Shanea

Me desperté con un fuerte dolor de cabeza, todo a mi alrededor daba vueltas y no recordaba mucho de la noche anterior, solo que había bebido demasiado y había terminado en los brazos de Jeison. Decidí levantarme e ir al baño, pero en el momento en el que moví mis piernas, sentí como si cien elefantes hubieran pasado por encima mío, dolían bastante y tenían varios moretones y golpes que dejaron un color carmesí sobre éstas. Dejando atrás el dolor de mis piernas, caminé hasta el baño donde sufrí nuevamente por la noche anterior, por mi intimidad ardía como el mismísimo infierno, eso solo confirmaba mi teoría, en medio del alcohol, terminé follando con Jeison. Maldita sea.

Salí del baño con lentitud tratando de no lastimar más mi cuerpo. Cuando ya iba a la mitad de la habitación con mi ropa en mano, sentí una mirada encima de mí, rápidamente me tapé con la ropa y miré hacia la cama, allí se encontraba Jeison mirándome fijamente de arriba a abajo con curiosidad y confusión ¿Acaso también había olvidado lo de anoche? Al parecer sí, en conclusión, no debíamos haber bebido tanto. Jeison captó mi mirada avergonzada por encontrarme desnuda delante de él, así que rápidamente desvío su mirada sin decir palabra y empezó a vestirse torpemente.

Sin más que ver, salí de allí rápidamente con mi ropa y me adentré a la ducha, el agua fría despertaba mis sentidos y hacia mi mente más clara, pero aún así no podía recordar mucho. Salí de la ducha y empecé a secar mi cabello mientras miraba los moretones en mi cuello ¿Había estado con un hombre o con un vampiro? Pues casi todo mi cuerpo estaba lastimado, al parecer había sido una noche muy intensa y lastimosamente no recordaba nada.

—Shanea. —llamó Jeison— necesito entrar.

—Y-ya enseguida salgo. —dije en titubeos mientras terminaba de vestirme y salía del baño.

Al salir, nuevamente me encontré con aquella mirada pensativa, ojos azules que parecían no entender nada de lo ocurrido, era de esperarse, nuestras mentes estaban en blanco después de todo. Después de un rato, Jeison salió del baño y empezamos a desayunar, un silencio incómodo se apoderó del momento haciendo que mirarnos fuera ya demasiado. Golpeé suavemente la mesa atrayendo su mirada, hasta harta de esto.

—Estoy harta de que nos comprometemos como unos niños que cometieron un pecado —musité con ira—. Ya somos adultos y deberíamos actuar como tal.

—¿Crees que es fácil? —preguntó irritado—. Acabo de despertar desnudo después de una noche que no recuerdo.

—Aunque haya sido así, no lo estamos tomando de la mejor manera. —suspiré alejando la comida de mí.

—¿Y qué quieres que haga? Acabo de tener mi primera noche de pasión y no recuerdo cómo fue. —gruñó despeinando su cabello.

—Lo podemos repetir, tal vez nos acordemos. —bromeé para romper la incomodidad, pero sus mejillas sonrojadas me hacían entender que se lo había tomando muy enserio, será muy divertido utilizar eso a mi favor.

Perdón por la demora.
Estaba terminando unos trabajos de la universidad y le estaba dando un final a un fanfic, ahora toda mi atención estará en ésta historia.

Gracias por leer 💜💜