014
Por mucho que intentara negar sus sentimientos, Sunwoo sabía que se estaba hundiendo cada vez más en Changmin.
La semana pasada había sido una montaña rusa de emociones para él. En los momentos lejos de Changmin, reflexionó sobre la situación y trató de encontrar una respuesta a su confusión. Parecía que había tomado una decisión de una vez por todas, pero luego veía a Changmin y su determinación se desmoronaría y sería arrastrada por el viento.
Otro día pensó que había tomado su decisión, pero luego la cambió de nuevo a los pocos segundos de ver a Changmin.
Cuando Sunwoo tenía planeando hablar con él, veía a Changmin sonreír y todo el pensamiento consciente se salia volando por la ventana.
No quería hablar de sus preocupaciones con Changmin, eso indicaría que había estado pensando en "ellos" y no quería admitirlo en absoluto. No quería parecer indeciso e inseguro, lo estaba, pero no quería que el rubio lo supiera.
Changmin parecía tan seguro de sí mismo la mayor parte del tiempo. Como si supiera lo que quería hacer y simplemente seguía adelante y lo hacía. Era intrépido y Sunwoo admiraba eso en él, aunque también lo molestaba.
Deseaba que no fuera tan difícil. Deseó que toda esta situación no estuviera causando estragos en su cabeza y que no se sintiera partido en dos. Tener dos mitades tan contradictorias fue agotador, por decir lo menos. Podía hacer como un avestruz y hundir la cabeza en la arena pero ¿cuánto tiempo podría durar eso? Le asustaba pensar en Changmin y él en el futuro, porque no podía ver ningún futuro para ellos en absoluto, al menos no juntos.
Sunwoo ingreso en la sala de menesteres y vio a Changmin parado mirando a través de la ventana, camino hacia el y lo abrazo por detrás, descansado su mentón en el desastroso cabello.
Sunwoo sintió que Changmin lo envolvía a salvo y sus pensamientos anteriores salieron de su cabeza como se esperaba. Oh era tan genuino y puro.
— Buenos días — saludo el rubio cerrando sus ojos, disfrutando los brazos de Sunwoo envolver su cintura.
— Lo es ahora — respondió y beso la cabeza rubia.
Era fácil olvidar el mundo exterior cuando estaban así. Nada importaba excepto Changmin, el era su paz.
Era seguro y cálido en los brazos del rubio. Su cuerpo se sentía frío y extrañamente solo por sí mismo y solo encontró consuelo en el compañero perfecto del cuerpo de Changmin arropado contra el suyo.
El bajo giro y se planto frente al moreno. Llevo sus brazos a sus hombros y su rostro a su cuello, dejando lentos besos.
Los dedos de Changmin se hundieron suavemente en su espalda mientras empezaba a darle succión a sus besos sobre la piel de su cuello. Oh dejó escapar un leve gemido cuando Sunwoo besó un camino lento a lo largo de su cuello. Terminó su viaje en los labios de Changmin. Disfrutó inmensamente cuando pasó su lengua sobre la de el, lo que provocó los sonidos más dulces que hicieron que el cuerpo de Sunwoo se estremeciera.
Derramó besos en esos labios suaves y mordisqueando de vez en cuando. Changmin levantó sus manos y las colocó sobre las mejillas del moreno, haciendo que este se relajé por completo.
— Mi piel te extraña cuando no estás conmigo — confesó Changmin con los ojos cerrados.
Sunwoo pudo apreciar esa frase por completo. Se sentía exactamente de la misma manera.
— Mi pene te extraña cuando no lo estas chupando — trató de cambiar el ambiente.
Y lo logró, porque Changmin abrió los ojos solo para mirarlo mal.
— Llegaremos tarde para el desayuno si seguimos aquí — recordó el moreno.
Changmin asintió de mala gana y Sunwoo dejo un beso sobre su cabello antes de alejarse.
Inmediatamente cuando Sunwoo salió al corredor, la cálida manta se le cayó y se vio envuelto en frío una vez más. Se echó hacia atrás el pelo con frialdad; necesitaba resolver esto.
Solo toma una decisión y ve con ella, pero ¿qué ruta tomar? O más concretamente ¿qué seguir, su corazón o su mente?
Ya siendo la hora de pociones, Sunwoo estaba con Eric, sentados en sus lugares habituales. Miraba aburrido como la clase se llenaba poco a poco, hasta que finalmente ingreso la persona que quería ver.
Changmin llego con su espantoso séquito de Gryffindor, totalmente ignorante a su presencia. Esta vez no tenia la túnica, solo la camisa afuera del pantalón, la corbata sin anudar, las mangas arremangadas y el pelo alborotado.
Ahora si su pene lo extrañaba con necesidad.
El profesor Do entró con algunos reproches cortantes antes de comenzar la lección. Iba a hacer un cuestionario, lo que hacía a menudo ahora, solo para tomarlos con la guardia baja. Una ronda relámpago rápida para ser precisos, para horror de muchos de los estudiantes.
Sunwoo sonrió cuando Kyugsoo volvió sus ojos negros como el carbón hacia Nori.
— Dígame, señor Kanemoto — habló con su voz profunda — ¿Qué grupo de pociones tiene una poción en particular que requiere tres partes de polvo de ginkgo?
La clase se quedó en silencio y Sunwoo casi podía imaginar las mazorcas girando lentamente en el inepto cerebro de Nori.
— Uhm... — murmuro débilmente el japonés.
— Estas son pociones de nivel EXTASIS — espetó Do enojado — Estaremos aquí hasta el próximo año cuando respondas — gruño mirandolo mal.
El pelinegro sonrió y pudo imaginar la cara de cabeza de zanahoria poniéndose tan roja como su cabello.
El profesor de Pociones negó con la cabeza disgustado — ¿Alguien más?
Sunwoo amaba las pociones. Naturalmente, era bueno en eso y siempre era divertido ver a Do castigar severamente a los Gryffindor. Hizo que la lección fuera mucho más agradable.
Los ojos de Kyugsoo recorrieron las filas y parecieron aterrizar en Oh.
— ¿Es usted capaz de aturdirnos hoy con su infinita sabiduría, señor Oh?
El tono del profesor era seco y decididamente sarcástico. Sunwoo, aunque antes se alegraba de la obvia aversión de Do por Changmin, ahora se preguntaba cuál era la verdadera razón detrás de ello.
¿Porque su padrino odiaba tanto a Changmin?
Tal vez esas "clases de recuperación" que Oh había tomado el año pasado habían hecho que Do lo odiara aún más.
La clase esperó de nuevo y la clara voz de Changmin rompió el silencio.
— Una poción de memoria señor.
Do parecía terriblemente insatisfecho de que Changmin supiera la respuesta. Sunwoo observó con diversión, sin embargo estaba contento de que su chico supiera contestarla.
La clase terminó y los estudiantes corrieron hacia la puerta, Sunwoo se levantó decidido a salir, hasta que alguien chocó contra él por detrás.
— Lo siento — se disculpó una voz suave con tono educado.
El moreno sintió una mano deslizarse en el bolsillo de su túnica y mantuvo la cara inmóvil. Entonces se giró y vio la espalda de Changmin retrocediendo y se tocó brevemente el bolsillo para sentir un trozo de papel.
Segundos después paso Yoshi, chocando su hombro con la del moreno, pero a diferencia de su amigo, el japonés no se disculpó.
Sunwoo solo se acomodo su mochila y salio del aula. Una vez que llegó a la sala común, fue a su habitación y luego sacó el pequeño trozo de papel para leerlo.
"Si puedes venir, te espero en nuestra habitación.
O.C"
Y allá vamos con las reservas...
No quería ser el perro faldero de Changmin, no quería estar corriendo alrededor de el cada minuto que tenía, no quería ser blando.
Luego se sintió culpable porque sabía que Changmin ni siquiera estaba pensando de esa manera. Solo quería pasar tiempo con el, ese idiota solo era dulce ¿Por qué diablos era tan malditamente dulce? No debería serlo, no después de todo, no con el al menos.
Por mucho que quisiera seguir odiando a Changmin, se encontró incapaz de hacerlo. Sunwoo respiró hondo, sus pensamientos una vez más sacando lo peor de él.
Un Kim y un Oh simplemente no se mezclaban.
Un Gryffindor y un Slytherin.
Un sangre pura y un sangre mestiza.
Eran la antítesis el uno del otro y por cliché que parezca, todos eran ciertos. Todas son ciertas, reiteró su mente una vez más.
No quería ser el novio de Oh Changmin, no podía. Todavía tenía estatus, ser un Kim de esa sangre todavía tenía prestigio, pero si estuviera con Oh no sería nadie ¿Por qué Changmin no pudo haber sido un "don nadie" en esta ecuación? Habría sido mucho más fácil de resolver entonces.
Se sentó en el sillón frente a la enorme chimenea y miró inexpresivamente las llamas parpadeantes. Había tantos otros chicos a los que podría estar prestando atención. ¿Por qué él?
Finalmente decidió dejar sus pensamientos a un lado y fue al sexto piso. Abrió la puerta y Changmin ya estaba allí, de pie junto al escritorio, al notar su presencia sonrió mostrando sus hoyuelos.
— Me alegro de que hayas venido...
Sunwoo también estaba contento de haber venido. Changmin caminó hacia él y lo abrazó con fuerza.
Oh era muy táctil, Sunwoo había notado eso en él tan pronto como comenzaron a verse. Le gustaba abrazar y que lo abrazaran y extrañamente a Sunwoo le gustaba abrazarlo y que el lo abrazara.
— Entonces ¿Cuál fue la repentina necesidad de encontrarnos? — preguntó mientras Oh dejaba un pequeño beso en sus labios.
— No lo sé, solo me apetecía — se encogió de hombros.
— No puedes tener suficiente de mi, admitelo.
— Si — asintió seguro — lo hago.
Sunwoo estaba nuevamente desconcertado por las francas declaraciones de Changmin. Palabras de esa naturaleza parecían fluir fácilmente de sus labios.
— Uh, lo olvide — sonrió el rubio — Tengo algo para ti.
Changmin metió la mano en su bolsillo, sacando una barra de chocolate, causando que los ojos de Sunwoo brillarán.
— Un chocolate...
— Vaya señor observador, diez puntos para Slytherin por su magnífico descubrimiento.
Sunwoo giro los ojos y Changmin llevo la barra de chocolate a sus labios. Le dio una mirada al moreno donde lo desafía a tomarlo.
El pelinegro mas que encantado por obtener sus dos cosas favoritas, la boca de Oh junto a un chocolate, se acerco a tomar ambas cosas con sus labios.
Tomo la pequeña barra con sus dientes y luego sacó la lengua para meterla por completo dentro de la boca Oh y el rubio lo succiono al instante, haciéndolo gemir.
Tomó del cuello al bajo y profundizó el beso, sintió las manos de Changmin aferrarse a él y Sunwoo chupó lentamente el chocolate; derritiéndolo sobre sus lenguas y dejándolo deslizarse en sus bocas, absorbiendo el sabor y la sensación.
Oh se estremeció en sus brazos y gimió cuando quedó la última astilla, el moreno arremolinó su lengua alrededor de la de Changmin. Intensificó el beso aún más, chupando el resto del velo de chocolate que cubría la lengua de Changmin.
Ambos jadearon por oxígeno tan pronto como Sunwoo separó sus labios.
— Si que te gusta el chocolate...
— Si y mas si viene acompañado por berrys.
— ¿Que?
— Nada — sonrió — Yo me entiendo...
Sunwoo lo abrazó con fuerza, sus dedos recorriendo la masa larga, espesa y brillante de cabello rubio. Besó su mejilla y se quedaron en silencio, envueltos en los brazos del otro.
Muchos minutos habían pasado así. Sunwoo nunca pudo darse cuenta del tiempo que había pasado como un borrón. Era una pena que aún no hubieran aprendido un hechizo que detuviera el tiempo. Se preguntó si incluso había uno.
Ambos se hundieron en el sofá, Changmin dejó caer su cabeza en el regazo de Kim y este movía su dedo sobre la suave mejilla de Oh. Trazó delicadamente la cicatriz de la frente con su dedo. Las primeras veces que había tocado la cicatriz de Changmin, el lo había mirado con una expresión ligeramente cautelosa, parecía sentirse incómodo, pero ahora no parecía importarle en absoluto.
Changmin alzó su brazo derecho y bajó la cabeza de Sunwoo hasta que sus labios se encontraron, cuando el dulce beso finalizó, el moreno depósito suaves besos sobre la frente del rubio.
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En la hora de la cena, Sunwoo se encontraba mirando aburrido su comida, hasta que oyó aleteos muy conocidos.
Levanto la cabeza y vio a su lechuza volar hacia él para después dejar caer una carta. Lo atrapó confundido y trago grueso al leer de quien se trataba.
Era de su mamá.
De repente sintió que se le helaba la sangre. ¿Se había enterado su madre de alguna manera sobre él y Changmin? Sacudió la cabeza. No necesariamente significaba eso, su madre a veces le enviaba cartas y paquetes a menudo. De hecho, solo lo había hecho la semana pasada.
Suspiro y lo puso en la mesa al lado de su plato y bebió su jugo de calabaza. Observó el sobre blanco con cautela y rápidamente se limpió los labios con la servilleta, lo recogió y salió del gran comedor.
Su corazón latía extrañamente mientras bajaba más allá de las Mazmorras. Se sintió mareado de repente.
Lo abrió una vez que llegó a sus dormitorios y comenzó a leerlo en la privacidad de su cama.
" Estimado hijo.
Me disculpo por no haberte escrito una carta la semana pasada junto con el paquete. He estado ocupado en otras cosas, pero quería felicitarte por tu victoria en el partido de Quidditch de la semana pasada. La Señorita Songjin me informó y me sorprendió que no me hubieras escrito y fueras tu el que me lo hubiera dicho. Sin embargo, bien hecho. Tu padre estaría orgulloso como lo estoy yo. Espero que esta sea una de muchas victorias para ti, mi querido hijo.
Sé que lo harás bien y harás que el apellido Kim esté a la altura de su aclamación, porque nunca me has decepcionado mi Sunwoo. Alcanza tu máximo potencial y enorgullécete a ti y a nosotros. Muestras a esas otras casas exactamente de qué estás hecho: un Kim y un Slytherin son una combinación imbatible. Siempre lo han hecho y siempre lo serán.
Prevalecerás, lo sé.
Cuídate mi vida, te veré en las vacaciones.
Tu cariñosa Madre"
Releyó la carta unas cuantas veces más antes de deslizarla en su baúl. Sintió que le ardían las mejillas y le faltaba el aire.
Su padre, su madre.
¿Qué diablos pensaba que estaba haciendo? Sintió que una pequeña burbuja histérica comenzaba a estallar en la boca de su estómago. Estaba amenazando con viajar y estallar en su pecho cuando sintió el comienzo de una risa maníaca gorgoteando en su garganta.
Sus padres nunca tolerarían tal aberración en su comportamiento. No podía hacerle esto a sus progenitores, las personas que lo habían vestido, alimentado y amado ¿Y él iba a abofetearlos con esto? ¿Cómo pudo siquiera haber comenzado a ignorar a su padre de una manera tan espantosa? Su padre estaba atrapado en la cárcel, Changmin había estado allí la noche en que lo atraparon y no hacía falta ser un genio para que la razón por la que todos se habían congregado allí en primer lugar fuera por Oh.
Nunca podría hacerle eso a su madre y se estremeció al siquiera pensar en cómo sería la reacción de su padre.
¡No podía decepcionar a su padre de esta manera! Tenía que defender el nombre de la familia, no besuquearse con el responsable del encarcelamiento de su padre.
Sus padres siempre serán primero, lo amaban y estaba agradecido de que ellos se preocuparan tanto por él. Había gente por ahí que trataba a sus hijos como una mierda, el tuvo suerte. Amigos y amantes iban y venían, pero sus padres eran lo único seguro en su vida.
Si salían noticias sobre él y Changmin, tendría serias repercusiones en su familia. Se sentía tan avergonzado de sí mismo ¿Qué pasa si los otros Slytherin se enteran? Algunos de sus padres estaban involucrados en las actividades del Señor Oscuro. Los padres de Sohn y Heo también habían sido atrapados esa noche. El marido de su tio había sido enviado una vez más de regreso a Azkaban. Esta era la vida real, no una novela romántica mágica. Sunwoo sería linchado si se supieran que estaba viendo a Changmin.
Sus pensamientos se aceleraron y sintió como si le hubieran quitado la alfombra debajo de él. La dura realización se estrelló contra él con toda su fuerza condenatoria. Esto no podía continuar. Había estado teniendo dudas toda la semana pero ahora finalmente había recibido su llamada de atención.
Había estado buscando una respuesta, una solución. Bueno, aquí estaba en blanco y negro. Una absolución.
Ser un Kim era lo primero y más importante. Su lealtad familiar estaba por encima de todo y en un momento como este debe haber estado loco para tener algún tipo de coqueteo con Changmin.
Su padre estaba esperando la fecha de su juicio y el eligió ahora para reunirse con Changmin. Sabía que su padrino nunca comento nada porque antes estaba influenciado por una poción muy poderosa ¿pero ahora cual era su excusa?
No estaba tan hambriento de un toque tierno y un beso, podría obtener muchos de otros participantes dispuestos. No tenía que ser justo los de ese idiota miopie los que necesitaba.
Siempre supo que su padre había sido un mortífago. Su padre había repetido historias de cuando los Sangre Pura habían reinado en el mundo mágico y aunque no lo había dicho abiertamente, había hablado de cuando el Señor Oscuro estaba en el apogeo de su poder y cómo los Kim se habían beneficiado de ello.
Tenía la sensación de que su padre estaba frustrado porque el no cumplió con sus expectativas y tenía razón al pensar tal cosa. ¡Solo mire lo que su hijo estaba haciendo en la escuela! Su padre estaría absolutamente asqueado y muy enojado. Oh dios, estaría tan enojado ¿Así fue como vengo la captura de su padre? Besando al chico que había sido responsable de ello.
Tal vez su padre no le confiaba la magia oscura, pero Sunwoo no había cuestionado su razonamiento. Su padre le compró todo lo que siempre había querido, dándole una infancia buena y lujosa.
La gente se sintió amenazada por los Kim incluso después de la caída del Señor Oscuro. La incertidumbre de si Kim Jongin era un Mago oscuro o no, siempre había hecho que la gente tratara a la familia con cautela y tímido respeto. No solo eso, sino que los Kim eran una familia de sangre pura, rica y atractiva. Parecían tenerlo todo y Sunwoo siempre se había sentido orgulloso de eso.
Y ahora su padre ya no estaba aquí y hasta que saliera, le tocó a Sunwoo ponerse en su lugar. Tenía que ser el hombre de la casa ahora, tenia que asumir la responsabilidad.
Su madre no quería que él obtuviera la Marca Tenebrosa, pero no había necesidad de que descartara por completo todo lo que su padre había representado.
Miro su brazo y pensó en lo orgulloso que estaría su padre si un hermoso tatuaje de serpiente se dibujara en su piel, no era solo por el dibujo, mas bien lo que representaba.
Sunwoo miró hacia el techo y suspiro. Era bueno que se hubiera dado cuenta ahora y pudiera terminar rápidamente con Changmin. No tenía sentido dejar que esto continuara más allá de su destino obvio. Se odiaba a sí mismo por dejar que la situación llegara tan lejos. No importaba lo que sintiera por Changmin.
De hecho, no sentía nada por Oh Changmin, nada en absoluto.
Tales pensamientos atormentaron su mente hasta que miró la hora. Se encontraría con Changmin en un rato y todo terminaría.
Subió temprano a la habitación y se sentó esperando a que llegara. Los minutos pasaban y Oh llegaba tarde. Sunwoo sintió que los nervios crecían con cada segundo y se sintió agitado. De repente, la puerta se abrió de golpe y entró un Changmin muy rojo y despeinado.
— Lo siento — jadeó casi sin aliento mientras cerraba la puerta detrás de él.
Sunwoo lo miró fijamente, fijándose en su apariencia desaliñada a pesar de que su corazón galopaba incómodamente.
— ¿Has corrido hasta aquí? — preguntó tratando de mantener la voz firme.
Changmin se encogió de hombros desinteresado — No quería extrañarte...
El rubio todavía estaba de pie junto a la puerta y se frotó el ojo rápidamente debajo de las gafas. Sunwoo respiró trémulamente y miró a Oh por un momento.
Mierda, no puedo...
— ¿Kim? — preguntó caminando perezosamente hacia el.
Y apenas lo tuvo cerca, Sunwoo lo tomo en brazos, fue una reacción tan automática que lo hizo sin pensar.
— ¿Estas bien? — preguntó el bajo acariciando el cuello del pelinegro.
Sunwoo asintió. Por supuesto que estaba bien, si estaba en los brazos de Changmin.
Changmin río cuando la nariz de Sunwoo empezó hacerle cosquillas.
Lo haré en un minuto, pensó Sunwoo. Solo necesito decirlo correctamente para que capte el mensaje muy claramente, sin poder malinterpretar lo que tengo que decir.
Rápido, corto, conciso y al grano. Frunció los labios preparándose para comenzar.
Apenas Sunwoo lo vio, Changmin lo calló con un dulce beso, luego fue seguido por muchos piquitos.
— ¿Esto esta mejor? — bromeo el rubio abrazándolo con mas fuerza, puesto que sospechaba que el moreno estaba intranquilo.
— Si, eso es mejor — respondió con los ojos cerrados.
Era mejor, sostener a Changmin cerca era mejor, besarlo era mejor. Estar con el era mejor, pero no tenía sentido luchar contra lo inevitable. Por el amor de Merlín, esto tenía que detenerse.
Changmin deslizó sus brazos alrededor del cuello de Sunwoo y lo besó cálidamente, pero el moreno se separo solo segundos después.
— Oh, yo...uhm — Sunwoo repentinamente se quedo sin palabras —E'hm...yo — Changmin lo miraba esperando que termine — No puedo quedarme por mucho tiempo esta noche...
— ¿Eso es todo?
Joder esto era difícil, no podia simplemente decírselo, pero no había tenido tiempo de pensarlo bien.
Si quería hacer una ruptura limpia, entonces necesitaba tiempo para pensar qué decir. Sí, formar algún tipo de mezcla coherente de palabras que llevaría algún tiempo componer si se hiciera correctamente.
Se separo y tomo la mano del rubio y lo llevo al sofá, hizo que Changmin se sentara, luego el se tiro a sus piernas, acurrucandose como un animalito en busca de afecto.
No quería verlo, se estaba escondiendo de su cobardía y culpa. Changmin solo paso sus dedos por la cabellera negra y le propino ligeros masajes
Cerró los ojos ya no queriendo pensar en nada, pero una molestia se apoderó de el. Una vez que haya terminado con Changmin, entonces el rubio estaría haciendo esas "cosas" con otra persona. La idea hizo que a Sunwoo se le revolviera el estómago. No confiaba en que nadie tocara a Changmin como él lo habría hecho. Cualquier otra persona que le pusiera un dedo encima a Changmin le producía náuseas.
Pero sabía que era justo que Changmin experimentara esas cosas con alguien con quien tendría un compromiso a largo plazo. Sunwoo realmente no debería dejarse llevar tan emocionalmente a él.
Sunwoo sintió como los mimos bajaban a su cuello y suspiro.
No puedo hacerlo, no ahora. Lo haré mañana, pero hoy no.
Changmin alborotaba su cabello suavemente, a veces dejando que sus dedos se detuvieran en sus mejillas, Sunwoo movió un poco la cabeza para verlo. Oh no tenía idea de cómo lo hacía sentír. Se veía tan tranquilo y dulce y Kim se sentía como la mierda más grande que caminaba sobre la tierra.
¿Por qué estás haciendo esto tan difícil, eh? le preguntó a Changmin en silencio. Si era cualquier otra persona, Sunwoo ya se hubiese librado en segundos. A la primera señal de incomodidad lo habría terminado, pero Changmin era diferente. No se parecía a nadie con quien Sunwoo hubiera estado alguna vez.
De repente Changmin dejó de mover los dedos y Sunwoo extrañado se atrevió a mirar a Oh.
Sonrió porque de eso era de lo que hablaba. Changmin era único, velo allí, el era quien estaba acariciando a Sunwoo para calmarlo, pero fue el quién se había dormido.
Kim se enderezó y besó su cabeza suavemente, mientras le quitaba las gafas y las colocó en el reposabrazos. Era realmente poético: Oh dormido así, tan confiado en su naturaleza y Sunwoo mientras tanto albergaba pensamientos tan culpables.
Odiaba que Changmin confiara en el, abriéndose a Sunwoo, dandole paso libre para que pudiera arruinarlo. No necesitabas intercambiar historias de vida para tener y sostener a alguien en tus manos. Tenerlos físicamente te daba mucho más poder y responsabilidad y Sunwoo no estaba seguro de poder manejar tal tarea.
Deslizó sus dedos por el cuello del rubio. Le dolía la garganta y respiró hondo e intentó forzar sus tragos lo más fuerte que pudo, para evitar que el dolor se hiciera más grande. No debería prolongarlo realmente. A la larga, era mejor para él y para Changmin.
Entonces sonrió con tristeza, no pudo evitarlo y miró el rostro que tenía delante. Observó cada detalle de cada pestaña, el color de su piel, la curva de sus labios. El cabello rubio platinado que caía en largas capas sobre su rostro. Sunwoo acarició un mechón suave hacia atrás y el bajo se movió ligeramente, enrollando su brazo alrededor del moreno y presionando su rostro contra la clavícula de este.
Sunwoo sintió que su corazón se hinchaba y rápidamente trató de aplastar el maremoto que estaba a punto de apoderarse de él. Descansó su mejilla contra el cabello de Oh y lentamente deslizó su brazo debajo de la cabeza de Changmin, apretándolo contra su pecho, el rubio se acurrucó contra su cuerpo y Sunwoo lo tomó en sus brazos, acariciando suavemente su cabello.
Sunwoo podía seguir fingiendo que todo iba sobre ruedas, pero no era así. Su pequeño secreto les habría estallado en la cara en poco tiempo y luego ¿qué pasará? Tal vez Changmin tenía la costumbre de arrojarse al fuego a intervalos regulares, pero Sunwoo no estaba preparado para eso.
Besó el cabello de rubio y se quedó quieto, sosteniéndolo cerca. Dejó que Changmin durmiera durante más de media hora y finalmente lo instó a despertar.
— Oh...— murmuro suavemente, apretando su hombro — Vamos, despierta...
Changmin gimió y se acurrucó mas.
— Oh, despierta si no quieres que te tire de mi cuerpo.
Changmin rápidamente abrió los ojos asustado, ya que sabía que Kim era capaz.
— ¿Donde estamos?
— Te quedaste dormido.
Los ojos de Changmin se abrieron levemente y pareció desorientado por un momento.
— ¿Me quedé dormido? ¿Por qué me dejaste dormir?
— No te deje hacerlo, solo lo hiciste — respondió chasqueando la lengua.
— Bueno, es tu culpa...
— ¿Mi culpa de nuevo? — sonrió arqueando la ceja.
Changmin asintió y se acomodo mejor en los muslos del moreno y recosto su cabeza en su pecho.
— Ojalá pudiera dormir contigo todas las noches...
Sunwoo sintió una puñalada ante la elección de palabras de Changmin. Era una oración tan pequeña y simple, pero lo atravesó con dolor.
— Oye..— llamo el rubio levantando la cabeza — ¿No, dijiste que no podías quedarte mucho tiempo?
— Un chico puede cambiar de opinión Oh.
Changmin puso los ojos en blanco y se separo de Kim para sentarse a un lado.
— Cuando salgas de aquí ve directo a tu habitación, quiero que duermas, nada de andar por ahí metiéndote en problemas.
Changmin sonrió y fue a buscar su pequeño beso.
— No lo se, tal vez vaya a molestar a cierto prefecto... Tal vez lo conozcas, es jodidamente sexy.
El corazón de Sunwoo luchó por estar a salvo cuando sintió que se convertía en gelatina.
— Arg, te odio — gruño y tomo el rostro de Changmin y lo beso.
Changmin cruzo sus brazos tras su cuello y ladeó la cabeza recibiendo todo de Sunwoo.
Cuando se separaron, Sunwoo le entregó sus lentes y el rubio sonrió.
Ambos se levantaron y Sunwoo tomo la mano del bajo mientras caminaban hacia la puerta.
— Largo — hecho el moreno y levanto la mano del bajo y dejo un beso en el dorso de esta.
Changmin asintió y se paro de puntillas para darle su beso de buenas noches.
Sunwoo observó su espalda alejarse y sintió como si su corazón hubiera sido arrojado en cemento húmedo, secado y luego vuelto a poner en su pecho. Se sentía tan pesado, le estaba aplastando los pulmones.
Esto era lo correcto para ambos. Sus padres son primero se recordó.
Mañana, lo haré mañana...
Mañana mismo todo lo que tenia con Changmin habrá terminado.
Se suponía que este fic seria todo hot, pero sjsjsjs entonces perderé mi flow.
Tuve que quitar una escena de Sunwoo y Songjin, que pondría algo tóxico a mi friend la ardilla, pero mientras escribía a los dos pensé: "No que turbio, ellos son hermanos"
La escena no era muy picante, solo algo sugerente, pero realmente se sintió raro (y eso que Songjin ni siquiera existe)
¿Ustedes tomarían bien una descripción de un beso entre esos dos Kim?
Jsjsjs en fin...Gracias a las personas que siguen aquí ♡♡♡
16 de septiembre del 2022.
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