020
Changmin caminó por la biblioteca con Juyeon mientras el guardaba sus libros.
— ¿Estas bien? — preguntó el rubio — Sé que ha pasado una semana desde que Elena beso a Hyunjae...
— ¡Y no podría importarme menos! — interrumpió enojado — Está perfectamente en su derecho de besar a quien quiera ¿Tenía la impresión de que iríamos juntos a la fiesta? Sí, pero dadas las circunstancias, tuve que hacer otros arreglos...
— Lo siento, no sabía que te gustaba tanto Elena...
— ¿Quién?
— Elena, Elena Park ¿Estas así por ella, no?
— Ahh, Elena.. — murmuró mirando a la nada — Si, si...como digas.
Una fiesta organizada por Gryffindor se acercaba, cuya fiesta solo podías ir si eras invitado.
— Entonces, ¿ya le has preguntado a alguien más?
— Sí — respondió el alto con una mueca.
— Uh bueno, estaba pensando que como ninguno de nosotros puede ir con quien queremos, podríamos ir juntos. Ya sabes, como amigos — mencionó Changmin tímido.
— ¿¡Porque no lo pensé antes!? — suspiro frustrado el pelinegro y se recostó por uno de los escritorios.
— Está bien — sonrió — ¿a quién le preguntaste?
— Es una sorpresa — contesto con una mirada malévola — ¿A quién le vas a preguntar? ¿Y con quién no puedes ir a la fiesta?
Changmin se sonrojó. No se había dado cuenta de que había dicho "Como ninguno de nosotros puede ir con quién queremos"
Obviamente quería ir con Sunwoo, lo deseaba mas que todo, pero por razones obvias no se va a poder y la principal era que ningún Slytherin fue invitado a la fiesta.
— No es nadie...
— Bueno, no puedes preguntarle a cualquiera ¿Ves a esa chica de allí? — Juyeon volvió la cabeza hacia una chica sentada en la esquina — Esa es de Hufflepuff, oí que está tratando de darte una poción de amor.
— ¿En realidad? — cuestionó sorprendido.
— Se lo comente a Yoshi, pero según el, ella solo está interesada en ti porque cree que eres el elegido.
— Yo soy el elegido — afirmo arrogante.
— ¿Porque no dices eso frente a Kevin, si te crees tan valiente, elegido? — reto arqueando la ceja.
Changmin río y negó.
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Changmin realmente no quería ir a la fiesta de Gryffindor, no estaba de humor para ello.
Dos días atrás un chico muy alto se había acercado a el y lo había invitado, Changmin lo reconoció como Kim Youghoon (el chico que supuestamente estaba en una relación con Choi Chanhee, según Sunwoo el año pasado)
Ni siquiera sabía porque había aceptado, cuando hablaron de eso con el moreno, el respondió un corto: "Es tu fiesta, puedes ir con quieras"
No se mostraba molesto o al menos un poco celoso, se mostró tan neutral al punto que parecía desinteresado.
Ya habían pasado dos semanas desde que volvieron. Su relación consistía principalmente en besuquearse, el sexo tambien estaba muy presente, Changmin estaba sorprendido que ya hubiese pasado dos semanas y aún no hubiesen discutido, era un récord total considerando sus historiales.
Aunque ya había pasado dos semanas, Sunwoo aún parecía estar en guardia, el rubio sentía que era un trabajo muy difícil volver a tener a ese Sunwoo de antes, aquel que bromeaba todo el tiempo, aquel que se mostraba transparente, sus ojos ya no eran lo mismo.
Los ojos de Sunwoo estaban tan llenos de color antes, que cuando Oh los mira ahora odia al mundo por volverlos unos grises opacos, unos grises sin vida.
Youghoon y Changmin ingresaron a la fiesta, comenzando a mesclarze al instante.
El rubio no vio a ninguno de sus amigos por ningún lugar, Younghoon se había ido a saludar a algunos compañeros de su casa que habían sido también invitados a las fiesta. Oh se quedo aburrido mirando a las personas reír y bailar, segundos después sintió que alguien estaba detrás de las cortinas que estaban justo adornadas a sus espaldas.
— ¿Juyeon? — preguntó confundido al reconocerlo — ¿Qué estás haciendo?
— Shhh — pidió el alto aún detrás de la tela — Escondiéndome de mi cita...
— ¿Quién es tu cita? — interrogó divertido.
La respuesta de Juyeon fue interrumpida por el bullicio y el sonido de exclamación de sorpresa que soltaron todos.
Changmin volteo curioso por la conmoción de la fiesta, junto con Juyeon que ya se animo a salir detrás de las cortinas, caminaron hasta estar en medio del salón para ver que sucedía.
— Mira a quién encontré merodeando por el corredor. Sin duda tratando de colarse a la fiesta...— se burlo un miembro de Revenclaw, chico que sostenía del brazo con fuerza a Sunwoo.
— Me importa un carajo su estúpida fiesta — bufo, mirando con odio al alto alumno y sacudiendo su brazo para que lo soltara — Y si alguna vez me vuelves a tocar, bastardo insolente...
— Suficiente señor Kim — hablo uno de los supervisores de la fiesta, casualmente Do Kyugsoo — Yo me ocuparé de él — enuncio con voz seria mirando al chico que había descubierto a su sobrino.
Changmin fruncio el ceño mientras veía como esos dos salían del lugar.
El lugar pareció tener un aura mejor ahora que esos dos Slytherin ya no estaban. El rubio busco a su cita y lo encontró hablando con Chanhee, aprovechando esa distracción y que el único que pareció darse cuenta de su precensia en esa fiesta, volvió a esconderse, pero esta vez bajo una mesa.
Se escabulló de la fiesta y trato de seguir a los dos hombres. Deambuló por los pasillos hasta que escuchó a Do hablar doblando una esquina.
— Hice un voto inquebrantable a tu madre para protegerte.
— ¡No necesito tu protección o ayuda!
Changmin asomo solo un poco la cabeza y agrandó los ojos al ver a Sunwoo apoyado contra una pared con los brazos cruzados mientras Do estaba de pie frente a el, mirándolo enojado.
— No seas terco — espeto — No puedes hacer esto por tu cuenta...
— No sabes de lo que soy capaz. Solo déjame en paz Kyugsoo — fue lo último que dijo antes de alejarse enojado.
Changmin quería ir tras él, pero con Do parado en el pasillo, no podría hacerlo, así que suspirando resignado decidió volver a esa aburrida fiesta.
Changmin no vio a Sunwoo durante unos días después de eso. Los estudiantes se iban a casa para las vacaciones esa tarde. Sabía que Sunwoo no se iría a su casa, se lo había comentado en una de sus reuniones.
Changmin había planeado aceptar como siempre la invitación de Kevin para pasar las vacaciones con su familia, aún lo estaba decidiendo, pero en su cabeza no estaba mas que Sunwoo y aquella conversación que había escuchado.
Oh comenzó a vagar por los pasillos, con la esperanza de encontrarse con el pelinegro, pero no estaba teniendo mucha suerte. Se dio la vuelta y comenzó a regresar a la sala común de Gryffindor. Tendrá que tomar su capa y volver a colarse en la habitación de Sunwoo. Estaba casi allí cuando alguien lo agarró del brazo y lo jaló hacia un salón de clases vacío. Changmin vio un destello de ojos grises antes de que alguien lo empujara contra la pared y lo besara.
Changmin deseaba tanto fundirse en el momento, pero sabía que tenía que hablar primero con él.
— Amor...— pidió y Sunwoo gruñó poniendo sus brazos en su cintura — Mi amor...— volvió a insistir, Sunwoo tomo su rostro y dejó muchos besos en su boca para tratar de persuadirlo, aunque al rubio le encantaba, había algo mas importarte que tratar — Es importante.
Sunwoo lo miro desconcertado por el tono empleado, así que asintió dándole a entender que continúe.
— ¿Qué estabas haciendo en la fiesta?
Sunwoo chasqueo la lengua y giro los ojos — ¿Esto es lo que era tan importante? Mira, no estaba allí para colarme en esa boba fiesta si es lo que piensas.
Changmin asintió y cuando Sunwoo estaba por volver a sus labios, la voz de Oh lo detuvo.
— Escuche la conversación que tuviste con Do.
El moreno soltó en automático su cintura y retrocedió mirandolo serio.
— ¿Me estabas espiando? ¿Qué diablos Oh Changmin? — escupió enojado.
— ¿Por qué Do hizo un juramento inquebrantable con tu madre? — dijo a su vez, no intentando defenderse — ¿Qué es lo que tienes que hacer?
— No tenías derecho Oh — gruñó, su respiración empezando a agitarse — ¡No es asunto tuyo!
— ¡No fue mi intención escuchar a escondidas. Solo quería hablar contigo después de lo que pasó!
— Entonces deberías haberte ido después de saber que no estaba solo...
— Solo quiero saber qué está pasando — hablo suplicante, tratando de acercarse — Amor, yo...
Sunwoo negó y camino hacia la puerta.
— Sabía que era un error volver contigo — murmuró antes de salir furioso y cerrar la puerta de golpe.
Changmin se quedo congelado mirando la puerta. Dos semanas habían durado sin tener una pelea, recordaría ese récord para siempre.
Entendía la posición de Sunwoo por enfadarse, pero su mente le estaba gritando que ya deje de justificar las palabras hirientes que el moreno soltaba cada que se enojaba.
Se frotó el rostro frustrado.
Dios, estoy tan cansado de esta mierda...
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Sunwoo estaba acostado sobre una manta afuera, en pleno invierno. Era lo único que podía hacer para relajarse, era agradable y además, si cerraba los ojos, casi podía fingir que Changmin estaba allí con el.
— ¿Qué diablos estás haciendo aquí?
Sunwoo no abrió los ojos pero la sintió sentarse a su lado.
— ¿Te estas escapando de alguna venganza de broma de Eric?
— Olaja regresara a la época que mi única preocupación es esconderme de las venganzas que Sohn tomaba por mis bromas — suspiro mirando sus zapatos.
Songjin asintió, en esa época ellos eran felices y no lo sabían.
— ¿Que ocurre Sunwoo? — preguntó suave — Odias sentarte afuera, sin mencionar que esta helando...
— Changmin me escuchó hablar con Do — la morena agrando los ojos asustada, pero Sunwoo la tranquilizó negando con la cabeza — Todo lo que escuchó fue que Kyugsoo mencionó un voto inquebrantable con mi madre y que tenía que hacer algo este año. No escuchó los detalles — solo allí la Kim suspiro tranquila — Me confrontó al respecto, me enojé y como siempre dije algo estúpido...
— ¿El se fue?
— ¿Porque otra razón se quedaría? — resoplo y miro el cielo — Me comento acerca de pasar las vaciones con Nori y la familia Moon....
— Ya lo intentaron una vez Sunwoo ¿y si es mejor dejarlo? — sugirió cuidadosamente — ¿Porque te gusta tanto?
Sunwoo se quedo mucho tiempo en silencio antes de responder.
— Me gusta él porque es diferente — habló mirando tímidamente el piso — me gusta tanto por su manera de ser, me gusta esa forma tan linda en la que se pone cuando está nervioso, me gusta su forma de caminar como loco cuando está feliz, me gusta cuando va caminando y de la nada empieza a reír, me gusta él y su forma en la que me mira, me gusta su voz y mas cuando me dice que me ama o cuando me insulta — río — me gusta todo de el, sus lindos ojos, su cabello y no me hagas hablar de su boca...
— Suenas estúpidamente enamorado.
Sunwoo sonrió y tomo una roca y la arrojo al río.
— Eso es porque me tiene estúpidamente enamorado.
Las vacaciones de Sunwoo fue horrible. Seguía recibiendo cartas de su madre sobre un informe de progreso. Sabía que ella solo estaba haciendo esto porque el Señor Oscuro la estaba obligando, pero eso no mejoraba las cosas.
Había estado trabajando sin parar en el Gabinete de fuga y ni siquiera estaba cerca de terminar. No solo eso, sino que sus pesadillas volvían al doble y dormía aún menos.
Deseaba que Changmin estuviera cerca porque era lo único que lo mantenía tranquilo.
Finalmente hoy era el día en que todos los alumnos debían volver al colegio.
Sunwoo vagaba por los pasillos esperando encontrarse con Changmin, no sabía si podría verlo hoy o si tendría que esperar hasta que las clases comenzaran nuevamente. Podría colarse en la sala común de los Gryffindors (conoce a alguien que lo mantiene informado sobre la contraseña todos los años), pero eso le parecía un poco excesivo. Sunwoo no tenía una capa de invisibilidad y no sabría cómo explicar lo que estaba haciendo allí si lo atrapaban.
Sin embargo, no tuvo que pensar en eso por mucho tiempo. El moreno vio al rubio en el patio, estaba a punto de acercarse a él, pero se detuvo cuando vio que no estaba solo.
Estaba sonriéndose con Ella Moon. Sunwoo sabia que debería haberse dado la vuelta y haberse ido, pero estaba congelado en su lugar. Estaban sentados tan cerca que sus piernas estaban al ras una contra la otra y la mano de ella estaba sobre su rodilla. Estaban hablando de algo que no podía oír, pero Changmin sonreía, dejando que esa también pueda ver sus hoyuelos.
Parecían la pareja que todos esperaban que sean. Ella lo miró y sus rostros estaban tan juntos que Sunwoo no soporto y finalmente giro.
Lo último que quería ver era a Changmin besando a otra persona.
Sunwoo no quería volver a su dormitorio, asi que camino hasta salir del colegio e ir al rio.
Llego al árbol donde el y Changmin se habían reconciliado y se recostó en el tronco mirando la fria agua.
Durante su descanso con la naturaleza, trato de despejar su mente, antes pensar en Oh era una forma de distraerse, pero ahora pensarlo justo en ese momento solo se puede imaginar siendo besado por la Moon esa.
Gimió frustrado y se saco la bufanda, posteriormente se saco su elegante saco y después lentamente bajo sus pantalones. Dudo unos segundos de si sarcase la camisa negra, pero finalmente opto por quedarsela.
Camino hasta el río, el frío del momento fue un tipo de distracción estúpida. Se adentro con pasos lentos, sus pies casi congelandose al instante, tomo una bocanada de aire y metió todo su cuerpo.
Honestamente esto era ridículo y él nunca habría hecho algo así antes, pero se sentía imprudente.
Salio tirireando de frío, jadeaba congelándose, pero no salio.
Comenzó a nadar para calentar su cuerpo, solo flotando hasta dejar su mente en blanco, cerro los ojos y solo dejo que la marea del agua le masajee el cuerpo.
Changmin iba caminando hacia el río con los brazos cruzados, sabiendo que era el único lugar donde iba a tener privacidad.
Decidió ir hasta el árbol, pero conforme se acercaba, podía ver ropa tiradas en el césped cubierto por nieve. Iba a girar pensando que se trataba de alguna pareja teniendo relaciones o algo así, pero cuando pudo identificar casi al instante la fina tela del saco, se asusto buscándolo con terror con la mirada.
Jadeo cuando vio un cuerpo flotando en la gélida agua del río frígido. Espero impaciente que el cuerpo hiciera algún movimiento, pero entro en pánico cuando solo flotaba.
Como el tonto que es, corrió tras el, sin tomarse el tiempo de sacarse su ropa, se tiro al agua, jadeando de dolor por sus huesos.
Nado hasta Sunwoo con los brazos adoloridos debido a la fría temperatura, al llegar a el, le toco el brazo, haciendo que el moreno se sobre exalte y su cuerpo se sumergiera en el agua por segundos y luego salio alterado, tosiendo todo el agua que trago.
Kim giro y miro incrédulo al rubio que nadaba con el.
— ¿Que demonios estas haciendo? — cuestiono mirando a Changmin, que parecía mas blanco que lo habitual.
— ¿¡Yo!? ¡Tú eres el que flota en medio del lago como un cadáver! ¡Pensé que te habías ahogado!
— Bueno, claramente tus lentes no funcionan porque solo estaba nadando — bufo y se hecho el cabello para atrás.
— ¿Qué diablos estás haciendo nadando en medio del invierno? ¿Te estabas suicidando o algo así? — preguntó enojado.
— ¿No deberías estar besando a la Moon?
Changmin lo miro desconcertado, pestañeando nadando centímetros para atrás — ¿Que?
— Solo vete, ya has hecho tu cosa heroica...
— Iremos Sunwoo.
— No.
— ¿Quieres que te arrastre fuera del rio? No me retes, sabes que puedo hacerlo.
El moreno suspiro y finalmente asintió para nadar fuera del rió, seguido por Changmin.
El rubio no comento nada acerca de que Sunwoo si se sacó sus pantalones, el saco pero no tuvo la decencia de deshacerse de su camisa.
— ¿Como se te ocurre entrar al río con ropa puesta, Oh? — regaño el moreno tomando su varita y conjurando un hechizo de secado para el rubio.
— No, como se te ocurre a ti entrar al río en primer lugar...
Aunque Changmin ya estaba seco, aún temblaba de frío. Sunwoo suspiro y se arreglo el cabello mientras caminaba hacía el bajo.
— ¿No besaste a Ella?
— ¿Como se te ocurre que besaría alguien que no seas tu? — dijo sincero y levantó la vista — Ella es como mi hermanita, jamas la besaría y te odio porque tampoco dejaría que otros labios se acercaran a mí.
— Oh...— llamo abrumado y atrajo al rubio a un abrazo.
— No, dejame en paz — chillo y trato de salir del abrazo, haciendo a Sunwoo reír.
— Tambien te odio Changmin...
— ¡Que novedad! — pataleo y el moreno lo abrazo mas fuerte, mientras que el rubio forcejeaba por su liberación.
— Te odio porque eres tu mi lugar seguro, el que me hace sentir bien — Changmin dejo de moverse al oírlo — Te odio por hacerme sentir así, te convertiste en mi debilidad y te odio por hacerme odiarte. Odio tu prostituta actitud con los demás, odio tus hermosos hoyuelos, odio tu horrible ropa que siempre huele tan bien, te odio hasta vomitar porque hasta haces que pueda rimar, odio que tengas que existir y que seas la primera persona en quién pensó al despertar y por quién sonrió al ir a dormir — bajo su cabeza y descanso sus labios en la frente del rubio — Mas bien odio que no tenga la capacidad de odiarte realmente.
— S-Sunwoo...
— Estas helado, ve a arroparte — pidió y beso la corta cabellera platinada y se alejó de Changmin para ir en dirección a la casa Slytherin.
Changmin no podía dejar de mirar. No planeaba ir a su lección de tutoría, pero no pudo evitar preguntarse si Sunwoo iría. Entonces durante toda la cena, lo observó. Sabía que solo estaba empeorando las cosas para sí mismo, pero no podía evitarlo. Estaba molesto con Sunwoo por ser un imbécil, pero también quería que se disculpara. Si el moreno se esforzaba en actuar como si le gustara, entonces Changmin estaría dispuesto a darle una oportunidad más. En este momento, no pensó que Sunwoo fuera a disculparse, pero tal vez si vuelve a hablar con él...
¡No!
Si esto iba a funcionar entonces Changmin no podía ser el que siempre corríera hacia él. Sunwoo necesitaba demostrar que estaba dispuesto a ser mejor.
Cuando Kim salió del Gran Comedor, el rubio necesitó toda su fuerza de voluntad para no seguirlo.
— ¿No tienes tutoría? — cuestionó Kevin, sacando a su amigo de sus pensamientos.
— No, ya no...— mintió.
— Eso es bueno, ¿verdad? — habló esta vez el japonés
— Sí. Quiero decir, ya no podré seguirlo, pero tampoco tendré que pasar tiempo con él — respondió con una mueca.
— ¿Aprendiste algo útil?
— No, pero esperaba que eventualmente cometiera un desliz
— ¿De verdad crees que está tramando algo? Pensé que estabas arreglando puentes — formulo Kevin mirándolo serio.
— Lo estaba, pero creo que es una causa perdida. Traté de ser amable con él, pero no lo permitió — dijo con los hombros caídos.
— Entonces ¿eso es todo? ¿No vas a tratar de averiguar qué está tramando? — se preguntó Yoshi, mirándolo preocupado.
— Tengo más cosas de las que preocuparme, Kim Sunwoo no vale la pena.
Changmin entró en su dormitorio después de una noche de estudio. Últimamente ha estado tratando de mantenerse ocupado. Cuanto más ocupado estaba, menos tiempo tenía para pensar en Sunwoo, lo cual era casi imposible, pero lo intentó de todos modos.
— ¿Kevin? — pregunto mirando a su amigo confundido — Esa es mi cama ¿Y Yoshi? — el rubio observo una caja de chocolates junto al canadiese.
— Estaban dirigidos a ti, pero realmente quería chocolates — respondio tomando la caja y abrazándola al pecho — ¿No es hermosa la luna? pero me gusta más las estrellas...
Changmin miró por la ventana y luego volvió a mirar a Kevin — Fascinante ¿Puedo ver esa caja?
Kevin no se lo entregó, pero el rubio lo tomo, Kevin al ver que ya no tenia nada para abrazar, tomo la almohada y también la llevo a su pecho.
— Estoy enamorado de Yoshi Nori — murmuro sonriendo aún mirando la luna.
— Eso es genial, algo debes sentir para ser su novio por tanto tiempo — suspiro al sospechar que su amigo fue hechizado — ¿Y Yoshi? ¿Ya hablaste con el?
— No — negó muchas veces con su cabeza — ¿Puedes presentarnos?
Changmin suspiro y fue a ayudar a su amigo a levantarse de la cama — Si, esta bien. Vayamos a conocer a tu novio.
El rubio lo llevó junto al profesor de pociones, rogando que este pudiera ayudar.
— Por favor señor...— habló — Ha sido afectado por una poción de amor.
Minseok miro a Kevin, quién miraba soñadoramente alrededor del corredor. Suspiró y les indicó que entraran.
Minseok se acercó a su maletín de pociones y comenzó a hojearlos, Kevin fue al sofá y abrazo el reposa brazo, dejando descansar su mejilla en ella.
— Esto debería ser suficiente...— el profesor le entregó al rubio una poción blanca.
Changmin como pudo le dio la poción, pero una vez Kevin la bebió y los segundos pasaron, la realización pareció amanecer en su rostro.
— ¿Porque no funciona? — cuestionó el de lentes frunciendo el ceño.
— Al parecer fue una poción de amor muy fuerte — explico Minseok — Necesitas algo que te levante el ánimo, muchacho — esta vez se dirigio al afectado y se levantó a servir una copa de vino.
Se lo entregó con cuidado y Kevin lo tomo casi al instante.
Pasaron algunos segundos y el canadiense agrando los ojos y llevo sus manos a su garganta.
— ¿Kevin? — pregunto Changmin preocupado.
El castaño cayó al suelo, empezando a retorcerse, pareciendo tener un ataque de convulsión.
— ¡Ha sido envenenado! — grito cayendo de rodillas junto a su amigo — ¡TIENES QUE HACER ALGO! — grito, el pánico evidente en su voz.
Minseok se quedó en shook al ver el estado de su alumno. Changmin se levantó de golpe al ver que su profesor no sería de ayuda y corrió hacia el maletín del mayor. Empezó a hojear las cosas desesperado y encontró un bezoar y lo tomo con las manos temblorosas para ir de nuevo junto a su amigo y tuvo que meterlo el mismo por su garganta, rogando que funcionará.
Segundo después Kevin dejo de moverse, a lo que Changmin dedujo que se había desmayado.
Rápidamente lo llevaron al ala de enfermería.
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Sunwoo estaba llorando después de otro ataque de pánico. Se encontraba tirado en el piso mojado del baño de Myrtle la Llorona.
No por primera vez, Sunwoo se preguntó cómo sería si se negara a realizar la orden de Mongkut Phulowath, realmente no tenía la valentía suficiente para matar al director de colegio. Este trauma emocional estaba llegando al punto de que lo paralizaba. No podía dormir ni comer y todo lo que hacía era entrar en pánico acerca de qué hacer a continuación y cómo mantener a los demás al margen. El dolor estaba llegando al punto en que se sentía insensible. Se estaba desmoronando y no había nadie alrededor para mantenerlo unido. Se sentía tan solo y cansado y solo quería una manera de hacer que este dolor desapareciera. Para que todo desaparezca.
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— Estoy preocupado por Sunwoo.
Changmin hizo una pausa en su camino de regreso a su dormitorio desde el ala del hospital para escuchar una voz familiar.
— No puedo obligar mi ayuda al chico, el tomó su decisión.
El rubio se asomó por la esquina para ver a Songjin hablando con el profesor Do.
— No lo entiendes. Sunwoo no come ni duerme y la culpa lo está carcomiendo — hablo desesperada la morena — No sé cuánto más de esto puede soportar.
— No puedo asumir la responsabilidad de su misión — respondió corto Do — Ya lo intenté, pero sabes tan bien como yo que esto es un castigo por las acciones de su padre.
— Pero tiene que haber más que podamos hacer. Al paso que va, se suicidará...
Changmin contuvo el aliento, pero fue lo suficientemente alto para que los otros dos en el corredor lo escucharan.
— Tenemos compañía — murmuró Kyugsoo mirando al rededor — Hablaremos más tarde.
Changmin se coló en un salón de clases vacío para permitir que los dos se fueran sin verlo. Su corazón latía con fuerza en su pecho ¿Qué diablos estaba pasando con Sunwoo? El cuerpo de Oh dolía ante la idea de perder a Sunwoo y pensó en cómo podría ayudarlo. Tal vez todo esto era por lo que el moreno lo estaba alejando. Tal vez si llega al fondo de esto, podría encontrar una manera de ayudarlo. Ya sea que vuelvan a estar juntos o no, no importa. La primera preocupación de Changmin era por el bienestar de Sunwoo.
Changmin casi sufre un paro cardíaco cuando vio a Songjin de pie junto a su cama en medio de la noche. Se incorporó rápidamente y la morena se llevó un dedo a los labios.
— No te asustes, necesito tu ayuda — susurró y Changmin pestañeo aún desorientado — Es Sunwoo.
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— Puse un hechizo silenciador en su cama antes de que pudiera despertar a alguien — explicó la pelinegra mientras retiraba las cortinas de la cama de su amigo — Pero no puedo hacer que se despierte...
Sunwoo se retorcía en la cama, su piel brillante por el sudor y su cabello pegado a su frente. Su antebrazo derecho estaba rojo como una llamarada y había largos rasguños sangrientos allí.
— ¿Que necesitas que haga? — preguntó y se sobre exaltó cuándo Sunwoo grito.
— ¡No lo sé! Siempre pareces saber cómo calmarlo y nunca antes lo había visto entrar en un ataque tan fuerte.
— ¿Esto sucede a menudo?
— ¿Entonces el aún no te lo dijo?
— ¿Decirme que?
Songjin se limitó a negar con la cabeza — No es mi historia para contar. Solo por favor...ayúdalo
Changmin asintió y se acerco al cuerpo que parecía colapsar.
— Sunwoo, soy yo ¿me escuchas? — la pelinegra decidió salir para dejar a los dos solos — Amor...— llamo asustado y le toco el hombro.
Eso pareció calmarlo, ya que dejo de moverse, pero su rostro aún expresaba dolor.
El rubio empezó a tararear de forma muy suave y se acostó junto a el. Se abrazo al alto y empezó a acariciar su pelo, Sunwoo entonces lo abrazo, su respiración normalizándose.
— Te amo... — soltó y le dejo un beso en la frente.
Suspiró y miró el rostro dormido de Sunwoo. Había lágrimas en su rostro y el se las secó suavemente. Los ojos del moreno revolotearon levemente, pero permaneció dormido. El brazo ensangrentado del pelinegro estaba contra su cadera y lo tomo para verlo mejor. Usando su varita que había metido en el bolsillo de su túnica y lo curó.
Las líneas sangrientas desapareciendo en su piel, dejandola totalmente limpia.
Changmin ahogo un jadeo y llevo su mano que estaba temblando a su boca. Sus lágrimas salieron sin permiso, mientras apago la luz de su varita ya no queriendo verlo.
Sentía tantas emociones, principalmente quería despertar a Sunwoo y gritarlo hasta que su garganta sangrara, golpearlo hasta que sus nudillos ya no se sintieran, pero verlo tan vulnerable hizo que su ira se disipara y fuera reemplazada por lástima.
Changmin decidió darle paso voluntariamente a la negación para poder dormir tranquilo.
Sunwoo se despertó con la cara enterrada en el cabello rubio. Parpadeó para despertarse y se apartó para ver quién era la persona que estaba aferrándose a el.
Trago grueso al ver el hermoso rostro de Changmin dormir plácidamente. Se mordió el labio con nostalgia al no ver sus mechones alborotados por su rostro. Le gustaba hacerlo a un lado para ver su rostro, se sentía como la anticipación de abrir unas cortinas delicadas sabiendo que hay un hermoso paisaje detrás de ellas.
Sacó con cuidado su brazo debajo del cuerpo de Changmin y de manera lenta salió de la cama, abrió las cortinas que rodeaban y giro los ojos al ver que lo primero que encontró es a Songjin mirándose al espejo.
— ¿Acaso tu no tienes habitación propia?
— ¿Dormiste bien? — respondió en su lugar.
— ¿Cómo demonios se metió?
Los rasgos divertido de Songjin se fueron y se paro recta, mirándolo preocupado.
— Estabas teniendo un ataque — resoplo — Intenté despertarte, pero después de media hora sin ningún resultado, no sabía qué hacer. Fue uno de los peores que he visto hasta ahora.
— Jin...
— Tú y yo sabemos que él te calma de una manera que nadie ha podido ni podrá...
Sunwoo trago grueso, pero no agrego nada.
— Y...— dijo segundos después, con un tono ligeramente tímido — ¿Qué tuviste que decir para convencerlo?
— Todo lo que dije fue que necesitabas ayuda — respondió con honestidad.
— ¿En realidad?
— Lo juro, al parecer aún se preocupa mucho por ti — Sunwoo bajo la cabeza y la morena suspiro — Él no estaría aquí si no le importaras.
— Estoy siendo demasiado egoísta...
— Podrías decirle la verdad, Sunwoo.
— ¿Que le diría? ¿Que fui yo quién envenenó a Kevin?
— Debes ser sincero y hablo de todo en general...
El moreno negó con firmeza — No, el nunca puede saberlo. No me perdonaría si se enterara.
— Tú no sabes eso...
Antes de que Sunwoo pudiera decir algo, Changmin asomó la cabeza por entre las cortinas. Parpadeó antes de posar sus ojos en el pelinegro.
Se sintió intimidado cuando ambos Slytherin voltearon a verlo.
— Hola...
— Hola Changmin — sonrió Songjin.
El Gryffindor asintió y después poso sus ojos en el alto.
— ¿Como te encuentras?
El corazón de Sunwoo dio un vuelco, pero no dejó que sus emociones se mostraran cuando asintió — Estoy bien, te acompañaré hasta abajo...
— Y-yo...— carraspeo la única mujer del cuarto — Debo irme — ninguno respondió y luego con dos reverencias, salio de la habitación de su amigo.
Los dos se quedaron en silencio, el moreno se sentía algo incomodo con la mirada tan intensa que Changmin le daba.
— ¿Hace cuánto tiempo has tenido estos ataques?
— Oh, por favor...— Sunwoo se peino el pelo — Es demasiado temprano aún.
— ¿Con qué frecuencia suceden?
Sunwoo lo ignoró y camino hasta su cama, abriendo las cortinas de mala manera.
— Sunwoo...— gruño el rubio siguiéndole.
— No es gran cosa...
— Te estabas rascando el brazo y no te despertabas — destaco con los brazos cruzados — Eso no es nada...
— Eres hermoso cuando acabas de despertar — soltó de la nada y Changmin abrió la boca para después cerrarla, sintiéndose avergonzado.
— No cambies el tema...
— Pero ahora te vez jodidamente sexy — se mordió el labio y se sentó en la cama — Así todo gruñón, regañandome...
Changmin suspiro y tomo la mano que el moreno le extendía y se sentó sobre sus muslos.
— No estoy regañándote mi amor — aclaró y pudo oír el corazón del moreno bombeando con fuerza ante el apodo cariñoso — Sabes que me preocupó por ti...
— No hay nada de que preocuparte ¿ok? — mintió y tomo las manos del rubio.
— Eso no me detendra — advirtió.
Sunwoo puso los ojos en blanco y echó la cabeza hacia atrás — Esto es diferente...
— ¿Qué tiene de diferente que no puedas decirme?
— Porque no hay nada que contar ¿de acuerdo?
— No, no estoy de acuerdo.
— Changmin... — el que advirtió esta vez fue Sunwoo.
— No tiene nada que ver con mis amigos ¿No? — Changmin no pudo evitar preguntar, no sería la primera vez que Sunwoo se metiera con algunos de los suyos.
— Ya te dije que no es nada — repitió y tomo entre sus manos las mejillas del rubio.
— Así que tiene algo que ver con mis amigos... — murmuró.
El moreno apretó las mejillas del rubio con sus palmas, haciendo que la boca de este pareciera un pez.
— No, no es así — respondió con firmeza, mirando a ese precioso hombre con las cejas juntas, ofreciéndole una expresión cansada y suplicante — Ahora ¿podrías dejarlo ya?
— Lo pensare — dijo con dificultad debido a la forma de sus labios. Sunwoo aflojo su agarre y acaricio el lugar donde los hoyuelos de Changmin estaban.
— Gracias...
Changmin colocó una mano en el cuello de Kim y llevo sus labios hasta tomar esa carnosa boca con la suya. Sunwoo jadeo y llevo sus manos a la pequeña cintura.
El rubio empezó a profundizar el beso, llevando la mano libre peligrosamente hasta el miembro del moreno.
Un silbido agudo los sobresaltó a ambos de sus besos, los dos se miraron confundido y Oh salio de sus piernas para que el se fuera a ver.
— Songjin preparó te — explicó el pelinegro volviendo a el.
— ¿Ustedes toman te? — Sunwoo asintió — Que elegancia la de Francia, también quiero, deseo sentirme sofisticado como ustedes los Slytherin.
— Tonto — río y se inclino para dejar un dulce beso en la boca que más amaba.
Sunwoo fue a ese mini comedor que estaba cerca de la ventana, preparando el desayuno para ambos. Sintió unos brazos envolver su cintura y sonrió.
— ¿Aún estas en marcha tus planes de dejar la capitanía? — preguntó mientras seguía haciendo sus cosas, el rubio pegó su cara a la espalda y asintió.
— Ya no me apasiona como antes...
— ¿Pero dejar tu puesto a Nori?
— A el le gusta mas que yo, creeme...
Sunwoo terminó de preparar la pequeña tetera y se giró en los brazos de Changmin entrelazando sus manos en la parte baja de su espalda.
— Algo que nunca entenderé de ti es tu renuencia a ser ascendido — Se inclinó para colocar un rápido beso en sus labios.
— Yoshi tampoco lo entiende realmente, Kevin sabe por qué y trata de no presionar...— suspiro y cerro los ojos — El Quidditch me quitaba mucho tiempo y ya no lo estaba disfrutando como antes.
Con ayuda de Changmin, Sunwoo llevó sus tazas de té, esta vez se dirigieron a un sofá pequeño, uno a lado del otro, con el rubio estirando sus piernas encima de las piernas del moreno.
— Que asco — expresó Oh bajando su taza — ¿Como puedes beber esto?
— Es sólo para personas cultas — soltó divertido — Entonces...¿como has estado?
— Positivamente sin preocupaciones comparado contigo.
— ¿Enserio, Oh? — lo miro mal y le dio una manotazo a su muslo.
Changmin podía ver sus ojos entrecerrados por encima de su taza mientras bebía su té lentamente.
— Está bien, hubo un pequeño incidente con Kevin, bebió algo que no debía y se puso muy mal — Sunwoo casi se atragantó al oírlo — El problema no fue el, ya que afortunadamente pudimos salvarlo, el problema fue Yoshi al enterarse...
Pasaron unos minutos mientras bebían su té en silencio, pero Changmin no sabía estar mucho tiempo callado.
— Songjin también este preocupada por ti...
— Ya dije que no hay nada de que preocuparse...
— ¿No quieres o no la hay?
— Changmin — gruño.
— No veo por qué no puedes responder sí o no a una simple pregunta sobre si hay algo de que preocuparnos contigo, no te estoy pidiendo detalles.
— La respuesta es no.
— Pero...
— Oh — interrumpió severo.
— Iré a preparar algo que si tenga sabor — bufo y se levanto del sofá — ¿Quieres más té? — preguntó mirando al moreno y este asintió.
Changmin sabia que algo estaba mal con el moreno. Los ataques de pánico, las pesadillas, ese asunto que tiene con Kyugsoo. Hasta un ciego se daría cuenta que había muchas cosas por la cual preocuparse.
Cuando Changmin regresó al el con dos tazas llenas, una de te y otra de leche con chocolate, encontró a Sunwoo con la cabeza inclinada hacia atrás en el reposabrazos y los ojos cerrados. La expresión de su rostro le dijo a Oh que estaba pensando profundamente. Dejando las tazas en la mesita, se movió detrás de la cabeza del pelinegro, colocó sus manos sobre sus hombros y comenzó a masajearlos.
Sunwoo abrió los ojos y lo miró con curiosidad.
— ¿Qué estás haciendo?
— Pensé que eso habría sido obvio — sonrió tan inocentemente como pudo, pero obviamente Sunwoo no creyó en su sonrisa.
— ¿Por qué me masajeas los hombros?
Changmin se encogió de hombros — Parecías tenso y era un lugar fácil para empezar...
Sunwoo pareció aceptar esa respuesta e incluso se sentó para permitirle al rubio un mejor acceso a sus hombros y cuello. Con firmes movimientos de caricias, Changmin recorrió lentamente sus manos hasta los extremos de los hombros del moreno y de regreso a su cuello donde cambió a círculos de presión en los tensos músculos en la parte superior de la columna. Esto hizo que Kim inclinara la cabeza, exponiendo más su cuello.
Una sonrisa creció en el rostro del bajo, volvió sus manos a los hombros de Sunwoo y luego se inclinó para besar la carne expuesta frente a él.
— Mmm — murmuró con placer — No creas que puedes sacarme alguna información haciendo esto, porque no lo harás, no hay nada que decir ya no se cuantas veces tengo que repetir.
— ¿No puedo darte un masaje sin tener un motivo oculto?
— Sería inusual.
— Aunque...supongo que tu idea valdría la pena intentarlo — reflexionó Changmin en voz alta y rozó sus labios sobre el cuello de Sunwoo antes de lamer una línea hasta su oreja y mordisquear suavemente su lóbulo.
— No impediré que lo intentes — soltó divertido por donde iban las cosas.
— ¿Eso es un desafío Kim Sunwoo?
Changmin sintió el encogimiento de hombros en respuesta y pudo imaginarse la mirada de suficiencia que estaba seguro había en el rostro de Kim.
Secretamente le gustaba esa mirada en Sunwoo, pero obviamente no cuando estaba dirigidos a él.
— Haré que me digas qué es lo que tiene todos tus músculos anudados — desafío y mordió suavemente el lóbulo de la oreja antes de trazar besos por la línea que había lamido segundos antes, provocando un sonido desde lo más profundo de la garganta de Sunwoo.
Changmin se enderezó y se concentró en los músculos de los hombros y el cuello del pelinegro, trabajando con los dedos en todos los puntos tensos. Los gemidos casi inaudibles de Kim alentaron al rubio a explorar los músculos más abajo de la espalda y la presión que ejerció a través de sus dedos instó a Sunwoo a inclinarse más y estaba seguro de haber escuchado gemir "si" más de una vez mientras lo hacía.
Pero Changmin sabía que eso no sería suficiente para provocar que su orgulloso serpiente le diera información que quería y después de unos minutos, soltó al moreno y fue rápidamente a sentarse en sus piernas.
Los ojos plateados y agudos lo miraron, los mechones sueltos negros caían en su frente rebeldemente. Mientras Sunwoo parecía más relajado, Changmin sabía que todavía tenía algunos guardias levantados y podía ver el cerebro de Kim latiendo detrás de sus ojos brillantes.
No pasó mucho tiempo para que una sonrisa de todo menos inocente se extendiera por el rostro de Sunwoo y confirmara los pensamientos del rubio.
Manteniendo los ojos en el rostro del moreno, Changmin bajó las manos de los sólidos hombros y comenzó a quitarle la ropa. Desabrochando los botones de su pijama para después dejarlo caer al suelo. Cuando estaba por darle el mismo destino a su jersey, Sunwoo negó.
Changmin se mordió el labio, pero no añadió nada. Cuando pensó que se había desanimado, sintió manos familiares que comenzaban a explorar la dirección a su trasero.
Oh pasó sus dedos por el espeso cabello negro y se inclinó hacia adelante para besarse rápidamente antes de apartar las manos errantes.
— Si no me dices nada, no puedes tocar...
Sunwoo suspiró y entrelazó sus dedos detrás de su cabeza, aparentemente resignado a simplemente ver a su amante rubio terminar de desabotonar su propia camisa. Mientras capturaba los labios de Kim nuevamente, arrastró suavemente sus dedos en un patrón en zigzag por el torso desnudo del alto hasta su estómago y jugó con el final del caro pantalón pijama.
No fue hasta que Changmin sintió unas manos en sus caderas, buscando adentrarse a su pantalón para poder tocar su piel desnuda también, que rompió el beso y se maniobró fuera de su alcance en el otro extremo del sofá.
Sunwoo gimió y se dejó caer de nuevo en el reposabrazos, haciendo sonreír a Changmin ante la reacción.
Sus ojos viajaron de arriba abajo por el cuerpo que tenía delante mientras intentaba decidir cuál debería ser su próximo movimiento. Finalmente, bajó la mirada hacia el vientre expuesto de Sunwoo y procedió a colocar suaves besos sobre él.
Deslizó su brazo derecho detrás de la espalda de Kim y lo usó para acercarlo más mientras intensificaba los besos con suaves succiones y pequeños lametones en la tentadora piel.
Mientras Changmin concentraba sus besos en la parte inferior del abdomen del pelinegro, usó su mano izquierda para acariciar la cadera y los muslos, lo que fue recibido por suaves jadeos. Evitando deliberadamente la longitud abultada de los pantalones de Sunwoo, besó a lo largo de la línea del pantalón para besar su cadera, luego lamió una línea hasta el otro lado, con Sunwoo dejando escapar un pequeño grito ahogado mientras cruzaba la mitad de su cintura.
— ¿Tienes algo que decirme, amor mio? — preguntó con tono triunfal.
— No.
— Como desées...
Changmin comenzó a hacer lametones cortos y burlones debajo de la cinturilla del pantalón, se inclinó hacia atrás desde el bulto atrapado y agarró la parte superior de los pantalones para tirarlos hacia abajo y liberar la erección.
Sunwoo levantó las caderas para ayudar mientras Changmin se aseguraba de que la ropa no le estorbara, pero notó que las caderas permanecían erguidas. Al notar la súplica silenciosa, se movió para pararse al lado del sofá y solo entonces el moreno se dejó caer sobre el cojín del sofá mientras miraba al rubio.
— ¿Estás seguro de que no quieres contarme ni el detalle más insignificante sobre algo que pueda hacer que te ayudemos?
— No hay nada que me inquieta, en mi mente sólo estas tu como siempre...
Changmin frunció el ceño y maldijo porque eso fue muy lindo viniendo de el. Fueron momentos como estos los que hicieron que Oh quisiera mirar esos brillantes ojos grises mientras hacían el amor y asegurarse de que el hombre de cabello oscuro supiera lo especial que también era.
— ¿Así que vas usar mi debilidad por lo cursi contra mi?
— No es como si tuviera otra opción — fingió no gustarle.
Changmin se quitó los pantalones, trató de quitárselos demasiado rápido y casi se cae, pero una mano fuerte lo agarró de la cintura para estabilizarlo. Bajó la mirada hacia una amorosa mirada plateada y sin perder más tiempo, se fundio en sus labios una vez más.
La lengua de Changmin se adentró en la boca Kim al instante, deslizando su mano detrás de su cabeza y dentro de los desordenados mechones negros una vez más. Empujó sus caderas hacia adelante para juntar sus duras longitudes. Sunwoo gimió ruidosamente cuando Oh tomó su pulso con la lengua y lo tapó con la boca, chupando y lamiendo ese dulce punto hasta que escuchó su nombre.
Changmin no pudo evitar sonreír antes de cambiar sus besos debajo de la mandíbula y disfrutar de la suave piel que encontró allí, segundos después sintió una mano vagando por su pierna y tratando de encontrar el camino entre sus glúteos. Tomo la traviesa muñeca de Kim y luego entrelazó sus dedos.
— ¿Enserio pensaste que te dejaría tocarme tan fácilmente? — cuestiona mientras besaba a lo largo de la mandíbula de Sunwoo y movía sus caderas para crear la fricción que la mano había estado buscando.
Recibió una risa, junto con un gemido en respuesta a sus acciones — Pensé que te vendría bien el estímulo positivo ya que no vas a obtener ninguna respuesta de mí.
Changmin acarició a lo largo de los fuertes brazos, mirandolo mientras se mordió el labio. Se levantó de los muslos y se paro frente a el, para después posicionarse de rodillas, haciendo al alto jadear.
— ¡Oh, dios!
Changmin cerro los ojos y empezó a trabajar alrededor del miembro palpitante, lamió el costado de la ingle y separó las piernas para tener un mejor acceso. Sujetando las rodillas del otro hombre, exploró con su boca, disfrutando de los sonidos desesperados y las contracciones involuntarias que estaba provocando. Mirando a Kim, se alegró de ver que los fuertes brazos se habían quedado donde los había dejado y parecía como si Sunwoo hubiera estado agarrando el reposabrazos para sostenerse durante el ataque de Changmin.
Bajando los ojos, Changmin observó los pequeños movimientos del pene de Sunwoo antes de cerrar la distancia y con cuidado colocó sus labios alrededor de una de los testículos de color rosa oscuro, chupándola en su boca.
— ¡Joder! ¡Oh, mierda! — exclamaba complacido con la reacción.
Changmin comenzó a explorar con su lengua mientras su boca aún encapsulaba el delicado saco.
— Siii, Changmin...
Al rubio le encantaba escuchar las súplicas de ese Slytherin de sangre pura, especialmente cuando usaba su nombre.
Después de dejar libres los testículos de Kim, no antes de humedecerlo con sus besos, succiones y lamidas, subió de nuevo para estar cara a cara frente al alto.
Sunwoo lo tomo del cuello y lo beso con fuerza, tomando su cintura y haciéndole sentar de nuevo en sus piernas.
Changmin jadeo cuando la mano de Sunwoo acaricio su húmedo pene debido a su saliva y con esa humedad mojos sus dedos.
— ¡SUNWOO! — grito al ser penetrado por los dedos de Kim.
Sunwoo lo beso detrás de la oreja en modo de disculpa.
Volvió a jadear antes de relajarse en el toque de Sunwoo. El moreno empezó a mover los dedos, cada vez intentando llegar mas profundo, asegurándose de que se deslizara fácilmente antes de agregar un segundo.
A medida que avanzaba en la preparación, Changmin se inclinó para capturar sus labios, sintiéndose abrumado por la fuerza apasionada detrás del beso. Lo hizo anhelar que Sunwoo lo empujara dentro mientras lo besaba con todo lo que valía, quería tener el pene del moreno donde estaban actualmente sus dedos y solo había una manera de hacer que eso sucediera.
— ¿Algo que decir, Oh?
— Follame~ — pidió sin una pizca de vergüenza.
Sunwoo sacó sus dedos rápidamente y Changmin al instante abrió más sus piernas y levantó su trasero para darle mejor acceso.
Se besaron de nuevo, mientras Sunwoo tocaba los glúteos de Oh, amansando como deseaba hacerlo cuando el rubio lo detuvo.
El bajo ladeó la cabeza y abrazo al pelinegro del cuello, mientras sentía la cabeza del pene de Kim alineándose en su entrada.
La longitud de Sunwoo se deslizó en el interior del de hoyuelos lentamente, cada centímetro le hacía más difícil resistirse a empujarse de una sola embestida, Changmin lo ayudó sentándose hasta meterlo completamente.
Pasaron solo unos segundos antes de que Sunwoo diera un pequeño movimiento hacia adelante con sus caderas diciéndole al rubio que estaba más que seguro para continuar, pero Changmin no iba a ser apurado innecesariamente.
— Sabes...si solo me contaras que te esta pasando podrías tener más influencia sobre el ritmo — aconsejó con una sonrisa en su rostro.
Sunwoo suspiró y echó la cabeza hacia atrás en lo que Changmin creía que era frustración, pero no pronunció una palabra. El movimiento mostró su cuello y exhibió aún más los músculos de su torso y no pasó mucho tiempo hasta que Oh se separó lentamente y volvió a sentarse. La velocidad de su empuje se desarrolló gradualmente antes de encontrarse agarrando uno de los muslos de Sunwoo, apoyando sus brazos de los respalderos del sofá.
Fue entonces cuando finalmente tocó su debilidad dentro de su interior y empezó a autopenetrarse mucho mas profundo.
— ¡Por dios, Sunwoo!
Changmin se inclinó y besó a su hermoso Slytherin de ojos grises mientras estaba sentado profundamente dentro de él y Sunwoo lo ayudaba mientras apretaba ambos glúteos del rubio.
Changmin arqueo mucho mas la espalda, dándoles a ambos un mejor ángulo para empujar. Sunwoo sostuvo las piernas de Oh para estabilizarlo mientras continuaba moviéndose dentro y fuera del apretado agujero, el placer creciendo bajo sus testículos.
— Si, así — gemía Changmin tirando la cabeza para atrás — Más rápido...
Sunwoo lo abrazo y acelero su ritmo, destruyendo la próstata de Changmin mientras oía esos exquisitos gemidos como premio.
— ¡Mierda! Te amo...agh...te amo tanto...t-tanto tanto.
Changmin disparó su liberación mientras gemía con los ojos cerrados, fueron solo unas pocas embestidas después de que la cabeza de Kim se enterró en el largo cuello y todo su semen termino muy dentro del hombre que ama.
Recuperando el aliento y esperando que su ritmo cardíaco se desacelerara, Changmin se desplomó sobre el pecho del moreno, mientras que este se dejaba caer totalmente en el sofá.
Segundos después sus ojos se encontraron, los ojos grises parecían cobrar vida, mientras que Sunwoo veía los ojos brillantes de Oh. La emoción en esos ojos nunca dejaba de asombrar a Sunwoo y esperaba que la misma emoción se mostrase a través de sus ojos plata en ese momento.
Sin quitar el pene de su interior, Changmin se acomodo para que el mentón del moreno quedará encima de su cabeza. El calor compartido entre los dos cuerpos desnudos fue reconfortante para ambos. Era lo que necesitaban.
— No debería decirte las cosas más a menudo — susurró Sunwoo en el cuello de Changmin y lo puntuó con un beso.
— ¿Entonces si estas ocultando algo? — cuestiono y solo recibió otro beso en el cuello en respuesta.
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