Atrapados
Slenderman estaba molesto, se le veía desde distancia.
No paraba de caminar de un lado a otro y eso me tenía preocupada.
—Slenderman —Le llamé.
Pero no me hizo caso.
Alguien se posicionó a mi lado.
—¿Qué le ocurre a este ahora?
Me giro y ví a Jane, mientras observa a Slenderman con curiosidad.
—Eso me pregunto yo —Respondí.
—Eh, Slenderman, ¿Qué cojones te pasa? —Preguntó ella con voz elevada.
Slenderman se detiene y nos observa.
—¿Acaso no se puede pensar tranquilo en esta casa? —Preguntó él y se fue a su cuarto.
—Genial, —Dijo Jane— parece que lleva un día de perros, será mejor no meterse —Respondió y se fue, dejándome con la duda.
Observo la puerta, me acerco a ella y hago el amago de llamar.
¿Debería? Recibiría un no como respuesta y además este cuarto también es mío, así que en realidad puedo entrar cuando quiera.
Agarro el pomo y lo giro, abro la puerta y observo al compañero de habitación sentado en su escritorio, con sus manos puestas en la cabeza, sus codos apoyados en la mesa y su cabeza cabizbaja.
Me preocupaba verlo así, nisiquiera se percató de mi presencia.
Me acerco de espaldas a él y acerco mi dedo a su hombro.
¿Debería llamarle?
Lentamente acerqué mi dedo a su hombro y dí dos toques. No pasó ni un segundo, cuando me agarró de las manos y me puso enfrente suya, como si me fuese a pegar.
Yo cerré mis ojos con fuerza pero nada pasó, los abrí lentamente y veo el rostro de Slenderman, no sabía cómo se encontraba en ese momento así que no sabía qué hacer.
—¡Me has asustado, idiota! —Exclamó.
—Estás raro hoy —Dije con un tono de voz bajo.
Slenderman me soltó y me apartó.
—Imaginaciones tuyas, pero hazme el favor de irte de aquí.
—¿Por qué? Este es mi cuarto también.
—Pero esta es mi casa —Dijo amenazante.
—¿Qué cambia que yo esté aquí?
—No puedo pensar bien con tu presencia —Dijo extrañado y me empujó hasta la puerta, luego la cerró con fuerza.
Que amargado.
Observé la puerta que daba dirección a la calle.
Quizás una vuelta me vendría bien —Respondí.
Slenderman's PoV
Algo estaba rondando por mi cabeza.
Ayer tuve un sueño muy raro, una criatura se comunicó conmigo, me dijo que acabaría conmigo de una forma demasiado cruel. Sé que solo es un sueño, pero se vuelve peor cuando te levantas y recibes una nota que ponía "no has soñado esto".
Sé que hay muchas criaturas que me odian en este bosque, pero no supe qué criatura era la que se comunicó conmigo, eso me asustaba.
Necesito informar a todos para que no salgan de la cabaña por un largo tiempo hasta que pueda adivinar quién es y destruirlo.
Salí de mi habitación y llamé a todos. Llegaron rápidamente, y les comenté sobre todo esto, de repente me percato que falta alguien, es Katherine.
Esta idiota...
—¿Dónde está Katherine? —Pregunté.
Todos se miraron sin saber, pero Jeff habló.
—Yo la ví salir por la puerta hace un rato —Respondió.
Idiota, lo que dije.
Valbuceé palabras malsonantes y salí hacia el bosque.
Cuando te encuentre, odiarás haber salido sin mi permiso.
Katherine's PoV
Llegué a una zona muy bonita, había mucha luz y parecía mágica, me senté un rato ahí hasta que siento pisadas, me asusté y miré hacia atrás, había un chico, más o menos de mi edad, que se estaba acercando a mí.
Me asusté y me levanté.
—Tranquila, no quiero hacerte nada, solo, busco ayuda —Respondió.
Me quedé parada y él se acercó más a mí.
—¿Cómo has llegado hasta aquí? —Pregunté.
—No sé, yo estaba caminando en el bosque pero no sabía que era tan largo, creo que me perdí.
De repente me alegro, no estaba sola en esto.
—¡A mí me pasó igual! —Exclamé.
—¿Enserio? Que bien, estoy asustado, ¿Sabes cómo salir de aquí? —Preguntó.
—Esto... Es complicado de decir... Pero, estás en otra dimensión —Respondí.
Espero que no me mire como loca.
—¿Otra... Dimensión? —Preguntó extrañado.
—Si, puede que en el bosque haya alguna ruta que de a esta dimensión, al principio me costó creerlo, pero es verdad. Unos amigos me están ayudando a encontrar la manera de volver —Respondí.
El chico me miró raro.
—¿Es así? —Dijo asustado.
Me dio tristeza verlo así.
—Desgraciadamente sí —Respondí.
De repente escucho la voz de Slenderman llamándome desde lejos.
Y ese chico se asusta.
—Me voy, por favor, no hables de mi a nadie —Respondió y se fue corriendo.
Eso me pareció raro.
Veo a Slenderman caminando hacia mí, parecía cabreado.
—Katherine, ¿¡Qué te he dicho de salir sin mi permiso!? —Preguntó en un tono muy alto, que hasta pájaros volaron.
Estaba asustada.
—Yo...
—¡Tú nada, vamos a la cabaña, tengo que hablar contigo! —Exclamó serio, muy serio, daba demasiado miedo.
Me agarró del brazo pero mis piernas no reaccionaban y me caí, las sentía flácidas después del tono que Slenderman usó.
¿Qué hice mal? No quería volver si tenía que escuchar una regañina.
—¿Qué coño te pasa? —Preguntó.
—Si vas a hablarme con ese tono, prefiero no volver, además no puedo caminar, me hiciste temblar como una tonta —Sé que parecía una excusa, pero realmente daba miedo, de como un ser tan imponente como Slenderman, usara ese tono de voz y sabiendo que cuando llegases a la cabaña, iba a seguir usándolo y no pudieses escapar.
Slenderman chasqueó la lengua y me levantó como un saco de papas.
Le dí puñetazos pero no reaccionaba, gritaba fuerte pero me ignoraba.
Tengo una edad como para que Slenderman dejase de tratarme como una niña, debería saberlo.
Pero tengo que aceptar que vivir con Slenderman es una tortura, pero es peor cuando sabes que te está empezando a gustar y no podías uír de él por más que quisieras.
Una vez en la cabaña me llevó a su cuarto.
—¿En qué estabas pensando, Katherine? —Preguntó tranquilo, pero sabía que no estaba así.
—En salir como las personas normales —Respondí.
—No puedes sin mi permiso —Respondió el, mientras se acercaba más a mí.
Ni que fuese mi Dueño.
—Ya te gustaría —Dijo mi subconsciente y me sonrojé.
—Pero...
—Pero qué, a ver —Dijo Slenderman soltando una risa, pero sin un ápice de humor en su cara, mientras se cruzaba de brazos.
—No soy una niña para que me trates así, debería hacer lo que quisiera —Respondí un poco intimidada.
¿Dónde quedó mi fortaleza?
—Tu haces lo que yo diga, niña —Respondió inclinando su cuerpo hacia mí, ahora estábamos más cerca.
Esa respuesta me hirvió la sangre. ¿Lo que él diga, así de fácil? ¿Quién se cree que es?
—Perdona pero, que yo sepa... ¡No soy de tu puta propiedad! —Exclamé.
Slenderman se echó para atrás, se quedó un tiempo sin decir nada, me estaba asustando.
—¿Tienes que ser de mi propiedad para que hagas lo que yo diga? Está bien, entonces, a partir de ahora eres mía —Respondió y se fue del cuarto, dejándome sola.
¿Suya?
Mi cara se tornó roja.
No, no ha dicho eso.... Sí, si lo ha dicho.
Iba a salir de ahí pero no podía.
¿Pero qué?
¡Slenderman! ¿Me ha encerrado?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top