•03 | Deja de enamorarme.



Taehyung recuerda perfectamente el momento cuándo pudo descubrir que quería a Jungkook mucho más allá de una profunda amistad. Esa tarde sonó una canción tan suave en el viejo radio de la sala de su casa, que lo hizo quedar estático los cinco minutos con veinte segundos que duró. Fue... Doloroso, de alguna manera bastante inexplicable; porque aunque tan solo era un adolescente como cualquier otro, con muchas cosas en la cabeza que lo hacían dudar constantemente, él ya había podido comprender que a veces los sentimientos no son más que una palabra que las personas pueden ignorar con facilidad.

Después de esa fecha helada de invierno, la canción que lo rompió por vez primera en la vida, no volvió a ser escucha por sus oídos durante ocho largos años. Ocho años. Hasta ese día. Es una coincidencia, es lo que su mente concluyó mientras conducía por los caminos solitarios de Daegu. Un cigarrillo encendido en su mano derecha, y ojos tristes que disfrutan de los últimos rayos del sol de ese presente viernes que prometía ser tan solitario como cualquier otro.

Él nunca ha sido un entusiasta de la vida, no suele salir a fiestas, tomar, drogarse, ni mucho menos fumar. Al menos, eso es lo que aseguraría Jungkook si alguien le preguntara de él. Pero ahí está, fumando con calma de un asesino silencioso... Vaya, tan silencioso como lo puede ser la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares e incluso la isquemia miocárdica. Aunque no lo ha convertido en un vicio, ya que solo lo hace cuando verdaderamente necesita adormecer su sistema un poco, no le gustaría que nadie más supiera que posee el mal hábito de encender alguno en la soledad de su existencia.

Tampoco es tan malo, ¿Verdad? Oh... ¿Exactamente qué no lo es? ¿El cigarrillo o querer a Jungkook de la forma en que lo quiere? Quizás necesite más tiempo a solas para poder hallar la respuesta a ese cuestionamiento, ya que no cree que pueda hacerlo mientras estaciona frente la casa del que ha sido su mejor amigo por siempre. Dios. Eso es un poco perturbador ahora que tiene la oportunidad de pensarlo; conoce al azabache mucho, a diferencia de sí mismo que es bastante cauteloso cuando se relacionan, Jungkook es una persona bastante abierta con sus sentimientos, mucho más de lo que debería, eso realmente le hace un gran daño a su corazón que solo busca un poco de amor.

Sin necesidad de bajar del auto, puede distinguir a la lejanía el cabello negro de aquella persona que ha aprendido amar de diversas formas, en el porche de la tan conocida casa. Sonríe de manera automática. Siempre está allí, cada vez que avisa que irá a su residencia, Jungkook sale para recibirlo con aquella expresión suave que le indica que es feliz de tenerlo una vez más en su hogar.

En esta oportunidad, al igual que muchas veces anteriores, viste un suéter oscuro con capucha, unos lentes redondeados y esa tan usual leche de plátano que compra más seguido de lo que sabe está consciente.

—Por fin, pensé que no ibas a venir o que te había ocurrido algo en el camino—es lo primero que menciona al llegar a su lado después de haber descendido por las escasas escaleras del lugar. Antes de que Taehyung pueda responder, Jungkook pasa uno de sus brazos por sobre sus hombros, apretándolo a su costado en un intento de contacto que ambos han naturalizado con el paso de los años—. ¿Qué hay? Oh, espera... ¿Qué es esto?—el azabache toma las mejillas del otro de forma espontánea, verificando de muy cerca aquella mínima línea negra que enmarca sus ojos avellanado. Las mejillas del mayor se tiñen de rosa—. ¿Delineador? Vaya, nunca te había visto de este modo.

—¿Se ve mal?—pregunta angustiado, alejando sutilmente las manos de sus mejillas lo más rápido que puede.

—¿Qué? No, no, es solo que es extraño... Nunca lo habías hecho antes—concluye suave, quitando importancia al asunto. Sin perder tiempo, lo lleva de los hombros al interior de la acogedora construcción para que vea todo lo que tiene preparado para esta "Noche de amigos" Que han pospuesto por diversos motivos de mayor importancia—. He comprado un nuevo videojuego que sé te encarnará—farfulla lleno de ánimo, abriendo la puerta para él.

Taehyung quiere colocar los ojos en blanco por aquel claro entusiasmo en su pequeño, yendo directo a la sala de estar que tanto conoce como si fuera propia. Al hacerlo, queda completamente perplejo por toda aquella organización que sabe posee un significado mucho más profundo del que Jungkook quiere darle; de otra manera, no habría explicación para los puff nuevos de tono azul oscuro, las específicas bebidas que sabe Taehyung toma, o chucherías colocadas ordenadamente en esas tazas amplias de cristal que en algún momento mencionó eran un buen regalo para su madre. Incluso, el juego que está puesto en el PlayStation dista demasiado de ser los que el azabache ocupa normalmente; siendo este de estrategia, uno no demasiado nuevo.

Al distinguir todos aquellos detalles que sabe fueron debidamente cuidados para él, gira un poco hacia el menor, encontrándolo sonrojado en la entrada del lugar.

—¿Tan importante es esto para ti?—pregunta sinceramente, ya sin ningún toque de diversión.

El labio de Jungkook se presiona entre sus dientes sobresalientes en un tímido gesto que el mayor ha aprendido a reconocer por lo cotidiano de presenciarlo.

—Pensé que... Merecías recordar que te observo, Tae—confiesa bajo, sobando seguidamente su entrecejo casi como si estuviera fatigado de tanto pensar, y no se aleja demasiado de la realidad. Jungkook está completamente cansado de tantas vueltas que da el mismo tema en su cabeza. Taehyung ya no es el mismo que ha conocido durante toda su vida, es alguien completamente diferente y... Teme que ya no haya espacio para él en este nuevo ser—. Es solo que siento que te estás alejando de mi poco a poco, casi como si fuera inevitable el no terminar separarnos. Tú no eres así...—lo señala, como si fuera obvio a lo que se refiere, cosa que obviamente no es de ese modo.

—¿Así?—repite sin comprender —. ¿Exactamente a qué te refieres con eso?

—Kim, evades mis preguntas. No respondes el teléfono muchas veces. Incluso, esta clase de momentos es difícil de conseguir ahora. Es como si... Ya no quisieras relacionarte conmigo por algún motivo que desconozco. Has cambiado—casi que acusa, con aquellos ojos resplandecientes en dudas que preguntan sutilmente qué es lo que ha pasado con ellos para ser de ese modo.

Y quizás Taehyung quisiera decirle que no es completamente justo con su persona ahora mismo. Que no tiene derecho alguno de verse tan afectado, cuando es por su propia causa que los momentos juntos han disminuido casi hasta llegar a la extensión. Que no se trata directamente de que él ha cambiado, sino de que ambos lo han hecho con el pasar del tiempo, han crecido, han encontrado senderos diferentes que los llevarán inevitablemente a caminos distintos, ahora o en diez años.

—Quizás sea cierto—pero en cambio, prefiere darle la razón como todas las anteriores veces en los que este tema en particular ha sido tocado; porque no hay un "Es tu culpa" Que valga entre ellos. Traga fuerte—. Te he evadido un par de veces.

¿Un poco de razón? La tiene, Jungkook siempre conserva toda la razón; como aquel día en la que le dijo que no tomaran ese camino por el parque porque se tardarían más en llegar, y así fue. Terminaron empapados y resfriados cada quien en sus respectivas casas mandándose mensajes de aliento por medio del teléfono.

—¿Y lo admites? ¿Qué pasa? ¿Es que me odias ahora?

—¿Qué dices? Es imposible que alguien te odie, que yo te odie así de repente—sonríe para él suavemente, ante aquel rostro frustrado que le da aviso que está a nada de comenzar a quejarse entre pequeños episodios de ira, que lo terminando volviendo vulnerable. Jungkook es... Tan frágil emocionalmente, que sinceramente no puede verse haciéndole daño con una verdad tan extensa como el amarlo—. Es solo que necesitaba tiempo libre, solo para mí... Sabes que estaba acomplejado por terminar los arreglos para la revista de la semana—quita unos mechones de su cabello que le dificultan la vista, girando sobre su posición para no tener que verlo directamente—. Eres consciente que soy de quisquilloso con eso, lo quiero perfecto y nada más. Son tantas cosas en mi cabeza... No me di cuenta que te estaba ignorando. Lo siento.

—¿En serio es solo por eso?—indaga Jungkook cauteloso, limpiando repetitivamente sus manos del pantalón que viste para ese momento. Los orbes avellanados del mayor se posan en los suyos, mientras asiente lentamente en su dirección—. Si es así... Entonces está bien. Quiero decir, todavía no puedo dejar de sentirme extraño cada vez que dices que formas parte de la revista de la universidad, eso es extremadamente genial. Desde que descubrí que de verdad te apasione la escritura, supe que harías grandes cosas. Eres el mejor—sonríe feliz, dejando a un lado ''La inconformidad" Que no lo dejaba en paz. El azabache se acerca a Taehyung con una gran sonrisa que no deja de ser tímida—. Siempre has sido bastante genial ¿Sabes? Eres mi ejemplo a seguir.

—No lo digas—farfulla nervioso, recostando su peso de la pared más cercana. ¿La debilidad de sus piernas es algo normal?—. No soy tan increíble como crees... Solo ayudo en lo que puedo en el departamento de redacción, sabes que sus fondos son bastantes limitados y nadie quiere participar en algo que nadie lee... Al menos debes admitir que la revista de la universidad es bastante aburrida—se burla brevemente.

—Yo la leo—dice ofendido, arrugando la nariz en desacuerdo. Esa simple acción hace que el corazón de Taehyung se detenga estrepitosamente en su pecho, ¿Cómo podía verse tan completamente tierno con solo un gesto?—. Siempre lo hago. Cuando sale cada semana voy y la compro solo porque tu ayudas en ello, ¿Por quién me tomas? Siempre te voy apoyar. Además, obviamente su reputación ha mejorado desde que cierta persona...—lo mira con ojos grandes—. Ayuda allí.

—Eres sumamente tierno, Kook. Tanto, que provoca abrazarte hasta dejarte sin aire por un par de segundos—sin pensarlo, se abalanza hacia él para terminar apretando sus mejillas hasta volverlas de un rosado intenso; consiguiendo que el menor sonría más ampliamente—. Lees cada número a pesar que jamás he tenido la oportunidad de escribir algo que me apasione verdaderamente... ¡Oh! Hablando de ello, justo no te había comentado algo importante—coloca distancia entre ello, tratado de comportarse—. El encargado me dejará colocar una pequeña historia en la próxima edición—eleva rápidamente la mano, deteniendo ese grito que sabe vendrá después de eso, al querer terminar primero—. Será algo breve, apenas una hoja... Tendré que trabajar en algo bueno que tenga menos de mil palabras, no es la gran cosa, realmente.

—¡KIM TAEHYUNG! ¡¿Qué dices?! ¡Será tu debut!—grita finalmente sin contenerse, tomándolo de ambos hombros para agitarlo con alegría. El rubio rápidamente cubre su rostro avergonzado por aquella muestra de efusividad que ni siquiera él tuvo en su momento—. ¡Será grandioso! Joder, hombre. Te lo digo porque yo he leído tus hermosas historias—ante ese arrebatado momento de sinceridad, el mayor siente los vellos de su cuerpo colocarse de punta, tratando de hacer un repaso mental de todo lo escrito en esas hojas. Mierda... Está seguro que en algún lado escribió el nombre de su amigo.

 »No te pongas así, un día que estaba en tu casa y te quedaste dormido fisgonee en tus cuadernos, pero no debes avergonzarte, ¡Realmente escribes increíble! Más bien, me sorprendió que no te hayas inscrito en ese concurso de "Emprendedores de las letras" A decir verdad, el nombre era bastante rebuscado, pero de igual forma era una oportunidad de oro para que mataras al mundo con una de tus historias.

—L-Lo haces parecer fácil, pero en la universidad hay gente que se está especializando en un sin fin de carreras que van de la mano con ello, ¿Sabes? Yo solo soy un aficionado... Solo es un Hobby.

Taehyung es consciente que su rostro muy posiblemente esté más pálido de lo normal; más puede estar seguro que su bebé no notó nada extraño entre las líneas de sus escritos, de lo contrario, se lo hubiese hecho saber de inmediato. El chico es la clase de persona que no soporta ser hipócrita, si no le gustaba algo, te lo hace saber sin ningún tipo de problema directamente en tu cara para buscar alguna salida conveniente. Esa es la personalidad del chico que ama.

—Tienes un innegable talento que no te permito que desprestigies—se queja indignado, subiendo sus palmas de los hombros contrarios hasta dejarlas descansar sobre sus mejillas—. Te gusta, lo amas—te amo a ti, quiso rebatir Taehyung, mordiéndose la lengua para alejar aquellos arrebatados momentos en los que palabras quieren salir sin autorización—. Me sentiría realmente orgulloso de que lo intentaras, de que dieras todo de ti, ¡Por Dios! Eres Kim Taehyung, todo el mundo quiere algo del joven prodigio de 23 años—todos menos tú—. Además, estoy seguro que cuando publiquen lo que escribirás, serás tan extremadamente amado por las personas, que pedirán que lo vuelvas hacer reiteradas veces, ¡Eres un puto genio!

Definitivamente Taehyung quisiera poseer su mismo positivismo. él anhela lanzarse sin miedo al mundo y poder escribir hermosas historias utilizando su nombre real, no un seudónimo que lo cubra del fracaso que podría tener en cualquier segundo.

Lo difícil de sentarse frente una computadora para transmitir emociones a través de letras; es que muchas veces no existen palabras suficientes para poder emitir lo que el escritor percibe. Da miedo, es aterrador que no sea suficiente para los demás, que lo expresado no sea demasiado claro como para que la idea llegue. Para que exista un cambio de perspectiva, otro panorama que otorgue senderos diferentes al lector.

Si eso no ocurre, el fracaso conseguido en el corazón del portador de letras, será inexplicable. Es como... Ser aniquilado por su propia mano.

—Eres demasiado entusiasta—se suelta de su agarre nuevamente, emprendiendo su caminata hasta los puff para poder sentarse en uno de ellos. Jungkook rápidamente se apresura hacer lo propio, una vez analiza aquellas previas palabras. ¿Es malo ser apasionado en esos temas que generan auténtica dicha en él? No lo ve de ese modo—. A veces es malo tener tantas esperanzas en algo, solo me dieron la oportunidad porque el encargado de ese segmento está de viaje, es solo eso. No me hago verdaderas ilusiones.

—Soy entusiasta cuando se trata de ti, pero contigo y ese pesimismo que te traes, dudo que algo bueno te pase—se queja, cruzándose de brazos una vez está sentado frente él—. Te seré sincero. Ese tipo que escribe ese segmente ni siquiera le pone ganas a las minis historias que hace. Puedo jurarte que son las más malas que he leído. Por ello, quiero que plasmes algo que sea tan increíble, que marques el corazón de las personas con apenas unas cuantas líneas. Sin importar el resultado obtenido, recuerda que estoy orgulloso de ti, ¡En serio eres el mejor!

—Deja de repetir eso—pide en voz baja.

Deja de enamorarme, deja de ser tan malditamente bueno, bello, tierno... Perfecto.

—¿Qué hago? Es cierto lo que digo, estoy realmente orgulloso de que seas como mi hermano.

Silencio.

Cada vez que oye esa palabra salir de la dulce boca del menor, su sangre se congelaba y siente un gran nudo en la boca de su estómago. Sería mentira decir que las ganas de llorar no le invaden inmediatamente, pero luego de tantos años ocultando su sentir, ya está un poco más habituado a ciertas cosas que al principio eran como una muerte lenta y dolorosa.

—¿Taehyung?—llama Jungkook, una vez nota que se ha perdido en sus pensamientos.

—¿Sí?—coloca una sonrisa frágil, esa misma que ha ocultado la soledad de tantos años—. ¿Qué sucede, bebé?

—Estás raro otra vez—musita, mirando su rostro fijamente tratando de encontrar respuesta ante aquel repentinamente cambio de expresión que se dio de un segundo a otro.

No hay nada.

—Soy raro—se alza de hombros tratando de sonar con normalidad, casi rozando lo divertido—. Si buscas "Raro" En Google, te saldrá que es poco común o frecuente, así que no lo sé... Puedo apostar que todos poseemos un poco de rareza dentro. A demás, ¿Recuerdas que siempre me decían de ese forma en la escuela? Allí está—desvía perfectamente la dirección del tema, respirando con tranquilo al ver que una sonrisa tonta que posa en los finos labios del otro.

—¿Entonces yo también soy raro?—le pregunta inmediatamente—Porque esta persona ama pasar tiempo con una individuo raro—se señala a sí mismo cómicamente. Hay que ver... Definitivamente no podía estar incómodo si se trata de Jungkook, él es demasiado tierno para causar una incomodidad absoluta. El rubio asiente ante su pregunta embobado una vez más—. ¡Entonces seamos raros juntos!—grita lleno de emoción, retumbando las paredes de la casa. De seguro la vecina lo escuchó.

— ¿No tienes vergüenza?—le pregunta seriamente, tratando de ocultar una risita por su efusividad—. Sabes que cuando dijiste "Seamos raros juntos" Sonó extraño ¿No?

—¿Extraño? ¿Qué quieres decir exactamente con extraño?

—Lo que su significado refiere—hace un gesto como si fuera lo más obvio. Al distinguir aquella expresión testaruda que rebatiría cualquier cosa que diga, se da por vencido antes de comenzar. No está de humor—. Olvídalo.

En ese preciso momento que menciona aquello, el teléfono que ignora la gran mayoría de las veces, comienza a sonar desde el bolsillo de su pantalón con aquel tono personalizado que pocas veces suena para él. Suspira cansino, obteniendo el aparato sin dejar de oír de fondo las preguntas de la persona que amaba e ignorando por primera vez en mucho tiempo.

Una vez lee, se arrepiente inmensamente de haber tomado el mensaje.

—Ay no, ¿En serio? ¿Por qué ahora?—se pregunta a sí mismo. Dicha queja, despiertan la curiosidad del menor que solo lo observa atentamente por los seguidos segundos—. Es un mal momento, definitivamente.

—¿Qué sucede? ¿Mal momento para qué? ¿Pasó algo? Dime...—pide inmediatamente por aquel rostro desdichado que no soporta ver en su mejor amigo.

—Mi madre saldrá de la ciudad durante el fin de semana por un trabajo de última hora, pero ha dejado a medio hacer otro que también amerita importancia; así que quiere que le ayude con ello, debido a que tengo un extenso conocimiento en el ámbito—frunce el ceño en desacuerdo, ya llenando su cabeza de demasiadas cosas.

—Oh, y, ¿El problemas es...?

—Que el lunes tengo que entregar también la historia que me pidieron que hiciera, quizás lo de mi madre no sea complicado, pero aun así me quitará tiempo—chasquea la lengua, mirando a otra dirección tratando de buscar alguna salida factible para ambos. Más no la encuentra. Si de prioridad se trata, lo de su madre por mucho es más importante que cualquier cosa—. No puedo decirle que no, necesita que la apoye—murmura bajito.

—Eso es realmente malo—opina, no queriendo hacer más comentarios para evitar que Taehyung entre en una disputa interna por ello.

La verdad, es que cree que la madre de su amigo muchas veces se aprovecha de la disposición de su hijo para que haga su trabajo. No dice que está mal ayudarla, a fin de cuenta es su progenitora, pero esto es tan recurrente que siente una gran pena por las cosas que ha dejado de hacer por cumplir con aquellas peticiones.

—Es una mierda—corrobora.

—¿Puedo ayudarte en algo? Sé que padezco de un gran cerebro como el tuyo, pero... Soy el segundo mejor de la clase—se halaga con una sonrisilla, causando que Taehyung gire a mirarlo un poco burlesco. Bien, por lo menos se está burlando de mí internamente. Piensa Jungkook—. Bueno, el quinto—acepta.

—Eres el cuarto según mi listado de personas inteligentes—Jeon alza una ceja sin creer lo que ha oído, ¿Listado de personas inteligentes? ¿En serio?—. ¿Qué? En verdad eres muy inteligente, solo que a veces no quieres estudiar. Partiendo de este punto en particular... ¿En serio me quieres ayudar? Será aburrido.

—Aburrido es mi segundo nombre. ¿Dime qué puedo hacer por ti, hombre? ¿Quieres una estrella? ¿La luna? ¿El planeta martes? Dime y te lo doy de inmediato.

—A veces no te soporto—bromea entre pequeñas risas.

Una vez cesa, se dispone a decir en qué podría serle de ayuda con aquel trabajo dado por su madre. Sin embargo, y como una total sorpresa, una chica de gran belleza se asoma repentinamente en el marco de la sala con una gigantesca sonrisa por haber finalmente llegado.

—¡Kookie!—es el grito que Taehyung escucha antes de observar en primera plana la manera en que aquella mujer salta hacia la espalda de su...—. ¡Novio mío!—sí, exactamente eso—. ¡Te extrañé mucho bebé hermoso!




-AlHanyG

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