Hola, me llamo Tn Ta y soy de New York y os voy a contar una mini historia.

Esto es un día de vacaciones, estaba llendo al aeropuerto con mi familia para irnos de vacaciones a París, lugar exacto Disneyland. Al llegar al aeropuerto veo a una amiga, ambas nos sentamos en el suelo hablando.

María:
¿Tía, la que te está mirando todo el rato no es una de tus ídolas favoritas?
-Le preguntó a Tn mientras estaba viendo que Elizabeth Olsen no dejaba de mirar a mi mejor amiga.-

Tn:
-Me giré y allí estaba ella, tan linda y hermosa como siempre, con sus gafas de sol para que los paparazzis no la hicieran fotos.- Ostia, pues sí es ella. ¿Me pregunto por qué me estará mirando tanto?

Lizzie se acercó y se sentó a mi lado con la espalda apoyada en la pared. Esta no dejaba de mirarme. Miré a María en señal de: "Tía, seguro que quiere estar a solas conmigo. ¿Te puedes ir un momento con tu novio?". Ahí es cuando ella sabía lo que significaba mi mirada y se fue al baño.

Lizzie:
-Ví el billete de aquella chica que me pareció muy atractiva y la pregunté.- Así que vas a París por lo que veo. ¿Vas de vacaciones tú sola?

Tn:
No, de hecho me voy con mi familia y mi mejor amiga, a Disneyland. ¿Tú a dónde vas?

Lizzie:
Pues mira que suerte que vamos al mismo destino. -No pude evitar mirar el número del asiento para ver si nos tocaba juntas. Y al parecer no, ella tenía el A-32 VIP y yo el asiento de delante.-

Estuvimos hablando por unos minutos más hasta que nos subimos al avión. María y yo nos sentamos juntas, pero vi a Lizzie acercarse a mi mejor amiga y observé sin decir nada.

Lizzie:
Oye mejor amiga de Tn, ¿me puedes dejar este sitio? Es que me gustaría sentarme con ella.

María:
Claro, sin problema. -Se levantó y se sentó en el asiento donde se supone que iba Lizzie, dejándola sentarse con su mejor amiga.-

Padre:
¿Tú quién eres y porque estás sentada al lado de mi hija?

Lizzie:
Oh, déjame presentarme, soy Elizabeth Olsen y soy la ídola favorita de su hija Tn. Y le he cambiado el sitio a su mejor amiga porque me gustaría conocerla más, si no os importa, claro.

Madre:
Claro que no, te dejamos estár con ella.

Después de despegar cenamos ya que se hizo de noche y nos dormimos. Lizzie y yo estábamos dormidas, Lizzie apoyando su mejilla en mi cabeza y yo apoyándome en su hombro.