Capítulo 35
- ¡Ayla!- La voz de Bloom, aunque susurra, se escucha claramente en el pasillo. Me planteo por un segundo fingir que no la he escuchado, desisto finalmente, con el día que llevamos, no creo que se arriesgue a aguantar mi mal humor por alguna tontería.
- Bloom ahora mismo lo último que me apetece es hablar, dime por favor que se trata de algo importante.
- He estado en el despacho de Dowling. Me ha amenazado, nos ha amenazado.- ¿Y eso la sorprende?
- ¿Qué te ha dicho exactamente?- Indago.
- Que debemos buscar mejores compañias, la amenaza estaba implícita.
- Mamá no fue capaz de elegir a mis amigos y la mujer que no ha dejado de mentirme piensa que va a conseguirlo. Maravilloso.- No puedo evitar que la ironía de la situación se me escape.
- Tienes razón. Por eso voy a ir a buscar a Beatrix.- Me dice ella decidida. Conozco a Bloom mejor que a mí misma, no hace falta que me pregunte, ambas sabemos que voy a acompañarla.
- ¿Ahora mismo?
- Creo que es nuestra mejor oportunidad.
Con esas palabras todo queda zanjado. Cambiamos el rumbo y nos dirigimos hacia el patio. Yo no sé exactamente dónde la han encerrado pero Bloom parece bastante decidida así que me dejó guiar.
Al cabo de unos minutos empiezo a escuchar los gritos. Aún no se escuchan demasiado pero eso no los hace menos aterradores, la voz desgarrada de Beatrix está calando en mí y no tengo dudas de que será algo que lleve conmigo mucho tiempo.
Los gritos cada vez son más altos, puedo sentir como reverberan en mis huesos mientras Bloom y yo nos escondemos tras un coche. Espero que ella esté atenta a lo que nos rodea porque ahora mismo no soy capaz de pensar en nada más que en los gritos y en dolor.
Una mano en mi hombro me sobresalta, puedo sentir zumbar la magia en mi interior pero al girarme solo es Dane.
- ¿Un paseo nocturno?- Pregunta con voz monótona.
- Sí. Necesitábamos algo de aire.- Intenta mentir Bloom.
- ¿En esta zona en particular? Se lo que estáis haciendo.- Enhorabuena chico eres un genio, como si no fuera obvio.
- ¿Pretendes ayudarnos o solo hacerte el interesante Dane?- No tengo tiempo para frivolidades hoy.
- ¿Queréis hablar con ella no? Entonces puedo ayudaros.
- ¿A qué te refieres?- No puedo creer que Bloom siga intentando actuar como si nada.
- Mi turno de guardia es mañana por la noche. Puede que necesitéis a alguien fuera.- Lo suelta y se va como si nada. Que necesidad de dramatismo tienen los chicos de hoy en día.
- Supongo que no hay nada que hacer por el momento, vámonos a dormir Bloom. Nos hace mucha falta.
~~~
La mañana siguiente llega demasiado pronto para mi gusto. Stella no ha aparecido en toda la noche y aunque eso sería suficiente para ponerme de buen humor hoy se queda corto.
Por alguna razón nos han convocado a todas en el campo de especialistas, algo de un ejercicio conjunto me ha dicho Terra.
- ¿Crees que nos harán pelear?- Pregunta mi amiga.
- No lo sé Terra. Tendría sentido que con todo lo que está pasando Alfea retomará su pasado militar.- Ambas hemos obviado el pequeño encontronazo de anoche, yo hablé sin pensar y creo que ella es consciente.
El resto de chicas ya se han ido, a mí se me pegaron las sabanas y Terra siendo como es decidió esperarme.
- Les demostraremos a esos especialistas de que estamos hechas las hadas entonces. Es más, le demostraremos a toda la escuela de que estamos hechas nosotras.- Dice decidida. Su entusiasmo es ligeramente contagioso, aunque claro, es fácil decirlo cuando controlas tu poder.
Al llegar al campo casi todo el colegio está ya allí. Buscamos a las chicas y esperamos a que alguien indique que debemos hacer.
- Como sabéis los ataques de los quemados han incrementado considerablemente estás últimas semanas.- Comienza Dowling.- Por ello hemos decidido que necesitáis entrenamiento práctico, tras las barreras estáis protegidos pero los peligros acechan en cada esquina y saber defenderse nunca está de más.
- Por ello vamos a emparejaros, un hada por cada especialista.- Interviene Silva.- No estáis acostumbrados a trabajar en equipo y eso es un error. Uno que hemos cometido nosotros y por ello os pedimos disculpas.- ¿Disculpas? Que alguien me pellizque.- En el ejercicio de hoy deberéis enfrentaros en equipo a una serie de hologramas que imitan a los quemados, su fuerza, su agilidad y sus movimientos. No sufriréis daños durante la sesión, pero que eso no evite que os lo toméis en serio. La amenaza es real y solo estaréis preparados si confiáis los unos en los otros.
- Pero antes de eso, os enfrentaremos los unos a los otros. Solo se confia plenamente en alguien cuando te han levantado del suelo.- Comenta Dowling mirándome fijamente. Espero que no se refiera a ella misma.
Comienzan a formar las parejas y a medida que van tachando nombres empiezo a tener el presentimiento de que se qué nombre gritarán junto al mío.
- Terra y Noura, Bloom y Sky, Ayla y Riven...- Mierda.
- Parece que el destino nos quiere juntos preciosa.
- Si el destino es un profesor que quiere joderme entonces sí Riven, en todo caso vamos a hacer el ejercicio y cada uno por su lado.- Puedo sentir su mirada en mi nuca a cada paso que doy, no sé si las plataformas están lejos o es a mí a quien se le están haciendo eternos los segundos.
Me detengo cuando encuentro una vacía, espero que los otros dos participantes lleguen pronto, no tengo claro poder soportar demasiado tiempo a solas con él ahora mismo.
- El ejercicio se trata de confiar Ayla, no lo superaremos si no estás dispuesta a escucharme.
- ¿Confiar? ¿Tú me hablas de eso? Cierra la puta boca Riven.- Puedo ver que mis palabras le duelen pero me importa una mierda, esto es culpa suya, yo ya había cedido.
- Como quieras, pero has dicho que quieres terminar esto cuanto antes y tal y como están las cosas, no seremos capaces.- La conversación termina ahí, dos chicos aparecen frente a nosotros, uno me suena de vista pero no sabría decir que tipo de magia práctica.
Nadie dice nada y todos nos subimos a la plataforma. La magia se agita sin control, pero está vez no parece a punto de explotar, es reconfortante, puedo contar con ella. Damos un par de vueltas tanteando el terreno, por como me miran sé que saben quién soy, veo la precaución, me están midiendo.
¿Quieren saber que tan peligroso es el hielo? Es hora de que la gente deje de hacer suposiciones. No me lleva ni un minuto congelar el bastón del especialista, se vuelve un bloque de hielo demasiado pesado para levantarlo. Su mano se ha quedado pegada lo que le deja fuera de juego.
Puedo sentir la alarma que se instala en su compañero, no se lo esperaba, creía que iría a por él primero. Sus ojos se vuelven azules por un momento pero es demasiado tarde, el tiempo de estupefacción ha sido suficiente para que mi hielo comenzara a escalar por sus miembros. No puede hacer nada, su mirada debería significar algo, está aterrado, inmóvil, me ve como un monstruo. Quizás lo sea.
Me giro hacia Riven después de neutralizar a los dos oponentes.
- Creo que me manejo bastante bien sin tu ayuda. Procura no estorbar, completaré esto por los dos y te permitiré llevarte el mérito.- Le dejo allí mientras avanzo hacia la siguiente parte. No se separa demasiado de mí, es como un cachorrito perdido.
Completo las pruebas sin dificultad, los especialistas caen primero, sus armas son su debilidad. Las hadas me tienen miedo, queda claro tras un par de enfrentamientos, eso me da la ventaja, algunas dan más pelea que otras pero todas terminan cayendo al final.
Finalmente nos envían al último ejercicio. Los quemados. A pesar de saber que no son reales recuerdo la sensación de estar frente a uno de ellos. Tiemblo con solo pensar en lo que podría haber pasado el día que Bloom y yo cruzamos el portal.
- Estaremos bien preciosa, lo has bordado hasta ahora.- ¿Será que lo ha notado? No, no es posible, no me conoce lo suficiente.
La simulación comienza sin dilación. Estamos en un recorrido de setos, puedo escuchar los pasos de la criatura pero no distinguir de que dirección vienen. Me preparo para atacar, una explosión de magia es lo que necesito, como en el bosque.
Cuando presiento que la criatura va a atacar libero la magia, cierro los ojos ante las sensaciones que me produce. Algo va mal, no escucho el chillido, ni el crujido del hielo al romperse contra el suelo. En su lugar unas manos en mi cintura tiran de mi hacia la izquierda. Caemos rodando por el camino en una masa de brazos y piernas pero él no me suelta.
Cuando dejamos de rodar estoy encima de Riven. Sus manos en mis caderas y mis brazos a cada lado de su cabeza. Pero mi atención se centra en la piedra preciosa que hay el suelo, justo donde debía estar el quemado.
- He fallado...- Susurro alarmada.
- El quemado saltó en el ultimo momento. No debí haberte tirado, lo siento pero es que parecía tan real...- Susurra Riven en respuesta.
Le miro a los ojos, hay preocupación en ellos. Riven siempre ha sido un libro abierto para mí y en el fondo, me alegro que eso no haya cambiado. Apenas nos separan unos centímetros, tiene la respiración agitada, siento cada expiración chocar contra mi cuello. A esta distancia casi podría... No. Me separo de él tan rápido que tropiezo ligeramente.
- No te preocupes.- Consigo decir atropelladamente.
- Ayla.- Que raro suena mi nombre en sus labios, lo dice tan pocas veces...- Eres poderosa, nadie lo duda. Pero solo superaremos esto trabajando en equipo. No voy a dejarte caer, confía en mí.
- Me has vendido delante de toda la escuela, ¿Cómo voy a hacer eso?
- Cometí un error. Te falle una vez y estoy pagando las consecuencias, no voy a volver a hacerlo jamás.
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