Capítulo 5

Todos me miran, creía que el mero hecho de ser una escuela para hadas me haría normal, pero por las miradas que me dirigen no es así. Ni que hubiera sido yo la que le estaba asfixiando. Estoy hartandome, no se con qué derecho se creen que pueden juzgarme de esa manera, pero lo que si sé es que no estoy dispuesta a tolerarlo.

- ¿Podríais disimular un poco vuestra fascinación por mi?- Les suelto a todos aquellos que me incomodan.- Gracias.- Digo con una sonrisa hipócrita cuando captan la indirecta.

Me giro con la intención de pasar nuevamente entre los alumnos que están de fiesta, lo consigo durante unos minutos hasta que alguien me agarra el brazo.

- ¿Te vas tan rápido? Pensé que al menos me dejarías agradecerte preciosa.

- Mira, no es buen momento. Además, me ayudaste esta tarde, tenia que devolverte el favor, no le des más vueltas.- Le contesto al chico, la verdad es que solo quiero llegar a la habitación y hablar un rato con Bloom.

- Oh, no gracias, prefiero deberte un favor y que me agradezcas lo de esta tarde como habíamos acordado.- Dice con una sonrisa coqueta. Esta tarde no acordamos nada...

- No se a que demonios te refieres...

- Fingiré que eso no ha herido mi ego. Esta tarde, te dije que me agradecieras más tarde con un beso así que...- La manera en la que lo dice me hace reír, no sé si de verdad se piensa que va a conseguirlo porque suele hacerlo o porque no ha prestado atención a nada.

- Verás no acostumbro a dar besos en la primera quedada, mucho menos sin saber el nombre de la persona. Así que no va a poder ser, una pena.- Le digo con una sonrisa sarcástica mientras me encojo de hombros.

- Bueno eso tiene fácil solución, me llamo Riven, a tus servicios.- Responde mientras guiñando un ojo.- Y técnicamente este es nuestro segundo encuentro, pero haré la vista gorda. Podemos dejarlo para nuestra cita.- Sugiere como quien no quiere la cosa.

- Tienes que estar de broma... Mira, que te haya salvado ahí, no quiere decir que no piense que te estabas comportando como un auténtico capullo. No quiero ni un beso ni una cita ¿Lo entiendes?- Dios no se puede ser tan creído en este mundo, no me conoce y da por hecho que caeré a sus pies solo con abrir la boca.

- Oh sí, me salvaste... Puede que sea un capullo, pero soy un capullo que no se rinde fácilmente.- ¿Enserio? Mis palabras ni siquiera le importan, es exasperante.- Además, ¿Sabes lo irónico que es que un hada del hielo me ponga tan caliente?- Dice antes de irse hacia la otra punta del salón.

Hay que admitir que lo poco que le importa la opinión del mundo en general es de admirar. Es ciertamente intrigante, en el bosque por un momento, cuando nos miramos a los ojos después de encontrar el cadáver y escapar, vi algo distinto. No era el chico que muestra siempre, era más sincero, no lo sé, quizá fueron estupideces mías. Es lo más probable.

~~~


- ¡No tendrías que haber estado allí!- Escucho que dice la voz de mi hermana. Bueno parece que no está en la habitación.

- ¿Intentas decir siento haber estado a punto de quemarte?- Mierda ¿Esa es Aisha? Parece que no soy la única que ha perdido el control esta noche...- Estabas como loca. No sabías lo que estabas haciendo.

- Y por eso estaba allí sola intentando averiguarlo.- Habla de nuevo Bloom, espera, ha salido sola, después de que se encontrará el cadáver...

- ¿Que has hecho que?- Pregunto desde el rellano de nuestra habitación. Ellas me miran y veo como Bloom suaviza la mirada.

- Ayla yo... Necesitaba hacerlo, controlarlo para volver.- Se excusa ella.

- Acaba de morir un hombre Bloom, además para volver ambas tenemos que controlarlo... ¿Que se supone que hiciera yo si a ti te matan estúpida?- Le reprochó. No puedo imaginarme mi vida sin ella, el simple hecho hacerlo duele.

- Lo siento... No somos como ellos Ayla y lo sabes.- Comprendo su punto, de veras lo hago, pero la sola idea de que podría haberle pasado algo...- Nuestros padres no son hadas Aisha. Hemos usado la magia una vez es nuestra vida y fue... Horrible.

- Menuda sorpresa, yo inunde mi colegio en secundaria cuando suspendí un examen de mates.- Cuenta Aisha, al parecer es un hada del agua.- Grifos, aspersores, servicios ¿Alguna vez os habéis abierto paso entre caca humana? Yo sí.- Eso debió ser completamente asqueroso, pero al menos no puso a nadie en peligro. Bloom intenta alejarse de ella, es obvio que no quiere tener esta conversación.- No es agradable. A lo que voy es que ser hada, a veces implica tener que lidiar con mucha mierda.

- Bueno, mi madre y yo no nos llevamos demasiado bien.- Comienza Bloom mientras se sienta en el Banco de enfrente..- Es de cajón, no somos precisamente las hijas que ella esperaba.- Continua mirándome.- Ella quería una animadora y nosotras... Bueno, somos todo lo contrario a una.

- Un día discutimos, no era nada fuera de los normal, casi era una rutina diaria. Ella convenció a nuestro padre de que me quitará la puerta de la habitación. Yo me cabreé muchísimo, me negaban mi privacidad.- Recuerdo aquel día, como no hacerlo, mamá quería que Bloom saliera a hacer cosas de adolescente, las cosas que ella había hecho en su juventud, sin comprender que no todos somos iguales.- Aquella noche no pude dormir. Cada vez que cerraba los ojos la ira se iba acumulando. Y ocurrió. Fue como si el fuego tuviera vida propia, no sé cuánto tiempo deje que ardiera. Solo recuerdo sus gritos.- Fue horrible, papá nos llamaba, nos suplicaba ayuda, y nosotras no podíamos hacer nada.

- Nuestra madre estaba cubierta de quemaduras... Por mi culpa.- Susurra Bloom.- Después de aquello me escabullía, me daba miedo volver a hacerles daño, ni siquiera se lo conté a Ayla.- Dice mirándome, estaba tan inmiscuida en mis propios problemas que al principio, ni siquiera me di cuenta de que la culpa la corroía. Jamás me perdonaré aquello.- Dormía en un almacén siniestro cerca de casa. Cuando Ayla me encontró... No quería que se quedará conmigo, me aterrorizada llegar a hacerle algo.- Sigue contándole a Aisha.- Pero aquí mi hermana es la persona más terca que existe, por lo menos en nuestro mundo.- Dice sonriéndome, acto que le devuelvo inmediatamente.

- Bueno tú me haces una buena competencia hermanita.- Le contesto.

- Vale. Lo del fuego es mejor que lo de la caca.- Dice Aisha compungida.- Por el momento tu ganas, al menos hasta que Ayla me cuente su historia.

- Oh, bueno no creo que se deba hacer una competencia.- Comienzo a contar.- Aquel día me levanté con un dolor de cabeza horroroso, me puse gafas de sol porque la luz me molestaba demasiado. Puede que fuera la única buena decisión que tomé ese día. Estaba en clase cuando unos chicos comenzaron a meterse con uno de mis mejores amigos por ser gay.- Más bien uno de mis pocos amigos, pero no creo que eso sea lo importante.- En el siglo XXI ya no debería haber ignorantes que pensaran en ello como motivo de burla, pero los ahí. La rabia me paralizó, fue una sensación extraña, como si no pudiera levantarme de la silla pero necesitará hacer algo. Y lo hice.

- En un primer momento solo se notó una bajada drástica en la temperatura, era extraño, pero se acercaba el invierno así que simplemente cerraron las ventanas. Pero seguía bajando.- Yo sabía que era mi culpa, esos chicos ya ni siquiera estaban mirando a Adam, pero yo sentía que tenía que hacerlos pagar.- Después los cristales se cubrieron de escarcha y la gente comenzó a gritar. El hielo había hecho que las puertas y ventanas no pudieran abrirse. La gente no paraba de gritar y cada vez me dolía más la cabeza.- Sabía que tenía que relajarme pero no podía.

- Entonces sonó la primera explosión, el agua que iba a los radiadores se congelo reventando los tubos. No hubiera sido tan grave si se hubiera quedado ahí, pero fue una reacción en cadena, la explosión hizo que reventaron los tubos del gas, y todo se salió de control.- Si tan sólo no hubiéramos cerrado las ventanas...- Éramos 25 personas encerradas en una sala que se iba llenando de gas a la par que la temperatura caía en picado. Mi amigo, Adam, se quedó inconsciente poco antes de que consiguieran romper un ventanal y sacarnos de allí. No sufrió daños graves pero después de aquello no pude mirarle a la cara. Estuvo a punto de morir por mi culpa.

- Joder, me estáis poniendo difícil decidir a la ganadora...- Dice Aisha en un intento de aligerar la tensión.

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