Lunes
8:35 a.m.

Aquella pérdida mirada se centra en en la ventana a su izquierda, ahí se podía observar el patio de la enorme institución, la mitad era ocupada por la cancha de fútbol, un cuarto por la de básquetbol y lo demás era lugar para la convivencia estudiantil en gradas o mesas de concreto pintadas en café, por su parte prefería no salir.

Lentamente posa su vista al cielo.

Esté estaba nublado, quizá llovería en un par de horas, tal vez sólo era cuestión de minutos,.. los profesores estaban en una reunión de imprevisto, así que se había convertido repentinamente en una clase libre, y estaba solo.
Yugyeom se encontraba seguramente haciendo alguna travesura al conserje, porque amaba molestar a ese viejito con Bambam, después de todo, Jungkook decía que su amigo tenía más vida social que el, y a durante esa hora Irene y él no compartían clase.

Repentinamente unos murmullos se hicieron presentes, lo cuál comenzó a fastidiarle un poco, estaba a punto de colocarse los audífonos pero algo, mejor dicho, alguien lo impidió, y cuando Jeon pudo reaccionar. Ya lo tenía frente a frente.

Tenía frente a él, a Park Jimin.

—Jungkook—nombró y le sonrió enormemente—¿Podemos hable un momento? A solas.

Pidió al sentir todas las miradas sobre ambos. Jeon, sin tener tanto control sobre sí mismo, se levantó de la silla con pesadez, y camino actuando indiferente hasta fuera del salón con Park pisándole los talones. El pelo negro se detuvo en uno de los pasillos menos habitados de toda la escuela, luego se plantó firme esperando a que el otro le hablara, al parecer su voz le estaba jugando una mala pasada al esconderse de pronto.

—Yo, sólo quería disculparme, por los inconvenientes que te hice pasar ayer... —dijo al instante en que un rubor se hizo presente sobre sus mejillas.

Aún así, la expresión de apatía no abandonó el rostro de aquel peli negro.

—Creí que no lo recordarias —contestó mirándole con ese desdén que lo caracterizaba todo el tiempo, todos los días.

«¿Acaso nunca cambiaba de expresión?» era algo que Jimin se preguntó en ese momento.

—Seré un mal bebedor, pero tengo buena memoria.

Un silencio incómodo se hizo presente, pero extrañamente la incomodidad no llegó a ellos.

—¿Hoy no se te ha declarado nadie? —preguntó curioso al recordar que era inicio de semana, de alguna manera, quería comprobar lo que Son Mi y su mejor amigo habían platicado.

—Aún no—contestó como si fuese el tema de conversación más normal del mundo—Quizá después me tope a alguien.

—¿Te parece bien cualquiera siempre y cuando se declaré primero? ¿No tienes algún tipo?

¿Por qué estaba tan interesado en esto?

—¿Tipo? —cuestionó con cierta pizca de curiosidad—No puedes decir eso solo por la apariencia de alguien.

—No, no— negó moviendo ambas manos repetidas veces —Quiero decir, ¿Alguna preferencia cuando se trata del físico?

—Mmmm —se quedó pensando un momento —Oh, me gusta tu cara, ¿A eso te refieres con tipo?

De pronto, los ojos del peli plateado se abrieron más de lo normal y su pulso se sintió acelerado. Esa era una respuesta que no se esperaba en lo absoluto.

—Entonces...

En realidad, sólo, apareció una idea repentina en su cabeza.
¡Una alocada idea! Por simple curiosidad a la reacción de ese chico.

—¿Por qué no sales conmigo Jeon Jungkook?.

—¿El será capaz de enamorarse? —se susurró tratando de asumir lo antes ocurrido.

Pero no podía, podía sentir su corazón a punto de salírsele por la garganta.

Debo explicarme primero, al principio de cada semana, Jungkook esperaba que ocurriera. Pero...Nunca se removían sentimientos fuertes en él hacia la otra persona. No sabía como se sentía, o como en realidad se siente.

7 días...

Siete días hasta que renuncie a toda esperanza de la posibilidad de un amor. No creía que fuera un período de tiempo corto.
De Park Jimin. Seguía enamorándose cada día.

Pero su mente en ese momento era un complemento lío. Y su corazón, una fiera enloquecida.

"¿Entonces... Por qué no sales conmigo Jeon Jungkook? "

No dejaba de pensar en eso. ¿El estaría pensando en lo mismo?
Ni siquiera había respondido. Dejó la respuesta en el aire y básicamente había salido huyendo del lugar con el pretexto de: "Mi clase de ciencias comenzaría dentro de poco" cuando en realidad el profesor de ciencias se había ausentado todo el día.

—Qué incordió—murmuró tumbándose sobre el pupitre.

—¿Qué sucede?—preguntó Irene a su lado sin dejar de mirar la pantalla de su celular—¿Me perdí de algo interesante?

—No—negó incorporándose nuevamente, restándole importancia al asunto. Actuando como si realmente no hubiese pasado nada, cuando había osado de todo.

"Ohh es muy guapo"

"¿Qué hace aquí?"

"¿No es de tercer año?"

Esos murmullos comenzaron por segunda vez a entrar por sus oídos. El pelo negro desvió la mirada molesto topándose nuevamente con el chico de esta mañana recargado en el marco de la puerta y junto a su típica sonrisa coqueta alzó su mano para que lo notara.
Jungkook se levantó.

—Espera, Jeon...—exclamó Irene, pero no hizo caso.

—¿Qué.. —murmuró caminando hasta su dirección —¿Qué haces aquí de nuevo?.

Que una vez pasara era algo raro e inaudito, pero que pasara por segunda ocasión en el día, aquello ya era sorprendente.

—Es tu tercer clase libre del día ¿No? Lo sé porque el profesor Ko no vino. —dijo sonriendo, había sido vilmente descubierto—Vamos a la cafetería.

—¿Por qué iría a la cafetería contigo?.

No era que no quisiese, de hecho, Jeon lo deseaba más que nada en ese momento, pero su boca decía lo contrario a lo que su cuerpo, y ni siquiera sabía porque actuaba de esa manera.

—Dijiste que no tenías un tipo ideal, que te gustaba mi cara y que no importaba quien fuera siempre y cuando se declarará primero —dijo con obviedad —Acaso...¿Mentiste?

—No es eso. Sólo...

—¿Entonces? —volvió a sonreír, a sonreírle, a él —Vamos, tengo una plática pendiente contigo —dijo enredando su pequeña mano en su muñeca y literalmente lo arrastró fuera del salón, sorprendiéndolo por completo a él, a su amiga y dejando a todos con algo de que hablar.

Le esperaba un interrogatorio más tarde.

.
.
.

¿Qué se supone que se hace cuando sales con alguien distinto a cualquiera con el que había salido anteriormente? ¿Cómo debía tratarlo? Ni siquiera sabía con exactitud qué estaba haciendo o porque había preguntado tal cosa

Para Jimin, Jungkook era un tipo complicado. Lo había estado evaluando durante dos clases después de su atrevido acto, sin su consentimiento y realmente era una persona aburrida, una persona fría, que no iba por la vida derrochando felicidad o cariño como todos, en su lugar una impasibilidad lo acompaña. En todo ese tiempo, nunca lo vió sonreír. Ni siquiera con sus amigos.

—Come mucho, yo invitaré —sonrío haciendo lo que dijo: comer mucho.

El otro lo miró sin expresión alguna. Y sin decir o reclamar nada comenzó a hacer lo mismo.

—¿Cuál es tu comida favorita? —preguntó de repente tragando con dificultad aquel bocado de gimbap.

No quería que aquel incómodo silencio les invadiera.

—¿Comida favorita? —cuestionó con el entrecejo fruncido—¿Por qué?

—Bueno. Simple curiosidad.

Si iba a salir con este chico, (aunque fuese por una semana) necesitaba conocerlo. Al menos saber lo básico.

—Mmm no lo sé —dijo encogiéndose de hombros—No soy quisquilloso con la comida —negó cruzándose de brazos, recargando los codos sobre la mesa—Mientras el sabor sea agradable, está bien para mí.

—Y... ¿Canción favorita?

—Mmm, odio la música.

—¿Y entonces porque usas esos audífonos todo el tiempo? —preguntó.

Jeon lo miró con frialdad por tan repentino cuestionamiento, dejo de comer y se recargó sobre el respaldo de la silla. Jimin trago duro y se arrepintió por abrir la boca.

—Bueno, eso es algo que no te importa—mencionó aclarándose la garganta —No tengo obligación de explicar mis sentimientos, gustos, elecciones o pensamientos —comentó encorvando una ceja —Soy egoísta.

Entonces bajo la mirada y siguió comiendo.

Esto iba a ser más complicado de lo que pensó.
Y apenas era el primer día.

—¿Pasó algo? ¿Por qué estas tan serio? —preguntó Irene apareciendo como por arte de magia—¡Acabas de ir con Park Jimin!—artículo sin que Kim lo notase pese a estar sentado a su lado.

Ese tipo era más distraído que Mr. Bean.

—¿Es una broma? —comenzó a reír como foca con retraso, en realidad, ¿Las focas con retraso reían así? Espera, ¿Las focas tienen retraso y ríen?—El siempre está así, acaso, ¿Lo has visto con otra expresión?

—¡Cállate, no estoy hablando contigo Kim Yugyeom!—le gritó de vuelta.

—Ustedes dos son tan molestos —les dijo desinteresado e irritado por su repentino alzamiento de voz—Y ruidosos.

No podían pasar cinco minutos sin que esos dos no terminaran peleando

—¿Vas a decirnos? ¿Dónde te metiste? Estuvimos esperándote para comer —reclamó su amigo acompañado de un puchero.

—No lo sé, por ahí.

—Kookie —habló  pasando su brazo por encima de sus hombros —¿Es otra chica? ¿Eh? ¿Es bonita?

—Bueno —divagó observando hacia el frente —Tiene unos ojos expresivos, y cuando ríe... Dos franjas se asoman ocultándolos—habló trayendo su imagen a su cabeza—Mmm quizá está vez, será diferente. Tal vez, las cosas se pongan interesantes.

—¿Entonces otra chica?—soltó esta vez su amiga con una expresión seria.

Y no podía arriesgarse a corregirla. No cuando su mejor amigo estaba presente. No cuando el hecho de mentirle ya le carcomía por dentro desde hace meses.

—Jeon, preséntame a alguien ¿Quieres?—pidió acercándose más.

—No quiero—le respondió burlesco.

—¿Crees que esta vez suceda?—preguntó Irene. Con una inevitable preocupación.

—No sé. Quizá ya sucedió —susurró.