Tan pronto como Buster Moon terminó su misión, todos terminaron subiendo al bus, había pasado un buen tiempo despues de todo, ya era hora de partir.

Los trabajadores del teatro se despidieron con la mano mientras el bus comenzaba a arrancar, sería un largo viaje, solo quedaba esperar que todo saliera bien.

Pero entonces...

-¡DETENGAN ESE MALDITO BUS!-

Los gritos del lobo resonaron, pronto este se detuvo pues incluso era perseguido por guardias de este. Todos en el bus estaban desconcertados.

-¡BUSTER MOON!-

Otro grito, cualquieta anteriormente pensaría que es de enojo, pero no era así, Buster lo sabía, sin pensarselo dos veces bajó para ir con Jimmy, quien habia intentado perseguir al bus y quedó detrás.

-¿Jimmy? ¿Qué sucede?-Preguntó el koala, no entendía aquellas acciones tan espontáneas.

-Quiero ir contigo.-

-...¿Qué? No, no puede, tiene trabajo que hacer.-

-No importa mi trabajo, ya no, estoy cansado, incluso mi terapeuta lo dijo, necesito un descanso, ni siquiera he tomado vacaciones en toda mi vida, ¿No merezco unas?-

-Pero... Su trabajo...-

-Suki Lane cuidará mi puesto sin problemas, simplemente... No quiero dejar ir algo.-

-¿Dejar ir algo?...-

-No quiero perderte, Buster Moon.- Dijo aquello mientras lo tomaba suavemente de los hombros, como queriendo asegurarse de que se quedaría allí.

¿Era acaso una confesión? El corazón del pequeño parecía querer estallar, no quería hacerse ideas, pero...

-Debería... Pensar bien lo que dice yo... No soy alguien tan increible ni nada solo...-El koala no sabía que decir, no estaba seguro de nada.

-Me gustas, nunca me había gustado alguien, no realmente, no al grado en que dejaría todo por tí. Aunque sé que no es sensato porque no podría darte todo lo que quieres, así que solo son vacaciones, podría trabajar de lejos, podría ir contigo, porque no quiero perderte.-

Eso sí era una confesión, Buster Moon ya no podía engañar al corazón.

-Tampoco quería dejarte, pero yo... -

-Entiendo que quieres seguir tus sueños, los mios ya llegaron a su fin, pero los tuyos buscan caminos, quiero acompañarte en tu viaje, si me lo permites.-

Lo último era para msotrar que era un caballero, porque la verdad es que se estaba aguantando las ganas de decirle "Iré de todas maneras".

-Sí quiero.-

Aquella simple confirmación del pequeño fue suficiente para que la luz iluminara otra vez al lobo ártico, quien, levantó al koala, feliz, para entonces acercarlo abrazarlo.

Dios, si una caricia era mucho, el abrazo era lo mejor, tanta calidez, dulzura, lograba hacerlos perderse en el otro.

Pero si así era un abrazo, ¿Qué tal un...?

Reaccionaron, casi rojos los dos, parece que pensaron igual.

-Creo que... Es hora de partir. ¿Y tus maletas...?- Preguntó Moon, queriendo cambiar de tema.

-Las... Enviaran cuando lleguemos al primer sitio.-

-Entonces vamos.-

Claro que habian muchos mirones, el lobo habia decidido bajar al koala y ambos caminaron hacia el bus, entonces todos comenzaron a acomodarse en sus asientos como si nada.

Y justo antes de llegar a la puerta, Jimmy Crystal se agachó, jaló un momento hacia sí al pequeño y lo besó.

No quería guardarse ese deseo, sería un viaje largo y hace mucho se preguntaba el sabor de sus labios.

Tan pronto como se separaron, no podían dejar de pensar en el otro. Sí, era mucho mejor que un abrazo.

-Es hora de irnos, juntos.- Dijo Jimmy, tomando de la mano al pequeño y subiendo juntos al bus.

Tomaron asiento juntos, todos les miraban de reojo cuando miraban por la ventana, quizás para disimular el interés en lo que sucedia, quizás Moon no le tenga miedo al lobo pero los demás era otra cosa.

Mientras, Buster Moon y Jimmy Crystal iban sentados juntos, en aquel viaje que apenas comenzaba.