하나 🌻


Domingo 13/01/17.
1:45 p.m

Su mirada se encuentra perdida en esos dulces y expresivos ojos marrones. Esa mirada era difícil de decifrar. No sabía que estaba pensando en ese sutil momento, que diría o como reaccionaria y eso le frustraba completamente, ya que no sabía con exactitud cuál sería ese siguiente movimiento que lo dedujera todo. Comenzaba a sentirse como un completo tonto. ¡Que va! Ya lo era.
Aquel, se aclara la garganta incomodo, y pasa su mano con brusquedad llevando todo su pelo ébano hacia atrás.

—Son Mi—al oír el tono que implementa al hablar, ella baja la mirada suspirando con pesadez. Y hace todo lo posible para no soltarse a llorar como niña berrinchuda en ese instante.

El hace que sus ojos lo enfoquen de nuevo tomándola del mentón con suma delicadeza.

—Lo siento —dice en un tono bajo—"No pude enamorarme de ti, rompamos"

Estaba cansado, harto de decir eso cada semana.

—Lo supose —menciono ella con los ojos cristalizándose a los segundos, luego se limpio estos bruscamente —Muy bien, terminemos esto de la mejor manera.

Entonces esa dulce sonrisa regresa a su rostro. A decir verdad, tenía una muy linda y genuina sonrisa.
Pero esta no causaba torbellinos en su interiormente, en realidad, ninguna causaba tal efecto en su persona.

No desde que había conocido a ese chico...

Recién comenzaba su primer año, todo era nuevo, no conocía a nadie y encontraba completamente solo, más le era indiferente. Llovía, la lluvia en si era muy fuerte y molesta, le molestaba demasiado porque su estado de ánimo empeoraba gracia a ella.

Caminaba por el pasillo principal con los libros en brazos, un grupo de chicos pasó al lado empujando su hombro, en consecuencia todos los útiles cayeron y a ellos no les importo en lo mínimo, ni siquiera un "lo siento" o una mirada avergonzada recibió de su parte, por la suya, bufo molesto, volteó para reclamarles, decirles unas cuantas malas palabras que había aprendido de papá quizá, pero al final prefirió guardárselo todo, no quería meterse en problemas el primer día después de todo, así que me hincó con fastidio y tomó el primer libro cuando una silueta apareció dentro de su campo de visión.

Era la primera vez que miraba a ese chico con expresión amable. En ese tiempo su pelo era rubio y en estatura era por pocos centímetros más alto, un sentimiento desconocido lo invadió, no sabía con exactitud qué era pero terminó fascinándolo.

Siempre lo hizo sentir raro. Su corazón siempre se aceleraba con su sonrisa. Con su presencia. Y poco apoco comenzaba a amar esa sensación.

Cuando lo conoció, comprendió que aquel corazón de condominio, no latía por simple amistad. No era normal.

De la nada, sintió como ella lo terminó por envolver en sus brazos, concluyendo así en un abrazo cálido, el cuál lo hizo salir de sus más profundos y lejanos pensamientos. Él se tensó al momento en que sintió ese contacto, no estaba acostumbrado a tales muestras de afecto con aquellas con las que salía, aún así lo permitió.

—Gracias por estos siete días a tu lado —susurró la pequeña cuando ambos se separaron con lentitud.

—Te llevaré a casa —le dijo con amabilidad.

Era lo menos que podía hacer por ella. Ser amable.

Viernes 23/06/17
10:40 a.m.

—¿Vas a contarme qué pasó? —preguntó disgustado sin dirigirle la mirada—¿Irene?

Había esperado a que ella le platicara lo sucedido por decisión propia, pero al sólo recibir silencio de su parte, decidió que lo mejor era preguntarle de una vez por todas. Era frustrante tener que sacar información por ti mismo cuando la otra parte no cooperaba.

—Solo fuimos a comer—respondió la chica cortante.

—¿Y? —el otro la miró esperando más detalles.

Los detalles son los más importantes.

—Yo pague la comida —continuó frunciendo el ceño, haciéndola ver demasiado tierna —Y los boletos de cine...

—Oh, dejame adivinar: Las palomitas ¿También?

—Yo pague todo —dijo disgustada —Es decir, no me molesta eso, es normal en estos tiempos que la chica también pague, pero ni siquiera se mostró avergonzado, tampoco se le vio intención de, es un idiota, además, intento besarme a la mitad de la película.

—Intentó ¡¿Qu-qué?!—soltó levantándose alterado, sintiendo un calor recorriendo su cuerpo—¡Qué lo mató! ¡Mataré a ese hijo de...

—¡No!—exclamó tomándolo del pecho—¡Descuida, no hizo nada! No lo deje por supuesto. Vamos, siéntate, no hagamos una escena.

El peli negro ajeno a la conversación, miro su alrededor percatándose de que todos los estudiantes en la cafetería, en efecto, si. Todas las miradas estaban puestas en ese trío, y eso era incómodo e intimidante.

—Bueno, ya todos somos conscientes de tus malos gustos—murmuró quitándose los audífonos.

—¡Vamos!, mira quien lo dice —se burló la chica—Adivinaremos. ¿Terminaste con ella?

—¿Quién fue la afortunada esta vez?—cuestiono el otro chico.

—No sentía nada, era normal que terminará de esa manera —le respondió encogiéndose de hombros. Restándole toda la importancia del mundo.

—¡Jeon Jungkook! —clamó su amiga—Maldito mujeriego.

—¿Qué vamos a hacerle? Mi amigo es todo un Casanova—le dijo Yugyeom pareándole la espalda—En fin, iré a comprar , ¿Quieren algo?

—No.

—Jugó de naranja—respondió la castaña.

—Perfecto, ya regreso—finalizó levantándose de su lugar.

Jungkook negó repetidas veces colocándose los audífonos otra vez y guardó silencio, decidió no decir nada más para terminar con esa absurda conversación que tenía al menos dos veces por semana. Fue ahí, donde una voz totalmente diferente se filtró por sus oídos y llegó hasta su cabeza.

Con sutileza levantó la mirada. Y es entonces cuando lo ve.

Ese chico se encontraba haciendo fila para recibir su almuerzo. Su cabello algo largo, su camisa desabotonada dejando a la vista otra playera que no era del uniforme, su sonrisa que hacía desaparecer esos bellos ojos que decían poco, pero que al final terminaban transportándolo a un mundo completamente diferente. Su pequeña nariz algo rojiza y sus labios carnosos.
Jeon Jungkook, estaba celoso de todo aquel que le hablaba, de todos esos amigos que lo esperaban en los lugares del fondo, aquellos que compartían mesa con el cada descanso.

—Cierra la boca—interrumpió Irene en un susurro—Hasta aquí vi tu baba caer.

Automáticamente el pelo negro bajo la mirada avergonzado por su comentario y se aclaró la garganta.

—Ve y háblale.

—¿Estás loca? —le dijo sorprendido por tan repentino comentario —¿Hablarle? ¿Un chico aburrido como yo?

—¿Aburrido? Eres un completo descarado.

—Cómo sea, las clases comenzarán dentro de hora y media —cambio el rumbo de la conversación cuando se levantó apresurado, dejando su almuerzo sin terminar sobre la mesa —Y quiero llegar antes que todos.

—Como siempre—susurro Irene al verlo alejarse.

10:45 a.m

—Siempre fue caballeroso y respetuoso conmigo —platicaba la castaña con un brillo cegador en sus ojos.

El de cabello plateado rodó los ojos tratando de pasar por alto aquella plática de chicas que sólo lo hacían aburrir. ¿Nunca tenían temas de conversación interesantes? Al menos uno que no incluyese el salir con alguien, y luego una ruptura dramática.

—Pero cuéntame más detalles ¿Cómo es salir con el? —preguntó la pelirroja intrigada y emocionada por la aventura vivida de su amiga.

—Bueno, el raramente tomó mi mano, o mi hombro, a menos que fuera necesario, pero...

—Oye, hay chicos presentes —le interrumpió un chico al fondo de la mesa—Hablen de sus cosas más tarde, a solas.

—Si no quieres oír, puedes taparte las orejas, Mark —le sonrió divertida—Estás celoso porque nadie quiere salir contigo.

Le respondió ganándose una mala mirada por parte del chico.

—Son Mi, no les tomes importancia —habló de nuevo la pelirroja—Solo sigue contándome.

—¿De qué tanto hablan ustedes dos? —las interrumpió Taehyung tomando asiento al lado.

Y el peli plateado quiso golpearlo en ese momento por su pregunta indagadora. Ya tenía suficiente estrés esa mañana.

—¡Jeon Jungkook!—exclamó la pequeña Son Mi acompañada de un suspiro.

Recargo el codo sobre la mesa y luego la barbilla sobre su mano. Ese chico la tenía estúpidamente a sus pies, definitivamente.

—¿Jeon Jungkook?¿Quién es el? —preguntó ahora confundido, extrañamente le interesó de un momento a otro.

Es decir, no es que realmente fuese un tema que le importara o intrigará, pero, ya que el tema se había esparcido, tenía que formar parte de él ¿No?

—¡¿No lo conoces?! —exclamó su amigo abriendo los ojos con exageración por la sorpresa—Jimin, amigo mío. Es uno de los chicos más conocidos en toda la escuela.

—¿A si?

Si decía ser tan conocido, ¿Por que no lo conocía?

—Es el —mencionó esta vez la castaña apuntándolo discretamente.

Y con "discreción" me refiero a que básicamente lo señalo sin importarle qué el lo notara. Como si su dedo fuese un policía apuntándole con su arma.

En ese momento un chico pasó caminando al lado de su mesa con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón, su saco y camisa bien arreglados, su cabello negro cayendo como cascada sobre su frente, alto, delgado, con unos auriculares que parecían orejeras sobre sus oídos.

Jimin lo admiró, lo observó todo lo que pudo en ese corto periodo de tiempo.
Su expresión, era lo bastante sería, que llegaba al punto de ser intimidante y misteriosa. Daba un poco de miedo, tal vez era imponente, y por alguna extraña y desconocida razón el sentimiento de haberlo visto antes lo invadió, ese chico le era conocido, pero no recordaba dónde lo había visto con anterioridad.

—Dios, es tan guapo —habló nuevamente la ilusa chica—Su padre es uno de los hombres más importantes, su madre es una ex actriz muy famosa, y el... —su sonrisa se ensancho aún más —Va en primer grado, es capitán del equipo de fútbol, el mejor de su clase, y además sabe tocar el violin, es algo solitario, es una lástima que sólo hable con Irene y Yugyeom. Eso reduce mis posibilidades de ayuda.

—Al parecer sabes mucho de él ¿No? —dijo Park incómodo por la extensa información recibida.

—Estuvimos saliendo durante una semana —dijo como si eso fuese algo por lo que estar realmente orgullosa.

—¿Una semana? —cuestionó burlesco por tan corto lapso.

—Jimin, amor —interrumpió está vez su pelirroja —Jungkook siempre dice que si los lunes.

El chico frunció aún más el ceño sin entender absolutamente nada.
"¿Si a los lunes?"

—Cada lunes, sin falta, Jungkook acepta la propuesta de la primera persona en declararse—le explicó Tae llevando una papa frita a su boca—Salen por una semana y el último día, siempre utiliza su típica frase...

—"No pude enamorarme de ti, rompamos" —interrumpió la castaña —Yo salí con el durante las vacaciones.

—Pareces presuntuosa por eso —confesó riendo ligeramente —¿No importa quien se le declaré?

—No, no importa en lo más mínimo —contestó sonriendo.

—Es un Casanova de primera—espetó Kim rodando los ojos—Las personas como él, no valen la pena. No se toman nada enserio y por su apariencia y dinero creen que pueden tener todo lo que quieren.

—Bueno, es buen mozo y eso no lo puedes negar—le respondió Jimin encogiéndose de hombros —En fin, vamos linda, las clases comenzarán pronto.

Mencionó poniéndole fin a esa conversación.

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