Extra 2.

Extra 2. No necesito anónimo para decirte "Te amo"


En pleno trabajo, Akutagawa llamo a Atsushi, habían arreglado una cita para ambos con todo y habitación de hotel. Atsushi estaba encantado de ello. La noche llego, y el albino fue directo al hotel, pidió la llave y se encamino a su cita. Allí, Akutagawa le esperaba con la cena servida y un ambiente fabuloso. – he pensado que tener un amante mafioso tiene ventajas

– Claro que las tiene. Ahora ven conmigo, está noche no te soltaré

Si, se sentaron a cenar, lo cual disfrutaron en grande, su postre era un pastel de leche con crema, y un poco de vino rosa, Atsushi bebió dos copas antes de sentarse sobre las piernas del mayor. – Ryu...

– Si, sabía que ibas a relajarte bastante así

– No es eso, - se quejó y lo abrazo – no hemos podido hacerlo

– Y por eso, te traigo a una cita.

Sus besos fueron aumentando, el azabache le quito la cortaba al albino usándola para atar sus muñecas – Ryunosuke ¿ahora qué haces?

– Jugar un poquito. – le sonrió – solo yo puedo tocarte ¿resistes?

– A ver, pruébame

Akutagawa fue abriendo la camisa del albino besando desde su cuello y bajando lentamente, Atsushi comenzó a morder sus labios ante ello, el azabache termino de abrir su camisa y la bajo por sus hombros quedando atorada con sus muñecas, volvió su rostro a su pecho donde tomo sus pezones lamiendo y jalando – Ryu... aaah Ryu

– Parece que te gusta bastante – menciono tocando su miembro por encima de su ropa

– Ryunosuke, quieto

– ¿ahora resulta que me ordenas? Pequeño tigre

Atsushi sonrió – Ryu... Anda, sigue.

Tomo su cadera sonriente, su miembro abultado chocaba con el del menor – ¿lo quieres?

– Si, lo quiero, lo quiero mucho, por favor Ryu

– Dime un poema y quizá lo piense

– Ryunosuke ahorita no estoy pensando

– Anda, dime algo bonito como anónimo

Atsushi pensó un momento y le sonrió – adoro tus rosas con macetas y tierra, adoro tus dedos, profundos y largos, adoro tu pen – Akutagawa lo beso interrumpiéndolo, se separó ligeramente y se sonrieron – te amo

– Te amo

Akutagawa tiro al menor sobre la cama, quito su pantalón y su ropa interior, tomo el miembro del albino acariciándolo y masturbándolo - ¡aaah! Ryunosuke, estas yendo muy rápido, muy rápido

– Es tan bonito y tierno

– ¡no hables de él así! – se quejó avergonzado.

Uso ambas manos, y tomo un poco del pre seminal para usarlo en su entrada como lubricante. Comenzó a expandirlo haciendo a Atsushi moverse – Ryu, mis manos, mis manos suéltalas por favor

– No – lamió el miembro de base a cabeza haciendo a Atsushi temblar. Sus ojos estaban más en blanco que en sus órbitas. Akutagawa no dejaba de verlo y disfrutar de ello.

Curveo su espalda dejando salir su eyaculación. Akutagawa sonrió con ello y se puso encima de él – que lindo

– Aaha... Ryu, mételo...

– ¿no puedes terminar sin tenerlo dentro?

– No, lo quiero. Me siento completo cuando estas dentro mío

Akutagawa se sonrojo. – No puedo ser amable si dices algo así – se quejó.

Volteo a Atsushi y lo jalo de sus pies dejándolo a la orilla de la cama, su cuerpo recargado en la cama y sus pies en la alfombra, sus manos seguían atadas a su espalda, y el azabache acariciaba sus glúteos – esto está exigiéndome – menciono el mafioso – pobre de ti que digas no – hablo autoritario. Entro en el rápidamente, su cadera iba con fuerza contra el menor, mientras esté no tenía ni como sostenerse.

Akutagawa sostuvo su espalda y sus hombros para poder embestirlo con mayor fuerza. Sus cuerpos continuaban chocando, sus gemidos se habían sincronizados. Miro al azabache – Ryu, Ry-Ryu, beso, besito – pidió. El azabache se acercó entrando más en el albino haciéndole gritar con mayor fuerza. El mayor le beso haciendo cerrar sus ojos y le sonrió – Ryu... Ryu...

– Me encanta cuando me llamas así...

– ¡Ryu! ¡RYU!

El azabache término dentro del menor, Atsushi respiraba agitado. Recuperaron sus cuerpos, el azabache le llevo al baño. Tomaron un baño calientito con burbujas relajándose – es lindo tener un día así Ryunosuke

– Si, a mí también me gusta...

– ¿vamos a dormir aquí?

– Si, deje un fumigador en casa

– Oh ¿y Diablo?

– Diablo estará bien. Está con Gin – Atsushi le sonrió - ¿Quieres pedir más pastel?

– No, quiero dormir acurrucadito contigo

– Tan dulce como siempre...

Descansaron juntos, acurrucaditos y disfrutándolo. Por la mañana, el menor se fue a trabajar mientras que el azabache fue a su departamento, sonrió al ver la puerta abierta. Entro encontrándose con ellos – Chuuya-san, Dazai-san, buen día

– Akutagawa, ¿sabías que hay un loco en este edificio?

– Por lastima, huyo cuando vio a Chuuya

– ¿huyo?

– Realmente Chuuya lo lanzo por la ventana cuando entro al departamento – sonrió Dazai – va tras Atsushi-kun

– ¿alguna seña?

– Le corte un poco el brazo izquierdo, debe estar herido. – suspiro – tenía consigo un aparato contra habilidades

– Cada vez son más comunes por el clandestino – se quejó el azabache.

– Chuuya, Akutagawa, ustedes deben encargarse de esto – les sonrió – si Atsushi-kun es involucrado en esto, los jefes se darán cuenta de su relación

– Lo mantendré en secreto Dazai-san, incluso Jinko sigue sin saber que usted sabe Dazai-san

– Solo ten cuidado, me alegra que no lo contactará

– ¿contactarlo? ¿al anónimo?

– Si, así es

– Dazai, eres un pendejo

– Nah

Atsushi caminaba por la calle por unos encargos de Kunikida, cuando se topó con él. – Atsushi – le miro de frente

– Orihara-san oh – le miro - ¿Qué le paso?

Llevaba un vendaje en su brazo, le sonrió al albino – solo un pequeño accidente, me dieron unos días, ya sabes uno no puede tropezarse por las escaleras

– Oh por dios ¿está bien?

– Sí, claro. Pero... ¿estas ocupado?

– Solo voy por unos encargos

– ¿quieres comer conmigo?

– Si, por supuesto. Solo déjeme llevar las cosas ¿Dónde lo veo?

El chico sonrió – no tomaré mucho de tu tiempo, ven conmigo, en serio tengo cosas muy importantes que contarte, importantes para ti y para mi 

– ¿necesita ayuda? Claro, lo ayudaré.

Orihara se recargo en Atsushi, esté claro amablemente le ayudo a andar, no porque no pudiera caminar, simplemente Atsushi creía que el otro estaba cansado.


Por su lado, Dazai inspeccionaba el pasillo y la casa de enfrente, en efecto, había un par de fotografías de Atsushi en un mural – este tipo está enfermo – se quejó el azabache

– Parece que no tiene mucho viviendo aquí – añadió Chuuya

– Así es, debe de tener menos de unos meses, seguramente Atsushi-kun le trajo paquetería cuando estaba en misión y él se obsesiono

– Luego lo empieza a ver llegando al lado, claro que pensó que serían un amor platónico

– Jinko estaría molesto por esto.

Dazai estaba llamando al albino pero seguía sin contestar, asi que llamo a Kunikida – OOOooh, Kunikida-kuuuun

– Dazai, ¿Dónde tienes al mocoso?

– ¿eh?

– Le pedí unos encargos y aun no regresa ¿lo tienes no?

– Oh... - colgó el teléfono y miro a los mafiosos – Atsushi-kun está desaparecido

– Lo voy a matar 

– Calma Akutagawa. Busquemos a Atsushi-kun primero.

– Si

Por su parte, en el centro. Atsushi disfrutaba de una taza de café y un pastel - ¿estuvo rico no?

– Si, la comida de ese lugar fue deliciosa Orihara-san ¿no comerás de tu pay?

– Oh si, si, lo lamento tanto, es lindo verte comer con tanta alegría

– ¿en verdad?

– Cuando creces solo, comiendo solo, disfrutas en grande la compañía al comer, y más si es alguien tan sonriente como tú

– Oh, gracias – miro su rebanada – tiene razón, yo no siempre comía solo pero odiaba hacerlo solo. Es lindo incluso ahora si como en el trabajo, siempre hay alguien – menciono divertido – una vez mi jefe me quería quitar la colita del camarón

– Nooo ¿se la diste?

– Claro que no – dijo entre risas – quiso convencerme de plantarla para que salieran más

– ¿Quién creería en eso?

– Hay alguien... - menciono enternecido

– Oh. ¿oh? – le miro serio - ¿alguien que te gusta?

– Si... Alguien que me gusta

– ¿eres correspondido?

– Recientemente si, una historia de verdad simpática

– Ya veo... - le miro sonriente - ¿te gustaría dar un paseo por el muelle?

– No lo sé, debería volver

– Oh por favor, es mi día libre y hace mucho que no pasaba así

– De acuerdo, lo haré

Terminaron sus postres, pagaron todo por Orihara y fueron al muelle, caminaban lado a lado, la gente andaba corriendo, los niños jugando, y ellos simplemente disfrutaban de la brisa y el ambiente alegre. Hablando de trabajo, negocios y planes a futuro. Así como algunos planes del mayor – entonces, ¿no sabes qué hacer?

– Realmente no, solo sé que quiero disfrutar de lo que tengo, aunque agradezco tu oferta

– Lo sé, lo entiendo. Pero ahora tienes mi número, puedes llamar cuando desees

– Lo haré, tenga por seguro que si

– ¿tomamos un descanso? Creo que necesito sentarme

– Se sentaron sin protestas, miraban a la nada, el océano. – Fue lindo que me dejaras conocerte a fondo Atsushi.

– Lo mismo pienso, jamás había conocido a un hombre de negocios tan inteligente, preparado y abierto a la vida

Orihara sonrió – sí, y yo no había conocido a un chico tan dulce y tierno como tú, amando a la vida como a la muerte, esperando luchar por otros y

– Oh por favor Orihara-san, pare, me pondrá totalmente rojo.

– ¿continuamos?

– Claro. Vamos.

– Se levantaron, tenían un último destino al cual ir.

Por su lado, Akutagawa seguía sin saber de Atsushi, estaba sumamente preocupado, habían descubierto que Orihara había vendido todo, tenía boletos, todo listo. El pequeño agente tigre seguía sin aparecer, su teléfono estaba en la

agencia y su novio estaba a punto de hacer un hueco en el piso – Akutagawa ya me tienes mareado – se quejó Chuuya

– No puedo, esto es mi culpa, él debe estar asustado

– Perdóname Akutagawa pero... es tu novio

– Pero soy bueno con él – Chuuya alzo su ceja – bueno, ahora soy bueno con él.

Dazai apareció colgando su teléfono – hay un taxi que tenemos localizado, los lleva al aeropuerto

– Iré por Jinko

– Vamos todos

En el camino al aeropuerto ambas organizaciones se juntaron, estaban dispuestos a todo por el joven tigre. Claro, era crucial para la paz en Yokohama. Entonces... - ¡JINKO! – grito Akutagawa al verlo.

Atsushi lo miro confundido, Orihara estaba besando su mano cuando los vio y suspiro con solo verlo - ¿estás seguro? – le pregunto Orihara al albino

– Si, en verdad... Gracias

Orihara le sonrió. Alzo el fleco de Atsushi y beso su frente – Gracias por todo. – Rashomon iba a llegar a él pero fue detenido por Dazai

– Dazai-san

– Espera, ¿no vez?

– No está forzándolo – dijo Chuuya

Orihara entro a la sala de abordaje, Atsushi le miro irse y suspiro. Dio media vuelta viendo a algunos mafiosos y a agentes, se acercó tranquilo – Kunikida-san lamento - Fue abrazado por el rubio

– Estábamos tan preocupados

– Atsushi-kun ¿Qué paso hoy?

 –Orihara me dijo que se iba por negocios, y me pidió acompañarlo, no podía negarme

– Jinko, él era el anónimo

– Lo sé

– ¡¿QUÉ?! – gritaron todos

– Parece que Atsushi ha mejorado sus deducciones – menciono Ranpo

– Oh no, todo el tiempo creí que solo era un vecino pero intercambiamos números y fue cuando me di cuenta, me contó todo la verdad – se ruborizo mirando a otro lado – y como yo le había dicho que tenía novio... bueno, me deseo lo mejor y me dijo que si un día nos peleábamos el estaría esperando por mi

– Akutagawa, parece que tienes remplazo, pórtate bien perro – dijo Mori bromista

– ¿y todo eso? – le pregunto molesto Akutagawa

– Me pregunto si podíamos seguir el día y acompañarlo al aeropuerto. Aunque tuvimos que cancelar un boleto, tenía uno para mí si quería estar con él y todo. Creo que es un hombre bastante romántico – Akutagawa lo tomo del cuello de su camisa – per-pero no mi tipo, a mí me gustas solo tú – Akutagawa suspiro y abrazo al albino

"Estaba sumamente preocupado" – dijo Dazai con voz de Akutagawa

–  "te amo tanto, tenía miedo que nos separarán" – dijo Chuuya con voz de Akutagawa

– Ca-cállense – pidió Akutagawa. Atsushi sonrió y lo abrazo también

– También te amo Ryunosuke.

Todo era tan fácil como decir "Te amo" sin anónimos.




Fin.

...

Muchas gracias por seguir esta historia. Pronto volveré con otra para sus deleites oculares

¡Gracias por leer!


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