Salida al bosque
Empecé a hacer la comida junto a Masky y a Hoodie, la comida era fácil pero ellos la complicaban demasiado, se equivocaban con los ingredientes la mayoría de las veces.
-Masky, pásame la sal -Ordené.
-Aquí tienes -Me la acercó.
Me fijé bien y ¡Era azúcar!
-Masky, esto no es sal, es azúcar. ¿Dónde está la sal? -Masky miró sin entender.
-Hoodie, mira a ver si está en el tarro de la azúcar -Ordenó Masky.
-No sé, esto es azúcar... Almenos se parece -Dijo Hoodie.
-Déjame ver -Dije y le arrebate a Hoodie el tarro.
-¡Hoodie! ¡Esto es sal! Os habéis equivocado al meter el contenido, cambiadlo por favor -Dije e hicieron lo que les pedí.
Ya me está doliendo la cabeza, menos mal que falta poco para terminar.
En todo el tiempo que quedaba para por fin acabar no hubo ningún fallo y lo agradecí internamente... Me estaba muriendo de hambre.
-¡Chicos, poned la mesa! -Ordené a los demás.
En menos de cinco minutos ya estábamos comiendo todos en la mesa.
-¡Que rico está esto! -Exclamó Ben.
-Gracias, no ha sido muy difícil -Dijo Hoodie.
-¡Pero de que hablas! Si casi todo lo ha hecho Kat -Dijo Masky y todos en la mesa rieron incluyéndome.
-Deberías cocinar tú todos los días -Dijo Jeff.
-Sí, claro, lo dices porque mañana nos toca a nosotros dos cocinar -Dijo Jane y luego me miró -Pero me gustaría que me enseñes a cocinar tan bien como lo haces tú -Confesó.
Me puse roja, nunca me habían alagado.
-Está bien -Dije.
Observé a Slenderman que estaba serio en la mesa, no hablaba con nadie ni miraba a nadie, es como si estuviera sólo.
...
Estaba en mi nuevo cuarto que Slenderman había elegido para mí cerca del cuarto de Nina cuando llaman a la puerta.
-Pasa -Ordené.
Era Nina.
-¡Hola Kat! -Me dijo sonriente, aparte de la sonrisa artificial se notaba que estaba feliz.
-¿A qué se debe esa felicidad? -Pregunté.
-Yo siempre estoy feliz -Dijo.
-Pero te noto más feliz de lo normal.
Nina se puso nerviosa y empezó a ponerse roja.
-Es que... He pedido a Jeff dar una vuelta por el bosque y me ha dicho ¡Que sí! -Suspiró como sólo una enamorada sabía hacerlo.
-Eso es estupendo, ¿Y cuándo saldréis? -Quise saber.
-En diez minutos -Me confesó.
De repente se me vino a la mente Slenderman.
-Nina -La llamé.
-¿Sí? -Preguntó.
-Estaba pensando... Hoy he visto Slenderman y bueno... Ha despertado curiosidad en mi -Nina me miró pícara -¡No de esa manera! Solo... Es que lo veo demasiado serio y te quería preguntar ¿Es siempre así?
Nina se sentó en mi cama y me respondió.
-Slenderman siempre ha sido serio, nunca lo he visto divertirse ni reír nunca, al menos con nosotros, es como un padre pues es el más maduro y siempre cuida de nosotros.
Miré hacia arriba y volví a mirar a Nina.
-¿Por qué crees que es así? -Pregunté.
Ella ladeó la cabeza, pensando.
-La verdad es que no lo sé -Confesó.
-¡Nina! -Gritaron desde abajo.
-¡Es Jeff! Estoy muy nerviosa... Para mí es como una cita aunque él lo vea como un simple paseo -Se rió.
-Haz lo mejor que puedas -Le dije.
-¡Gracias Kat! -Agradeció y me abrazó.
-No es nada -Dije y Nina salió por la puerta de mi cuarto dejándome sola.
¿Cómo será enamorarse? Me gustaría sentir esas mariposas en el estómago que tanto hablan las personas y ponerme nerviosa al estar cerca de esa persona o simplemente por verla, aunque dicen que a veces es difícil o que la otra persona no te puede corresponder pero... Creo que es mejor eso que no haber sentido nunca amor ¿No?
Pensé en salir un rato por el bosque así que me dispuse a salir de mi habitación y bajar las escaleras, cuando ya estaba por abrir la puerta alguien me detiene.
—¡No lo hagas!
Miré en dirección de aquella voz y era Eyeless Jack.
—¿Por qué? —Pregunté.
—Tienes que pedirle permiso antes a Slenderman —Me explicó.
—¿Por qué? —Pregunté.
—Porque él es el que manda aquí y tienes que pedirle permiso, tal vez el bosque esté muy peligroso hoy como para ir sola —Me dijo.
—Pero Nina ha salido con Jeff hace un rato —Me quejé.
—Ellos van juntos, tal vez si le dices a Slenderman si puedes salir conmigo te deje.
—Buena idea, se lo voy a preguntar —Dije y me fui a su despacho, donde él había pasado todo el día, ¿Sería siempre igual?
Llamé a la puerta y escuché un pase.
La abrí y observé a Slenderman con una mano en la cabeza mientras leía unos papeles que estaban en su escritorio.
—Slenderman, me pregunto si... Puedo dar una vuelta por el bosque —Dije sin rodeos.
Slenderman posó su mirada en mí.
—¿Tu sola? —Preguntó.
—No, con Eyeless Jack —Le respondí.
—Ah, en ese caso, vale, pero vuelvan sobre las diez —Ordenó.
—Gracias —Agradecí y salí de su despacho, Eyeless me esperaba fuera.
—¿Te dejó? —Preguntó.
—Si iba contigo, si —Le respondí.
....
Ya estábamos un poco lejos de la cabaña y estaba un poco nerviosa, no quería perderme.
Parece que Eyeless Jack lo notó.
—No te preocupes, yo me sé el camino de vuelta —Dijo y me dejó más calmada.
De repente se escuchaban voces y me alarmé.
—Espera aquí —Ordenó y se acercó de donde provenía el sonido —¡Ven, Kat! No te pierdas esto.
Fui rápidamente donde Jack estaba y me asomé. ¡Eran Nina y Jeff! Y parecía que se iban a besar...
—Son Nina y Jeff —Dije y él asintió.
—¿Quieres ver algo divertido? —Me preguntó aún mirando a la parejita.
—¿El qué? —Pregunté.
Jack se fue donde estaban ellos dos y les asustó. Solo lo consiguió con Nina, Jeff ni se inmutó.
—¡Jack! ¿Que haces aquí? —Preguntó Nina fastidiada.
—He salido con Kat a dar una vuelta y os encontré por casualidad —Dijo y me acerqué a ellos.
—Jack, no sé que tenía esto de divertido —Confesé y miré a Nina triste.
Ella se levantó y se acercó a mí, Jack estaba hablando con Jeff.
—¿Cómo es que estáis dando una vuelta? —Preguntó.
—Me aburría dentro, no sabía que había que pedirle permiso a Slenderman para salir así que Eyeless vino conmigo porque sino Slenderman no me dejaría, almenos eso es lo que dijo mi acompañante —Le expliqué.
—Claro, tu no eres como nosotros —Susurró pero lo logré escuchar.
—¿Qué quieres decir con eso? —e saber.
Nina se puso nerviosa.
—Eh... Que te lo explique Slenderman... Por cierto... ¡Me habéis fastidiado la cita! —Cambió de tema.
—Yo no fui, fue Jack —Expliqué.
—Bueno, volvamos a la cabaña, pronto serán las diez —Dijo Nina.
...
Estábamos por llegar cuando observo algo entre los árboles, me asusté, era tenebroso, de color negro y comencé a temblar, me estaba mirando así que salí corriendo hacia la cabaña que ya podía verla desde aquí dejando a los demás desconcertados.
☆☆☆☆☆
Subo capítulo cada dos días.
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