-Toda obra de arte ha sido diseñada para sentir y hacer sentir. Acoplar este hecho indiscutible a conclusiones, análisis, razones, técnicas y bocanadas de sabiduría se resume en la abolición de todo lo que, de forma natural y espontanea, dota a una pieza artística de su valía.

-El término de fanática ha sido mal empleado por diversas clases de detractores, de modo que decidimos acuñar para nuestros fines el sustantivo de prosélitos. Término por el cual, y dada su definición, nos identificamos con la idea de que más que un estilo de vida, nuestra afición ha tomado tintes religiosos y/o políticos, según el caso.

-Todo prosélito del arte puede y debe exteriorizar su monomanía de la forma o formas que crea pertinentes, asúmase gritos, saltos, declaraciones abiertas y llanto. Es un derecho fundamental y necesario. Así que, todo detractor o represor de dicho derecho se traduciría en un enemigo de las necesidades esenciales y debe ser destruido.

-La fecundidad y el talento deben ser el sello distintivo del prosélito. El objeto de su devoción será la iluminación mas no el desenlace. El arte imita a la vida, de modo que aquel que se digne llamarse prosélito, plasmará con habilidad y destreza los sentimientos y emociones que en él son sumamente abundantes, a modo de que su obsesión sea el canal de apertura para otras generaciones hacia el objeto de su veneración.

-No hay lugar en el espacio cotidiano para distracciones. El prosélito vive por y para el objeto de su veneración.

-Los medios de comunicación masiva son necesarios para nosotros, pues son el puente que nos conecta de forma directa con nuestra afición. Así que reconocemos esta y cualquier otra forma de expresión como una necesidad básica y elemental que nos permita estar en contacto con otros prosélitos.

-Hay que ahondar en la esencia misma del proselitismo y fundar las bases para construir un imperio que nos aleje de ser una minoría. En el mundo existen millones de seres con la capacidad más que desarrollada para convertirse en un prosélito perfecto, es menester salir en su búsqueda.

De la necesidad de penetrar y comprender nuestra corriente de pensamiento:

-No estamos solos, en cada rincón del mundo, mientras haya una chica gritando a todo pulmón sin mesura alguna frente a un objeto inanimado, seremos más fuertes.

-No tenemos interés alguno en falsos dioses ni íconos que no merecen nuestra atención obsesiva. Exigimos arte, demostraciones de talento, intelecto y elegancia, de lo contrario no habrá ídolo que valga la pena.

-Trabajamos arduamente para cubrir las necesidades de nuestra obsesión. Un buen prosélito necesita tener el bolsillo lleno en caso de que su ídolo saque a la venta mercancía referente a él o a su trabajo.

-No gritamos, nos expresamos con vehemencia.

-El prosélito no puede dejar pasar un día después de que su ídolo ha terminado un nuevo proyecto sin escuchar, leer, ver y/o degustar de su creación. Así como lo hará del dominio público, expresando con sabiduría y razonamiento sus opiniones al respecto, lo cual, será una forma de adicionar nuevos prosélitos para su ídolo.

-La mayoría de nosotros cultivamos nuestra mente con el arte sano, que debe estar repleto de imágenes, alusiones y alegorías a nuestro ídolo.

-La obsesión desmedida se define como la perturbación anímica producida por una idea fija. Nosotros decimos no a sus definiciones y creamos una nueva forma de entendimiento, haciendo referencia a la revolución de la dialéctica aplicada al arte como una forma de sanación interior que admite una mente abierta y emancipada de reglamentos morales y condicionamientos psicológicos.

-El prosélito comprende que el arte es signo de una mente sana y despejada, y lo utiliza como medio de expresión.

-El prosélito no pretende obligar a nadie a compartir sus ideas y modos de expresarse, y espera del resto el mismo trato.

-El prosélito desea mostrar cómo la pasión mantiene la mente ocupada y deseosa de emocionarse. Pues, refiriéndonos una vez más a la dialéctica revolucionaria, solo la vida intensamente vivida provee de una sabiduría perdurable.

Este apartado ha sido creado pensando en el Dios del Love Metal y príncipe de las tinieblas Ville Valo, por su insistencia en el 666. Si no lo crees, cuenta las palabras.