— Lo siento nena no te quise despertar.

—Está bien, solo no te sentí en la cama.

Lo veo y está ordenando todas las cajas.

— Vi una caja llena de fotos, son muy buenas. ¿Quién las tomó?

Lo miro y sonrio, — son mías, cuando cumplí la mayoría de edad, papá me regaló un viaje por toda europa, cambié el boleto y me fui para Bangladesh, Pakistan. la franja de Gaza, Israel. Me apasiona mucho la fotografía y tome fotos de la realidad de cada sitio en el que estuve, más de una vez estuve bajo el fuego cruzado debo admitir que fue algo irresponsable, cuando papá se enteró me envió dos de sus guardaespaldas.

—¿Te gustan las emociones fuertes? — Pregunta en un tono de voz muy sexy.

—Me hacen sentir viva, aunque después de esa locura me castigaron casi un mes, sin auto, sin salidas, sin saber nada del mundo exterior.

Aiden deja salir una sonrisa que me derrite, amo sus hoyuelos y la manera de mirarme mientras muerde su labio inferior.

—Después del mes en confinamiento, mis fotos fueron escogidas para aparecer en la National Geographic, papá envió las fotos.

— Aún así tu padre te apoya, que suerte. Mis padres siempre han querido controlar mi vida y la de Alice, seguir el legado de los doctores de la familia, un día Alice tomó la decisión de irse de casa y quiso llevarme con ella y aquí estamos ella cuida de mi y yo cuido de ellas.

Respiro profundo y lo veo mientras lo tomo en mis brazos y lo abrazo tan fuerte que caemos al piso, veo la hora en mi reloj y ya es un poco más de media noche.

— ¡Feliz cumpleaños, mi amor! — Lo felicito mientras le lleno su rostro de besos.

Me toma por la cintura y me abraza dándome un beso en la frente y jugando como niños.

—Me haces feliz Alexa, contigo quiero hacer las cosas bien.

Sonrió y me levanto.

— Espera un momento te traeré algo.

Tomo el regalo que está envuelto y dentro de una de las cajas. Aiden no deja mirarme, me pone muy nerviosa.

— ¿Sabes que esa mirada me pone nerviosa?

— Lo sé, por eso lo hago, es lindo verte nerviosa y que sea yo el que lo cause.

Lo veo y sonrío mientras le entrego su regalo. Aiden lo abre y su mirada es como la de un niño emocionado.

— ¡Guaoo! ¿Es mi auto en tamaño escala? — Pregunta mientras disfruta de su regalo.

Asiento con mi cabeza.

—Alice me comentó que ese auto tiene un significado muy importante para ti.

— Mi abuelo me lo heredo en vida, mi pasión por las carreras se la debo a él, siempre me apoyó, su mejor consejo fue que hiciera lo que hiciera fuera feliz y persiguiera mis sueños el y mi padre nunca tuvieron buena relación, él también cumple años hoy, Alice y yo vamos todos los fines de semana a visitarlo, cada dia empeora la última vez no me reconoció.

La tristeza me invade, me recuerda cuando mamá murió, sentí que mi mundo se acabo.

—¿Tú abuelo también era doctor?

— No, mi abuela si y mis tíos, mi abuela jamás lo dejó solo, ella murió hace un par de años, la familia de mi abuela jamás aceptó que ella se casara con un mecánico ordinario como le llamaban a mi abuelo, ella renunció a su herencia y a todo por amor.

mi abuelo la hizo feliz hasta su último día.

—Por el verdadero amor se es capaz de todo.

Aiden me toma por la cintura y me da un tierno beso.

—Nena, ¡Gracias! Es el mejor regalo que me han dado, aunque sienta que contigo lo tengo todo Alex.

— Aún falta la otra parte de tú regalo.

Llevo mis manos a mi cuello y me quito la cadena que me obsequió mamá.

—¿Nena qué haces?

— Esta cadena me la obsequió mi mamá, es muy importante para mi, quiero que la lleves en tus competiciones, se que mamá te hubiera querido muchísimo.

—Alex no puedo aceptarlo, te la obsequio tu mamá. Es muy importante para ti.

— Tú también lo eres para mi.

— Si pudiera describir lo que me haces sentir, no terminaria jamás. Alex eres mi pequeño universo.

Aiden me tomó de la mano y subimos las escaleras, nos tumbamos en la cama mientras él colocaba su cabeza en mi pecho me abrazó, acarició su cabello y caímos en un profundo sueño.

Suena el timbre y me levanto de la cama Aiden aun duerme sobre mi, no quiero despertarlo, trato de moverlo cuidadosamente pero es más grande que yo y es un poco imposible.

—¿A dónde vas? sigue durmiendo. — Balbucea un poco sin abrir los ojos

— Sigue durmiendo ya vuelvo.

— Bajo las escaleras mientras me hago una cola en el cabello.

Abro la puerta y está Alice con Charlie, traen un pastel y algunos globos.

—Alex perdona que te haya despertado tan temprano.

—Tranquila, Aiden está arriba aún duerme.

Tomo a la pequeña Charlie en mis brazos y subimos las escaleras, Alice lleva un lindo pastel con el nombre de Aiden y un pequeño cartel decorado con las manitas de Charlie y un bonito mensaje de Feliz cumpleaños super tio.

Alice me da el pastel y se lanza sobre Aiden a darle besos.

Feliz cumpleaños a mi hermanito menor. Y pensar que hasta hace poco mojabas la cama.

Aiden ve a Alice y le lanza la almohada.

Cállate — Le grita Aiden con una sonrisa.

Tienen una hermosa relación de hermanos y hasta hace poco me enteré que tengo un hermano menor que me gustaría compartir con él.

Aiden toma a Charlie y juega con ella.

—Alex quería pedirte la mañana, quiero visitar a mi abuelo que también está de cumpleaños hoy.

— Está bien Alice, hagan lo que tienen que hacer. Aiden tiene el día libre.

Aiden se acerca a mi con Charlie en brazos y me da un beso en la frente, me da un poco de pena que lo haga frente a Alice.

— Llevemos a Alexa a conocer al abuelo.

—¿Qué? No... No es algo familiar Aiden.

Buena idea, ¡Vamos Alex! la pasaremos bien.

Los chicos me logran convencer, nos preparamos para salir, esta vez todos vamos en el auto de Aiden, mientras conduce coloca su mano en mi pierna y yo coloco mi mano sobre la de el. Me hace sentir tan segura.

Llegamos a la residencia donde está el abuelo de Aiden y de Alice tiene un hermoso Jardín que rodea la fuente, una enfermera se acerca a nosotros y habla con Alice.

— Podemos pasar, la enfermera me comentó que ha estado mejor.

Caminamos por un largo y estrecho pasillo donde hay muchos abuelitos, entramos en la habitación, Aiden y Alice abrazan muy fuerte al abuelo que está sentado frente a la ventana mientras lee una revista de F1 del año 78.

Los estaba esperando, me siento solo aquí. — Comenta el abuelo mientras le da un beso en la mejilla a ambos.

—¿Quieres volver a casa abuelo? — Pregunta Aiden.

—No quiero ser una molestia para ustedes aquí me cuidan bien aunque me hacen tomar las medicinas ajuro.

—Abuelo pero te podemos poner una enfermera así estás en casa.

—¿Quién es la hermosa chica que los acompaña?

Aiden me tomó de la mano y me acerco a su abuelo.

— Abuelo ella es Alexa, mi novia.

Me quedé tan sorprendida con lo que respondió Aiden y presentarme como su novia.

—Mucho gusto abuelo.

—Eres una jovencita muy hermosa, y Aiden es muy feo para ti, yo soy más guapo. — Responde el abuelo.

—Sin duda abuelo eres más guapo.

Viejo Roberts deja de coquetearle a mi chica.

—Traeme una chica aquí las enfermeras son muy mandonas.

Alice toma el pastel y comienza a cantarle el cumpleaños a los dos, Aiden me toma por la cintura y me abraza. Llegan algunos enfermeros y se unen a la pequeña reunión.

El abuelo la ha pasado muy bien junto a sus nietos, Aiden le lleva revistas de F1 y brillan sus ojos cuando las ve.

—Abuelo te tengo una buena noticia, he quedado para participar en una competición donde si gano me formaran como piloto de la F1.

El abuelo de Aiden se emociona y brotan sus lágrimas mientras abraza a Aiden.

—Todo te lo debo a ti viejo Roberts si ganó esa competencia será para ti.

Estoy muy orgulloso de ustedes dos, solo le pido a Dios que mi memoria no se vaya tan rápido cuando los tenga cerca, yo se que ganaras Aiden.

Alice y Aiden secan sus lágrimas y ambos le dan un beso al abuelo