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La Nieve...

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Está cayendo nieve...

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Hay muchas luces de colores

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¿Y ese olor?

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Es delicioso

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Pero...

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¿Por qué se escuchan villancicos?

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Odio los villancicos, ¿Por qué los colocan?

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Así, lo olvide...

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Es Diciembre...

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Hey qué tal?!, Se que tarde mucho en esto, pero tenía la idea desde hace un año, pero necesitaba ver cómo acomodar todo, cosa que hizo que mejor lo dejara, pero este año no y no importa si ya hasta es año nuevo.

Bien pasemos al especial

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***

El subsuelo está inquieto, muchos monstruos van de un lado a otro, mientras los más pequeños juegan emocionados a que llegue la hora.

Esperando a que Santa llegue, con regalos, dulces y juguetes.

—¡Sans!— un perro corre entre los pasillos del castillo.

—¡Espérame Dogamy!— con su viejo amigo tratando de mantener su paso.

—Rápido Aaron, tenemos que apresurarnos— pero para el caballo de mar era difícil seguir corriendo al paso de su amigo.

—Vamos amigo, no creo que pase algo si mantenemos un poco la calma— casi jadeaba deseando detenerse aún que sea un minuto.

—¿No lo entiendes?, El rey no debe saber sobre...— pero este se estrelló en cuanto giró su vista al frente, cayendo sentado.

Dogamy sobó su cabeza con una mueca que mostraba que se había lastimado, noto una mano con armadura ofrecida para ayudarlo.

—¿Estás bien?, ¿No te hiciste daño?— al levantar su vista este se sorprendió en cuanto vio que se trataba del rey. Dogamy asintió en cuanto se levantó para dar una reverencia, pero Papyrus solo sonrió contento de que el guardia estuviera bien.

—Ahora, ¿Sobre que no debo saber?— Dogamy se petrifico, no sabía cómo evadir a su rey, así que empezó a balbucear, pensando en una buena escusa.

—¿Papyrus?, ¿Estás bien?— Sans salió de una de las habitaciones de aquel pasillo.

—Me pareció escuchar un fuerte golpe— en cuanto Dogamy y Aaron vieron que Sans se quedó quieto y ambos soldados se enderezaron quedando firmes.

—Señor Sans, necesitamos hablar de un asunto urgente— Papyrus se preocupó, y antes de poder preguntar algo Sans suspiro para asentir.

—Esta bien, vámonos— el esqueleto empezó a caminar seguido de ambos guardias marchando a su paso.

—¿Sans?— por alguna razón, desde que había sido coronado como rey temporal, a su hermano lo sentía más aislado y sin comprender, el por que.

—Tranquilo hermano, llegaré para la cena en el castillo— y Papyrus vio como los tres se alejaban.

Fuera del castillo caminando por la ciudad y saludando a todos quiénes pasan, hablaban sobre los arreglos de las fiestas que estaban próximas.

—Señor, necesita ver la forma en que el Rey reparta los regalos aún creyendo en Santa— Sans se quedó impresionado por las palabras de Dogamy.

—Sabemos que el Rey cree que Santa es real, por eso lo hemos buscado— Sans quedó en silencio para ir a un lugar apartado de los demás monstruos.

—¿Cómo lo saben?— Dogamy y Aaron se miraron nerviosos esperando a ver que el otro fuera quien hablara.

—Vera, antier escoltamos al rey hacia Snowdin, cuando llegamos a la mitad de la ciudad...— Dogamy miro a Aaron.

—Justo en el árbol de Navidad, ahí fue que menciono a Santa y lo emocionado por recibir un regalo de él— Sans por su parte ya estaba pensando en que podría hacer

—Sabe muy bien que es el Rey quien se pone el traje y reparte los regalos a los niños— pero el tiempo se le acababa, ya que era justo esa noche.

—Y posiblemente tengamos una idea— una idea que Sans escucho y sabía muy bien que lo llenaría de alegraría.

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"Ese sería el mejor regalo de Navidad para el Rey Papyrus"

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Bien, como es algo largo estará dividido en 3 partes, pero espero que les guste, ya que son 3 Navidades entre los 50 años que han pasado. Así que se podría decir que esta es la primera Navidad después de la ruta que hizo Frisk.

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Hasta el siguiente.