011

Era sábado, el día del partido "Slytherin vs Revenclaw"

Changmin no había podido ver a Sunwoo esa mañana y esperó ansiosamente a que el moreno viniera a desayunar. Se metió la tostada y trato de tragar sin masticar  y Kevin lo miró mal por eso.

— Te dará una indigestión si comes así Changmin — regaño.

— Dejalo en paz cariño, es un niño en crecimiento — bromeó.

Haknyeon y otro Gryffindor estaban haciendo apuestas sobre quién ganaría el partido.

— Será mejor que sea Ravenclaw — habló Haknyeon.

— Espero que Cho deje a Sunwoo por el polvo — se metio Yoshi sonriendo malvado.

— Sunwoo estaba sobre valorado, ni siquiera es tan buen buscador — habló otro chico.

— Y si gana es porque el señor Kim desde Azckaban compró el partido — añadió otro, haciendo a todos reír.

Changmin se mordió la lengua y masticó aún más furiosamente su tostada. Cada vez que alguien hacía un comentario en contra de Sunwoo, se irritaba cada vez más. Estaba empezando a sentirse ferozmente protector con el moreno y le resultaba cada vez más difícil mantener la calma frente a sus amigos. Sentía como si el precioso conocimiento de él y Sunwoo estando juntos fuera algo que debería proteger y apreciar.

Kim lo hacía tan feliz y no se había sentido feliz hace tanto tiempo. Solo es que nadie ve el lado maravilloso de Sunwoo. Tenía ganas de gritar a todo pulmón y decir "No lo conocen. Él es asombroso, brillante y gentil"

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando automáticamente levantó la vista cuando Sunwoo entró. Era tan hermoso, sus ojos plateados brillaban, su cabello negro se movía alrededor de su rostro. Sunwoo se mantuvo erguido con la elegancia de alguien de la nobleza. Esa mirada orgullosa y altiva que solía poner nervioso a Changmin y que su corazón saltara a intervalos regulares.

Sunwoo se giró brevemente hacia la mesa de Gryffindor y sonrió. Se veía tan sexy y Changmin se mordió el labio con fuerza para evitar sonreír como un idiota.

— ¡Espero que pierdas, basura! — grito el japones cuando apenas le vio.

Changmin fue bruscamente sacado de sus pensamientos por el comentario de su mejor amigo. Ahogó un suspiro y terminó su desayuno. No parecía que fuera a tener un momento a solas con Kim antes del partido.

Changmin miró su reloj y se recostó en su asiento mientras los demás terminaban. El partido comenzaba en una hora y el quería llegar temprano para tomar los asientos delanteros.

— ¿Cual es la prisa? — preguntó el japonés mientras se anudaba mejor la corbata que Kevin había aflojado accidentalmente.

— E'hm...— balbuceo el rubio, quedándose en blanco por no tener ninguna excusa rápida.

— Aunque supongo que sería bueno si conseguimos asientos de primer nivel para regodearnos cuando Slytherin pierda...

— Aja — asintió.

Changmin miró alrededor de las gradas y vio a Chanhee luciendo un sombrero de aspecto extraño. No podía distinguir el diseño desde aquí, pero asumió que era algo que estaba destinado a mostrar su apoyo al equipo de Ravenclaw. Kevin había bajado con los otros Gryffindor de sexto año y pronto estuvieron todos sentados. Changmin esperó nervioso a que comenzara el partido.

Los comentarios comenzaron cuando se levantó el telón y los jugadores saltaron al campo. Los ojos del rubio rápidamente encontraron a Sunwoo. Se veía tan bien con esas túnicas verdes, tan sexy cuando el viento movía su cabello.

Changmin miró nerviosamente mientras se desarrollaba el partido. Slytherin anotó la primera Quaffle y hubo un fuerte abucheo desde las gradas de Ravenclaw. Changmin mantuvo sus ojos en Sunwoo, quien se cernía sobre los otros jugadores, vigilando a la Snitch. Ravenclaw anotó los siguientes dos goles y el rubio buscó en el estadio para ver si podía encontrar a dónde había llegado esa maldita snitch.

Veinte minutos de juego y el pelinegro se hundió más entre sus jugadores. Eric pasó zumbando y atrapó la Quaffle, lanzándola a través del aro.

— ¡Otro gol para Slytherin!

Un batidor de Ravenclaw apuntó una bludger directamente a Eric, quien se agachó cuando pasó volando por sobre su cabeza. Sunwoo estaba justo detrás, en el camino directo de la traicionera bola que se aceleraba.

El aliento de Changmin se atascó en su garganta mientras observaba. Sunwoo justo a tiempo se inclinó hacia un lado y Oh dejó escapar un suspiro de alivio. Eso estuvo cerca.

"No te lastimes idiota" Oraba Changmin.

Pasaron otros cuarenta minutos y ambas casas sumaban sus puntos. En ese momento pareció como si los dos Buscadores hubieran visto la Snitch. Corrieron hacia él y Changmin respiró hondo ¡Iban a estrellarse!

Hizo una mueca apenas atreviéndose a respirar, pero luego los Buscadores miraron a su alrededor y la Snitch había desaparecido de nuevo.

— Eso estuvo cerca — murmuro el japonés y Changmin asintió.

Ravenclaw anotó otro gol, Cho y Sunwoo se separaron. Changmin fijó sus ojos en el moreno una vez más y vio que la cabeza de Kim se giraba bruscamente. De repente hizo girar su escoba y simplemente extendió su mano y... ¡Había atrapado la Snitch!

— ¡Kim atrapa la snitch y se acaban los juegos! ¡Slytherin gana!

La casa de Slytherin estalló en alegres aplausos y Changmin escuchó un gemido de desesperación en otros lugares.

— ¡Maldita sea! — gruño el pelirrojo.

Changmin se tapó la boca con la mano, ocultando su sonrisa. Miró a Sunwoo siendo abrazado por sus compañeros de equipo y sintió que su corazón brillaba de felicidad. Se sentía tan orgulloso de él.

— Esto apesta — murmuro Yoshi — Pero a quién le importa este partido. Nadie gana contra nosotros ¿eh, Min?

— Si — respondió cortante.

Llegó la hora del almuerzo y la casa de Slytherin estaba celebrando ruidosamente. Sunwoo estaba sonriendo y hablando con sus compañeros de clase y Changmin sabía que no podría llegar a el de nuevo.

La noche avanzó y Changmin regresó a la sala común. Decidió que dejaría a Sunwoo celebrar con sus compañeros de Slytherin, además debería pasar tiempo con ellos después de una victoria.

Cerca de la medianoche, Yoshi, Kevin y Changmin se dirigieron a la cama.

Probablemente era alrededor de la una y media, el rubio aún no había podido cerrar los ojos por un minuto. Ni siquiera había sido capaz de felicitar a Sunwoo en todo el día; ni siquiera lo había abrazado o besado.

Lo extrañaba y se sentía tan inquieto.

Estaba en silencio en la habitación y abrió las cortinas. Todos estaban dormidos. Se levantó en silencio de la cama y abrió lentamente su baúl, sacando su capa. Bajó las escaleras hasta la sala común vacía y salió por el agujero del retrato. Se puso su capa y se dirigió hacia las mazmorras. Valía la pena intentarlo, pensó.

Los Slytherin todavía podrían estar de fiesta y con suerte, alguien podría salir por cualquier razón tonta.

Esperó y esperó y sintió calambres en las piernas. ¡Oh vamos! pensó y como si alguien hubiera decidido escuchar su súplica, la puerta oculta se abrió. Se deslizó dentro rápidamente y vio a Kim Songjin tropezar y salir riéndose.

Buscó a Sunwoo pero no lo vio. Recordó al moreno diciendo dónde estaba situada su habitación y Changmin se abrió camino con cuidado escondido debajo de la capa mientras llegaba a las escaleras.

Fue al dormitorio de los chicos y se enfrentó al largo pasillo. Caminó hacia abajo y al final del corredor, a la derecha estaba la habitación de Sunwoo.

Changmin abrió la puerta en silencio y entró. Las lámparas aún estaban encendidas y solo una cama tenía las cortinas bajadas. El rubio sonrió mientras caminaba más cerca, su corazón latía rápido. Apartó un poco la cortina y vio que Sunwoo se estaba cambiando de espaldas. Dejó caer su capa y se sentó en la esquina de la cama.

El pelinegro giro y grito cuando vio a Oh sentado en su cama.

— ¿¡Que mierda!? — exclamó llevando su mano a su pecho y respirando agitado.

Changmin sonrió ante la expresión de asombro en el rostro de Sunwoo.

— ¿Cómo diablos entraste?

Changmin recogió la capa de invisibilidad del suelo y se lo mostró.

—Te extrañe — confesó y Sunwoo se relajo ante la confesión. Sonrió al ver las mejillas rojas de Oh.

— Literalmente me viste por dos horas enteras — se burlo el moreno.

Changmin se encogió de hombros y Sunwoo lo atrajo por un abrazo. Pasó sus dedos por los mechones rubios y rozó sus labios suavemente sobre su rostro, sus ojos cerrados, su nariz y por último sus labios.

— ¿Alguien te va a extrañar esta noche? — preguntó Sunwoo tirandole ligeramente de la mano.

— En realidad no, creen que estoy dormido.

Sunwoo asintió y envolvió sus brazos alrededor de Changmin una vez más, deslizando sus manos por el pecho del rubio. Sujetó el rostro de Changmin entre sus manos y dejó caer esos besos ligeros como plumas en sus labios, hasta que el chico de cabello claro jadeó, deseando derretirse en los brazos del moreno.

— Podríamos hacer una especie de encantamiento silenciador sobre la cama y un encantamiento de acercamiento alrededor de las cortinas — propuso coqueto el pelinegro.

Changmin lo miro curioso y Sunwoo sacó su varita y murmuró algunas palabras. Una suave luz azul, seguida de una gris, salió disparada de su varita y silbó alrededor de la cama con dosel.

— Listo — sonrió ansioso — Solo tu y yo.

Changmin besó el hombro del moreno y disfrutó la sensación de la piel suave. Cerró los ojos y se apoyó contra el firme pecho del pelinegro.

— Hueles tan bien — murmuro Kim — Siempre hueles lo suficientemente bien como para comerte...

Se inclinó hacia delante y agarró su capa, lo dobló y se lo tendió para que lo guardara, seguido le dio sus lentes y Sunwoo los puso en su mesita de noche.

Ambos se acostaron y el alto lo atrajo a sus brazos para acariciarlo. Esto se sentía tan bien y perfecto para Sunwoo, ni siquiera sabía que podía sentirse tan feliz, ni siquiera estaba seguro de si tenía derecho a estarlo.

Cerró los ojos apreciando la sensación de Changmin perezosamente dibujando círculos en su muñeca, mientras Sunwoo acariciaba su cabello con la nariz.

Changmin pensaba que era bueno que hubiera comenzado a sobresalir en Oclumancia. Ni siquiera podía comenzar a imaginar la mirada de horror en el rostro de Do si veía lo que estaba haciendo con su estudiante favorito. El rubio rió en la oscuridad ante la idea y apoyó la cabeza en el cuello de Sunwoo.

— ¿Que te pasa loco?

Changmin negó y movió sus labios por la garganta del pelinegro. Acurrucando su nariz en el cálido hueco. Sunwoo giró su rostro hacia el y lo maniobró cómodamente en sus brazos mientras comenzaban a besarse.

No había prisa esta noche, ninguna separación. La noche era toda de ellos y Changmin estaba encantado con la perspectiva.

Eric y Hyunjoon entraron en la habitación un rato después y Sunwoo sonrió contra el cuello del rubio. Changmin sonrió mientras los dos Slytherin conversaban sobre el partido de Quidditch y la fiesta. Ambos se callaron presumiblemente habiendo notado las cortinas de Sunwoo alrededor de su cama.

— Se ha ido a dormir — susurró la voz profunda de Hyunjoon.

Escucharon mientras los amigos se prepraban para dormir, Changmin descansando su cabeza en el pecho del moreno. Minutos después la habitación se oscureció y Changmin pudo escuchar a los chicos moviéndose mientras se acomodaban en sus sábanas.

Ambos volvieron a besarse mientras Changmin abría las piernas y Sunwoo se acomodaba en medio de ellas.

El alto dejo los labios del rubio mientras iba a su cuello y amasaba su trasero. La astuta lengua del Slytherin mojaba por donde pasaba y Changmin suspiraba mientras acariciaba la espalda del moreno.

Se besaban lenta y apasionadamente, con sus manos acariciando donde sea que tocaban. Sus ropas desaparecieron con calma, al contrario de su primera vez, ahora lo estaban haciéndolo flematicamente, no había apuro, no tenían una clase pendiente o una actividad esperándolos.

Changmin tiraba la cabeza para atrás mientras llevaba una mano para acariciar la espalda del pelinegro y con la otra mano tomaba el rostro de Sunwoo para profundizar mejor el beso.

Sunwoo tenia los ojos cerrados mientras disfrutaba los masajes que Oh le dejaba en su cuero cabelludo y gimió ante el placer de inclinar su cuello, exponiéndolo ante los apetitosos labios del rubio su piel. Largos dígitos recorrieron con movimientos eróticos la cabeza de Sunwoo, mientras su cuello y hombros fueron víctimas de los dulces besos que Changmin le daba.

Sunwoo sonrió por los tipos de besos que Changmin le daba, aunque eran jodidamente sensuales ya que el rubio usaba mucha lengua, de igual manera eran muy adorables puesto que parecía como si una lagartija bebe quisiera darte un beso.

Ya habían tenido sexo desenfrenado como al moreno le gustaba, ahora les tocaba hacerlo de manera suavemente pasional como a Changmin le gustaba.

Sus bocas se volvieron a unir, las palmas del moreno se deslizaron por los hombros del bajo y sobre la curva de su espalda antes de detenerse en la protuberancia de su trasero y las propias manos del rubio se extendieron sobre los pectorales de Kim.

Sunwoo dejo un beso en el mentón de Oh, luego en su garganta, fue bajando por su pecho con besitos que al Gryffindor le encantaba. Changmin gimió cuando un dedo resbaladizo procedió a presionar entre él y sus glúteos, tuvo que abrir mas las piernas para que el moreno puedo empujar su dedo con comodidad.

— Relajate Oh...

Changmin asintió y cerro los ojos mientras apretaba con fuerza la sabana, una vez permitió que sus músculos confiaran en ese Slytherin, este movió su dedo a un ritmo mas acelerado, segundos después agrego otro y  Changmin arqueó la espalda con la presión añadida.

— Te ves hermoso así...— hablo Sunwoo suave, presionando un beso en el trasero del rubio, dejando una pequeña mordida sin presión — Fóllandote en mis dedos.

Changmin podría haberse corrido solo por el tono dulce que salió de la boca de Sunwoo. Ansiosamente empujó sus caderas, meciéndose en esos largos dedos. Finalmente el moreno presionó el lugar donde provocaba que Changmin se retorciera de placer.

 
— Absolutamente precioso Changmin.

— ¡Sunwoo! Te necesito...¡mgh!...ahora — grito y Sunwoo agradeció haber hecho el hechizo silenciador, porque si no, todo Hogwarts se enteraría de lo mucho que a Changmin le gusta su pene —  Fóllame ahora — ordeno.

Sunwoo sonrió arrogante y presiono ligeramente la próstata del rubio, lo que provocó que Changmin gimiera mucho mas alto.

El moreno saco lentamente sus dedos y Changmin se quejó al sentirse vacío. Pronto ese sentimiento se fue ya que Sunwoo lo volvió a llenar y esta vez con algo mucho mejor.

— ¡Kim!

La entrada de Changmin chupó con avidez la gruesa y resbaladiza polla de Sunwoo. Con un movimiento lubricado se deslizó completamente dentro, arrancando elevados jadeos agudos por parte del rubio.

— ¡Mgm!

Changmin abrió mas las piernas y enterró sus dedos en el cabello negro, sintiéndose malditamente bien por estar de esa manera.

Oh busco los labios carnosos, mientas que Sunwoo entrelazo ambas manos y los posicionó sobre la cabellera platinada.

— Vamos Oh ¿Qué quieres que haga? — preguntó dando solo una embestida, asegurándose de que la cabeza de su gruesa polla presionara contra el punto sensible de Changmin.

— Fóllame por favor — gimió apretando el agarre de sus manos — Jodeme Kim.

— Tu mandas — dijo sincero y empezó a mover sus caderas. Changmin tiro la cabeza hacia atrás y abrió su boca, pero nada salió de ella — Tan...malditamente...apretado.

Sunwoo llevo su cabeza al cuello del rubio, mientras sentía como Changmin tomaba fuertemente sus manos y succionaba tan mal su pene.

Las penetraciones estaban a un ritmo perfecto para ambos, suaves y profundas, con ese toque rudo que caracterizaba a Kim Sunwoo.

— Más rápido — exigió el rubio después de soltar un gemido — ¡Kim, así! — grito cuando las embestidas aceleraron su ritmo — M-Merlin...tan jodidamente p-perfecto~

Oh gemía de placer cuando empujaba su trasero y Sunwoo gruñía cuando sentía que su pene tocaba fondo.

— No voy a aguantar — enunció el rubio y arqueo la espalda, recibiendo todo lo que Sunwoo podía darle.

No faltó mucho para que Changmin gimiera el apellido del moreno, clara señal que ya había terminado.

Soltó las manos de Sunwoo y extendiendo sus piernas debido a la sobre sensación, pero parecía que el moreno tenia otras cosas en mente.

— Abre mejor las piernas como un buen niño — susurró rudamente al oído de Changmin y antes que Changmin si quiera pueda reaccionar,  Sunwoo lo empujó hacia su propio lío en el suave colchón.

El ojigris movia sus caderas desenfrenado, pero con una puntería envidiable. Gruñó de la manera mas sexy en el oído de Oh mientras terminaba en el apretado agujero del rubio y este pensó que moriría allí mismo.

Ambos se hundieron cuando el alivio los inundó. Los movimientos de Sunwoo se hicieron más lentos pero aún movía perezosamente sus caderas sacando sus últimas oleadas de placer. Cuando bajaron de su éxtasis, el moreno se retiro lentamente de Changmin, mientras que el bajo parecía un peso muerto sobre la cama.

— Ahora entiendo la expresión de "Te follare hasta que no sientas tus piernas" — hablo Changmin, viendo como Sunwoo tomaba su varita, el moreno conjuro algo en voz baja y luego todo se volvió a sentir limpio — Aunque ahora entiendo muchas cosas...

— ¿Así? — preguntó el moreno desinteresado mientras acomodaba su almohada.

Changmin asintió y perezosamente se tapó hasta el cuello.

— Cuando Kevin regañaba a Yoshi por no hacer los deberes, el siempre quería distraerlo y le decía "No quiero hacerlo, la tarea es muy difícil y tu me la pones dura" creo que ahora entiendo que no se refería a la tarea.

Sunwoo río y giro para quedar de costado y mirar al desastroso rubio.

— Eres muy tonto ¿lo sabias?

Changmin se encogió de hombros y Sunwoo llevo sus labios para darle su dulce beso de buenas noches.

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Sunwoo se despertó con una sonrisa inusual en su rostro. Inmediatamente sintió un cuerpo cálido enredado en sus brazos y lo acercó aún más. La cara y la parte superior del torso de Changmin descansaban sobre su pecho y podía sentir su corazón latir con fuerza bajo el peso del rubio. Suspiró felizmente y frotó su cara contra el cabello de olor dulce y depositó un beso en medio de él.

Miró el rostro aún dormido de Oh. Era de mañana y sus cortinas verdes proyectaban un resplandor color lima alrededor de su pequeño santuario. Las pestañas negras y oscuras de Changmin arrojaron una sombra sobre sus suaves mejillas, sus labios se curvaron ligeramente mientras dormía, parecía tan sereno.

El pelinegro lo observó, sintiendo el pecho de Changmin subir y bajar contra el suyo. Había algo en tener a una persona dormida en tus brazos que te llenaba de un asombro inspirado. Su completa falta de conciencia te fue confiada a ti, saturó todo tu ser con una reverencial sensación devoradora. Intentas no moverte por miedo a despertarlos, así que te acuestas con ellos todo el tiempo que necesitan y Sunwoo hizo exactamente eso.

Abrazó a Changmin muy suavemente, disfrutando del completo silencio y la sensación de euforia de tener a Oh en sus brazos. Los ojos marrones finalmente se abrieron y lo primero que vio fue a Sunwoo sonriéndole en silencio.  El moreno sintió que se le cortó el aliento cuando Changmin le devolvió la sonrisa suavemente, acompañados fielmente por sus hoyuelos.

— Hola...

Changmin deslizó su mano, acariciando el pecho del moreno. Sunwoo cerro sus ojos dejándose mimar, hasta que sintió que lo movían y abrió los ojos de golpe. Al parecer se sentían tan relajado con el toque del rubio que se había vuelto a dormir.

Changmin lo miró, sus hermosos labios entreabiertos mientras parecía querer reír, sus ojos eran como un vidrio café que brillaba al sol. De repente se sintió tan abrumado, ni siquiera podía comenzar a expresar lo que su corazón sentía en palabras.

Se hundió contra Changmin y lo envolvió a salvo en sus brazos, acariciando su cabello y dejando besos en su frente tan ligeros como plumas cayendo. Podía sentir el corazón de Oh acelerado al mismo tiempo que el suyo y cerró los ojos.

— ¿Kim?

— ¿Mmm?

—¿Has visto alguna vez un supermercado muggle?

Sunwoo se contuvo de no soltar un insulto ante la pregunta tan estúpida de Changmin.

El moreno se aclaró la garganta y acaricio la cintura desnuda del bajo — No ¿Por qué? — respondió tratando de ser lo mas gentil posible.

— Solo estoy tratando de imaginarte — río y llevo sus manos al flequillo negro — Con tu túnica tan elegante parado en medio de la sección de pollos...

— Me alegra saber que soy material de entretenimiento para tu imaginación...

— Te verías igual de hermoso en medio del supermercado — aseguró y beso el mentón del pelinegro.

Sunwoo se rió por lo bajo y abrazo con mayor fuerza al Gryffindor. Beso a Changmin captando el tintineo melódico de la risa en su boca.

Se besaron suavemente y luego Changmin suspiro con nostalgia — Hay tantas cosas que podríamos hacer juntos si pudiéramos — hablo — Tantas cosas...cosas pequeñas. Se que odias todo lo relacionado con muggles, pero me gustaría enseñarte tantas cosas, como una cancha de fútbol o una guitarra...

Sunwoo de repente sintió un incómodo escalofrío recorrer su espalda. Apartó la mirada y en caso de que su lengua se convirtiera en un alfiler y reventara la burbuja de Changmin, apretó los labios y solto la cintura del rubio.

— Se que me dirás que soy estúpido — continuó Oh — Pero creo que estoy...

Los ojos de Sunwoo se abrieron de golpe y no dejó que Changmin terminara lo que estaba apuntó de decir.

— Odio arruinar el momento, pero tenemos que pensar en una manera de sacarte de aquí...— dijo rápidamente.

Apenas miró a Changmin a los ojos antes de desenredar sus brazos rápidamente lejos del cuerpo del rubio. Changmin miró sorprendido por el cambio abrupto de palabras inesperadas.

— Si, uhm...cierto — sus ojos capturaron los del ojigris por un momento y vio algo desconocido — Supongo que debería salir antes que tus compañeros despertaran.

Sunwoo se alejó de Changmin e instantáneamente sintió frío. Había estado en los brazos del rubio toda la noche y la repentina pérdida de contacto lo dejó sintiéndose extrañamente abandonado. Inmediatamente quiso sumergirse de nuevo en la cálida cama, envuelto de nuevo en Changmin.

Suspiró y se puso de pie al borde de la cama. Ambos se vistieron en silencio, el moreno le tendió su capa y Changmin lo aceptó con una media sonrisa.

Sunwoo lo miró tragando grueso. Changmin se veía tan entrañable, todo despeinado y sonrojado. También estaba mirando a Sunwoo un poco extraño y confundido mientras tomaba sus anteojos y se los ponía.

— Ven — pidió en voz baja, así que Changmin asintió y se colocó su capa.

Para Sunwoo, era muy desconcertante no poder ver a Oh, pero de igual manera extendió su mano al aire y sintió una ligera sensación de roce de seda como satén haciéndole cosquillas en la palma de la mano. Cerró los dedos a su alrededor y pudo sentir la mano de Changmin debajo del extraño material que no era ni sólido ni líquido.

Sintió a Changmin rozar sus labios con el toque más suave y fue tan extraño para el moreno no ver nada frente a él, pero sintiéndolo todo.

Ambos miraron las camas de esos dos Slytherin que parecían dormir profundamente. Caminaron hacia la puerta y Sunwoo la mantuvo abierta sintiendo al rubio pasar a su lado. Recorrieron el pasillo, pasaron las escaleras y el pelinegro giro al sentirse extrañamente solo.

— ¿Oh, sigues ahí?

Sintió la mano de Changmin en su espalda y oyó un susurro casi inaudible "Sep"

El moreno caminó por la sala común vacía. Todavía era temprano y no habría muchos madrugadores un domingo por la mañana. Caminó hasta la pared y abrió la puerta, sintió el menor movimiento de la capa contra sus piernas cuando Changmin pasó junto a él.

— ¿Dónde estás?

— Aquí... — Changmin toco suavemente al pelinegro — Voy a quedarme debajo de la capa mientras subo las escaleras.

Sunwoo asintió sin estar muy seguro de dónde mirar, pero podría jurar que el rubio estaba frente a el, pero luego lo sintió alejarse y fue consciente de la más mínima brisa de movimiento cuando Changmin sin duda se fue.

Sunwoo se quedó en el corredor por un momento más antes de regresar a la sala común. Se preguntó si Oh había sentido algo. La noche anterior había sido increíble; había sido especial y dulce. Nunca antes se había acostado con nadie de esa manera. Las camas que había compartido ciertamente no habían llegado al punto de adormecerse. Changmin lo había movido y sostenido en sus brazos toda la noche, lo había tocado, mimado y ahora tenía esa horrible creciente sensación de inquietud en su cuerpo.

No podía creer lo perdido que estaba por Oh Changmin y ni siquiera había pensado en toda la situación. Se abrazan, se besan e inclusive tienen sexo, pero no tenia idea de que era ¿Su amante? ¿Su novio?

Sunwoo llegó a su habitación y entró en silencio, deslizándose de nuevo entre las sábanas. Sentían frío ahora y enterró su rostro en la almohada en la que Changmin había estado acostado, todavía olía a el.

No quería necesitar a Changmin, pero ahora quería verlo. Sólo se sentiría vivo, completo y seguro hasta que tuviera los brazos de Changmin alrededor de él, sus labios besansolo, su sonrisa dirigidas a el. No quería querer nada de eso, no debería y sin embargo, es lo que quería, eso es todo lo que anhelaba.

Qué paradoja de mierda, pensó con tristeza. Se tumbó de espaldas mirando de nuevo al techo. Él era un Kim, uno que controlaban sus emociones y nunca se mostraban vulnerables ante nadie. Se suponía que debían ser supremamente arrogantes y no ser flexibles.

Amaba a sus padres, ellos lo amaban a él, pero también había aprendido a lo largo de los años la importancia de la independencia y de mantener la cabeza fría.

Él no estaba haciendo nada eso.

Su independencia había disminuido a cero. Todo era sobre Changmin, no había mantenido la cabeza fría en absoluto y había dejado que su corazón dominara su mente durante las últimas semanas. Sin embargo, no podía engañarse a sí mismo por más tiempo.

Había pasado años encerrándose en un escudo impenetrable. Muy rara vez deja que la gente lo atrape emocionalmente, las únicas emociones profundas que parecía mostrar en la escuela eran el odio y el sarcasmo, principalmente hacia los Gryffindor, pero luego Changmin llegó a él...

Desde el primer día que se conocieron Sunwoo había sentido ganas de estrangular y golpear a Changmin contra el suelo, el chico se había puesto bajo su piel tanto y ahora, por supuesto aún tenía ganas de tener a Changmin contra el suelo pero con un propósito diferente.

Sunwoo no estaba acostumbrado a los sentimientos profundos. El amor solo llegaba hasta sus padres y era leal a sus amigos, pero eso era todo lo que esperaba de sí mismo.

Había imaginado que algún día conocería a una chica del mismo entorno y probablemente se casaría, pero nunca había imaginado imágenes fantasiosas de enamorarse y todo lo demás que lo acompañaba.

Se preocupaba por Changmin, se sentía protector con el, no podía manejar o lidiar con el hecho de que sin querer había dejado que esta persona entrara en su vida y luego la superara, se volviera esencial para todo su ser y odiaba a Oh por eso.

Sacudió la cabeza enfadado, incluso se había abstenido de hacer comentarios sobre Nori y Moon desde esa discusión que había tenido con el rubio. Se contuvo de querer patear a Haknyeon en su trasero gordo y horrible cada vez que lo veía. Se mordía la lengua cada vez que sentía la necesidad de abusar verbalmente de esos asquerosamente piadosos Gryffindor y él había hecho todo eso por su rubio miope.

Ahora lo molestaba muchísimo que Changmin ni siquiera se hubiera dado cuenta y realmente lo enojó cuando vio a Yoshi Nori mirándolo con su horrible cara pálida, como si estuviera desafiando a desafiarlo y cuando Sunwoo no lo hizo, Yoshi tuvo esa expresión de suficiencia y autosatisfacción. ¡Como si la razón por la que Sunwoo no lo estaba insultando fuera por una fracción de crédito para él!

Kim deseó poder sacar esa mirada exasperante de su cara. Sunwoo ni siquiera le había insultado a él o al idiota repugnante de su novio sangre sucia. Odiaba a todos esos idiotas, excepto a Changmin.

Todo volvió a Changmin.

El moreno yacía en la cama contemplando sus pensamientos, hasta que escuchó a Heo y Sohn levantarse. Abrió las cortinas de su cama y se levantó. Media hora después, los tres bajaron al gran comedor. Changmin estaba terminando su desayuno cuando el moreno entró.

Podía sentir los ojos de Changmin sobre él y deliberadamente no miró hacia atrás. Mantuvo la mirada en la mesa y se sentó, solo entonces, con tanta indiferencia como pudo, se permitió mirar hacia la mesa de Gryffindor.

Lanzó una mirada fría y altanera que recorrió a Changmin y sus amigos. Los ojos del rubio se abrieron ligeramente y el pelinegro le devolvió la mirada con los labios apretados, por un segundo más, luego giró deliberadamente la cabeza hacia otro lado para hablar con Songjin que estaba junto a el.

No quería que Changmin se sintiera cómodo y pensara que tenía a Sunwoo resuelto, no lo tiene, no permitiría que Oh tuviera ese poder sobre él.

Cinco minutos más tarde hubo una ráfaga de sonido de alas y ululatos, mientras las lechuzas se elevaban con el poste. La lechuza de Kim voló sobre su cabeza y le dejó caer un pequeño paquete. Lo abrió y sonrio al ver que era de su madre.

Ella había ido de compras y le había comprado un polo de cachemir negro. Lo sacó y pasó la mano por la suave lana.

A su madre le encantaba ir de compras y siempre vestía los últimos y exclusivos diseños del mundo mágico. El Ministerio no había congelado los activos de su familia y su madre seguía viviendo su vida, casi como siempre lo había hecho.

Kim Sunga era una mujer hermosa que cuidaba mucho su apariencia. Le había transmitido su rasgo a Sunwoo, quien siempre se enorgullecía de su presentación. Sus padres siempre estaban bellamente vestidos y Sunwoo siempre se sentía orgulloso cuando las cabezas se volvían cada vez que pasaban.

El moreno dejó escapar un profundo suspiro. No tenía idea de en qué estado se veía su padre en este momento encerrado en la cárcel.

— Te verás genial en eso — sonrió Songjin dulce.

El pelinegro solo asintió y dirigió su mirada a su desayuno.

Songjin sabía hacerca de la "ruptura" entre su mejor amigo y el Gryffindor, aunque no sabía muchos detalles, solo era consiente que fue el año pasado.

Sunwoo aún permanecía con su dilema mental. No quería estar apegado a nadie, ni siquiera a Changmin, especialmente al maldito Changmin. Él era su propia persona y así iba a permanecer.

Changmin todavía estaba sentado cuando  Sunwoo terminó su desayuno. Cuando el moreno salió, su corazón dio un vuelco cuando se encontró con los ojos marrones por un pequeño momento.

Lo siento, no estoy listo para sacrificarme por ti.
















16 de septiembre del 2022

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