Comenzamos con el plan
No sabía cómo tenía que hacer para que Slenderman se enamorara de mí.
—¿Alguno sabe qué es lo que le gusta a Slenderman? —Pregunté.
Ahora me encontraba en mi cuarto con Nina y Offenderman, estábamos planeando qué hacer para que Slenderman se fijara en mí.
De alguna manera me parecía gracioso, jamás en mi vida he hecho esto y como jamás me ha gustado nadie no sabía qué hacer ni cómo actuar.
—Le gusta las cosas correctas, tal vez si eres como... Un buen ejemplo en la creepyhouse y te comportas bien se fije en ti —Dijo Nina.
Offenderman negó con la cabeza.
—No creo, él sólo pensaría que así es como hay que ser y nada más, tienes que utilizar algo que las demás no hagan —Nina y yo le miramos interrogantes —¿No saben de lo que hablo? —Preguntó y negamos, éste se llevó una mano a la cabeza —estoy hablando de usar ropa un poco ajustada, maquillarte...
—Pero yo no sé maquillarme... ¡Y jamás he usado ropa como esa! Que vergüenza —Dije.
—¿Qué edad tienes? —Preguntó Offenderman.
—Tengo veinte años —Respondí.
—¿Y nunca te has maquillado ni has usado esa clase de ropa? Eres muy rara...
—Perdona pero no veo que eso sea tan importante como para ponerse así —Dije.
—¿Nunca te has puesto guapa para un chico? ¿O para tu novio? —Preguntó Offenderman.
—Es que yo... Nunca he... Nunca he tenido novio —Confesé.
Nina y Offenderman me miraron impactados.
—¿Nunca? —Preguntaron al unísono.
—Nunca, ni jamás me ha gustado nadie... ¿Es eso malo?
—No es malo, es raro —Dijo Nina.
—Parece que esto es más difícil de lo que me imaginaba... —Dijo Offenderman.
Yo me senté en el suelo en forma de indio.
—¿Entonces qué hacemos? —Pregunté.
—Hmm... Tal vez Jane te pueda ayudar con eso del maquillaje —Dijo Nina.
—¡Y yo puedo ayudarte con la ropa! —Exclamó Offenderman.
Las dos le miramos interrogantes.
...
Nina había pensado que era mejor dejarnos solos para que sea más fácil que yo tuviera la atención Slenderman así que les contó a todos sobre nuestro plan y se dispusieron a ayudarnos, se quedarían cada uno en su habitación justo después de cenar dejándonos solos a Slenderman y a mí.
Ahora me encontraba en la habitación de Jane, que me iba a maquillar, era la primera vez que iba a hacerlo, no sé cómo quedaría.
—Te voy a dejar genial, Kat, confía en mí —Dijo jane mientras agarraba una crema de color carne mientras me la esparcía por la cara.
Nina estaba observando todo mientras se sentaba en la cama de Jane.
A los diez minutos terminó y Nina abrió la boca.
—¿Qué pasa? ¿Estoy mal? —Pregunté.
—No, estás preciosa —Confesó.
Me asomé al espejo del cuarto de Jane.
No me lo podía creer... No era yo, tenía las pestañas más grande, colorete, esa cosa negra que se pone las personas en los ojos... Creo que se llamaba perfilador. Y tenía los labios más rosados.
—¿Esa soy yo? —Pregunté asombrada a mis dos compañeras.
—Sí, eres tú pero en versión mejorada —Dijo Nina y Jane rió.
...
Ahora estábamos en mi cuarto esperando a Offenderman que decía que traería la ropa perfecta para mí.
A los pocos segundos apareció offenderman con bastante ropa.
La observé.
—¿De donde la sacaste? —Pregunté.
—Es mejor que no lo sepas —Dijo Offenderman sonriendo de forma macabra.
Yo tragué saliva ruidosamente.
Nina agarró toda la ropa que éste traía y la tiró a la cama.
—Veamos que hay por aquí —Dijo agarrando algunas prendas para verlas mejor mientras yo agarraba otras.
Eran todas demasiado cortas y provocativas, eran prendas que jamás usaría, de estas que con tan solo verla la palabra zorra cruzaba por tu mente.
—Yo definitivamente no usaré esto —Dije convencida.
—Oh, sí que lo usarás —Dijo Offenderman más convencido que yo.
—¡Que no! —Negué.
—Si no lo haces te violaré —Dijo él ahora demasiado convencido.
—¿Cuál es mejor, esta camisa azul o aquella roja? —Dije mostrándolas. Por nada en el mundo quería que me violara.
—La azul —Dijeron al unísono.
...
Ya estaba preparada para empezar con el plan, llevaba puesto una camisa azul que enseñaba un poco de vientre y una falda demasiado corta para mi gusto, de zapatos utilicé unos que Nina traía pero que nunca se había puesto. La verdad es que no sabía caminar con ellos así que estuve caminando con ellos por la habitación para acostumbrarme. Cuando ya lo tenía más o menos controlado Nina y Offenderman dijeron que ya era el momento de ponerse en acción.
Me sentía nerviosa pues jamás había hecho esto por nadie. Hoy sería el primer día.
Bajé las escaleras intentando no caerme, en unos de los escalones casi resbalo, menos mal que nadie se encontraba en el salón sino me moriría de vergüenza.
¿Dónde estaría Slenderman?
Me senté en el sofá esperándolo.
—¿Quién anda ahí? —Preguntó Slenderman desde su despacho.
Mis manos comenzaron a sudar.
Me acerqué con cuidado a su despacho y abrí su puerta sin permiso.
—Soy yo, Slenderman —Dije y Sonreí lo mejor que pude.
—Ah, ¿Estás despierta? Que raro, todos se han ido a su cuarto demasiado temprano ¿Sabes que ocurre? —Preguntó sin mirarme.
Yo aún seguía en la puerta.
—No sé, no tengo ni idea... —Dije.
—Bueno, ya que estás aquí, siéntate. Tengo que contarte una cosa —Dijo aún sin mirarme.
Justo cuando comencé a caminar un relámpago sonó y comenzó a llover.
La verdad es que con esta ropa tan corta comencé a tener más frío de lo normal.
Me senté a su lado.
—¿Qué tienes que decirme? —Pregunté.
—Creo que hay una forma de que vuelvas a tu dimensión... —Me miró y se cayó de repente.
—¿Qué pasa? —Pregunté preocupada.
Él negó con la cabeza y se movió en su asiento como si estuviera incómodo.
—Nada solo... ¿Qué haces con esa ropa tan corta? ¿No tienes frío? —Preguntó mirándome de arriba a abajo.
De repente sentí mi cara caliente. ¿Por qué? Era la primera vez que me pasaba.
—¿Yo? No, no tengo frío... —Mentí. Tenía demasiado.
—No te creo, Kat. Estás temblando y sé que no es de miedo —Me dijo mientras sacaba su chaqueta.
—¿Qué haces? —Pregunté.
—Toma, ponte esto —Me la tendió y la agarré.
—No hace falta, Slenderman, yo no tengo frío enserio —Confesé.
—Pero yo te he dicho que te lo pongas y lo harás porque sé que me estás mintiendo —Dijo en tono frío y obedecí.
Me sentía más calentita y en el fondo me alegré, nadie nunca hizo algo así por mí.
—Bueno y... ¿Qué me estabas intentando decir? —Pregunté.
—Ah sí, que creo saber una manera para que vuelvas a tu dimensión, pero ahora no te la puedo enseñar, el bosque está muy peligroso a estas horas —Me explicó.
—¿En serio? ¿Volveré mañana a mi casa? —Pregunté emocionada.
—Puede que sí —Dijo Slenderman.
—¡Genial! —Exclamé.
Slenderman miró su reloj.
—Es muy tarde, es mejor que vayas a dormir ya —Ordenó.
¿Entonces ya está? ¿Para eso me he maquillado y me he vestido de esta manera, aparte de utilizar estos tacones tan dolorosos?
Me levante un poco decepcionada pero al hacerlo tropecé con algo y caí sentada en las piernas de Slenderman, éste me sujetó por los brazos por acto reflejo, estábamos muy cerca.
De repente Slenderman carraspeó y me soltó a lo que yo me puse de pie de nuevo.
—Bu-buenas noches —Dije sonrojada y me fui lo más rápido que estos tacones me podían ofrecer.
Llegué a mi cuarto, Nina y Offenderman me estaban esperando en la cama, cuando me miraron abrieron los ojos al máximo.
—¿Qué pasa? —Pregunté.
—¿Qué haces con la chaqueta de Slenderman? —Preguntó Nina y Offenderman sonrió.
—Ah, es que adivinó que tenía frío y me la dejó —Dije y me senté en medio de los dos —Y no ocurrió nada, él simplemente se comportó como siempre, frío y sereno.
—Tal vez te haya prestado la chaqueta porque no podía hablar contigo si estabas vestida tan provocativa —Dijo Offenderman.
—¿Qué problema hay con eso? —Pregunté.
—Se nota que nunca antes has tenido novio —Dijo y yo le miré enfadada —. Los hombres no se concentran cuando hablan con una chica que viste así, nos pone nerviosos y no nos salen las palabras.
De repente me acordé de cuando se quedó callado al verme así antes de prestarme su chaqueta. ¿Será verdad?
Cuando se habían ido me dormí en mi cama en ropa interior y con la chaqueta de Slenderman puesta, era más cómoda y caliente que mi pijama, además me sentía demasiado a gusto con ella.
°°°°°°
Subo capítulo cada dos días.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top