Jeison

La ambulancia no tardó en llegar, Shanea fue llevada en ella rápidamente, mi padre fue recogido por la misma ambulancia, pero éste iba a parte, pues ya se encontraba muerto y la prioridad era Shanea, nadie hizo ninguna pregunta, pero sabía que muy pronto vendrían a interrogarme para saber lo ocurrido. No sé cómo lo hice, pero conseguí un auto rentado que me ayudaría a llegar al hospital, no podía dejarla sola, si algo le llegara a pasar, no sabría qué haría con mi vida, ella se había convertido en mi mayor tesoros, esos que valen más que el propio dinero.

Al llegar, el doctor me pidió que tuviera clama y fuera a esperar a la sala de espera, yo quería estar con ella, pero en ese momento se encontraba en operación y era totalmente imposible. Las horas seguían pasando en aquel reloj de pared que parecía andar más lento cada vez, el doctor seguía sin salir de la operación y mis nervios estaban completamente dañados ¿En qué momento había pasado todo esto? Hace algunas semanas no tenía idea de la existencia de Shanea, ahora me encontraba en el hospital con mi corazón roto.

—¿Familiares de la señorita Shanea? —preguntó el doctor mirando hacia todas partes. Rápidamente corrí hasta donde se encontraba él.

—Yo soy su esposo. —respondí mientras recuperaba el aliento.

—Lo lamento —susurró poniendo su mano en mi hombro, en ese momento sentí que el mundo se partía en dos.

—Ella... —guardé silencio incapaz de decirlo.

—No, ella ahora se encuentra en cuidados intensivos, lo más seguro es que no pase la noche —musitó con lástima—. Lamento la muerte de su hijo, la bala lo mató.

—¿Hijo? ¿Cual hijo? —pregunté sin entender nada.

—Su esposa estaba embarazada, tenía solo dos semanas como mucho, pero debido a eso su esposa está en peligroso, perdió muchas sangre y los más seguro es que muera. —comentó para luego salir de mi vista.

Sus palabras fueron como una estaca ardiente enterrada hasta lo más profundo de mi corazón. Tal vez no estaba herido, pero el amor dolía más que cualquier herida física ¿A dónde va uno cuando le duele el alma? No sabía cómo superar aquel vacío extraño que se sentía en el pecho, nunca lo había experimentado y realmente es horrible. El dolor más extraño y doloroso es el del corazón, hasta que lo sientas lo entenderás.

Salí del hospital para adentrarme a un pequeño parque vacío que se encontraba cerca de allí. Mis lágrimas no tardaron en salir, en ese momento me hacía falta el cariño de una madre,  me hacía falta un consejo que curara mi herida emocional. La luna se podía apreciar muy bien desde allí, era brillante y hermosa, me quedé unos minutos mirándola fijamente, mis ojos empezaban a cerrarse con rapidez haciendo que me quedara dormido sin razón alguna.

Aquí es donde entenderán la primera temporada.

Le voy a dedicar los siguientes capítulos a lss primeros 5 personas que comenten primero.

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YO