TWO
WooYoung no es alguien que se destaque específicamente por ser silencioso y, es por eso mismo, que a YeoSang le extraña tanto que su mejor amigo no le haya comenzado a hablar apenas el profesor les indicó los ejercicios que debían resolver, aunque sea, para preguntarle cómo es que se deben responder. Voltea a ver a su compañero de banco con curiosidad y al inicio, una expresión de asombro baña su cara cuando lo ve tan concentrado escribiendo, pero tan pronto se percata de que en dónde está escribiendo con tanto esmero no es en su cuaderno de historia como debería ser, esta se desvanece.
Su entrecejo se frunce ligeramente al percatarse que la agenda que él mismo le regalo para que usara con fines académicos hace casi dos años (y de la cual no vio rastro alguno durante todo este tiempo), ahora es utilizada para otra cosa muy diferente o, al menos, eso le da a entender el título de la página que es capaz de leer por encima del hombro del azabache que dice claramente: "temas de conversación".
— ¿Qué se supone que estás haciendo? — cuestiona Kang en un murmullo cerca del oído de WooYoung, sin poder soportar la curiosidad y la extrañeza que lo invaden por el peculiar título que acaba de leer y que le da una idea de para qué lo usará su amigo en el futuro.
Jung, quien se encuentra sumamente concentrado pensando en los posibles temas de conversación que podría tratar con ChangBin durante su tan ansiada cita del sábado, da un respingo del susto y termina golpeando con su cabeza la cara de YeoSang, haciendo que ambos suelten un gemido de dolor ahogado. Ann, amigo de ambos y quien se encuentra sentado detrás de ellos junto a MinGi, suelta una carcajada escandalosa al levantar la mirada en el momento preciso para alcanzar a ver la divertida escena que su compañero, lamentablemente, se perdió por estar intentado hacer los deberes.
— ¡Pero que burros! — Se ríe, importándole poco la mirada de molestia de sus amigos afectados o llamar la atención de sus demás compañeros y del mismo maestro a cargo, debido a que la risa puede con él.
— ¿Qué? ¿Qué pasó? ¿Qué me perdí? — MinGi pregunta, observando a los tres chicos en busca de respuestas porque él también quiere reírse de lo que sea que haya sucedido, pero Ann parece estar muy ocupado riéndose como para saciar sus dudas y los otros dos, no se ven muy por la labor de querer contribuir a que otra persona comience a burlarse de ambos por un casual accidente.
— Sanissi -shi, por favor guarde silencio y continúe con sus deberes. Primera y última advertencia.
El moreno, tomando una bocanada de aire, asiente y se acomoda en su asiento sin poder borrar la sonrisa que se ha dibujado en su rostro.
—Sí, lo lamento maestro.
—Sí, Ann, cállate - le dice en susurros WooYoung, riéndose de que lo hayan regañado por su escándalo.
- Cállame — lo reta, apoyando sus codos sobre la mesa y observándolo desafiante.
— ¡Uuuuh! — exclama MinGi, el cual se dedicaba a disfrutar manteniéndose al margen de la situación pero apoyando con sus comentarios innecesarios y poco relevantes.
Jung le hace una mueca y le saca la lengua, acción que el otro chico imita y por la que ambos terminan sonriendo. WooYoung se acomoda otra vez en su pupitre, dispuesto a continuar con lo que estaba haciendo, pero se termina girando a ver a YeoSang, ya que no es capaz de ignorar la pesada mirada de su amigo que todavía está esperando la respuesta a su cuestionante.
— Esto... — comienza, tomando el objeto entre sus manos y acercándoselo al castaño para que le eche un vistazo. — Contiene todo lo que debo hacer para que mi cita con ChangBinnie sea un completo éxito — termina de explicar con un orgullo rebosante.
YeoSang, tras pasar un par de páginas y leer por encima todo lo que ha hecho hasta el momento el azabache, frunce los labios en una mueca preocupada para seguido mirarlo.
— Oye, sé que esta es tu primera cita y que quieres que todo salga perfecto, pero...
— ¿Pero?
— ¿No crees que te estas esforzando mucho?
— ¿Esforzarme mucho? ¿Está mal esforzarse? ¿Tú no te esforzarte en planear una excelente cita la primera vez que saliste con tu novia?
— ¡No! — exclama bajo, negando con la cabeza al darse cuenta de que no se ha dado a comprender de la manera correcta y que ha conseguido que su amigo se altere gracias a ello. — Está bien que te esfuerces. Eso indica que te importa, pero... Deberías dejar que algunas cosas pasen de forma más... natural, ¿entiendes? Planear cada hora tan a la medida me parece que es mucho. Además, esto que dice "temas de conversación" ¿por qué diablos lo necesitas? Ya has hablado con él varías veces y lo conoces, sabes de qué puedes sacar una buena conversación con ChangBin.
— No he planeado cada hora — refuta, arrugando la nariz con notoria irritación. — Solo he investigado la ciudad para saber qué poder hacer. Además, esto lo he hecho por si ya no tengo, o no se me ocurre, de qué hablarle por lo malditos nervios.
— Tú hablas hasta por las orejas. Estoy seguro de que se te ocurrirá algo aunque estés nervioso.
El menor le arrebata la libreta de entre las manos al chico y, alzando el mentón con altanería, le recuerda.
— Es mejor tenerlo y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo. Tú mismo me lo has dicho antes.
— Sí, pero cuando llevo una botella de agua cuando salimos o alcohol gel. No un listado con posibles temas de conversación.
— YeoSang, eres más tímido que yo. ¿Cómo no necesitaste una de estas en tu primera cita?
— Porque ella habla tanto como tú — aclara son una sonrisa con solo recordar a su novia. — Y cuando yo no sabía qué decir, ella lo sabía. Además, no siempre tienes que hablar, hay silencios que no necesitan ser llenados porque son cómodos por sí mismos.
WooYoung lo observa por unos segundos y luego a la libreta frente a él. Admite que YeoSang puede tener razón y que su inexperiencia lo puede estar empujando a tomar decisiones exageradas, pero la idea de sumergirse en un mutismo incómodo con ChangBin y que él termine disgustado con eso, le aterra lo suficiente como para hacer que el dedica continuar con su confiable y complicado plan en vez de seguir los arriesgados consejos de Kang.
Se encoge de hombros y cierra la libreta un poco fastidiado, preguntándose por qué tiene que ser tan difícil todo.
— Gracias por el consejo, pero lo haré a mi manera.
Con un pesado suspiro YeoSang asiente, sabiendo muy bien que hacerlo cambiar de opinión solo hará que el chico termine enojándose con él.
— Está bien. De igual forma, ten confianza de que todo saldrá bien. Que no te aterre tanto el arruinarlo. Ya le gustas a ChangBin, así que aunque lo estropees con tus estupideces es poco probable que se termine alejando de ti.
— ¿Cómo estás tan seguro de eso?
— Porque sabe lo torpe que eres y aun así aceptó salir contigo. Es más que obvio que el chico ya sabe a lo que va y está bien con la idea.
WooYoung tensa los labios en un vano intento por reprimir la sonrisa que consigue sacarle su mejor amigo con solo esas simples palabras. Inspira profundamente y asiente para sí mismo, dándose ánimos y sintiendo, ya por cuarta vez en el día, ese peculiar vacío en su vientre y cómo su corazón se acelera de la emoción y la ansiedad de que ya llegue el sábado.
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Debió haber meditado mejor sobre la idea de tomarse todo el contenido de su botella de agua antes de siquiera llegar a la estación de buses, pero sus propios nervios lo empujaron a tragarse todo el contenido en menos de diez minutos y, para cuando ambos tenían sus boletos en mano y quedaban menos de dos minutos para que el autobús llegara, WooYoung se dio cuenta de que no iba a ser capaz de aguantarse por mucho más tiempo las fuertes ganas de orinar.
Lo intentó, pero ni siquiera corriendo lo más rápido que pudo al único baño del lugar y pidiéndole a los presentes que hacían cola que lo dejaran pasar primero, fue capaz de vaciar su vejiga a tiempo. Por lo que, para el momento en que regresó con ChangBin, el chico le informó que el autobús que los llevaría a Jinhae había partido y que ambos se habían quedado abajo y debían esperar el siguiente que llegaba en veinte minutos más.
— Me hubiera aguantado... — murmura con la vista perdida en la nada, sentado junto a su cita a la espera de que el otro autobús llegue.
— ¡¿Estás loco?! ¡Son cuatro horas de viaje y en el autobús no hay baño! Tu vejiga hubiera explotado en menos de quince minutos de estar arriba — Se ríe el más bajo, divertido por la tonta idea del menor y con solo imaginar la escena.
La risa de ChangBin pronto se apaga al notar que lo único que fue capaz de conseguir de WooYoung con su broma, fue una sonrisa desganada que era más que nada por educación que por otra cosa. Se nota que el muchacho se siente culpable y, aunque él sí tiene la culpa de que hayan perdido el bus, Seo no cree que deba sentirse tan mal por ello.
— Oye, tranquilo, ¿sí? No es el fin del mundo. El siguiente bus llega en veinte minutos y es temprano todavía. — Se encoge de hombros, restándole importancia al asunto y esperando que aquello sirva para que el animo del muchacho cambie.
Y tras unos minutos, en los que Seo se dedica a mostrarle los nuevos videos de baile que se topó en YouTube y que consiguieron dejarlo con la boca abierta de la impresión, parece resultar, porque Jung comienza a chillar y recuperar el mismo brillo que lo caracteriza y que ha conseguido atrapar a ChangBin desde hace semanas.
A la hora estimada, el vehículo que los llevará a Jinhae arriba y ellos se suben de inmediato. Toman asiento casi al final del autobús y WooYoung se sienta junto a la ventana después de que el más bajo, haya aceptado su pedido con una divertida risa. ChangBin saca sus auriculares dispuesto a escuchar música durante el largo viaje y le ofrece uno a WooYoung, quien no puede evitar sonreír de emoción por lo íntima y tierna que se le hace su propuesta.
Comparten un par de palabras y para cuando la charla se apaga, WooYoung saca su móvil para ver de forma disimulada en su block de notas la lista de posibles temas de conversación que pasó a su teléfono. Le da un vistazo rápido y luego de elegir la que más le gusta se aclara la garganta, preparándose mentalmente, entretanto le pide a su corazón que le de tregua por un rato.
— Oye, ChangBinnie, ¿viste...?
Su voz se debilita al toparse con su compañero de asiento con los ojos cerrados y su cabeza cayéndose lentamente a un lado entre más se sume en los brazos de Morfeo. Las esquinas de los labios de WooYoung tiran hacia arriba en una dulce sonrisa y se acomoda de manera tal, que ChangBin pueda apoyar su cabeza en su hombro y pueda descansar lo más a gusto que se le sea posible. No le importa que la posición lo incomode un poco porque le gusta estar así con él, y admirar de cerca su perfilado rostro luciendo tan apacible y en paz, le parece un gran regalo de navidad adelantado.
Parte del viaje se la pasa escuchando música y viendo el paisaje por la ventana, hasta que el sueño también puede con él y se acomoda junto al castaño.
Despiertan alrededor de treinta minutos antes de llegar al terminal de Jinhae. A ambos les duele el trasero, pero solo a WooYoung le molesta su brazo derecho por el esfuerzo realizado con anterioridad, el cual siente que termina valiendo la pena cuando el castaño le sonríe con sinceridad y le agradece que lo haya dejado usarlo cómo almohada.
Bajan del autobús a las cuatro y media de la tarde y como los dos tienen hambre, ChangBin propone que vayan a una tienda de conveniencia a comprar algo de ramen a lo que el más alto termina aceptando, debido a que su estómago no ha parado de demandarle algo más que no sea agua.
— ¿Qué quieres hacer luego de esto? Todavía es temprano — pregunta ChangBin, soplando un poco los fideos que ha tomado con sus palillos para seguido meterlos en su boca.
— A casi cinco calles abajo hay un parque. ¿Te gustaría ir a visitarlo?
— Me parece bien. — Asiente, masticando. — WooYoung.
— ¿Sí?
— Acércate — le pide al menor. Confundido y algo tenso, el chico se inclina hacia adelante en la mesa y ve, con su pulso alterado, cómo Seo se encarga de limpiar su mejilla con suavidad con ayuda de una servilleta. — Te manchaste la mejilla — le explica, aunque no es necesario que lo haga porque WooYoung es capaz de ver la mancha roja en la servilleta que él deja encima de la mesa, además, de que tampoco es cómo que le haya dado muchas vueltas al asunto. No cuando su ritmo cardíaco se ha disparado con el accionar de Seo y lo ha dejado atontado.
— Gracias — es lo único que consigue decir en un susurro, ya que por unos segundos se le ha olvidado cómo respirar gracias al chico sentado ante él.
Un tranquilo paseo por el parque para bajar la comida y hacer la hora, es una idea que a WooYoung le está encantado, debido a que no puede parar de reír y sonreír junto a ChangBin mientras se toman algunas fotografías junto a árboles y esculturas que se encuentran esparcidas por el lugar. Es increíble, pero en más de una hora no ha sentido la necesidad de buscar sus notas o de forzar la conversación, porque esta fluye de manera tan natural que hasta le parece un chiste.
Por momentos siente que se ha sobre esforzado con todo, pero luego se da cuenta que todo ese esfuerzo sirvió para algo. Ya sea para demostrarle que no todo siempre sucede cómo uno lo planea, o para abrirle los ojos y hacerle ver que la química entre ambos fluye de una manera increíble.
La tarde está cayendo sobre la ciudad y la tonalidad anaranjada que adquiere el cielo, la cual siempre ha sido una de sus cosas favoritas para admirar, le avisa al menor que se acerca la hora perfecta para dirigirse al puente de Yeojwacheon.
— Y ahora, ¿dónde vamos? — curiosea el más bajo, siguiendo de cerca a su cita.
— Al puente de Yeojwacheon — responde con simpleza, percibiendo como el color sube a sus mejillas al tener los ojos de Seo fijos en su rostro. — A no ser que ya estés aburrido. En ese caso, podemos irnos a cas...
— Claro que no. La estoy pasando genial — le corta, enternecido por la inseguridad y timidez que invaden a WooYoung. Lo codea de forma juguetona, queriendo aligerar la tensión que invadió al chico, y le sonríe con sinceridad. — Vamos.
Durante el trayecto la luz del sol se va disipando con suavidad, perdiéndose en el oeste al igual que todos los días. Para el momento en que llegan a su destino, el puente les ofrece una romántica y maravillosa vista que deja a ambos impresionados. Las diferentes luces que decoran el lugar, iluminando la oscura noche, y que son acompañadas por las flores de cerezo que se encuentran en su pleno esplendor gracias a la temporada, hacen de la vista algo inolvidable y perfecto que dibuja en los dos rostros una sonrisa.
Avanzan entre la gente en silencio, caminando cerca el uno del otro y aunque no es un mutismo incómodo como WooYoung esperaba que fuera, de igual forma se siente intranquilo. Porque su mano roza de vez en cuando con la de ChangBin como si lo estuviera tentando cruelmente, y tiene ganas de tomarla. Quiere caminar con sus manos entrelazadas lo que queda de viaje, pero su cuerpo no le responde y el miedo le impide romper esa diminuta distancia entre ambos que ahora se siente abismal con el pasar de los segundos.
Inhalando de forma profunda, observa de reojo a ChangBin y luego su mano, la cual cuelga con tranquilidad. Lo quiere, de verdad que lo hace. Y se anima en su mente a dar ese gran paso, pero sus palabras de aliento parecen ser arrastradas por el viento porque no son suficientes para hacer que Jung haga nada más que suspirar con derrota.
Se consuela a sí mismo diciéndose que a pesar de no tomar su mano, la cita ha estado genial y, en mitad de su conversación consigo mismo, abre los ojos con sorpresa al percibir como un pequeño dedo se entrelaza con su dedo meñique provocándole un agradable cosquilleo en el estómago.
Se gira a ver a ChangBin, quien le dedica una sonrisa tímida antes de desviar la mirada a otro lugar, y luego a sus manos, las cuales ahora están unidas por un gesto que ha conseguido alterar a su corazón y hacerle sonreír cómo un completo idiota enamorado. Se muerde el labio inferior con fuerza, conteniendo las ganas de saltar y chillar cómo un loco y, en su mente, se dice a sí mismo que llegará a contarle todo esto a YeoSang y MinGi sin importar que lleguen alrededor de las una de la mañana, porque necesita emocionarse con alguien. Y YeoSang y MinGi son los indicados para ello, por lo que más tarde tendrán que soportar sus gritos de felicidad en medio de la madrugada.
Pues, me salió más largo de lo que tenía planeado. Espero te haya gustado 💚😔
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