿Y donde debería estar? — bufo — ¿En Gryffintorpe?

— Mmm no, somos demasiado cool para ti.

Sunwoo le dio una mirada de molestia antes de ir a buscar algunas toallas.

— ¡Ya se donde deberías haber estado!

— Llegas a decir Hufflepuff, Oh Changmin y juro...!

El rubio dio una gran carcajada, porque era justamente la casa que iba a nombrar.



Sin importar la reputación que tenía Slytherin, Changmin sabia lo orgulloso que Sunwoo esta de pertenecer a esa casa. Ahora que Sunwoo sabía discernir entre el bien y el mal y si tuviera la oportunidad de viajar en el tiempo y decidir por el mismo a que casa pertenecer, Changmin era consciente que el moreno elegiría cien por ciento a Slytherin, sin importar que, Sunwoo se enorgullecía de ser una serpiente.




— Me siento igual de humillado que cuando rechazaste mi amistad frente a toda la escuela — bufo Sunwoo volviendo a el.

— ¿Sigues con ese rencor? — río — Merlín, teníamos once años, ya superalo...

Sunwoo seguía mirándolo mal, mientras se doblaba hasta el codo las mangas de su camisa, Changmin se quedo impactado de nuevo al ver el tatuaje de su brazo.

— ¿Quieres que lo esconda de nuevo? — preguntó suave Sunwoo, realmente entendiendo si Changmin dijera que sí.

El rubio esperó unos segundos antes de contestar.

— No — respondió sorprendiendo a Sunwoo — Ya es una parte de ti y es algo con lo que tengo que lidiar...

— Changmin...

— Eres alguien muy puro Sunwoo.

— Oh, sabe que odio que diga esas cosas.

Changmin giro los ojos y llevo su mano hasta la camisa de Sunwoo para ayudarlo a remangarlo.

— Me vale, deja de pensar que eres malo, no eres un villano.

— Los villanos son calientes, son incluso mas sexys que los héroes.

Changmin río y le golpeó el pecho.

— Tu muestras tu pureza en ocasiones que ni te das cuenta... — volvió a insistir el bajo.

Sunwoo sonrió cuando Oh le hizo entender que incluso una persona como él podía guardar algo de pureza en su corazón, pero esa sonrisa suya se anchó más en el segundo en el que Changmin se paro de puntillas para presionar sus labios sobre su frente.

—¿Sabes? Yoshi y Kevin esperaron a ser novios para poder tener intimidad.

— Dios, que datazo — murmuro el moreno, no sorprendiéndose de que Changmin saliera de la nada con sus comentarios sin contextos.

— ¿No crees que hemos basado nuestra relación en eso? Sé que no es relevante, pero en ciertos momentos no puedo evitar pensar en ello.

Sunwoo frunció el ceño con ligereza, llevando sus manos a la corbata del Gryffindor para desatar el nudo, mientras organizaba bien esas ideas. No era que no estuviese al tanto de cómo su relación inició, pero no pensó jamás que en algún momento Changmin se lo preguntase y de hecho, Sunwoo se sentía tranquilo con eso, era quizás bueno que el rubio despejase muchas preguntas que en su cabeza alocada acumulaba.

— Tu y yo tenemos mucho mas historias que esos dos, incluso seguro nuestro sexo es mas fabuloso...

— Sunwoo...

— Lo que sea, no es la primera vez que das a entender que nuestra relación solo se basa en sexo y no es así ¿ok? Signifcas mucho mas para mi que eso. Eres mi excepción que desarma todas mis reglas, hay partes de mi que solo existen cuando estoy contigo. Lo que me haces provocar Oh Changmin — dijo serio y tomo ese delicado rostro con sus manos — Es un asunto del alma y no de la piel.

Changmin sintió sus mejillas sonrojarse y Sunwoo sonrió por lo adorable que se veía.

— Existe algo mas importante que tener sexo contigo Changmin — el moreno se acero tanto al rubio que sus narices se tocaban — Y es hacerte el amor...

El bajo jadeo, comenzando a sentir algo de calor.

— Cada quien maneja su relación de distinto modo, Nori y Moon decidieron esperar a ser novios, son unos anticuados y aburridos, tú y yo lo hacemos más único...

Changmin sonrió al ver el rostro de vergüenza de Sunwoo por soltar tantas "cursilerías" Amaba tanto verlo así en especial porque esa bella cara le confirma lo evidente, que incluso en su faceta más desastrosa, logró sacudir el corazoncito sensible de un matón como Kim Sunwoo y sin siquiera haberse dado cuenta, sus labios estaban ya rozándose siendo Sunwoo quien redujo la distancia a nada.

Sentir esos suaves labios sabor a chocolate fue lo que hizo que Changmin cerrase los ojos totalmente complacido, de ese modo, compartieron un gentil beso que rompió a los pocos segundos sin siquiera imaginarse que aquel beso sería el primero de los millones que compartirían durante la noche entera.

Las mejillas de ambos jóvenes se encendieron con un tierno rubor para regresar a lo mismo, juntando sus labios en un beso mucho más demandante en el que los dos exigían todo y nada.

Ambos parecían incluso gruñir un poco, clamando por oxígeno, pero las ganas por continuar besándose fueron increíblemente más grandes a medida en el que las caricias dadas por sus propios labios se volvieron adictivas. Sunwoo impidió que Changmin se apartase tras apoyar una mano en su cuello y Kim hizo lo suyo, sujetando firmemente la camisa del contrario para no permitirle detenerse. Sin embargo, lo que desencadenó esas incontenible olas de calor en sus cuerpos fue por fin el contacto entre sus lenguas, iniciado con gentiles golpes dados con las puntas, pero de momento, aquel par de escurridizas lenguas se saludaban de manera desesperante, gimiendo los dos al conocer nuevamente lo que era la excitación.

Changmin gimió mientras se apoderaba de esa carnosa boca, se derretía capturando con los labios la traviesa lengua del moreno para poder succionarla un par de segundos, tal lasciva acción provocaba que Sunwoo quisiese gemir.

Sunwoo perdía también la razón, la dulce frescura de la boca de Oh a través de la suya la cual había dejado a disposición para que el pudiese tomar ventaja de ella con todo deleite.

— Amor... — jadeo — Quiero tocarte...sin ropa — pidió casi desesperado — Quiero tenerte de nuevo desnudo, te quiero sin nada...desnudo sólo para mí.

Sunwoo gruño y tomo la cintura del rubio para hacer que este de un brinco hasta su cadera y envuelva sus piernas, mientras que Kim lo sujetaba de su pequeño trasero, listos ambos para dejar que los besos fuesen el combustible que encendería la flama de la excitación aquella noche.

Sunwoo aprisionó a Changmin contra una pared cercana, deleitándose con el gentil gimoteo que se escapó de los labios del rubio cuando su boca pudo tomar un muy breve descanso, pero Sunwoo volvió a ella para conquistarla. Los labios del moreno no simplemente se posaron ahí, aquellos viajaron descendentemente por el largo cuello, el cual anhelaba marcar y probar, besar y morder, acariciar y lamer como todo su cuerpo en sí.

Changmin cerró los ojos disfrutándolo mucho, de tal modo que Sunwoo tendría libertad absoluta de jugar con su piel.

—Wonnu~

Changmin gimió inclinando su cabeza, sintiendo con mayor claridad y por medio de fricciones el endurecido paquete que el pelinegro restregaba contra sus nalgas aún cargándolo, como dándole a conocer el estado de su hombría provocada por su sensualidad.

Sunwoo no se limitó en dejar pequeñas marcas en el cuello ajeno, pensando que con ello desfallecería mientras era testigo de cuán bien le hacía sentir la piel de Oh Changmin con los labios.

El rubio sujetó el rostro de Sunwoo con ambas manos y lo alejó, fijando su miraba en esa boca húmeda para proseguir a atacarla y el más alto correspondió gustoso el lascivo beso que dirigía su pequeña ardilla a quien deseaba penetrar hasta el amanecer.

— Te necesito — jadeo combinando su boca con la de Sunwoo — Ah... n-no puedo esperar.

— Oh...

—Fóllame, por favor.

Sunwoo comenzó a besar nuevamente el cuello ajeno, ascendiendo lentamente hacia la oreja. El pelinegro volvio a su boca e introdujo la lengua dentro de la boca del rubio para buscar desesperadamente la suya y dar inicio a una batalla de lenguas en donde poco a poco Changmin empezó a perder la vergüenza, siendo sus gemidos consumidos por la persona que él amaba con locura.

— Changmin por Merlín... deja de volverme loco.

—N-no... — el bajo jadeó, pegando su frente contra la del otro — Quiero que sigas así... enloqueciendo por mí y sólo por mí, día a día... no hay manera de que escapes Kim Sunwoo...

Sunwoo sujetó con mayor firmeza el trasero de Oh y lo apartó de la pared, emprendiendo el rumbo hacia la cama.

Changmin cayó de espaldas sobre el cómodo colchón mientras Sunwoo se tomó un par de segundos en encender las lámparas a tenue luz, ideal para enaltecer la belleza del delicioso berry dulce que iría a comerse entero.

El más alto se quedó al pie de la cama, la mirada fija en el único Gryffindor que valía la pena, mientras se desabotonaba apresuradamente la camisa que traía hasta revelar su ejercitado cuerpo, cosa que hizo que Changmin tragase saliva al ir su juguetona mirada paseándose por el fuerte pecho y cincelado abdomen del moreno hasta llegar a la zona de la pelvis, en donde se veía parte del elástico de su ropa interior para dar pase a esa grandiosa erección formando un bulto en los pantalones.

— Te extrañe... — confesó Changmin — extrañe volver a tener tu cuerpo, sentir la desnudez de tu piel, necesitó tocarte, besarte, quiero arrañar tu espalda y...

Sunwoo trago grueso y puso una rodilla en el colchón y se inclinó hasta subir por completo a la cama, aproximándose al cuerpo del rubio.

Changmin podía sentir vivamente el calor que emanaba el cuerpo de Sunwoo así como también su fresco aroma y aliento, una deliciosa fragancia a chocolate envolvía el cuerpo del más alto tan bien.

Sunwoo sabía que su chico podía ser tan lindo con sus palabras que en serio hacía que su cuerpo temblase de un modo que jamás antes ha experimentado.

Con muchísimo cuidado, casi como si su cuerpo estuviese hecho de cristal, el moreno llevo sus manos al botón de la mojada camisa del bajo, para continuar con sus prendas inferiores, lanzando todo fuera de la cama, sus pantalones, medias y también calzado. Ahí estaba ese bello ángel enseñándole su desnudez y el juego que hacía la oscuridad de la habitación con la tenue luz de la lámpara hacían de Changmin una verdadera obra de arte que excitó en todo sentido al Slytherin.

Los labios del más alto iniciaron un viaje desde la clavícula del bajo, hasta descender por su pecho y plano vientre, cada pulgada de la suave piel de Changmin era un deleite que besar, como si estuviese probando el cielo mismo, los jadeos que Oh dejaba escapar se oían demasiado bien.

Sunwoo ascendió hacia los pezones de Changmin para poder chuparlos tranquilamente y por turnos, pese a morir de ganas por hacerle el amor a su pequeña ardilla, necesitaba ir lentamente para hacer que tanto él como Changmin lo disfrutasen, las sensaciones más excitantes tendrían que llegar a paso lento.

La erección del bajo palpitaba con cada succión, en especial cuando Sunwoo mordía gentilmente sus pezones para después acariciarlos con la lengua, trazando círculos en ellos hasta finalizar con besos en la zona.

— ¡Oh, mierda...Sunwoo!

Sunwoo sonrió mientras sujetaba el miembro de Changmin con la mano para iniciar con suaves masturbaciones, el tacto era tan bueno que Oh tuvo que hacer un gran esfuerzo para no eyacular, cerrando sus piernas y dejando que Sunwoo apreciase una de sus expresiones más orgásmicas.

Claro que Changmin tuvo que hacer un gran esfuerzo, pues mientras era tocado ahí debajo, su boca se encontró bajo el poder de la de Sunwoo quien buscaba con tanta delicadeza un juego con sus lenguas.

— J-jodida mierda...

A Sunwoo siempre le encanto que Changmin suelte groserías en la cama, lo excitaba aún mas.

Changmin volvió a gemir cuando Sunwoo abandonó sus labios y se dirigió hacia abajo, creyendo que era justo iniciar con el siguiente paso. El alto se había engullido la erecta hombría de su Changmin, no hubo tiempo para avisar lo que haría, Sunwoo gustaba tanto poder chupar el pene de Oh y verlo prácticamente derretirse por lo bien que hacía su trabajo, pero amó por supuesto apreciar la manera en la que el rubio se estremecía con tal acción.

— Agh~

Changmin tuvo que arquear un poco la espalda a medida en la que Sunwoo empujaba más su miembro dentro de su boca, quería tenerlo todo, ajustándolo con los labios para succionar todo de aquel. 
La excitación era tal que Oh halló consuelo en el cabello sedoso del pelinegro, deslizando sus dedos entre esa cabellera como si estuviera acariciándolo o dándole las gracias por hacerle sentir tan bien con una felación.

Sunwoo retuvo aquel pene en su boca por unos segundos, habiéndoselo engullido lo más profundo y lo liberó para hacer uso de la lengua y recorrerla por todo el eje, de arriba hacia abajo, por los costados y los testículos, enfocándose luego en la punta de donde sorbió gran cantidad de pre-semen.

Changmin dejó ir otro más de sus calientes gemidos.

— Sabes tan bien... como siempre — enunció y dejó un dulce beso sobre el pene.

—Por favor...

Changmin ni siquiera sabía que estaba pidiendo, pero quería algo.

Sunwoo se sorprendió con ligereza para cuando Changmin abrió de mas las piernas, las mejillas de ese bello rubio se encendieron que incluso con la tenue luz era perceptible.

El grueso miembro del moreno palpitó en su encierro al ver el estrecho ano que se expandía y contraía pareciendo rogar por él.

— Por favor ~ — volvió a pedir sin aún saber que era lo que quería.

Sunwoo simplemente sujetó con firmeza esas caderas y lo elevó con el fin de tener la espalda baja de aquel sobre su pecho descubierto, de tal modo, la intimidad de Changmin quedó perfectamente ubicada frente a su cara.

— ¡SUNWOO!

Changmin pensó que el gemido que acababa de lanzar había sido mas bajo de lo que quería gritar, no hubo forma de reprimirlo cuando una sensación excitante recorrió su cuerpo al mismo rayo que Sunwoo empezara a lamer su estrecha cavidad.

La lengua del pelinegro era fantástica, era capaz de hacerle sentir un millón de cosas; encantadoras cuando era tierno y excitantes cuando hacía trabajos sexuales tan buenos como los del momento.

Sunwoo amaba con locura poder provocar sensaciones así en Changmin, le gustaba darle mucho placer, saborearlo con pasión y penetrarlo con total gozo haciendo nada más uso de la lengua para tener a esa pequeña ardilla desfalleciendo delante suyo.

El más alto prosiguiendo a continuar con su labor mientras sentía cómo Changmin tiritaba de placer, su chico era un manojo de excitación y era aún más placentero que su lengua ahí fuese sofocada al tratar de buscar más profundidad. 

 — ¿Te gusta cuando hago esto?

—¡D-demasiado! ¡Ah!

Changmin había quedado un tanto dilatado y muy húmedo, su interior estaba listo para ser ocupado ya, pero él mismo fue quien optó por darle una pausa tras empujar a Sunwoo a la cama y provocar que de sus labios se escapase una corta exclamación, la cual calló con los suyos.

Cientos de gemidos fueron consumidos en medio de ese beso en donde por supuesto hubo intervención de sus lenguas, jadeos cargados de placer y con un volumen mucho más alto viniendo de Oh pues Sunwoo no desaprovechó la oportunidad de usar sus manos para masajear el trasero del rubio y juguetonamente, introducir un dedo dentro de él.

— Quiero atarte a la cama y a mi vida — habló sensual el rubio y se monto a horcajadas — Quiero tomarte fuerte del pelo y de tu mano — tomo el carnoso labio inferior con los dientes y lo estiro, provocando un jadeo en el pelinegro — Quiero hacerte gritar de placer...pero también de felicidad.

Sunwoo no dijo nada, solo dejo que Changmin lo desnudara con besos, sus manos acariciando todo lo que tocaba. El moreno se tenso cuando Oh tomo el brazo donde llevaba el tatuaje y sorprendiéndolo beso la marca oscura.

— Te amo — susurro dejando besos sobre el dibujo — Te amo tanto Sunwoo...

Sunwoo tiro la cabeza hacia atrás como si Changmin le estuviese chupando el pene, cuando en realidad lo único que hizo fue trazar una lenta y seductora linea con la lengua sobre su tatuaje.

Dejó un ultimo beso sobre el brazo de ese mortifágo y le sonrió dulce, mostrándole sus hoyuelos tiernamente.

Oh llevo sus dedos a la ropa interior del moreno y con ayuda de este, logro despojarlo, robando su atención aquel grueso, caliente y duro pene.

Changmin estaba enamorado del pene de Kim. Era largo, grueso y con un color hermoso, capaz de hacer babear a muchos, un lujo que sólo Oh Changmin tenía.

Sunwoo jadeó al ser masturbado, Changmin sabía lo que hacía, posicionando su pequeña cara al lado de tal erección para hacer un contraste enloquecedor y lentamente, su lengua comenzó a lamer misma paleta el falo ajeno. Kim cerro sus ojos, forzando a su mente a no ceder pues el pensamiento de la eyaculación abundó ahí para cuando Changmin abrió más la boca, introduciendo su erección en ella poco a poco.

A Oh se le complicaba en cierto modo, ya no tanto como antes, pero debía reconocer que quizás la erección de Sunwoo en este momento luce más difícil de chupar, pero no por eso dejaba de ser sabrosa y adictiva,  el sabor era agradable y la textura igual, Sunwoo era poseedor de un pene que sabia que muchas querían probar.







Changmin era consiente de que casi toda la escuela iba tras el sexy moreno millonario de Slytherin, pero nunca fue problema para el rubio porque sabía que Kim Sunwoo solo lo miraba a el.








Las mejillas del bajo se abultaron y sus labios se expandieron en su totalidad para recibir tal miembro. Sunwoo veía como Changmin lucía precioso y ante tal hermosura, no pudo evitar hacer que su erección palpitase mientras ese ángel se encargaba de devorársela, obsequiándole de paso una buena cantidad de pre-semen.

— Mierda Oh, lo haces tan bien — gruñó.

Changmin bajó la cabeza y así, centímetro a centímetro, decorando su acción con unas muy rojas mejillas. Fue engulléndose la hombría de Sunwoo quien estaba en serio a nada de eyacular dentro de la boca de ese adorable e inquieto Gryffindor, inundarla con su espesa esperma, pero no quería acabar ahí, si debía hacerlo, tendría que ser dentro suyo, pero tampoco se privó de la deliciosa sensación de tener a su miembro enterrado en la boca de su ángel.

Ni siquiera podía pensar en nada más que seguir haciendo el amor con él.

Ajustándola y exprimiéndola, de ese modo Changmin retiró esa pesada erección.

El pene del moreno latió al ser liberado, habiendo quedado húmedo y más hinchado que antes, todo un monumento de hombría, Changmin finalizó su acción dándole un infantil beso en la punta de este.

Sunwoo se aproximó al rostro de Changmin, pudiendo percibir su fresco aliento el cual a diario le brindaba energías o incluso vitalidad, el fresco aliento del rubio era como el oxígeno mismo para él.

— También quiero hacerte feliz Changmin — habló Sunwoo a centímetros de su boca — Mierda, prometo hacerte el hombre mas feliz encima de esta cama mi amor...

Changmin agrandó los ojos y antes de poder decir algo (o chillar) Sunwoo acortó la distancia, empezando a saborear la deliciosa bayas a través de los labios del hombre que más amaba en el mundo para permitirle a este, simultáneamente, degustar el chocolate en su boca.

El rubio ladeó la cabeza, encontrándose con esa sensual lengua dadivosa.

— Necesitó de tu pene ahora Kim Sunwoo — ordenó.

El más alto escuchó su nombre siendo pronunciado por el amor de su vida, él amaba cuando ocurría, por alguna razón empezó a depender mucho de escuchar el "Wonnu" o "Amor" por parte de una  adorable voz como la de Changmin.

Capturó a toda prisa la cintura de Changmin apegándolo a su cuerpo desnudo con el fin de compartir juntos un dócil beso al mismo tiempo en el que sus erecciones compartían excitantes fricciones.

— Voy a hacerte tan malditamente mío...

— Yo ya soy tan malditamente tuyo...

Sunwoo lo observo enamorado. El cuerpo de Oh era precioso, una obra de arte excelsa, de deliciosas curvas y color blanquecino. Las yemas de los dedos, existían hermosos lunares decorando diversas zonas en su cuerpo y el pelinegro quería ya besar cada uno de ellos por ser un detalle agregado muy sublime.

Sunwoo volvió hacer que Changmin cayera de espaldas al colchón y Oh reprimió un gemido al sentir el peso del moreno sobre él.

Harían el amor mirándose a los ojos, de eso estaba seguro y Changmin no podía estar más conforme con ello.

Sunwoo separó bien las piernas del rubio. La ancha punta húmeda del miembro del moreno se posicionó sobre la entrada de Changmin y lentamente empezó a empujar su pene hasta finalmente penetrar al bajo de la forma más suave posible.

Sus cuerpos se unieron así como también sus labios, se miraron a los ojos, ambos compartieron gemidos, más caricias, todo lo que un par de jóvenes amantes podían entregarse para complementar el infinito amor que se tenían.

Los labios de Changmin recorrieron el cuello de Sunwoo trazando un camino de húmedos besos, entregándole amor a sus hombros, a su mandibula, a su oreja.

Finalmente podía tocar la piel desnuda de Sunwoo, podía acariciarla, podía morderla.

 

Sus besos no parecían tener un final, sus manos no dejaban de acariciar la ancha espalda. Changmin podía expresar muy bien con sus palabras cuánto amaba a ese arrogante chico, de eso no cabía duda, pero el delicado toque de sus besos sólo reafirmaban el amor tan inmenso que sentía únicamente por Kim Sunwoo.

Sunwoo introducía su pene a un ritmo rápido pero cuidadoso, sin intensiones de lastimar a su precioso chico quien parecía querer desmayarse del placer bajo su fornido cuerpo bien tallado. Las expresiones de Changmin era un lujo así como también sus gimoteos, Kim hacía de Oh el más sensual de los chicos en cuanto a hacer el amor.

—Dios...Sunwoo~

Y bastaron un par de minutos para que ambos pudiesen llegar al orgasmo juntos como lo quisieron. El cálido semen de Changmin cubrió su pecho gracias a la posición mientras que la espesa esencia de Sunwoo, viajó por el interior estrecho del bajo sonsacando de ambos un prolongado jadeo compartido.

El palpitante miembro del pelinegro siguió liberando pulsaciones, cada simple gota quedaba dentro de Changmin, y cuando creyó que lo había dejado ir todo, fue cautelosamente retirando su semi-erecta hombría hasta sonsacar del rubio un delicado gimoteo al sentirse vacío.

Ambos se unieron en un abrazo entre besos. Sunwoo salio lentamente y tomó a Changmin con más fuerza consiguiendo así colocar su rostro muy junto al de Oh, podía observar muy bien esa tersa mejilla colorada a la que, después de regalarle un beso con los labios, se aproximó.

Rápidamente, Changmin comenzó a batir sus pestañas causando cierta sensación de comezón sobre la mejilla afectada en el pelinegro quien se vio con la obligación de reír un tanto confundido.

— Mi amor — llamo dulce el rubio y los hizo girar hasta quedar el arriba.

— ¿Tienes algo en mente, Oh?

— No se...tal vez — se mordió el labio juguetón.

— ¿Energía para otra ronda?

Changmin negó rápidamente y Sunwoo río. El bajo descanso sus palmas en el pecho del moreno.

— Aunque...

— ¿Aunque que Changmin? — lo miro dudoso.

— ¿Podrias meterlo de nuevo? — pidió mirándolo inocente — Solo la puntita, extraño sentirlo dentro...

— ¿Con que solo la punta?

Changmin asintió y Sunwoo llevo su mano a su pene que aún no había perdido del todo su dureza y como el rubio le había pedido, sólo coloco la punta, no penetrándolo.

El bajo abrió mejor las piernas y arque la espalda para que los glúteos se abrieran y el pene del moreno pueda entrar.

— Ok...— jadeo Sunwoo al tener la punta de su pene dentro del interior de Changmin.

— Tal vez...solo — gimió — Metelo entero.

Sunwoo llevo sus manos de manera lenta al trasero de Oh y tomo ambos glúteos y los separó para poder embestirlo, haciendo que Changmin gritara y perdiera fuerza de sus brazos, haciendo que su cabeza caiga en el colchón del espacio del cuello y hombro del alto.

— ¿Y-y ahora que? — preguntó Sunwoo totalmente excitado de nuevo.

— Ahora me harás el hombre mas feliz sobre esta cama...

Los ojos de Sunwoo brillaron y tomo los labios de Changmin en un beso, un beso lento, despacio, profundo.







Luego de esa ronda de sexo, lo hicieron una vez mas.


Habían hecho el amor por tercera como un par de principiantes, Changmin fue capaz de sentir toda la gentileza y cuidado de Sunwoo al momento de hacerle el amor. Claro que la intensidad de sus penetraciones fue grande, pero extrañamente, Oh sintió que estaba siendo tratado con un cuidado inmenso.


Tuvieron orgasmos, tuvieron breves descansos, hicieron aquello y lo otro, dentro y fuera de la cama. Sunwoo se había apoderado de la mente y cuerpo de su pequeña ardilla aunque honestamente, había sido Changmin quien logró dominar absolutamente todo de Kim Sunwoo.























28 de septiembre del 2021

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