8
Antes de que yo muera 8.2-
Solo podían escuchar los quejidos de aquel alienígena extraño, y los chillidos de las extrañas criaturas que lo atacaban. Dillon no quería ni asomarse por el miedo de ser descubiertos, Mac estaba mirando hacia la nada en busca de ayuda, pero nada.
-Debió irse señor...- soltó en un susurro el afroamericano.
-Ya perdí a muchos de mi familia en esta misión, no te perderé a ti también hermano- dijo con voz baja el pelicafe.
Mac asintió al escuchar aquellas palabras y se preparó. Estaban listos para atacar, pero no sabían cuándo hacerlo ya que aquellas cosas asquerosas estaban muy concentrados con el otro alienígena.
Al menos los que ellos podían ver, nadie se puso a vigilar detrás de ellos.
Escucharon un rugido enorme y fuerte detrás de ellos, con lentitud fijaron su vista hacia atrás y lo vieron. Sin ojos y todo negro los acechaba, su cola se movía de un lado a otro con rapidez, casi ansioso y la saliva o fluidos salían de su boca. Su piel brillaba como si estuviera húmeda todo el tiempo y mostró sus tenebrosos colmillos.
Dutch apuntó a el y la criatura cayó muerta con un disparo en la cabeza, pero tal fue la sorpresa al darse cuenta de que no fue el quien lo mató, si no más bien Billy quien se encontraba jadeando de el cansancio. Observó a la criatura negra en el suelo y notó como el ácido burbujeaba y quemaba muchas cosas a su al rededor, incluso en la tierra hizo un agujero no tan profundo. Billy corrió hacia ellos y se puso a su lado.
-Billy, gracias a Dios estás aquí- dijo Mac con felicidad.
-No podía dejarlos, Ana ya se fue en el helicóptero, así que está a salvo.
-Bien, pero ahora todo estamos en el mismo problema, no sabemos si deberíamos ayudar a esa cosa o a huir...- comentó Allan.
-Voto por huir- contestó Mac de inmediato.
-Jefe, el enemigo de mi enemigo es mi amigo...- dijo Billy.
Dillon lo miró como pensativo, para después recargar su arma.
-Esto haremos, dispararemos a cuantos podamos para que esa cosa tenga tiempo de escapar y huimos- su mandibula estaba algo tensa al decir aquello y temblaba levemente- Solo oren a dios para que podamos escapar sanos y salvos.
Los tres se quedaron quietos un poco, como preparándose para aquella joda mental en la que estarían metidos una vez más.
-Y por lo que más quieran, no maten a el gigantón- dijo Dutch en voz baja- al menos aún no.
Dicho esto levantó la mano e hizo señal de comenzar a disparar, los tres salieron casi de un brinco de su escondite y comenzaron el tiroteó, le daban en la cabeza a aquellas cosas o en donde podían. Estas soltaban un chillido muy perturbador, como un elefante siendo apachurrado y eso era incómodo de oír. Había al menos unos 5 y lograron matar 3, al parecer esto fue una oportunidad porque el Yautja agarró la cola de una y lo uso de arma contra los otros.
-¡Retirada!- gritó Dutch fuertemente.
Todos corrieron como locos en la misma dirección, no miraron hacia atrás para nada y solo escucharon un fuerte rugido inhumano.
Tenían que ponerse en algún lugar seguro.
—-
Todo estaba obscuro, pero Tony podía escuchar movimientos a su alrededor, más no se podía mover. Era como estar en coma. O así era, hasta que de poco a poco comenzó a tener movilidad en ciertas áreas de su cuerpo.
¿Que rayos le había inyectado aquella Yautja? No tenía idea, pero esperaba enserio no morir.
Logró abrir finalmente los ojos y se encontró con la figura femenina de su acompañante, quien la observaba con mucho detenimiento aún con aquel casco puesto.
Se sentó y se sobo el cuello.
-Señor, está bien...- dijo viernes al instante con felicidad.
-¿Que rayos?- preguntó algo molesto el castaño- ¿Que rayos me inyectaste?
La alienígena se cruzó de brazos para seguirlo viendo en silencio, como esperando alguna reacción.
-Es enserio mujer, ¡que me inyectaste...!- soltó al mismo tiempo que levantaba los brazos de una, ahí fue cuando se dio cuenta, no tenía su cuerpo entumido ni dolor en las articulaciones, observo todo su cuerpo y noto que ya no tenía heridas- me curaste...
Estaba muy sorprendido, dirigió su mirada a la Yautja y está la hizo una seña con su mano, como diciéndole -De nada.
-Enserio tengo que aprender sobre tus herramientas, serían de mucha ayuda en mi mundo- dijo Tony con una pequeña sonrisa, se levantó como si nada aún en su traje negro ajustado. Pudo ver su casco y la demás chatarra en un bulto, y a la derecha las armas ya sueltas, no solo lo había curado si no que también se tomó la molestia de arreglar sus armas. Demasiada amabilidad.
Ahora que miraba bien a su acompañante, pudo ver lo voluptuosa que era. Lo admitía, se sentía atraído a la alienígena, eso no sería un problema para el. Ya se había acostado con otras alienígenas con anterioridad. Negó ante esos pensamientos que estaba teniendo, no debía de pensar de aquella manera, en especial cuando el fin del mundo se acababa.
Jadeo de sorpresa al recordar el tema- Oye, necesitamos ponernos a cazar a esas cosas, enserio, mi mundo depende de ello.
La cazadora se dispuso a elegir entre sus armas, era impresionante, mientras que ella se encontraba preparándose el castaño comenzó a ver la nave con más detalle. Tenía un tallado perfecto en las paredes, muchas puertas tenían símbolos que el no comprendía, pero uno le llamó la atención. Era una calavera.
Con lentitud camino hacia la puerta y está se abrió automáticamente, lo tomó por sorpresa, pero lo que lo dejo en shock fue el notar muchas calaveras en estantes de una enorme pared. Cráneos de cosas que el no conocía, al menos no todas, porque pudo divisar una de Xenomorfo y otro de humano, de ahí en fuera lo demás era desconocido.
-Trofeos...- dijo en voz baja Tony, pero no evitó tragar duro al ver aquel cráneo de humano.
Estaba sumamente interesado en saber más de esta raza, no era para nada como Gamora o los chitauris. Esta raza tenía una cultura sumamente interesante, daban ese aire rústico con futuristico. En definitiva cuando saliera vivo de esto, le pediría información, no sabía cómo podría comunicarse con ella, pero lo haría.
Dio unos pasos hacia atrás y chocó con algo, volteo y se encontró con ella. Esta le entrego un arma a Tony, un arma que en definitiva no tenía idea de para que servía, por alguna razón no pudo evitar darse cuenta que la Yautja tenía una mano escondida atrás de su espalda, como escondiendo algo.
-¿Que tienes ahí?- preguntó sin pensarlo.
Lentamente la cazadora sacó la mano de su escondite, pudo ver que esta tenía un dedo de un facehugger. Alarmado, dio unos pasos hacia atrás, mientras que la Yautja se acercaba haciendo señas que no tenía idea de que significaba. Ya con más calma la cazadora se dio cuenta de su error, así que se detuvo y pensó la manera más fácil de explicarle, con su dedo apuntó a una marca que tenía su casco.
-Si, bonita marca, pero eso no me explica porque tienes un dedo de facehugger en tus manos.
La Yautja lo apunto a el.
-¿Yo?
Asintió con su cabeza y después apuntó a el cráneo de Xenomorfo.
-Okay, xenomorfos... ¿eso que?
Después, imitó la forma de pelear de Tony y apuntó el cráneo.
-.... Exterminé xenomorfos...- dijo mirándola.
La Yautja rápidamente asintió.
-Okay, entonces... si alguien extermina xenomorfos, ¿se debe de hacer esa marca?- preguntó algo nervioso.
Cuando la cazadora asintió, bufo un poco.
-No tengo casco ni nada en lo que puedas hacerlo, y dudo que esa chatarra la salve- dijo mientras apuntaba a todo lo que quedó de su traje.
La alienígena no le tomó importancia, porque con su enorme mano lo tomó de el rostro y lo acercó a ella, con delicadeza que era inservible dada las consecuencias y el ardor, marcó sobre la mejilla derecha de Tony la marca. Después se alejó. El castaño buscó algo en donde poder verse y admiro la marca, por alguna razón que el mismo desconocía se sentía orgulloso de ello. Se sintió parte de los depredadores y eso hizo que su pecho se sintiera cálido.
-Bien, manos a la obra...- dijo el castaño para después tronarse los puños.
Este sacó ciertas piezas de la chatarra, se quedó con los propulsores de las manos y pies, logró arreglar una entre toda la chatarra e hizo un cableado que conectó a su reactor para la energía. Agarro un cinturón de la Yautja que se encontraba por ahí, puso sus armas y la munición que tenía. El problema era su vestimenta interior, su traje negro era demasiado ajustado y liviano, pero eso no lo tenía totalmente protegido. Tarde o temprano necesitaría otro cambio de ropa si es que la que tenía puesta se destruía. Aunque rogaba por no tener que buscar ropa.
-Señor, la señorita Potts intentó comunicarse con usted ya muchas veces, ¿quiere que le llame?- dijo la asistente virtual.
Tony se quedó pensativo ante ello, sería buena idea hablarle, pero no quería asustarla. La Yautja le dio un empujón que hizo que este la volteara a ver con algo de sorpresa. Esta le hizo señas con la mano hacia el comunicador.
-¿Quieres que le llame? Pero, no quiero espantarla...
Recibió un zape de la gigantona y presionó un botón de su nave, haciendo que una pantalla enorme holográfica apareciera y reproducía algunos videos que el desconocía. Miró con atención todo y su cerebro analizaba con rapidez, no sabía que era, pero no podía apartar la mirada y absorber todo.
>>>>>
Se podía observar a un depredador cazando a Xenomorfos en un complejo de Weyland Yutani Corporation. En menos de un día había al menos unos 40 xenomorfos de muchas razas y mataban o usaban como crisálidas a los humanos. Un equipo de Marines entró para cazar a los bichos de igual manera, la líder de el escuadrón llamada Tequila estaba decidida a no dejar a ninguno vivo.
Un nuevo Marine fue alejado de el equipo al ser emboscados, así que tuvo que emprender un viaje largo para lograr sobrevivir.
Este Marine viajó mucho, con ayuda de Tequila quien le decía adonde tenía que ir tras el comunicador, ya que ellos fueron los únicos que sobrevivieron. Toda el area que era enorme, casi de el tamaño de un país estaba en cuarentena (en un planeta colonizado por la corporación).Las cosas tomaron un giro más difícil, debido a que Weyland quería la ubicación de el planeta de los xenomorfos. Ni Tequila o Michael le darían ese privilegio. En el trayecto con ella fueron emboscados y Tequila fue secuestrada por un Xenomorfo, el marine no la dejó atrás, la rescató y la puso en un sueño criógénico para que el chesbuster no saliera, una androide doctora le ayudó.
Ya con Tequila a salvo este fue en busca de Weyland y lo detuvo (al menos al androide),no sin antes lograr asesinar a un depredador y una Reyna Xenomorfo.
O al menos creyeron que lo detuvieron, porque soldados infiltrados consiguieron la localización de el planeta.
>>>>>
Todo fue de golpe para Tony, este agarró su cabeza con fuerza mientras que soltó un fuerte quejido. Jadeaba mientras intentaba recuperar el aliento.
-¿¡Que mierdas fue eso!? ¡En menos de un día! ¡Ya perdimos demasiado tiempo, tenemos que ir a por ellos! -el castaño todo su reloj y le marcó a Pepper.
-¡Tony, bebé!- gritó de felicidad la pelinaranja- ¡Estas bien, estábamos todos muy preocupados! ¿Por que no nos llamaste? Elu tiene rato preguntando por ti.
-Pepper, Pepper, tienes que escucharme ¿okay? Estamos en peligro, tienes que prepararte a ti y a los demás ¿okay?- dijo con rapidez.
-¿De que hablas? Tony, no entiendo y me estas asustando...- contestó la mujer, se veía que si estaba muy confundida, pero esta soltó un fuerte grito al lograr ver a la Yautja detrás de el con armas- ¡TONY! ¿¡QUE ES ESO!?
-¡ESCUCHAME! ¡Eso puede esperar! Estamos en problemas, la nave era de Weyland yutani corp, para nuestra desgracia había algo dentro de la nave que escupe ácido y mata como loco, sin mencionar que se reproducen rápidamente- mientras que decía eso Tony estaba acomodando los archivos y los envío- Te acabo de mandar la información. Esto puede ser una epidemia y necesito que estes lista, avisa a Fury, intentare hacer que no salgan de la selva.
-¡Te dije que no fueras Tony!- soltó la ojiazul casi llorando.
-Lo se nena, lo se...- contestó con algo de pesar- pero ya estoy aquí y necesito que te pongas lista. Haré lo que pueda en mis manos para que esto no se descontrole, dile a Fury que ponga en cuarentena toda la selva de ser posible y que por más quiera que no avise a nadie más de el paradero. El gobierna va a querer a esa cosa.
-Si Tony, si, pero ¿tienes tu armadura? Tony, no te veo con tu armadura- dijo Pepper con la voz temblorosa.
-Acabó de mandar a pedir el reloj, no te preocupes, todo estará bien, tú aún estás muy lejos y ellos no podrán llegar con ustedes, lo prometo- dijo con una sonrisa marca Stark- diles a todos que estoy bien, pero que tardaré más de lo esperado en llegar ¿okay? Los quiero, enserio los quiero.
Tony no dio permiso de que Potts contestara porque colgó, sabía que si se quedaba hablando con ella mas tiempo le rogaría que no hiciera nada, y el terminaría cediendo. Pero no podía darse ese lujo, tenía un trabajo que terminar.
-Bien, tenemos trabajo que hacer- término por decir Tony para después voltear a ver a su acompañante, quien asintió mientras que sus cuchillas se acomodaban en su lugar- dime cómo encontrarlos, se nota que tienes experiencia en esto.
La Yautja tomó sus cosas y comenzó a caminar hacia afuera de la nave, Tony le siguió el paso con seguridad y con su arma en mano.
Hasta que escucharon un rugido, sintió un escalofrío el humano, más no dijo nada.
Al parecer la alienígena conocía ese rugido, porque miraba en todas direcciones con rapidez, como tratando de encontrar algo o alguien.
En cuanto salieron la luz de el atardecer les dio en el rostro, no faltaba mucho para hacerse de noche y eso sería una gran desventaja, bueno, al menos para Tony ya que el era humano. Pero no pudo hacer nada con el casco, tuvo que dejarlo. El castaño estaba tan sumado en sus pensamientos y se sorprendió al ser tomado por la cintura y cargado, solo pudo ver como el suelo se alejaba y era depositado en una rama. Dirigió su mirada a su acompañante y esta le hizo una seña con su mano derecha de guardar silencio, y este obedeció rápidamente. Sin perder su mirada en el suelo escucho que unos matorrales se movían con violencia.
Tal fue su sorpresa al ver que un soldado caía de estas, un nativo americano.
Después salió un afroamericano y a lo último un pelicafe, Tony se sorprendió al reconocerlo. Este iba a moverse, pero la cazadora no se lo permitió, lo tomó de el brazo y lo puso detrás de ella en guardia, Stark no comprendía porque, al menos no hasta que observo a 2 xenomorfos que aparecieron. Estos se movían con rapidez al rededor de los soldados quienes estaban pegados de espaldas mientras que apuntaban con sus armas.
Tony comenzó a ponerse nervioso, quería ayudarlo pero no deseaba que la Yautja se molestara con el y lo abandonara, después de todo ella era su única esperanza para encontrar estas cosas y exterminarlas.
Estaba apunto de hacer su movida, cuando fue cargado de nuevo y la cazadora brincó de el árbol con el en brazos. Al caer al suelo la alienígena lo dejó rápidamente en el suelo, sacó una clase de látigo y envolvió a un Xenomorfo con ella, para después tirar y así despedazarlo. Uno de los bichos que estaba ahí la notó y rugió, se puso hostil y usó su cola para lastimarla, pero esta logró tomarla y con su fuerza estamparlo en el suelo, rápidamente sacó sus cuchillas y las enterró en la cabeza de el Xenomorfo.
Todo esto ante la mirada de los soldados quienes estaban sorprendidos y algo intimidados.
Dutch miró a la Yautja y sin pensarlo le apuntó, al sentirse amenazada, la cazadora también sacó un arma y rugió con enojo al ser intimidada. Pero Tony se puso en medio rápidamente.
-No se atrevan a dispararle...- dijo con decisión el castaño- Ella les salvó la vida, así que lo mínimo que ustedes pueden hacer es el agradecerle.
Billy y Mac se voltearon a ver entre sí con sorpresa, no creían que un humano estuviera de parte de aquellos seres desconocidos pero letales. Allan lo miró con seriedad unos momentos y después bajo su arma, asintiendo.
-Bueno, puedo decir ahora que en verdad me cague en una misión...- soltó Mac.
Todo se quedó en silencio unos momentos y después una risa se escuchó. Dutch abrió los ojos con sorpresa y se sonrojó un poco, observaba a Tony quien reía con mucha feliciddr, era la misma risa que antes había escuchado.
Era el.
Por algo del destino.
Lo había encontrado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top