Celos
Al terminar de ver mi cara roja llamaron a mi puerta.
—¡Pasa! —Exclamé.
Nina pasó.
—¿Por qué te has ido a tu cuarto tan rápido? Y... ¿Por qué estás tan roja? —Preguntó Nina.
—¿Yo?... Porque Puppeter me ha dicho unas cosas muy...
—¿Muy...?
—¡Muy bonitas! Y por eso estoy roja... Y ahora estoy avergonzada por haber corrido a mi habitación como si fuera una niña chica.
Nina se rió.
—Tienes razón, no deberías de haber ido a tu cuarto ¡Deberías haber visto a Slenderman! Al parecer no le ha gustado que Puppeter te haya hecho sonrojar y está reprochándole por haber venido con nosotras.
—¿Cómo? ¿Enserio se ha enfadado por eso? —Pregunté incrédula.
—Bueno, no dijo exactamente eso, pero ha puesto como excusa que Jeff era el único que podía ir con nosotras porque fue al que mandó y por eso le está riñendo —Respondió Nina y comenzó a reír de nuevo.
¿Será verdad que Slenderman se ha puesto celoso? No sé que pensar porque él siempre ha sido muy estricto con sus palabras y si alguien no las cumple, por mínima que sea, él toma cartas en el asunto. Así que podría haberse equivocado Nina y creer algo que realmente no pasó.
—Bueno, cambiando de tema. ¿Qué tal con Jeff? Se os veía muy juntos hoy —Dije sonriendo.
Nina se sonrojó ahora.
—¡Genial! Hemos estado hablando de muchas cosas que no sabíamos de cada uno y se veía muy interesado. ¿Crees que pueda sentir algo por mí, Kat? —Me preguntó esperanzada.
¿Debería decirle lo que me dijo Puppeter? No, será mejor que espere un poco más.
—Nina, yo creo que él se ve muy interesado en ti, aunque a veces no lo parezca —Respondí y le sonreí.
—¿E-estás segura? —Me preguntó.
—Segurísima.
Nina me abrazó.
—Ojalá sea verdad, Kat. Lleva mucho tiempo gustándome y no quiero confundir las cosas, quedaría como una total tonta —Dijo con un tono de voz triste.
—Confía en mí. Estoy segura que lo que te he dicho es verdad. ¿De acuerdo? ¡Nunca pierdas la esperanza! —La animé.
Nina deshizo el abrazo y sonrió.
—De acuerdo, creeré lo que me dices y espero que él sienta lo mismo que yo. Por cierto, se me olvidó decirte que mañana quería salir conmigo a pasear por el bosque. ¿Crees que se trata de una cita? —Dijo entusiasmada.
—¡Por supuesto! ¡Claro que lo es! Así que ponte más guapa de lo que eres, mañana. Si quieres te puedo maquillar...
—¡Sí, sí! ¡Gracias Kat! —Afirmó Nina mientras saltaba por todo mi cuarto y yo reía por su reacción.
—Está bien. ¿A qué hora vais a quedar? —Pregunté.
—A las cinco y media —Respondió.
—Pues empezaré a maquillarte a las cinco —Le avisé.
—De acuerdo ¡Muchas gracias, Kat! No me cansaré de repetírtelo —Dijo Nina alegre.
...
La hora de cenar llegó y con ello también el arboroto en la mesa. Cada uno hablaba con cada uno ¡Incluso con la boca llena de comida! Llevo mucho tiempo aquí pero creo que nunca me acostumbraré a esto.
Desde la esquina de la gran mesa pude divisar a Puppeter hablando animadamente con Jeff, luego me miró y yo retiré la mirada.
—Hey, Kat. ¿Por qué te has puesto roja? —Susurró Jane, que se encontraba a mi lado.
—¿Estoy roja? —Pregunté yo mientras que con una mano me tocaba mi cara, por si mágicamente volvía a la normalidad con el frío de ésta.
—Sí, mucho —Respondió Jane y sonrió.
—Bueno... Es que me he quemado con la comida —Mentí y me reí nerviosa.
Por el rabillo del ojo pude observar a Slenderman mirándome. ¿Sería verdad lo que dijo Nina?
Me causa gracia que una vez que te interesas por una persona que ni siquieras sabias que existías, después lo ves por todas partes. Y eso es lo que me está pasando con Puppeter. ¡Pero sin malentender! No me gusta, sólo estoy interesada por el hecho de que me haya dicho que soy guapa. ¿Cómo puede ver que soy guapa? Es un misterio para mí, difícil de resolver.
...
Estaba en el cuarto de Slenderman, como cada noche últimamente, intentando dormir pero no podía.
Slenderman aún no había llegado y yo sólo podía pensar en todo lo que había pasado hoy.
La puerta se abrió y en ella entró un hombre alto, supuse que era Slenderman así que me hice la dormida.
—¿Aún sigues despierta? —Me preguntó.
Me giré y lo miré.
—Sí, no sé por qué no puedo dormir —Respondí.
—No has comido apenas nada y no puedes dormir. Aquí pasan dos cosas, o tienes hambre o estás enamorada.
Sus palabras me dejaron estática.
—¿Có-cómo? Ni tengo hambre ni estoy enamorada —Respondí.
—¿Estás segura?
¿Por qué me preguntaba esas cosas?
—Estoy segurísima —Respondí ofendida.
—Pues parece que te lo pasaste muy bien hoy con Puppeter —Respondió Slenderman ¿Celoso?
—Sólo he estado unas horas con él, ¡No me puedo enamorar en unas horas! Se nota mucho que no sabes nada del amor y además ¿A ti que te importa? —Respondí cabreada.
Slenderman me dio la espalda.
—Sólo lo quería saber, pero tienes razón ¿Qué me importa? —Respondió seco y con un tono de tristeza en su voz, aunque no estoy segura —Buenas noches.
—Buenas noches —Susurré.
Si antes me costaba dormir, ahora, definitivamente no podía. Me siento mal por Slenderman, no debería haberle hablado así y no quiero que ahora nos llevemos mal por eso. Debo hacer algo.
...
Miré mi reloj, marcaban las seis de la mañana y aún no he pegado ojo.
En toda la noche se me ocurrió una idea para pedir perdón a Slenderman y la encontré. Pensé en hacerle un gran desayuno, ya que él siempre se levantaba muy temprano así que tendría que darme prisa si quiero terminar antes de que se despierte.
Sin hacer ruido, salí del cuarto y me dirigí a la cocina.
¿Qué le gustaría a Slenderman? Bueno, yo creo que con pancakes y un zumo de naranja estará bien. ¿Y si le gustan más los waffles? Entonces le haré las dos cosas... ¿Y si es mucho? ¡Bah! Da igual.
Estuve como una hora y media preparando su desayuno hasta que por fin terminé.
—¡Buenos días, Slenderman! ¡Espero que disfrutes del desayuno que te he preparado! —Exclamé aparentando felicidad, porque estaba muy nerviosa.
—Eh... ¿Por qué has hecho esto si se puede saber? —Preguntó Slenderman mientras se sentaba y miraba el desayuno.
—Es... Una disculpa por haberte hablado tan mal anoche. A veces me salgo de mis casillas y me comporto muy irritable, no me sé controlar —Respondí y solté una risita.
—Ya, se ve... ¿Y has dormido? ¿A qué hora te has levantado? porque aún es muy temprano y te ves cansada —Quiso saber.
Yo miré hacia mi izquierda, evadiendo la mirada del hombre con traje que, aunque careciera de ojos podía sentir su mirada más que de ninguna otra persona.
—La verdad es que no dormí en toda la noche... Me sentía culpable por cómo te traté y... Unas cuantas cosas más —Respondí avergonzada.
—¿¡Cómo!? ¿Ni un poquito? ¡Pues ya puedes volver al cuarto! Tienes mis disculpas y olvida todo lo demás. Descansar es muy importante, Katherine —Ordenó.
—Pero... Quiero saber si te ha gustado el desayuno. —Me quejé.
—Y lo sabrás, pero debes descansar —Siguió insistiendo.
Hice un puchero y me crucé de brazos, cual niña pequeña.
Justo pasó Ben para entrar al baño cuando nos vio.
—¿Qué hacéis tan temprano levantados? ¿Acaso estáis ensayando para cuando estéis juntos? —Preguntó el rubio.
Me puse rojísima, no sé qué pensaba Slenderman en este momento porque su cara no tenía expresión, literalmente.
—¿¡Dónde ves que estemos ensayando, enano!? —Exclamé pero él alzó sus hombros sin dar importancia y se fue al baño.
—Tienes razón, te irritas fácilmente —Respondió Slenderman tranquilo. ¿Cómo podía estar tan tranquilo después de escuchar ese comentario?
—Esta vez con razón ¿Acaso no te ha molestado lo que ha dicho? —Pregunté incrédula.
—Pues no. Si realmente estuviéramos haciendo eso, si me molestaría porque nos habrían pillado, pero no lo estábamos haciendo así que no hay nada de que preocuparse y además, todos saben de sobra que tú y yo nunca estaremos juntos, ya sabes lo que pienso del amor y los demás tambien, así que no hay por qué preocuparse —Respondió tajante.
De alguna manera sus palabras me dolieron. Entonces, ¿Eso significa que el plan no había avanzado ni un poquito? ¿Y por qué me importa que piense eso? El plan se hizo gracias a Nina y Offenderman, se suponía que al que le tendría que importar a estas alturas era a él, no a mí pero parece que el plan va del revés.
—Tienes razón, necesito dormir —Respondí y me fui al cuarto de Slenderman, triste y confundida.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top