¿Cuatro Mundos?
Sintió que tomaron su muñeca y prevé después Sintió un revoltijo en su estómago, cuando dejo de sentirlo dejo caer su cuerpo hacia atrás cerrando los ojos, pero se sorprendió al sentir demasiado cómodo, abrió rápidamente los ojos y vio unos hermosos ojos ónix, su cabeza estaba sobre las piernas de la chica.
—¿Estas bien?—le preguntó con voz amable la pelinegra, pero Toshiro no respondía, la chica esperaba paciente.
—Lo estoy.. pero —respondio Toshiro vacilando antes de seguir— ¿Quién eres tú?
—Jum.. Soy una Shinigami —dijo con una sonrisa confiada la chica— Shiba Karin... Teniente del Décimo Escuadrón del Gotei 13... un placer.
Obviamente estaba más que sorprendido, el título era impresionante, además era una Shinigami, una Diosa de la Muerte... Si era una Diosa eso explicaría la belleza fenomenal que tenía pero si era de la muerte por que lo había salvado de esos monstruos, no era más sencillo dejar que lo mataran?... Tal vez esta Diosa disfrutaba de ensuciarse las manos.
Está bien, estaba exagerando, todo lo tenía confundido, además de que no estaba tan nervioso por que un monstruo casi lo asesina, hace apenas unos segundos se había dado cuenta que él seguía en las piernas de ella, con los ojos de ella clavados en los suyos mientras que sus rostros estaban en los limites de cercanía, todo eso no le permitía tranquilizarse así que no espero más y se levantó antes de que la palidez de su rostro se volviera un sonrojo.
—¿Dios de la muerte? —hablo fluidamente ahogado cuando estuvo completamente incorporado, al igual que Karin.— ¿Que hace un Shinigami? ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué me salvaste? ¿Por qué esos monstruos te temen?
—Wow... Eres muy curioso ¿No? —pregunto la morena. Eso lo dejo un poco pensativo, el no se describía a sí mismo como un chico curioso.— Ese silencio me hace pensar que no es así, ya se... Eres de los que no soporta no saber algo
—Creo que eso viene más conmigo -admitio ahora con su frialdad y seriedad de siempre.— ¿Me respondiras?
—Ansioso además... -sonrio muy confiada mientras se miraban fijamente. Una melodía cortó la competencia entre sus miradas, era lo que parecía un móvil, ella miro su celular y volvió a mirarlo a el— Pero deberás aguantar toda la ansiedad, por que las respuestas a tus preguntas no las daré
—¡Espera, ¿Por qué no?! —tomo su mano como un impulso para detenerla y no desapareciera de su vista. Una corriente eléctrica paso por los cuerpos de ambos, pero era agradable, eso fue lo que asusto a ambos, inmediatamente se soltaron- L-lo siento, pero no podré vivir en paz si no me respondes
—Tranquilo... _recompuso su postura volviendo a poner la sonrisa confiada que tenía cuando se presentó— Responderé a tus preguntas, nos volveremos a ver... Seguido.
Se fue, desapareció dejando igual o peor a Toshiro. El peliblanco solo pudo sacudir su cabeza para volver en sí y sacudir sus ropas del polvo. Esta vez vibró el bolsillo de su pantalón, era su hermana Momo, preocupada por que aún no llegaba, se dio cuenta que el tiempo había pasado volando, volvió al callejón donde visualizo su mochila, reviso que su manga estuviera en buen estado y se puso a caminar.
Cuando llego a su casa, aguanto el sermón de su hermana y su abuela, además de uno por celular por parte de Rangiku, por poco llamaban a la policía. Pidió disculpas y subió a su habitación, tomo una toalla y fue al baño para darse un baño antes de dormir.
Se despojó de la ropa que cubría un poco formidable cuerpo blancuzco, metió su cuerpo desnudo a la ducha dando a potencia el agua. Dejaba que las gotas de agua cayeran duramente sobre su anatomía humana, mientras pensaba e intentaba analizar detalladamente todo lo ocurrido hace algunos minutos, sobretodo aquella corriente eléctrica que no fue molesta, pero si enlazadora y agradable, jamás había tenido esa experiencia y por lo que pudo notar, ella tampoco.
|Sociedad de Almas|
Un mundo para las almas que dejaron sus cuerpos al morir, no es ni el cielo, ni el infierno, en teoria son ambos. Aquí pueden nacer, crecer y morir.. como si estuvieras en el mundo terrestre, solo que envejeces más lento, no sientes hambre ni sed de como debería ser cuando estás vivo, en palabras sencillas: Estás Muerto en Vida. Ellos son llamados almas plus o simplemente plus.
La joven (en teoría) Shinigami de cabellos oscuros, caminaba muy campante pero también seria por unas calles pequeñas pero muy limpias, dirigiéndose a la entrada de una gigantesca mansión, con una decoración muy sutil y fina.
Al estar parada frente de la entrada, golpeó las amplias puertas, dando dos toques lentos y tres un poco más rápido, inmediatamente se escuchó unos pasos cordinados, las puertas lentamente se abrían dejando ver a un par de guardias haciendo reverencia.
—Bienvenida Señorita —hablaron en unísono los 4 guardias que estaban recibiéndola.
—Gracias Chicos —respondio de manera amable la pelinegra.— ¿Están todos en casa?
— Así es Señorita Karin —respondio uno mientras aún todos permanecían en reverencia.— No esperaban que volviera, así que ya cenaron.
—Entiendo... —dijo mientras miraba los alrededores de su casa. miro perpleja al ver a sus guardias— Ya los saludé ¿Por qué siguen en reverencia? Pensé que lo había dejado claro Naoki
—Lo lamento señorita, lo lamento nuevamente señorita pero Soy Naoko —le corrigió modestamente a su superior, ya que entendia su motivos al equivocarse.— Naoki está cuidando los alrededores
— Oh, perdóname. —hablo un poco avergonzada pero sin que se le nota bastante, tal vez Naoko se dio cuenta al tener más cercanía con ella.— Aún no logro diferenciarlos, son idénticos.
Él solo asintió con la cabeza mientras mantenía una sonrisa amable, indicándole con educación que siguiera su camino hacia el interior de la mansión. Naoko y Naoki eran gemelos, un poco jóvenes (en teoría claro) pero mayores que Karin.
La morena entro a la sala de su mansión, luego de haber dejando sus zapatos e zampakuto en la entrada, donde también habían cinco más además de la de ella. Camino recto por el pasillo frente a la entrada hasta llegar a un jardín, donde doblaría a la derecha en dirección hacia su habitación.
Pero al llegar al final del pasillo, ir tranquilamente a su habitación el carraspeó de una garganta la hizo detenerse y girarse sobre sus tobillos para ver quién había hecho la llamada de atención.
—Tu.. ¿No deberías estar sustituyendo al vigilante de la cuidad 316? —pregunto seriamente una mujer muy elegante, de gestos muy delicados con cabellos oscuros al igual que ella pero mucho más largo, de ojos oscuros como la luz de Luna opacada por hojas de árboles.— ¿Qué haces aquí Karin?
—Vine para confirmar una nueva orden que me encomendaron —respondio con la misma seriedad, con gestos más duros que los de la otra mujer.— Tranquila Miyako, yo no me salto trabajos como lo hacía... Ichigo
—Es verdad —dijo mientras sonreía con tristeza. Aquella mujer era esposa de su primo, Una jovencita muy responsable, una fuerte Shinigami además de bella.— El tío Isshin preguntaba por ti, lloró e hizo rabieta por horas cuando supo que no llegarías hoy, casi hizo reunión de Nobleza para que volvieras.
—Ooyy... Que fastidio. —bufo mientras cerraba su vista, pensando en como carajos reaccionaria su padre al saber que estaría de vigilante toda una temporada— Miyako, deberás alertar a Kaien, Kukaku y Ganju para que controlen a papá, ya que seré vigilante de la cuidad 316 por toda una temporada... Quizás más.
—Vaya... Ahora si tendremos una reunión de cabecillas —suspiro vagamente pero volviendo a sonreír inmediatamente, acariciando el cabello de Karin— Ve por tus cosas, vete por la senkaimon privada, Yo informaré de tu hora de partida.
—Gracias Miyako —la chica sonrió y uso shumpo para entrar más rápido a su habitación, cerrándola inmediatamente.
—Se que estás ahí Kaien —hablo un poco más alto pero no audible para Karin. Se giró para ver cómo salía de su escondite de Kido su marido— ¿Escuchando conversaciones ajenas?
—No es eso... —respondio.— Es solo que no quiero que Karin me vea con esos ojos llenos de culpa... Ella lo ve en mi y eso la mortifica más de lo que ya se siente desde aquel fatídico día.
El silencio retumbó, ella se acercó a los brazos de su esposo para darle un abrazo reconfortante, el cual fue muy bien recibido y pagado con un dulce beso. Ella con una dulce mirada le dio a comprender que se fuera su habitación, que la esperará allá ya que Karin no tardaría en volver y él, eso hizo.
|Hueco Mundo|
Es casi como un desierto, pero en este no eres sofocado por el inmenso calor, la arena no es anaranjada ni el sol culmina el paisaje. La luna remplaza el candente sol, el blanco sustituye el anaranjado de un desierto normal, y en vez de un manto celeste lo cubre uno negro. Este mundo es para las almas corrompidas, las que no encontraron paz u las que no alcanzaron a ser llevadas a la sociedad de almas. Son llamados Hollow.
En medio de esos kilómetros de arena blanca, árboles secos y que ilumina la Luna, hay una "pequeña" construcción, que realmente era más grande que un palacio, tenía el doble de tamaño que uno, pero tenía todo el estilo de uno. Ellos también vivían en jerarquía, en una un poco o más cruel que la de los Shinigamis. Para sobrevivir debes ganar respeto, literalmente, comerte al más débil.
Dentro de aquel lugar, dentro de una de las tantas habitaciones, habían muchos almohadas de color blanco, donde habían dormidos muchos lobos, pero no de carne y huesos; entre ellos había una chica, de largos cabellos color limonada y delgada, también era un Hollow.
—Mi señora... —dijo una de esas almas corrompidas, pero esta estaba en un estatus más alto que un Hollow corriente, tenía un aspecto humano, pero no más alto que la de esa chica rodeada de lobos— Lamento molestarla en su tiempo de descanso, pero la Reina convoca una junta...
—Esa anciana y ese loco... —dijo a regañadientes mientras se levantaba y peinaba su largo cabello con una pistola negra— Son una molestia, odio sus juntas... Vamos Sai..
—Si mi señora —respondio cordialmente mientras la seguía detrás de ella.
|Infierno|
El infierno, donde la tierra quema más que el sol, donde en vez de agua hay lava ardiente y dónde llegan las almas que en su tiempo de vida, fueron muy malos: asesinos, violadores y demás. todos esos de parecida calaña a criminales.
—¿Informar?—pregunto a carcajadas una voz masculina mientras una cabeza de facciones finas asentía— No... ademas, el postre siempre se sirve al final Nejireta.
—Si usted lo dice, amo. —respondió la joven que antes había asentido.
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¡Segundo capitulo! El muy esperado segundo capitulo, lo se, lo se muy bien... lamento mucho la tardanza pero con los estudios debo estar muy a full para no repetir el año nuevamente.
Quiero informarles como seria la publicación de esta historia... no publicare mas de un capitulo cada dos meses (excepto cuando este en vacaciones) necesito arreglar muchos asuntos de esta historia ya que necesitare muchos personajes OC y debo planear sus personalidades, poderes (si es que los tendrán algunos) Nombre, historia y todo eso(me gusta ser bien completa con eso) pido paciencia y mucha comprensión hacia su humilde y atareada escritora.
¡MUCHAS GRACIAS POR LEER!
Anais<3
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