El caso de Rene Benedict

Después de dos semanas de puras locuras, Elena ya no lo soportaba más. Estaba harta del acoso sexual de piñas psicóticas, de tener que huir por su vida cada vez que el carnívoro la confundía con su herbívora hermana, de despertar cada mañana a base de "¡Extremo!", de tener que soportar el "humor explosivo" de un chico al que solo podía calificar como terrorista, ah y no olvidemos la cereza del pastel, estaba el constante acoso de todo tipo — en las varíacion estaba la diversión — del desgraciado de Reborn, ya estaba harta, un solo día más en esa mansión de locos y de seguro perdía la cordura. Por eso es que importando le poco sus cadenas —Porque eso eran —, en cuanto tuvo la oportunidad salió huyendo.


Para su suerte su terrible sentido de la orientación, la había llevado a un bosque, y en un noche oscura como esta, Elena rezaba porque no hubiera ningún maniático suelto que quisiera hacerle algo, aunque prefería a cualquier maniático a los Vongola, en serio, esos tipos estaban locos de atar, antes creía que el sentido común era algo con lo que se nacía ahora lo veía como una bendición o incluso como una carga...  Un aullido la saco de sus pensamientos... No habían lobos en Italia ¿verdad? Bueno...  No debería haber tan cerca de la ciudad... 


Otro aullido más cerca que el anterior le dijo en grandes letras de Neón "A quien carajos le importa si hay lobos o no, corre por tu vida", Elena ni lenta ni perezosa salió corriendo cuando escucho a algo correr detrás de ella, hay Dios no quería morir así, no a manos de un animal salvaje, y en especial no sin antes hacer pagar a su hermana. Antes de que supiera lo que pasaba algo se le tiro encima y ella cayó al piso.


— Lindo lobito... —Dijo al ver el rostro del animal tan cerca de su rostro, ¡Ella iba a la iglesia todos los domingos! ¡Jamás había hecho algo malo! Bueno al menos no quierendo... ¿Porque Dios, porque?


—Liber, lobo malo, déjala — se escucho una voz y el animal se retiró mientras Elena lloraba internamente — ¿Estas bien?


— Si,  gracias — se paro del suelo limpiando su ropa


—¿Que haces aqui a esta hora? — Pregunto curiosa


— Estaba huyendo


—¿Huyendo de que?


— De.... Mis captores — técnicamente hablando, esa era la definición correcta


—¿captores? ¿Eres una prisionera? — Esta bien, eso no era algo que se oyera todos los días


— Podría decirse de esa forma — acepto y luego se le prendió el foco — ¿de casualidad tienes un celular?


—Claro — le sonrió, tal parece que hoy tocaba la buena acción del año — Ten — lo saco de su bolsillo y se lo entregó — Soy Rene Benedict y el es Liber — señaló al lobo a su lado


— Elena Russo — se presentó marcando a la policía, con suerte alguien en la línea conocía a su padre, no se imaginaba lo preocupados que debían estar sus padres


— ¡Eres la chica muerta! — grito la castaña de ojos verdes y Elena bajo el celular


—¿que? ¿Muerta? — No recordaba haber muerto...


—Mostraron tu funeral en las noticias, hija de un policía que muere en un accidente automovilístico — Esperen significaba que ella era un fantasma, no parecía uno...


— ¡Hijo de Perra! —Grito tirando el celular sin notarlo ¡Ese imbécil había hecho que sus padres pensaran que estaba muerta! ¡Eso era ilegal e inmoral en tantos niveles! ¡Lo mataría y vería arder!


— Las niñas buenas no deberían maldecir — escucho una voz familiar y se dio la vuelta


— ¡Tu! — Grito colérica y se lanzó a su ataque.


Vaya, la chica sabia pelear, fue lo que pensó Reborn mientras esquivaba patadas y golpes de la castaña, aunque era de esperarse siendo hija de un policía.


—¿Debería ayudar? — Pregunto Rene a Liber y el lobo hizo algo parecido a bajarse de hombros — Tienes razón, disfrutemos el espectáculo


— ¡Maldito animal! — Chillo Elena cuando Reborn logro atrapar uno de sus golpes, pero lamentablemente no esquivo el rodillazo que le quito el aire — ¡¿Como te atreviste?!


— Lo hice porque me convenía y pude — respondió sujetando ambos puños de la chica y subiéndola a su hombro como un vil saco de papas


—¡Suéltame, déjame ir Animal! —Pataleo pero a Reborn le importo poco


— Confio en que esto se mantendrá entre nosotros — Vio a la castaña, que había sacado unas palomitas de Dios sabrá donde


— Bueno, no es como si pueda ir a la policía y decir que vi a una chica muerta — se bajo de hombros y el azabache sonrió


— Ten, tu discreción siempre es bienvenida — le entrego una tarjeta y se retiró con la chica gritando en su espalda


— ¿Vongola eh? — leyó y sonrío de lado — Parece que tenemos nuevos juguetes con los que jugar — río guardando la tarjeta, pronto iría a visitar — Vamos Liber, la noche aun es joven — salió corriendo con su mascota y amigo a su lado.


Lista de personas a las que mataria:


1.- Isabella Russo

2.- Reborn


Escape numero 2: Fallido


Elena hizo esa lista en su mente, mientras el mayor la llevaba de vuelta a su cárcel, maldito el día en que nació dos minutos después de su hermana.


N/A: Wiii~ ¿que tal?,  espero que les este gustando y pueden seguir enviando personajes, Bye~


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