013
Era miércoles por la tarde e inusualmente cálido. El clima no se había decidido del todo, por lo que había comenzado el día con algunas lluvias y luego se iluminó considerablemente, iluminando los jardines, Changmin, Yoshi y Kevin decidieron que posiblemente podrían ir a la biblioteca después del almuerzo ya que tenían la tarde libre.
Kevin estaba empezando a tener nerviosismo por los próximos exámenes, mientras que Yoshi estaba mas preocupado decidiendo que almuerzo elegiría.
Changmin se encontraba de un muy buen humor. Había empujado todos sus pensamientos y emociones al fondo de su mente, permitiéndose no sentir nada la mayor parte del tiempo, Sunwoo había encendido una llama de felicidad dentro de él, que esperaba que no se extinguiera muy pronto.
Changmin miró alrededor de la biblioteca, su sexto sentido agudizándole las orejas como un perrito. Siempre podía saber si Sunwoo estaba cerca y no se equivocó.
Allí estaba, a unas dos mesas de distancia. El corazón de Oh saltó de alegría y sus ojos se detuvieron por unos momentos en el moreno.
Sunwoo estaba sentado en una mesa de seis junto con varios Slytherin. Era tan extraño verlo a no más de unos metros de distancia y no besarlo o abrazarlo o incluso hablar con él. Estaba justo allí y Changmin apartó los ojos y miró sus libros, sin embargo de alguna manera era bastante tranquilizador tener a Sunwoo tan cerca. Fue agradablemente reconfortante.
Pasó algunas páginas de su libro y sacó su pluma, sosteniéndola pensativamente en su mano, luego levantó la vista de nuevo y fijó sus ojos en la mesa del pelinegro. Compuso sus rasgos en una expresión en blanco, con la esperanza de que pareciera que estaba pensando mucho y que simplemente estaba distraído en esa mesa de Slytherin en particular. Casi se rió a carcajadas por lo absurdo de su comportamiento, pero quería ver a Sunwoo ¿De qué otra manera podría hacerlo?
Kim estaba sentado en su silla luciendo muy relajado, con sus largas piernas frente a él cruzadas en los tobillos. En una mano sostenía un pergamino y parecía leerlo y en la otra mano giraba su varita.
Changmin se mordió el labio ¿Cómo se las arreglaba Sunwoo para verse siempre tan caliente? Siempre tan hermoso. Estaba sentado justo en el camino de la luz del sol que entraba por la ventana. Su cabello negro captó el brillo de la luz, su rostro estaba bañado en un resplandor luminoso e incluso desde aquí, Oh podía ver la espesa extensión de las pestañas de Sunwoo que ocultaban esos penetrantes ojos grises.
— Oye Min..
Changmin pestañeo saliendo de su ensoñación y giro para mirar a su mejor amigo.
— ¿Mmm?
— ¿Puedo ver tus notas de Artes Oscuras?
Changmin bajo en automático su mirada a su pergamino y se dio cuenta que por mas que tenia una pluma en sus manos, no había escrito absolutamente nada.
— Aún no he hecho nada — dijo avergonzado.
— Yo escribí algunas cosas ¿Quieres verlo? — ofreció amablemente, pero Changmin nego.
No podía ponerse a copiar de su amigo solo porque el no quería hacerlo por estar mas entretenido mirando a Kim.
Ya había pasado varios minutos y Changmin estaba con los ojos enfocados en su libro. Se había obligado a no mirar a Sunwoo y solo por eso había avanzado mucho en sus notas.
Finalmente había terminado y se trono el cuello cansado, cerro su libro y se permitió divagar en sus pensamientos.
Miró a Yoshi y suspiró. Sabia que algún día debería decirle a sus amigos de lo que sea que estaba teniendo con Sunwoo. Decírselos sería muy difícil.
Yoshi obviamente se volvería loco y Kevin se ofendería con todo el secreto y el mero hecho de que fuera Kim Sunwoo, lo que haría hervir la sangre de ambos. Yoshi odiaba a Sunwoo con cada porción de su cuerpo y se sentiría traicionado y disgustado, Kevin seguiría recordándole lo que representaba la familia de Sunwoo y lo difícil que Changmin se lo estaba poniendo a sí mismo.
Por razones totalmente egoístas, Oh quería mantener oculta su relación con Sunwoo por el momento. No había necesidad de decírselo a la gente todavía y no tenía ganas de desenterrar su vida privada para el resto de la escuela y los periódicos. Quería algo que pudiera llamar suyo, sin miradas indiscretas ni comentarios. Su relación con Sunwoo era importante para él y no quería que nada la arruinara.
De repente vio a una hermosa castaña que parecía ser de la casa de Hufflepuff, acercarse a Sunwoo e inclinarse hasta su oído. El moreno levantó la vista de su pergamino brevemente y sostuvo su varita aún entre sus dedos.
Changmin frunció el ceño al mirarlos.
Sunwoo apartó la mirada sin abrir la boca y volvió a mirar el pergamino. Ahora estaba tamborileando su varita en su rodilla.
Estaba molesto, pensó Changmin reconociendo los gestos de Kim.
Vio a Sunwoo empujar su silla hacia atrás, se levantó y caminó por el pasillo hacia el fondo de la biblioteca y desapareció por la pequeña escalera del lado derecho.
Changmin golpeó su pie con impaciencia y levantó la vista por centésima vez ¿Debería ir a buscarlo? Miró a su alrededor y luego volvió a mirar su pergamino. Yoshi y Kevin estaban absortos en el estudio con sus cabezas inclinadas mientras escribian.
Si quería ir a buscar a Sunwoo, era mejor que lo hiciera pronto, de lo contrario el pelinegro podría volver a su asiento.
— Iré a buscar un libro — anunció el rubio y el pelirrojo asintió sin levantar la vista.
Caminó por el extremo opuesto al que Sunwoo había tomado y subió los escalones con ligereza. Si se abría camino, eventualmente terminaría en la parte trasera de la biblioteca y encontraría a Sunwoo.
Caminó sin hacer ruido por las estrechas columnas, serpenteando a través de las estanterías, finalmente llegó a la esquina donde supuso que estaba el moreno, miró a su alrededor y de hecho allí estaba. Sus dedos recorrieron los títulos de los libros en los estantes y Changmin sonrió mientras se acercaba a él.
— Hola...— dijo en voz baja.
— Hola — respondió con el mismo tono de voz como ya sabiendo que el rubio estaría ahí.
— ¿Que estas haciendo?
— Estamos en una biblioteca Oh ¿Que se supone que hago? — habló sin apartar los ojos de los estantes — Buscaba un libro — respondió y sacó un grueso volumen y abrió la primera página. Luego levantó la cara y miró a Changmin con una mirada aguda — ¿Y tu que estas haciendo?
Changmin se balanceo con sus pies y lo miró — Solo pensé en decir Hola.
Sunwoo volvió a mirar el libro que sostenía y Changmin se quedó incómodo por un momento. El moreno volvió a colocar el libro en el estante y parecía que todavía iba a seguir buscando.
El rubio se miró los pies, sin saber qué hacer a continuación, sintiéndose repentinamente cohibido.
Entonces sintió a Sunwoo acercarse a el y depositar un cálido beso en su frente, muy cerca de su cicatriz.
— Hola — saludo el moreno mientras sostenía el rostro del de lentes con ambas manos y bajo a sus labios para darle su dulce beso.
Changmin sintió que su corazón se aceleraba y redoblaba el tambor en su pecho. Cerró los ojos y presionó su rostro contra el del moreno, saboreando la sensación de su piel. El toque de Sunwoo siempre lo hacía sentir mejor.
— Estamos en la biblioteca — recordó Sunwoo ya que Changmin parecía querer acomodarse en su pecho.
— Lo sé — suspiro y levantó el rostro — Pero estamos en la sección archivada de historia de la magia, aquí nunca viene nadie
Sunwoo sabiendo que era verdad, dejo que Changmin entrelaze sus dedos de ambas manos y se dejó besar.
Changmin se paro de puntillas para poder profundizar mejor el beso, deslizando su lengua en el interior de la cálida boca de Sunwoo, disfrutando la sensación de los labios sedosos y carnosos acariciando los suyos.
— Sabes...— murmuro Sunwoo divertido una vez se separaron y meció suavemente sus manos entrelazadas — Por alguna razón me sentía muy observado.
Changmin se sonrojo y el moreno río y dejó un beso bajo la oreja del rubio.
— No pensé que te diste cuenta que estaba ahí...
— Siempre se cuando estas ahí — respondió, haciendo que Changmin quiera desvanecerse en sus brazos — Se supone que deberías estar estudiando Oh Changmin.
— Lo estoy haciendo — respondió coqueto y soltó la mano del pelinegro y tomo atrevidamente su corbata — Estoy estudiando el arte de besarte.
— No me distraigas con ridiculeces Oh — bufo y rodeo la cintura del rubio, apretando más sus caderas contra el.
— Bien — giro los ojos — ¡Pero juro que ya termine mi tarea!
— ¿Y esta bien hecho? — interrogó dejando inocentes besos en el largo cuello.
— Bueno, eso ya es otra pregunta — sonrió inocente.
— Entones ve a hacerlo Oh, sabes como es Do de estricto.
Changmin suspiro fastidiado ¿Cuando se habían convertido en Yoshi y Kevin?
— La tarea es muy difícil y tu me la pones mas dura — bromeó y Sunwoo lo soltó, sintiéndose repentinamente tímido por esa atrevida frase con doble sentido.
— Idiota — bufo y Changmin río.
— Bien, me voy — anunció y deposito dos besitos en su boca.
Sunwoo asintió y ni siquiera tuvo oportunidad de decir algo porque Changmin ya se iba corriendo como una ardilla en busca de bellota.
El rubio volvió con los Gryffindor, no sorprendiéndose al encontrar a Ella ahora con ellos.
El japonés lo miro extrañado ya que su mejor amigo había vuelto con una sonrisa. Changmin supuso que su comportamiento debía parecer extraño para sus amigos, pero no estaba seguro de lo que podía hacer o decir, sin revelar sus citas secretas con Sunwoo.
Oh miró con cautela al ojigris que ya había vuelto a su mesa, Sunwoo estaba sentado en su silla, levemente inclinado hacia adelante con un libro en sus manos, sus piernas estaban ligeramente abiertas y Changmin sintió que se sonrojaba mientras sus ojos se fijaban en la forma tan sensual con la que Sunwoo se sienta.
Se preguntó cuál sería la reacción de todos si se acercaba a Sunwoo en ese mismo segundo y se sentaba a horcajadas sobre su regazo dándole un gran beso. Probablemente todos se caerían de sus sillas, pero valdría la pena reflexionó divertido.
Luchó para evitar que apareciera otra sonrisa y respiró hondo antes de continuar con la triste tarea de escribir un ensayo.
Salió de la biblioteca una hora más tarde, junto con los demás. Sunwoo se había ido unos minutos antes, dándole a la mesa de Gryffindor su típica mirada de despreció antes de pasar, mientras que todos le devolvían la misma mirada, pero con mas odio.
Changmin suspiro. Definitivamente no sería fácil decírselo a los suyos.
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Changmin estaba aburrido mirando el techo. Recordo que Sunwoo le había mencionado algo sobre tener un proyecto de pociones en el laboratorio. El rubio se sentó con un pensamiento repentino, bajo solo su cabeza de la cama y extendió sus manos para tomar su baúl que se encontraba debajo.
Sonrió acomodándose sus lentes y sacando su capa de invisibilidad, ansioso por la travesura que haría.
Salio de su habitación y bajó con cuidado el largo tramo de escaleras hasta las mazmorras. La puerta del laboratorio estaba abierta y muchas voces venían de la habitación. Changmin entró y rápidamente escaneó el área en busca de Sunwoo y lo encontró parado en la última fila a la derecha de la puerta, recostado por una mesa mientras veía su caldero.
Sonriendo ingreso y camino hasta posarse tras el.
— Sunwoo — susurro, haciendo que el moreno se congele en su lugar.
Automáticamente el moreno buscó la voz, pero no había nadie a su al rededor, aparte de Songjin, Heo y Sohn, quiénes estaban mas concentrados en sus propias pociones.
— Soy yo, tonto — volvió a susurrar, de una manera muy baja para que solo Sunwoo lo escuche.
El rubio toco el hombro del alto, haciendo que Sunwoo abriera los ojos sorprendido y buscara inútilmente el espacio vacío del que provenía la voz que ahora sabia era de Changmin.
— Estaba aburrido y solo quería molestar — se excuso el bajo.
Sunwoo fruncio el ceño y luego sintió a Changmin pasar junto a él. Ladeó la cabeza hacia donde sentía que estaba el rubio y Changmin le toco el muslo para informarle que se encontraba junto a el.
— Solo no molestes o lo lamentaras — amenazo y decidió volver a concentrarse en su caldero.
Changmin asintió aunque Sunwoo no lo pudiera ver y observó como el moreno alcanzaba algunas raíces secas y las colocaba en la maceta. Luego tomó un cilindro que contenía un poco de líquido y lo vertió en el caldero, estaba a punto de alcanzar el cucharón cuando Changmin lo empujó hacia él y Sunwoo se mordió el labio, reprimiendo una pequeña sonrisa mientras levantaba el cucharón y lo colocaba en el caldero.
Empezó a removerlo y Changmin llevo su mano a la mano libre del moreno para que este sintiera que aún estaba ahí, los dedos del pelinegro se abrieron ligeramente, lo que le permitió al rubio entrelazarlos.
Era extraño tocar a Sunwoo a través de la capa. Era como si su piel estuviera encerrada en un material aterciopelado y todo lo que tocaba pasaba a través de una fina barrera sedosa.
Deslizo su otra mano al brazo del pelinegro, acariciando su muñeca, observando lo limpia que estaba la piel, donde afortunademente no se encontraba ninguna marca tenebrosa.
Deslizó sus dedos arriba y abajo, mientras Sunwoo trataba de mantener el ritmo de la agitación del cucharón. Sus manos se congelaron momentáneamente cuando Changmin tocó su cuello y el rubio podía ver la garganta del alto tragar mientras pasaba su dedo índice por el cuello de Kim.
Acarició la piel de Sunwoo con el dorso de sus dedos, dejándolos deslizarse detrás del cuello a lo largo de su nuca. Los finos cabellos negros se levantaron, mientras los tocaba delicadamente.
Se colocó detrás del moreno y presionó su cuerpo contra sí. Changmin pudo verlo sofocar un gemido y sonrió mientras se inclinaba y besaba la piel expuesta del cuello. Sunwoo parecía temporalmente inmovilizado y Oh tomó su mano gentilmente e hizo que se moviera de nuevo sobre el cucharón de madera.
Deslizó su brazo alrededor de la cintura de Sunwoo, rozando cuidadosamente la tela del uniforme Slytherin. Fue el más mínimo de los toques, pero fue suficiente para encender los sentidos de Sunwoo, los toques lentos y burlones lo estaban volviendo loco.
La mesa de Sunwoo se encontraba contra una pared por lo que nadie puede ver la capa de Sunwoo levantarse y doblarse hacia adentro cuando el brazo de Changmin la presionó.
El moreno respiró constantemente y trató de continuar con su poción, pero dejó de revólver y en su lugar acercó sus notas sobre la mesa. Fingió estar leyéndolos, mientras Changmin frotaba su nariz por la piel de su cuello.
Oh sonrió maliciosamente, sintiéndose inspirado se acomodó frente al pelinegro, sentándose en la mesa. Las manos de Kim descansaban sobre la mesa y Changmin se había acomodado entre sus brazos. Sus manos sostuvieron ligeramente a Sunwoo alrededor de su cintura y se inclinó más cerca y presionó sus labios contra los de el.
Sunwoo jadeo por la sorpresa, pero se relajo al reconocer su toque al instante. Intento con todas sus fuerzas no devolverle el beso, su respiración se estaba acelerando y sus ojos se oscurecieron con remolinos de niebla gris.
— Eres tan hermoso — murmuró Changmin sosteniendo el rostro de Sunwoo con sus delicadas manos.
Las manos de Sunwoo se cerraron con más fuerza sobre la mesa, por lo que casi podía sentir la solidez del cuerpo de Changmin rozando el interior de sus brazos.
Changmin apoyó la cabeza contra el pecho del moreno, mientras sentía los brazos de este abrazarlo de la manera más inusual. El bajo aprovechó y levantó la cabeza, depositando pequeños besos en el cuello de Sunwoo, mientras que este hacía un gran esfuerzo por mantener su rostro imperturbable.
Changmin se recostó con cuidado y abrió mas las piernas. Levanto su pie amenazadoramente cerca del miembro del pelinegro, haciendo que se paralice. Se rió suavemente cuando escuchó a Sunwoo maldecir en voz muy baja y ahora mas travieso movió su pie al pene.
Sunwoo emitió un débil quejido, mientras Changmin frotaba sus pies arriba y abajo sobre la polla de Kim. El rubio, mas malicioso que antes, se bajo de la mesa de un salto y se posicionó frente al ojigris y metió sus manos bajo la túnica para acariciar su abdomen sobré la camisa.
— ¿Sunwoo? — preguntó extrañado Eric con las cejas juntas.
— ¿Que quieres? — gruñó.
— ¿Estabas usando tu raíz de jengibre? ¿No? Gracias, eres un love — dijo y tomo el ingrediente antes que Sunwoo le dijera que no.
— Lo siento...— se disculpó el rubio y lo abrazo, Sunwoo solo negó con la cabeza —Seré bueno...— prometió y dejo un suave beso en su mejilla.
Sunwoo no dijo nada y solo suspiro.
Segundos después Sunwoo se dio cuenta que estaba pudiendo hacer su trabajo sin distracciones, lo que indicaba que Changmin había abandonado el salón.
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Otra noche y el par se encontraba abrazados tras las gradas de la cancha.
Sunwoo beso tras la oreja de Changmin antes de separarse, luego siguió sus besos por la mejilla y finalmente uniendo sus labios con los de Oh.
El aire de la noche susurró a través de su cabello y capas, Sunwoo apretó sus brazos alrededor de Changmin. Se besaban lentamente, dejando que sus lenguas se deslizaran sobre la del otro, sin ningún atisbo de morbosidad. Changmin ladeo la cabeza y aspiró profundamente el aliento a Chocolate de Sunwoo dentro de su boca.
Ninguno era consciente de nada a su alrededor, excepto la sensación del otro, de sus pequeños y suaves gemidos puntuando el silencio de la noche.
Sunwoo lo abrazo más fuerte y apoyó su frente en la curva del largo cuello.
— Menudo truco el que hiciste antes — murmuro y Changmin rio.
— Lo siento, me pareció una buena oportunidad para molestar.
Sunwoo lo miro mal y lo atrajo mas a el — Solo puedo imaginar cómo me veía. Creo que todos pensaron que me estaba excitando con los vapores de la poción.
Changmin soltó una gran carcajada mientras se sostenía del cuello del moreno.
— Hola chicos, ahí está Kim Sunwoo, ese que se excita mezclando brebajes de pociones...
— Te veías precioso — murmuro juguetón — Delicioso y sexy — Los ojos de Changmin se sumergieron en el rostro de Sunwoo y se sintió vertiginosamente feliz y mareado — Probablemente todos se enamoraron de ti.
Sunwoo negó y acomodó su cabeza en silencio contra la caballera rubia, miró a Changmin con una expresión ilegible. Su cabello platinado le hizo cosquillas en la nariz y Oh se sintió hechizado por la perfección del rostro de Sunwoo. Era hermoso de una manera muy obvia, con rasgos perfectamente tallados. Sintió que su corazón latía con fuerza mientras seguían mirándose a los ojos.
Los ojos de Sunwoo parpadearon y se aclaró la garganta — ¿Por qué me miras así?
— Tu también me estabas mirando, creí que era un juego de miradas.
Sabía que Sunwoo no estaba listo para escuchar "Te miro porque eres lo mas bello que tengo Kim Sunwoo y realmente solo me siento completo al ver tus hermosos ojos grises"
Las pestañas de Sunwoo bajaron y presionó sus labios contra los de Changmin, sin besar, solo sintiendo. De pronto Changmin se alejo y desvío la mirada, sus ojos se cerraron y su nariz se arrugo para después dejar escapar un pequeño estornudo.
El corazón de Sunwoo se hizo papilla y miro a Changmin esperando que vuelva a sus brazos.
— ¿Que? — preguntó el rubio al ver la mirada del moreno.
— Oh, Dios mio, estornudaste — destacó obvio y sostuvo el rostro del bajo en sus manos.
— ¿Si y?
— Fue la cosa mas adorable que he visto en mi vida — río y dejo muchos besos castos sobre su pequeña boca.
— Niño raro — dijo Changmin mirándolo con una expresión confusa.
En cambio Sunwoo sonrió y abrazo de nuevo a Oh.
Merlín, este hombre iba a matarlo algún día
16 de septiembre del 2022
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