❥ OO1 | 『 ʜᴀᴄᴇ ᴄɪᴇɴ ᴀñᴏꜱ 』

“ HACE CIEN AÑOS. ”

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Hyrule actual: Santuario de la vida.

A cien años después del paradero de la princesa Zelda y la invasión al castillo real de Hyrule.

El resplandeciente sol saliendo por el horizonte, con los claros y amarillentos tonos del amanecer que deja el alba.

Esta historia había comenzado un día relativamente tranquilo, donde nadie siquiera se esperaba que llegara el día en que el héroe legendario despertara de su largo letargo, tras ser abatido por la calamidad de hace un siglo.

Link...











































































Link...













































































Link...











































































Una cegadora luz daba a sus aún cerrados párpados, mientras un pitido era audible de forma cada vez menos intensa, con aquella voz más clara a cada poco en que iba despertando.
Su cuerpo pesado empezaba a sentirse a duras penas, teniendo una sensación de cosquilleo en todas partes, sobre todo en sus rodillas y muñecas, acompañado de algunas dolorosas sensaciones donde aquel chico tenía varias heridas ahora cicatrizadas.
Una misteriosa voz a lo lejos le llamaba por su nombre, que por alguna razón desconocida lograba reconocer: Link...
Abriendo sus ojos de a poco en una extraña cama acuática, aquel muchacho de cabello rubio castaño se sentó por un momento y observó con intriga el panorama a su alrededor, sin mirar nunca atrás por simple olvido. Un seco suspiro escapó de sus labios, confundido, pero extrañamente, no aterrado por el hecho de que no sabía nada de nada. Tampoco era como si supiera lo que era el miedo.
Cerró sus ojos, un poco somnoliento.
Tenía el presentimiento de que estaba allá por alguna razón; tenía ese sentimiento aunque no sabía de dónde provenía o qué significaría. Eso sí, estaba demasiado confundido, ¿y cómo no estarlo?, si despertar en un lugar desconocido con una voz desconocida llamándole no era nada normal. Aunque bien habían razones de sobra para asustarse, él no lo hacía. Se sentía tranquilo.

Aquella melodiosa (y algo familiar) voz femenina le era adictiva y le causaba gran grado de confianza. El dulzor del tono con que le hablaba le traía nostalgia, y deseaba conocer a la poseedora de dicha voz. Aunque después de haberse sentado ya no pudo oírla por un rato.

Volvió a abrir sus ojos, azules, claros y profundos, brillantes tal cual zafiro.

Seguía sentado en el borde. 
Miró sus muñecas y después analizó su cuerpo semidesnudo para luego mirar al frente. De un brinco bajó de la cama acuatica y tocó el suelo con los pies; empezó a caminar cuando volvió a oír a la voz, quien le indicaba qué hacer: ir a tomar la supuesta “tableta Sheikah”.
Y así hizo, confundido y con muchas dudas molestándole. Comenzó a caminar en dirección al pedestal con intención de tomar aquel artilugio, antes de que...

¡Link...!

Se detuvo en seco.

Una voz diferente, distorsionada. Más tierna, pero asustada.
El rubio tomó su cabeza mientras cerraba sus ojos con fuerza al sentir una leve jaqueca tras oír su nombre, quejándose con un jadeo antes de recuperarse y abrir sus ojos de poco, inhalando y exhalando de una forma algo pesada, al menos durante esos pocos segundos.

Volvió a mirar a su alrededor. Nada.

Ahora más confundido, pero aún sin asustarse, se acercó al pedestal que se encontraba cerca de la entrada y tomó la pizarra que allí se encontraba.

La primera voz, ahora le dijo lo que era aquella tableta y cómo debería ser utilizada. También era confuso para el rubio saber cómo entendía el idioma, pero no deseaba darle vueltas al asunto. Incluso si desconocía acerca de prácticamente todo, confiaba ciegamente en aquella misteriosa mujer que le hablaba.

Pero no le importaba tanto aquella misteriosa voz, por algún motivo; le tenía más hipnotizado e interesado la otra, la que sonó en su mente rogando que le prestase atención, aquella que le causó una migraña segundos después de hablarle. Pero simplemente se fue, y no volvió a hablar en esos momentos.

Tomó la tabla Sheikah, y la puso sobre el raro pedestal que estaba a un lado, logrando abrir la puerta y de inmediato, tras un suspiro de reflexión, decidió salir. Divisó unos cofres por la entrada, y por curiosidad se agachó para poder abrirlos usando una ganzúa que después terminó dejando por ahí.
Lo que había dentro de los cofres era una camisa vieja y un pantalón, ambos desgastados, junto a unas botas bastante descuidadas.
Se puso las prendas, pues estar semidesnudo no era nada adecuado.
Y así, tras por fin estar vestido, comenzó a salir del santuario.

Y atrás, se había dejado a alguien que sería de gran ayuda para él. Alguien que con pesadez abría sus ojos y veía todo borroso.
Mas sus párpados se abrieron de golpe repentinamente mientras que detrás de la acuática cama se sentaba de golpe para gritar.

━━¡¡Link!!

E inhalaba y exhalaba con fuerza, de manera agitada.

A momentos más tarde, justo detrás de donde él estaba en su letargo, aquella figura femenina se asomó con curiosidad, mostrando una inocente apariencia que escondía miedo y confusión por lo desconocido, porque no podía recordar nada de lo que estaba pasando. Era como si no hubiera existido nunca, y luego, ¡puff!, allá estaba.
Su nombre, solo eso podía recordar, y tenía la idea de que era algo así como _... ___... ¡_____! Así se llamaba (o eso creía), pero hasta allá tratar de recordar momentos anteriores a donde estaba ahora le causaba una horrible jaqueca de muerte. Ella sí estaba asustada y se estaba esforzando en saber qué ocurría.
Necesitaba saber sobre lo que pasaba a su alrededor, porque apenas se levantó y dio un paso en frente se dio cuenta de que había olvidado cómo caminar por un momento y terminó por caer de cara al suelo frío, con un gracioso golpe que resonó en el lugar.

Ow.

Más que nada, se quedó en el suelo por quince segundos por estar recordando palabras básicas de su lengua (idioma), y tratando de encontrar el significado del nombre que gritó en cuanto despertó: “Link”. ¿Cuál hubiese sido la razón de ser lo primero que dijese al despertar? Mas su duda era que dentro suyo sintió odio al decir ese nombre. Irónicamente, no sabía qué significaba la palabra odio.

Había perdido sus recuerdos, no sabía dónde estaba, apenas recordaba su nombre y sentía que si hablaba diría las palabras mal por no recordar su correcta pronunciación.

Se levantó con dificultad, sintiendo dolor en su cuerpo, y quedó sentada con las rodillas dobladas y los pies dando a los lados, apoyándose con sus manos en el espacio libre entre sus piernas tratando de analizar su propio cuerpo, que tampoco recordaba a la perfección, pero al menos podía notar en sus brazos algunas cicatrices.

Miró sus muñecas apoyadas en el suelo, y levantó su mano derecha mirándola por delante y detrás. Piel morena natural, de un agradable y tierno color. Alzó la mirada, mas no la cabeza, y con esa misma mano recogió los mechones de cabello que tapaban su vista en un fleco. Su cabello estaba algo mal cortado, siendo que había un lado largo hasta sus pantorrillas, y la parte trasera del mismo estaba corto a sus hombros. ¿Una moda de peinados? No lo sabía, pero estaba segura de que estaba despeinada y desarreglada.

Sus manos exploraron su cuerpo hasta varar a su cuello, donde sintió algo extraño rodear esa zona.
Trató de jalar, pero eso solo la lastimó. Se trataba de un collar, pero mas bien, parecía alguna correa por la forma en que estaba amarrado. Estaba sujeto a ella con fuerza. Necesitaría ayuda para poder quitárselo.

Al ver que no podía quitarse el collar, ahora miró su cuerpo, que estaba cubierto por vendas desde el inicio de su escote hasta el inicio de sus muslos, cubriendo a duras penas su cuerpo, dado que era lo único que llevaba puesto.
Quitó delicadamente el vendaje, para percatarse de una gran herida en su abdomen, y a su mente pasó la imagen de una silueta siendo atravesada por una espada. Dio un leve grito, asustándose y cayendo de espaldas para ahora mirar hacia arriba. Jadeó por el anterior susto, y tras segundos se relajó con un suspiro. Alzó sus manos, tratando de alcanzar el techo, y cerró sus ojos con pesadez, antes de darse cuenta de que estaba desnuda en un cuarto sospechoso.

Se levantó, logrando al fin ponerse de pie y cubrió de nuevo su cuerpo con las vendas de forma rápida por instinto, a la vez que se levantaba y empezaba a tratar de caminar como pudo dirigiéndose a la puerta abierta, viendo a lo lejos varios cofres de madera y a un lado, una ganzúa.
Se acercó, y se agachó para abrir ambos cofres, encontrándose una ropa de un color morado apagado, que consistía en un pantalón ancho y un abrigo del mismo color, pero altamente descosido. No dudó en ponérselo de inmediato, tomando igual la ganzúa sabiendo que más tarde podría servirle, y con ésta amarró lo largo de su cabello en una coleta, sujetándola con el pequeño objeto y un elástico que venía del pantalón que poseía.
El lado corto de su cabello estorbaba, pero no era tan malo. Era como un coqueto corte de hongo con fleco, sólo que con una larga coleta aparte.
Miró al frente, mientras se levantaba de nuevo, mirando que más allá de donde se encontraba había luz, y justo cuando iba a dar un paso para acercarse y salir del misterioso santuario, un fuerte temblor se sintió en todo el lugar, provocando que cayera por la falta de equilibrio.
Apenas se apoyó con sus brazos, y aterrada, observó a su alrededor.

Tardaron segundos hasta que el temblor paró, dejando con más pánico a la fémina quien de nuevo se levantó y corrió tropezándose hasta llegar afuera. Sentía la hierba acariciar sus pies descalzos, y se detuvo al borde de una colina, jadeando por haber corrido, y apoyada sobre sus rodillas.

Al recuperar el aire, se levantó, sorprendida y embobada.
Un fresco aire dio a su rostro, levantando su cabello mientras que observaba fascinada el hermoso paisaje que a sus ojos se hallaba. Hierba verde, árboles frondosos, todo destruido pero por alguna razón con un enfoque hermoso, porque para ella, era la primera vez que veía tan bellos colores brillando, sobre todo cuando “nació” en un lugar tan oscuro como lo era el santuario donde despertó.
Un débil suspiro de sorpresa escapó de sus labios, mirando al suelo unos segundos. ¿Qué hacía allí? ¿Qué era todo? ¿Por qué la sensación era tan desconocida como nostálgica?
Al volver a alzar la vista, inhaló hondo. Debía buscar respuestas.

Miró una enorme torre allá, y se dirigió a ese rumbo. No habían señales de vida en ese lugar, y creía que escalando dicha torre podía saber algo más acerca de dónde estaba.
Pero su sorpresa había sido cuando al llegar, vio cómo a saltos bajó un muchacho de no muy larga cabellera rubia amarrada en una coleta, y al sentirse observado, volteó.
Y la miró. Y el tiempo se hizo lento en esos segundos.

Los ojos de aquel chico se clavaron en los de ella, y los abrió con sorpresa, confundido dado que se le hacía extrañamente conocida. Ella por otro lado, mostró algo de miedo, retrocediendo dos pasos sin despegar su mirada de la de él.

“—Aléjate de él.
Oyó una voz distorsionada. Mostró sorpresa, pero prefirió ignorarla.

Ella se fijó en sus ojos que podría jurar que eran color zafiro, tan profundos, tan cálidos, llenos de bondad, coraje, valor y sobre todo, amabilidad. No se le cruzaba la idea de que aquel extraño tuviera malas intenciones, pero encontrarse a un desconocido de la nada es peligroso y era muy consciente de ello, pero ese tierno momento fue arruinado cuando el chico reaccionó, frunciendo su ceño en gesto de confusión, y evitando señalarla por educación.

━━¿Quién eres tú? ━━Le preguntó, y la morena se tensó por su voz tan profunda y a la vez seria. ¿Quién diría que alguien que puede parecer amable tendría una voz tortuosa?

O que siquiera pudiera hablar.

━━E-eso mismo debería preguntar yo ━━dijo, y no se sorprendió por entender el idioma. De hecho, no se había percatado de que había hablado perfectamente con fluidez. El chico abrió más sus ojos ante la sorpresa, ¡era la misma voz que había oído en el santuario! Pero igual, no debía bajar la guardia.

El más alto sacó de su espalda una rama de árbol, apuntando con firmeza a la chica. Aunque pudiera parecer una escena patética, le causó miedo a la morena, quien observó el semblante de su contrario.
Sostenía la rama con firmeza, sin temblar, como si de una espada se tratase y sobre todo, como si él supiera hacer uso de dicha arma. Como un espadachín diestro, pero realmente esa nunca fue su primera impresión cuando lo vio bajar de la torre.

━━Dime quién eres ━━Ordenó

Ella abrió la boca ━━Ah... Y-y-yo... Y-yo... ━━Le costó hablar, demasiado. ¡No sabía cómo reaccionar! El rubio entrecerró más los ojos, hasta que...

━━Oh, ¡ho, ho, ho! ━━Desde las alturas, un extraño anciano bajó desde una paravela hasta donde estaban los muchachos, ellos alzaron la mirada y lo siguieron con ésta hasta que el mayor tocó el suelo ━━. Vaya, vaya, chaparro... Sales del santuario y sorprendentemente logras alzar esta vieja torre. Cada vez me traes más sorpresas, ¡ho, ho!

Su voz le era de alguna manera, familiar.

━━... ¡O-oiga! ━━La menor se acercó hasta el hombre, mientras se detenía para mirar de reojo al rubio que le observaba. Por otro lado, el anciano no pudo evitar mirar con intriga a la chica porque sabía que ella no debía de estar allá ━━Disculpe, ¡necesito saber dónde estoy! E-estoy aterrada, d-desperté y no puedo recordar absolutamente nada... En serio, tengo miedo, apenas puedo decir bien las palabras que ahora usted escucha y no sé siquiera quién soy, sólo... sé mi nombre, es todo... No sé ni recuerdo nada más...

━━¿Primera vez? ━━Aquel comentario por parte del rubio causó sorpresa e ira en la muchacha, dado que no le había dado gracia. Para ella, la situación era grave.

━━Bueno... Realmente no puedo decirles demasiado ━━El anciano tomó camino al norte, parándose a unos pasos y mirando un castillo rodeado por un aura maligna.

Los ojos del espadachín se iluminaron con asombro al ver aquel lugar, y su instinto de aventura le rogaba ir de inmediato a ese castillo. Además, anteriormente aquella voz le había dicho que ella misma se encontraba allá.
El mayor se percató de inmediato de esto, esbozando una sonrisa y hablando de vuelta a ambos muchachos.

━━Dime, chaparrito, ¿quieres ir al castillo...? ━━Preguntó al de ojos azules, cuya mirada seguía perdida en el enorme palacio.

━━Sí ━━dijo a secas, pero su tono de voz era altamente entusiasta, como si deseara ir allá lo más pronto posible.

━━¡Oh, ho, ho! ¡No esperaba menos de ti! ━━Miró a la muchacha, quien de igual forma admiraba el palacio, pero con miedo, mientras tomaba su pecho y apretaba los labios. No le daba buena espina el ambiente que tenía ━━Y dime tú, pequeña niña, ¿piensas ir allá también?

━━... ¡N-ni loca! ━━Exclamó con miedo, negando repetidas veces con la cabeza y evitando llorar de desesperación ━━... No... ¡No pienso ir allá!

━━Pero yo sí ━━El chico dio dos pasos adelante quedando frente al anciano, con esa expresión seria y con cara de pocos amigos ━━. ¿Hay manera de ir?

━━Bueno... Esta meseta está elevada lo suficiente como para una caída mortal ━━dijo el adulto mayor, y señaló el borde de la meseta ━━. Sin embargo, es fácil cruzar al otro lado y explorar más allá con una... paravela, ¡justo como la que yo tengo!

━━Dámela.

Esa respuesta había sorprendido a la fémina, quien abrió sus ojos a la par parpadeando asombrada por la actitud del joven. Sus ojos mostraban que era alguien gentil, pero estaba siendo muy tosco, ¡incluso con sus adultos!

━━¡Oh, ho, ho! ━━El anciano se echó a reír ━━Bueno, tú quieres mi paravela, pero no pienso dártela de a gratis... Hagamos un trato, ¿quieres? ━━El menor asintió ━━Vale... A ver... Umh... ¿Ves allá esos santuarios? ━━Señaló uno de ellos no tan lejos ━━Desde la torre, además de ese, podrás ver otros tres. Si vas y enfrentas sus pruebas y me traes los tesoros, puedo darte mi paravela.

━━De acuerdo ━━Se encogió de hombros sin darle mucha importancia ━━. Será sencillo. ¿Sólo eso...?

━━Oh, no... ━━La chica, que estaba por dar media vuelta previendo lo que estaba por pasar, se detuvo con desagrado al oír las palabras del adulto ━━, no sólo eso, chico... Igual quiero que esta niña te acompañe, para que... ah... no estés tan solo, ¿eh?

━━Agh... Maldita sea ━━Susurró ella, sonrojada por la situación. Era muy tímida y quisquillosa.

━━Ah... Como digas ━━El chico se encogió de hombros ━━. ¿Ahora sí es todo?

━━Para que vayan allá necesitarán energías, créanme ━━Empezó a caminar ━━. Tengo una pequeña cabaña por acá... Vamos allá a almorzar, y después hacen todo lo que quieran.

Ambos jóvenes se miraron entre sí en gesto de duda, para después ver caminar al anciano y seguirlo, en una caminata silenciosa y algo incómoda, más para la protagonista que era demasiado tímida para entablar conversación con alguien, y sobre todo si ese alguien era una persona cerrada como aquel chico. Evitó hablar en todo el camino y se limitó a admirar el cielo azul claro, hasta que el hombre decidió hablar con su gruesa voz clásica.

━━Y... ¿No se han presentado?

Mierda, pensó la chica evitando arañar su rostro por la desesperación.

━━No ━━dijo a secas el rubio, aún con la mirada en frente.

━━... B-b-bueno... Mi nombre es ____ ━━dijo ella, jugando con la tela de su blusa y jadeando de calor ━━. Y ya... No puedo decirte más de mí, supongo...

━━... Soy Link ━━dijo así sin más, sin verla siquiera, cerrando la conversación y dejando a una ____ demasiado confundida por su extraña actitud.

Tenía el presentimiento de que lo conocía de antes; un leve sentimiento de odio y rencor, aunque no entendía las razones. Le daba curiosidad, pero algo le advertía que no se acercara a él, que no intentara ser su amiga y que por encima de todo, no confiara en él.

Intentaría hacer caso a esa corazonada, el chico en sí le daba buena pinta, pero no siempre las sorpresas serían buenas.

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☆═━┈OO5┈━═☆

Dibujito rápido de cómo YO me imagino a la rayis.

Dado que es una historia x lectora, recuerden que pueden imaginarla como sea, aunque yo destacaré ciertas características por motivos de comodidad.

Tengo canal de difusión de whatsapp, por si a alguien le interesa. Allá estaré subiendo contenido sobre mis fanfics, más dibujos, y estaré sorteando algunos fanarts cada cierto tiempo, así que antes de que wattpad nos quite los mensajes privados pídanlo si quieren ¡!

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