Capítulo 16
Jane...
El dormitorio que Zequi me asignó era el doble de grande que el que tenía. Es elegante y hermoso. El baño también lo era. Tiene una ducha con mamparas de video traslúcido y una elegante bañera de material de porcelana color beige.
Jamás había visto una en mi vida y no voy a negar que tuve mucha tentación en darme un baño. Sin embargo no me atreví.
Nada de lo que esta aquí es mío y no quiero que piense que soy una abusadora. Tampoco me atreví a prender la televisión, nada, simplemente desempaque mi maleta la coloqué en el armario que por cierto, era más grande que mi habitación y me dediqué a dormir.
El wi-fi tampoco lo pedí. Así que no me comuniqué con stef, solo me dediqué a escribir otro capítulo en mi diario y observar mi muñeco Funko de mi lindo Charles Letcrer.
Salí de la habitación con el uniforme puesto del trabajo cuando coincidí con él en el pasillo. Pegué un brinquito de susto y me llevé una mano al pecho. Zequi me dedicó una sonrisa divertida y me saludó haciendo un ademán con la mano.
—Buenos días, Juliet — suspiró quitándose los auriculares. Zequi tenía ropa de deporte de pantalón corto y camisa de color negro. Lucia cansado, Le costaba respirar. Tenía las mejillas rojas, la piel sudada y la tela pegada a su espalda.
—Buen día para ti, Zequi.
—¿Ya te vas?
—Si —cerré la puerta detrás de mi, los dos quedamos cerca uno de el otro.
Zequi no se quitó para tener su espacio. De hecho solo se movió para quedar frente a frente.
—Supongo que no has desayunado.
—Eh...no, todavía — contesté apenada.
—¿Por qué?
—En el trabajo desayuno.
—Te dió pena — adivinó, no pude negarlo —. A la niña no le da pena tener un juguete sexual en el baño pero no es capaz hacerse un pan en mi cocina.
—¡Ya te dije que eso no era mío! — exclamé colorada viendo cómo se reía malicioso.
—¿Y como explicas su llegada hasta allí? — encarcó una ceja.
—Quizas stef lo colocó allí, no lo sé, pero ya te dije que esa cosa fea no me pertenece.
—¿Y como sé yo que no es tuyo? — dijo con una mirada acusadora.
—¿Crees que soy de ese tipo de chica? — entre cerró los ojos mientras tamborileaba los dedos en su mentón y luego me detalló de arriba abajo.
—No — contestó después de clavar sus ojos en mi —. Eres muy distinta al resto y lo odio, porque siento que soy una mala influencia a tu lado.
—He bebido.
—Eso no cuenta.
—Anoche dije groserías.
—¿Cuál? — levantó una ceja — . ¿mamaguevo?
Arrugué la cara horrorizada.
—Por favor no la repitas más — pido, sonrió campante —. Es tan ordinaria y tan...
—Grosera.
—¡Si! — carcajeó —. No la repitas más.
—Es divertida — desaprobé con la mirada —. Por cierto tenemos que hacer lo de la otra vez. Quiero ver la reacción de todos. Tienes que enseñarme más.
—No.
—Aburrida — se disgustó.
—Zequi.
—No me hables más y espérame en la sala, nos vamos juntos.
—Zeq...— y se metió en su habitación.
Negué con una sonrisa y me dirigí hacia la sala para esperarlo allí. Todo estaba silencioso y tranquilo. El único ruido existente era el de las agujas del reloj y de una ambulancia a lo lejos. El cambio es notorio, normalmente a esta hora stef está preparando su bebida verde mientras ve las noticias en la televisión y yo por mi parte estoy junto a ella, haciendo desayuno para ambas.
Sé que será incómodo al principio y me tomará un tiempito acostumbrarme al cambio pero me alivia que al menos Mike no me molestará más.
Zequi apareció en la sala diez minutos después. Yo estaba mirando curiosa su saco de lona para pelear y su guitarra electrica. No lo sentí, solo hasta que ví su mano alargarse hacia ella.
—El fin de semana tengo una presentación en midnight club — me comenta mientras toca algunos acordes de su guitarra —. Los chicos y yo abriremos el evento. Va a ver duelo de canto y también de patinaje. ¿Te animas? Le comenté a stef y ella me dijo que iría.
—Mmm.
—¿Eso que significa?
—¿C-cuando es?
Oh no, mi yo asocial está comenzando a surgir.
Esto no es bueno.
—Este sábado.
—¿A que horas?
—Comienza a las siete de la noche — sentí un aire de alivio al escuchar y no me gusta sentirlo, se supone que he superado esto.
¿Que pasó?
Siento que salir de una casa para estar en otra, no creo que haya ayudado mucho. Estamos jodidas.
—No creo que pueda, salgo a las ocho.
—Hablaré con tu jefe — dijo fácil sin dejar de tocar aquella linda melodía.
—Es difícil convencer a Tamara.
—Tranquila déjame eso a mi— suspiré jugando con los cordones de su suéter —. ¿Qué?
—Nada.
—Te pasa algo.
—Nada — acomodé el mechón de mi cabello —. ¿Vamos?
—Te noté preocupada — bajó la mirada hacia los acordes luego de tocar mal y me le quedé mirando pensativa —. ¿Que pasa Juliet?
Subí la vista, sus ojos me miraban Intrigados. Jugué dudosa con los cordones de su suéter. Zequi no quitaba su atención de mi y no lo iba hacer hasta que hablara.
—Es que..— rasqué mi nuca —. Acabo de darme cuenta que no he cambiado nada.
Frunció las cejas confuso.
—Sigo siendo la misma chica asocial que prefiere estar más en casa...que salir — empecé a decir mientras sentía que me iban a estallar las mejilla —. Acabas de hablarme del evento y yo estaba en modo negativo. Pensando en excusas o pretextos. Y eso...me frustra porque...no he cambiado y yo crei si.
Zequi se quedó viendome por un momento como si estuviera analizando todo lo que dije. Apartó un segundo la mirada y después volvió a enfocar su atención sobre mi.
—¿Por qué creias que si?
—Por las reuniones que hemos tenido en tu casa — asistió atento — . Confundí todo. Sigo siendo igual y eso me molesta.
—Haber —suspiró, dejó la guitarra en su base y me llevó hasta el sofá —. ¿Por qué te molesta ser una chica hogareña y asocial?
—Porque me pierdo de mucha cosas, y no quiero que dentro de unos años alguien llegue y me diga que hiciste en tu juventud y mi respuesta sea; viendo películas, carreras de fórmula uno y limpiando la casa...
—Con un español guapísimo muy famoso llamado Zequi Muñoz que tiene una increíble banda llamada Yellow — me interrumpió sonriendo egocéntrico, se acercó. Rei sin poder evitarlo y enlacé de forma automática al sentir sus dedos —. Mira, si no te sientes cómoda yendo a ese lugar. Después de mi presentación podemos hacer algo entretenido aqui, llamamos a los chicos no te preocupes o también ver la competencia por la televisión.
—No, zequi — apreté su mano sintiendome una agua fiesta —. Voy a tratar de convencer a Tamara para que me deje salir más temprano. Quiero vert.. verlos cantar y también quiero ver la competencia.
—La competencia no es la gran cosa en realidad, es bonito, pero tampoco es la maravilla del mundo.
—No-no importa.
Parpadeó.
—¿Estas segura?
Asentí varias veces.
—Creeme que es más entretenido ver a Spencer y Samuel haciendo comparaciones que boy band es mejor. Si backstreet Boy o One direction.
Rei.
—Igual quiero ir —insistí — .No quiero que después me llamen aburrida.
—No eres aburrida, Juliet.
Suspiré.
—Esta Juliet que ves frente a ti es diferente a la de hace un mes.
—¿Y como era esa Juliet? — preguntó dulcemente.
—Una Juliet que prefería quedarse en casa los fines de semana — comencé a revelar —. Viendo alguna que otra película o viendo el campeonato de fórmula uno. Me gusta salir si, pero no tanto como el resto de los mortales. Creo que por eso no tengo amigos. ¿Quién querria ser amigo de una chica así?
—Yo.
Parpadee con un atisbo de sonrisa mirando sus ojos azules mientras sentía que la sangre me subía a las mejillas.
—A mi me hubiese encantado conocer una tia como tu. Que pasa los fines de semana viendo peliculas... selectivas o infantiles — dijo en susurro las ultimas palabras, para que nadie le escuchara porque nadie sabe que ve tarzan y el rey leon en secreto — . Y que le encante la formula uno. Es el sueño de cualquier tio.
—¿De verdad? — me costaba procesarlo.
—Yo me siento muy afortunado, enserio — ya creo que mi cara va a reventar — ,y no sabes la satisfacción que se siente haberte encontrado. En la universidad me vanagloreo con mis compañeros contigo ya que sus amigas prefieren ver un reality show de mierda que este magnífico deporte.
Negué con una sonrisa mirando su cara de malvado. Quedamos en silencio. Sus dedos le daban leves caricias a mi piel, como una forma de tranquilizarme.
—Y si se verdad quieres cambiar, dale tiempo y no te apresures — aconsejó —, y hazlo porque de verdad quieres hacerlo y no para complacer a los demás. ¿Vale?
—Bueno.
—Entonces — pasó las manos por su cabello llevandolo hacia atrás —. ¿Te veré en mi presentación?
—Si alli estaré.
En la mañana el trabajo estuvo tranquilo. Matteo, Simón y yo atendimos nuestras mesas asignadas. El ambiente estaba muy pacífico a pesar del frío eminentemente. Sin embargo yo me sentia a la expectativa. Sabía que Mike en cualquier momento cruzaría la puerta.
Tamara me concedió el permiso. Estuve dudosa de decirle porque estaba segura que no me lo daría ya que saldría una hora antes de la reglamentaria. Me dijo que si pero con la condición de no concederme más permiso hasta el mes siguiente.
El reloj estaba por marcar las tres de la tarde cuando él ingreso. Sabía que tarde o temprano aparecería. Me sonrió en el momento que sin querer coincidí con su mirada.
Me hizo señas con su mano para que me acercara. Estaba en mi fila. No quise hacerlo, juro que no, pero no quiero que se de cuenta que no me cae bien y que me asusta.
—Buenas tardes —saludo formal.
—Hola Jane.
—Hola — contesté manteniendo un semblante amigable, como si no fuera conciente que gracias a él la casera me echó del edificio —. ¿Que desea comer?
—¿Cuando me vas a aceptar una salida?
—Mira, si no vas a pedir nada, me retiro tengo que trabajar.
—Lo que deseo no está en el menú — insinuó.
—Entonces ve a otro café.
—A mi me gusta mucho este café.
—Tengo que trabajar.
—Espera, Jane — tomó muñeca y sentí que alguien se me puso al lado.Levanté la vista y una aire de alivio recorrió mi sistema al ver los ojos azules de Zequi.
Mike me soltó de inmediato la muñeca y miró con cara de pocos amigos al chico de los suéteres.
Cómo sabía que no iba a pedir nada, me fui con él a la mesa donde seguramente estaban. Miguel y Adrián.
Al llegar noté que en la mesa les acompañaba una muchacha. Ella estaba sentada al lado de Adrián y frente a los se ubicaba Miguel.
—Hola Jane —saludó primero Adrian que estaba de frente hacia mi.
La muchacha subió la cabeza y clavó sus ojos en mi. Me dedicó una sonrisa amigable mientras Zequi tomaba asiento a su lado. Este le sonrió cuando ella giró su cabeza en su dirección y pasaba su brazo por detrás de su espalda.
—Jannyyyy — Miguel se colocó de pie y me dio un abrazo de oso —. Mira lo que te traje —se apartó para sacar algo de sus bolsillos y no pude evitar mirar a la muchacha que le hablaba a Zequi en secreto.
—Hola.
—Para ti —bajé la vista, en la mano de Miguel habia una barra de chocolate llamada samba — . Eran cuatro pero Zequi se comió tres.
—Gracias — digo tomándolo entre mis dedos y lo guardé en el bolsillo de mi uniforme —. ¿Que van a pedir? — actué segura como si la presencia de la chica no hubiese afectado a mi autoestima y que ninguno de ellos han tenido la educación de presentarla.
—Lo de siempre — dijo adrian, mirandolos. La muchacha de pelo largo y dorado me miro de manera significativa. Ella tambien parecia incomoda.
—¿Y usted que va a ordenar?
—Ah...juliet te presento a celeste — finalmente lo hace y no de la forma que hubiese esperado, es como si hubiese recordado que yo existia.
Eso me disgustó un poco.
—Mucho gusto.
—Es un placer juliet, tu nombre es muy bonito. Casi como el de julieta.
—En realidad es Janet — correji, frunció las cejas —. Es que zequi...me llama juliet.
—¿En serio? — preguntó con dulzura.
Ella es tan bonita, ojos azules, tes blanca y labios carnosos. También es elegante que hace que me sienta desaliñada con ese lindo vestido rojo que lleva puesto.
—Si — respondi sonriendo amigable.
— . ¿Que deseas pedir?
—Solo agua.
Asenti.
—Enseguida vuelvo.
Guardé la libreta dentro del bolsillo y giré en trompo mientras sentia que zequi clavaba su mirada en mi cuello.
Juré que vendría a saber de mi, que me había dicho mike como otras veces lo hizo. Pero después que se fue mike no volvió a dirigirme la mirada y toda su atención estuvo en celeste.
Su brazo todo el tiempo estuvo detrás de su espalda, hablaron en susurro y una que otras veces los vi besuquiandose con ella.
Cuando busqué sus platos vacios,
—usualmente no lo hago y no se por que lo hice — Adrian y miguel me preguntaron que si todo estaba bien y si Mike me había dicho algo inapropiado pero zequi no me determinó y eso...me afectó.
Ellos estuvieron cinco minutos más y después se marcharon. Zequi fue el primero en salir con la rubia sin despedirse. Adrian y Miguel se acercaron hasta el mostrador, me dieron un corto abrazo como despedida y me preguntaron si iría al evento.
—Todavia no estoy segura —rasqué mi brazo.
—¿Le pediste permiso a Tamara? — iba a negarme pero sabía que ellos correrían a pedirle que lo hicieran.
—Si, hace rato le dije.
—Vale, si te decides, nos avisas — me dice Miguel—. Va estar muy bueno.
—Te esperamos allí —asenti mirando a los dos, con una decisión en mi mente no iré.
Al final fui. Sinceramente no quería hacerlo porque no estaba vestida de forma apropiada para asistir a un evento donde todo el mundo irá bien vestido. Sin embargo stef me insistió y para librarme de interrogatorios, porque yo ni sabía que me pasaba, acepté ir.
Ella se veía hermosa con su ropa. Llevaba puesto un jean holgados, un suéter negro y unos lindos lentes Rayband que los usaba como cintillo. Se veía hermosa y por más que lo deseas no podías quitarle los ojos de encima.
Me sentí peor.
Cada minuto que pasaba me arrepentia el doble. El local estaba lleno y todo el mundo lucía genial menos yo.
Todos con lindos atuendo y yo con mi uniforme porque ni siquiera tiempo de cambiarme tuve.
En serio, quiero largarme. Si hubiese sabido que esto iba a ser así, no vengo.
—Tranquila dolcezza, te ves hermosa.
—¿Hermosa? — repetí con ironía —. Mira, yo mejor me voy. Esto es incómodo.
—Zequi no tarda en salir a escenario — dice como si le importara que estuviera aquí.
—No creo mi ausencia le afecte en lo absoluto.
—¿Por qué dices eso? — alcé la vista hacia sus ojos confundidos y así me di cuenta que he hablado en voz alta.
—Hola chicas —Adrián apareció a mi lado y le agradeci con un abrazo por haber aparecido en el momento justo.
Ahora a rezar que stef no me indague por lo que dije por que no que realmente me está pasando.
—Jeeenyyy — saludó Miguel — . Finalmente decidiste venir. Me alegra que estés aquí.
—Te va a encantar todo esto — aseguró Adrián con su brazo en mi hombro —. La competencia en patines es mágico. ¿Te gusta patinar Jane?
—Jamás he montado en patines — confesé. Ambos nos dejaban de mirarme de arriba abajo.
Que horrible.
No quiero estar aquí.
—Aqui te enseñan — comentó —. Yo tampoco sabía, hasta hace un año. Cuando quieras podemos venir...
—Buenas noches — intervino una voz, todos los presentes comenzaron a girar hacia la mujer que estaba en el escenario —. Sean todos bienvenidos al campeonato regional de patinaje y la batalla de canto entre chicos y chicas. ¿Quien ganará? Este año se sumaron más parejas al campeonato así que muy atentos, porque no va a estar nada fácil hay mucha competencia en juego. Para no aburrirles más con mi voz, vamos a darle un aplauso a estos magníficos chicos que le darán apertura a este grandioso evento. Que lo disfruten. Con ustedes "Yellow"
Las luces alrededor redujeron su brillo. Stef y yo estábamos frente al escenario junto a Miguel y Adrián. Miré con curiosidad alrededor esperando encontrar a la novia de Zequi pero no estaba, y eso fue un enorme alivio, no sé por qué pero me alegra que no esté.
De nuevo las luces volvieron a aparecer. Zequi, spencer y Samuel estaban detrás de sus instrumentos saludando al público. Un grupo de chicas comenzaron a gritar eufóricas el nombre de la banda.
Los ojos de Zequi miraban el público, había un atisbo de sonrisa en sus labios. Miró a sus compañeros quiénes estaban igual de emocionados.
—Hola — las chicas enloquecieron, ellas estaban a pocos metros de mi y casi me dejan sin tímpanos.
Era un grupo pequeño pero tenían unos fuertes pulmones.
—Para lo que no nos conoceis aún — dijo asustando el micrófono que soltó un agudo sonido —. Nosotros somos "Yellow" una banda independiente de tres locos universitarios que quieren cumplir un sueño.
Todos aplaudieron en apoyo de sus palabras.
—Con mucho cariño para ustedes — señaló —. Y para nuestros fans.
—¡Yellow! ¡Yellow!
—¡La mejor banda del mundo! — Zequi le sonrió al grupo y les saludó con una mano.
Luego miró hacia el centro justo donde estábamos nosotros. Sus labios formaron una enorme sonrisa más grande de lo usual. Mi primera reacción fue mirar hacia atrás porque su atención estaba enfocada en mi pero seguramente no era para mi si no para su novia celeste.
Disimuladamente verifiqué si la rubia estaba detrás de mi. Fruncí las cejas al no verla y luego intuí que estaba a mi lado.
Tampoco.
Volví a enfocar mi mirada hacia Zequi. Me guiñó el justo después de coincidir con mi mirada, me saludó haciendo un corto ademán con los dedos y después me dedicó una sonrisa.
Arrugué el entrecejo confundida y me cuestioné si ese saludo fue para mí o para alguien más. Porque esta tarde en la cafetería apenas me determinó y ahora parece el mismo de siempre.
Crucé los brazos debajo de mi pecho y le contesté el saludo haciéndo un leve movimiento de mi mano.
Su sonrisa creció y al ponerse los audífonos, los tres comenzaron a cantar.
Todos tenían su enfoque en él, las luces de los celulares iluminaban a mi alrededor. Sus fans no dejaban de chillar emocionadas con la letra de la canción que trataba de alguien que se va o muere. El ritmo era alegre, muy rockero, sin embargo la letra era triste y las especificaciones me recordaron a mi abuelita.
La canción se llama "Te confieso" y trata sobre la falta que hace esa persona cuando no está. Fue inevitable no romperme porque todavía siento su ausencia y la canción la describe mucho a ella.
Sequé mis incontrolables lágrimas con las mangas de mi sueter. Adrian me abrazó por el costado y me dió palabras de aliento cuando se dió cuenta. Reí sobre su hombro cuando me regaló otro chocolate samba.
Él me quiere ver gorda.
Adrián hizo bromas para hacerme sentirme mejor y lo consiguió. Cuando me enderecé noté que los ojos de Zequi estaban clavados en nosotros, nos miraba de reojo y desde entonces no dejaba de lanzar miradas.
Las fans de Zequi no dejaron a la banda acercarse hasta nosotros. Stef, Adrián y yo nos ubicamos en un silla para ver la competencia de canto.
A los minutos llegaron los tres. Cuando el grupo de chicas ya estaban cantando. Los chicos hicieron su presentación estuvieron muy bien sin embargo las chicas lo están haciendo mejor.
Adrián estaba justo a mi lado cuando escuché que reclamó. Giré automáticamente y en su lugar estaba Ezequiel.
—¿Que te pasa, tio? — reclamó Adrián disgustado pero Zequi no le prestó atención. Al parecer lo habia empujado para tomar su puesto.
—¿Todo bien por aquí?
—Si, todo bien — respondí sin mirarle y no nos dirigimos la palabra hasta que terminó la competencia donde lamentablemente ganaron los chicos.
Los siete pasamos a la pista de patinaje y nos sentamos en la primera fila, cerca del jurado. Fuimos casi los primeros y después de unos minutos el lugar estaba lleno.
—Te va a encantar — me dijo Zequi en el oído.
—Y espero que los chicos también — añadió stef subiendo y bajando las cejas —. Hay un chico llamado Jacob. Cuando lo veas te vas a desmayar. Es guapísimo.
Rei.
—Es el rey de la pista — siguió —. Ya vas a verlo, es que te prometo que te va a encantar.
Ezequiel....
Celeste es una chica de mi facultad con quién he estado saliendo. Es una chica hermosa y muy agradable, no tenemos muchas cosas en común pero me atrae.
La invité del evento de este noche. Desde que la conocí le he estado hablando de mi banda y le mostré alguna de mis canciones. A ella le gustaron y dijo que estaría encantada de asistir al evento pero ya tenía una cena con sus papás.
Cuando me subí al escenario busqué con la mirada a mis amigos. Me sorprendió ver a Juliet entre el público. Después que los chicos me dijeron pensé que no vendría. Me contaron que estaba extraña y que estaba dudosa de venir. La verdad no me sorprende, ella me había contado que no es una chica de ambiente y que prefiere estar en casa.
Me alegró mucho verla allí. Y la Vi muy afectada cuando canté "te confieso" es una canción que escribió mi amigo Spencer. Se la escribió a su abuelo cuando murió, es una canción muy emotiva y hermosa. Él la había escrito hace tiempo y hasta hoy tuvo el valor de cantarla.
Juliet fue la más afectada entre publico, pude ver cómo rompió en llanto mientras cantaba. Adrián que estaba a su lado la rodeo entre sus brazos y no pude quitarles la mirada. Casi pierdo la concentración y no sé porque quería terminar la canción pronto.
Cuando terminó quise bajarme pronto del escenario pero las fans nos rodearon y fui imposible evadirlas.
Adrián nuevamente estaba cerca de Juliet y eso me disgustó, lo quité de su lado y no importó su reclamo, lo quería fuera de allí.
Ella estaba extraña cuando intenté hablarle, quería saber que le había parecido nuestra presentación — es obvio que mal, porque la canción le afectó — pero yo quería saber de las otras, sin embargo no pude hablar, Juliet estaba más concentrada en la competencia que en mi.
No dijimos nada hasta que pasamos a la pista de baile, dónde intenté sacarle conversa pero Stef intervino y empezó hablarle de un tal Jacob Scott.
La competencia empezó y todos enfocaron su atención en las primeras parejas que salieron a la pista. Escuché como juliet exclamaba sorprendida y adulaba a los patinadores.
De repente stef quiso hacer una selfies pero Juliet se negó de inmediato. Les explicó que no estaba en condiciones para salir en una foto.
—Te ves bien Juliet —le digo después de detallar que no se había cambiado el uniforme.
—Si dolcezza, estás preciosa.
—A mi me vayan a sacar fotos —exigió colocandose se de pie — no estoy en condiciones. Ustedes se ven bien en cambio yo me veo un desastre. Así que no, no lo voy hacer.
—Dolcezza —se negó y se apartó.
Los chicos no les quedó más alternativa que olvidarse de las fotos y dejar a Juliet en paz.
Volvió a tomar puesto a mi lado y clave mi vista en ella. Iba a bromear con sus mejillas ruborizadas cuando Stef mencionó emocionada al tal Jacob.
—Ese es dolcezza — señaló hacia la pista —. El rey de la pista. El tío más guapo del planeta. Jacob Scott y está soltero.
Hice una mueca con mi boca y rode los ojos.
—Lo sigo por tiktok y al parecer está soltero — fruncí las cejas, eso que tiene que ver —. Y esta buscando novia latina.
¿Y eso qué?
—¿Y que tiene que ver conmigo? — preguntó Juliet confundida, las miré de reojo.
—A lo mejor se enamora de ti — juliet no pudo contener la risa —. ¿Por qué la risa? Eres hermosa y estoy segura que cualquier chico quedaría encantado.
—Los chicos jamás les he llamado la atención.
—Pero los de Venezuela. Porque aquí más de uno quiere llevarse una morenaza a su casa — Juliet se quedó en silencio y no pude evitar mirarla —. y Jacob le vas a encantar.
—Bueno si me logra ver — stef chilló emocionada y le dió un abrazo fuerte.
La competencia siguió y tal Jacob ya había hecho su presentación. Sentí una airecito de satisfacción al ver cómo el idiota ese besó a su compañera al final de la coreografía como parte de su rutina, lo que lo llevó a la victoria.
Las chicas miraron decepcionadas a su ídolo y no pude evitar sentirme contento. Sabía que lo que decía por internet era mentira. Eso solo es estratégias para obtener más seguidores y las chicas ingenuas cómo stef crean lo que este idiota les dice.
—¿Que les parece si vamos por una pizza? —sugeri mirando a todos al salir del establecimiento.
—Si — respondieron a la vez formando un pequeño corito y me enfoqué en Juliet que iba a mi lado pero ahora ya no está.
¿Qué?
¿Que se hizo?
Giré mi cuerpo en su busqueda. Los chicos exclamaron sorprendidos y stef pegó un chillido euforico.
—Se lo dije, sabia que Jacob quedaría encantado con ella pero no quiso creerme. Desde que la vió no le apartó la mirada — bailó contenta, negué incrédulo y doble mi cuello en la dirección que ella miraba —. Mírenla, mírenla. Y ella que no quería tomarse fotos porque se veia mal y está Jacob sonriendole, quedó encantado. ¡Yo lo sabía!
Prensé la mandíbula mirando la escena y arranqué hacia la camioneta molesto. Sentí pasos detrás de mi. Miré por encima de mi hombro y vi eran spencer y Samuel.
Rodé los ojos
—¿Qué pasó?
—Tengo hambre y me quiero ir —dije seco.
—¿Y no iremos a cenar todos?
—Ya no quiero, se me quitaron las ganas — los dos se miraron —. Llevenme a casa.
—¿Y que hay de Jane? — giré al escuchar su voz —. Ella no tiene llave de tu apartamento.
Bufé.
Podía escuchar sus risitas y como le comentaba a stef que le había dicho.
—¿Que te pasa Zequi? — me miró Samuel —. ¿Te molestaste con lo que viste?
—Estoy hambriento — recalqué, yo ni siquiera se porqué me molestó al ver a juliet cerca de Jacob.
—¿Seguro que es eso?
—¿Y por qué otra cosa estaría molesto?
—¿Vamos a ir a comer pizza o no? — preguntó Stef llegando al lado de Spencer.
—Ya no creo — respondió triste — Zequi cambió de parecer.
—Y si...— Juliet aclaro la garganta —. ¿Vamos a casa y hacemos arepas?
—Yo me ofrezco como voluntario — Adrián levantó la mano y se colocó cerca de ella — . Amo tus arepas.
Me miró, estaba esperando mi aprobación desde afuera. Todos tenían su atención enfocada en mi y miraban expectantes.
—Solo...— se inclinaron hacia adelante —. Si tú y yo las hacemos .
—Ya le dije a Jane que iba a hacerlas con ella — reclamó Adrian.
—Es mi casa y es mi comida — recordé —. También es mi cocina.
—Pero Jane no es tuya y ella es la que decide — me sacó la lengua —. Escoge Janny. A quien eliges como compañero a este pendejo egoísta o prefieres que yo sea tu compañero.
—Muchachos no me hagan esto — suplicó.
—Esta mierda se soluciona con cara o cruz— intervino Samuel estresado sacando una moneda del bolsillo —. Cara para Zequi y cruz para Adrián.
—Vale.
—Bien.
—¿Estais listo?
—Solo lanza y ya Joder — pedí exasperado.
—De acuerdo — spencer lanzó la moneda y la agarró en el aire. La colocó encima de su dorso después de girarla y después la destapó —. Ganaste Zequi, es cara.
Sonreí campante y miré a juliet quién no estaba a gusto pero yo si. Además quería saber que le había dicho el tal Jacob cuando estuvo hablando con él.
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