09|Encargo.
Asami estaba sintiéndose demasiado cansada, estaban siendo muy dura con ella esta vez, pero ya se lo habían advertido, aunque sabía que si todo había iniciado ya, debía desobedecer las ordenes anteriores hasta recibir unas nuevas.
— ¿Dónde está? — Aizawa se acercó a su hija — Asami ¿Dónde? — insistió.
Asami se concentro para poder usar al menos un poco de su energía restante y así activar su quirk, debía limitar su quirk, bien, pero esto era absurdo. Sus pupilas se tornaron púrpura y entonces pudo verlo, aunque estaba lejos del rango de alcance del quirk de su padre, era inútil verlo, no podía hacer nada.
De pronto, el techo del edificio que antes mostraba el cielo azul de Musutafu comenzó a tornarse oscuro, de esta manera obstruyendo la visibilidad.
—Tiene un quirk visual al igual que tú— una cosita blanca se posicionó frente a Asami con un control remoto en sus suaves patas.
— ¿Cómo lo supo? — Asami sonrió al ver a Nezu, su energía se recuperaba poco a poco.
—Tengo mis métodos—
Todos estaban confusos sobre la situación o situaciones frente a sus ojos, ya no sólo se trataba de una alumna probablemente enferma, ahora todo parecía incluso un ataque de un villano.
— ¿Tenemos que evacuar a los alumnos? — All Might no sabía exactamente como actuar.
—No es necesario, no hay peligro— Nezu explicó, acto seguido puso una pata sobre la cabeza de Asami — ¿Te sientes mejor? —
Asami asintió mientras Aizawa la ayudaba a levantarse, pero tan pronto como recuperó el equilibrio se alejó del tacto de su padre y Nezu.
—Iré a la enfermería— Asami se alejó del lugar rápidamente.
Una vez en la enfermería, Asami se había limitado a recostarse sin recibir tratamiento alguno, después de todo no estaba realmente enferma o lastimada, sólo se sentía cansada.
— ¿Otra vez tú? — el cabello púrpura se asomaba desde el otro lado de la cortina que separaba las camas.
— ¡Oye! ¿Qué haces aquí? — Asami se levantó rápidamente apuntándolo con su dedo índice — ¿Te estás saltando las clases de nuevo? —
—Lo hago, ¿Y tú qué haces aquí? — Shinso se recostó en la cama de al lado.
—Eres un vago, pensé que los futuros héroes serían más responsables—
—Odio matemáticas— se excusó— Tú también eres un futuro héroe—
Asami negó con la cabeza mientras balanceaba sus pies, la cama era alta.
—Ese título es demasiado grande, además...— se dejó caer de espalda en las sabanas —Hace mucho tiempo dejé de soñar con ser un héroe—
—Renunciaste a tu sueño...— murmuró imaginándose a sí mismo dejando atrás todo lo que su corazón anhelaba.
—Renuncié a todo lo que me pudiese atar a la vida, cualquier cosa que significara permanecer viva un poco más...—
Shinso quería decir algo, pero antes de una frase coherente se formulara en su cerebro fue interrumpido.
—Pero porque estamos hablando de eso, mejor hablemos de cosas que sí importan— Asami volvió a levantarse de golpe— Por ejemplo, ¿Qué tan rica es la comida de la cafetería? Algunos dicen que no la recomiendan, ya que tengo mi propio almuerzo no puedo opinar— habló rápidamente.
Shinso soltó un suspiro, era extraña en otro nivel, pero realmente no quería preguntar.
La noche llegó y con ella varios villanos intentando irrumpir en la academia y fallando gracias a Asami. Cuando acabó con el último de los intrusos, la pelinegra se dejó caer en el piso, estaba bastante cansada, no sólo las clases habían sido incomodas para ella después de el pequeño incidente, sino también había tenido que lidiar con su padre y su insistencia a que dejara la agencia.
Las frustraciones cada vez eran mayores para la chica, pero sin duda Asami se aferraba a el hecho de que el fin de semana estaba cerca, lo único que la había hecho feliz durante sus años en la agencia eran los fines de semana libres que tenía y la prisión de alta seguridad de Tokyo.
Asami dio pequeños saltos hasta llegar a la oficina del director Nezu, al entrar en aquella habitación con olor a café una sombra alta y delgada se dejaba ver para junto a la ventana.
— ¿Trice? — Asami se acercó cuidadosamente.
La silueta se dio vuelta mostrando unos ojos brillantes acompañados de una sonrisa. Esbelta, de grandes caderas y cintura pequeña, piel canela y ojos de tonos amarillos. Trice uno de los primeros miembros de la agencia Risō-Teki.
—Hola Leil-chan— la morena sonrió aún más mientras se acercaba a la chica.
— ¿Qué haces aquí? —
—Tengo un encargo— se sentó sobre el escritorio del director —En realidad, dos encargos—
Asami elevó una ceja sin entender. Trice le entregó una pequeña hoja blanca doblada en cuatro, Asami la tomó y abrió, pero no había nada escrito dentro. Trice chasqueó los dedos y pequeños números negros llegaron desde los bolsillos de la morena hasta el papel que sostenía Asami.
"14-16-20-23-5-13-16-20-4-16-14-4-5-14-16-20-3-16-14-16-3-9-13-16-20"
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