Capítulo 5. Alianzas
Gin estaban regresando al departamento de su hermano cuando vio algunos papeles alrededor de la sala y cocina - ¿de nuevo tiene un ataque de alergia? – Se preguntó la menor mientras entraba – hermano, estoy en casa – toco la puerta de la habitación del mayor - ¿hermano? – abrió la puerta viendo como una pila de papeles caía, se preocupó pero vio escritos. Tomo uno de los papeles para esto – La luna tan brillante como el camino donde me guían tus ojos, tu alma mi mayor anhelo y tu cadera mi mayor pecado. – se sonrojo y miro al mayor. Akutagawa descansaba en su pequeño mesa con más papeles alrededor - ¿escribiendo poseía para ese pequeño tigre? – Suspiro sonriente – mi hermano está dando todo de sí para esto... Debo apoyarlo mejor, haré algo por él.
Salió de la habitación dispuesta a ayudar al mayor.
A la mañana siguiente, Atsushi salía más temprano que Kyouka por el trabajo de cartero, bajo las escaleras de los departamentos y fue interceptado por una masa negra y firme, Atsushi le miro con miedo - ¿Gi-Gin?
― Buen día
― ¿Qué sucede?
― Mi hermano
― ¿Qué pasa? ¿está bien?
― Es que quiero acompañarte
― Cla-claro...
― Vamos
― Gin...
― ¿si?
― Bájate de mi
― Oh si
Gin bajo, y levanto al menor – vamos
― Cla-claro
Gin siguió al albino, le miraba fijamente y eso lo había notado Atsushi, pronto lograron llegar a la sala de carteros, allí Atsushi se preparó pero aun así, Gin seguía vigilándole fijamente, el albino se comenzaba a poner nervioso. Tomo su maletín y miro a Gin - ¿vamos?
― ¿Qué fue lo que guardaste?
― ¿eh?
― Vi que guardaste más cosas
― Solo eran cartas extras Gin
― De acuerdo
Siguió la ruta del albino hasta su hogar, y aunque Atsushi creía que Gin se quedaría en su casa, solo tomo los paquetes del mayor, los dejo en la mesa y salió de nuevo con el menor - ¿aun te falta mucho?
― Ocho casas más
― Después de eso, tomemos el almuerzo juntos ¿sí?
― Oh... aaam, claro Gin-san
Como quedaron, después de entregar las cartas y paquetes por su zona, fueron a la central para que dejará el uniforme y maletín. Gin miro el maletín claro estaba. Y saco la carta – Atsushi – le llamo con la carta en mano, Atsushi se sonrojo
― Puedo explicarlo...
Y así fue como terminaron con una mesa en medio de los dos, Atsushi nervioso y Gin cruzada de brazos frente a él. – habla
― Gin-san no seas así
― Habla
― Le escribo cartas anónimas a tu hermano... Trabajo para la central de correos porque Akutagawa amenazó con matar a quien descubriera era el anónimo, el jefe de la central se lleva con mi jefe por eso le habíamos pedido el favor y ahora estoy haciendo el trabajo por no pensar en las consecuencias...
― ¿Eres el admirador anónimo de mi hermano?
― S-si...
― ¿te gusta?
Atsushi se sonrojo – s-si...
― Pero ¿Por qué no se lo confiesas?
― ¿estás loca? Tu hermano me odia
― Pero él
― Ya tenía planeado terminar con esto, solo iba a escribir una última carta anónima... pe-pero – se ruborizo y miro a Gin – ha estado siendo tan bueno conmigo, y-ya sé que todo es debido a Dazai-san y que quiere que lo reconozca pero... m-mi corazón late locamente cada que él es bueno conmigo... m-me llevo a casa, me sentí colegiala enamorada – menciono tapando sus mejillas – tu hermano es tan genial....
Gin sonrió al ver al albino, aquello la calmo por completo - Atsushi, creo que deberías confesarte
― ¿Qué? No, me matará
― ¿tú crees?
― Sip
― Pero yo lo dudo, ya sabes... Si te mata, Dazai-san se enojaría mucho con él
― Buen punto...
Gin tomo de su café, no lo parecía pero si, ella era una mafiosa también.
La azabache paso a hacer unas compras antes de volver a su hogar, había dejado al albino solo después de almorzar, había prometido no decir nada y la verdad le caía perfecto a su plan. Dejo las cosas sobre la mesa y vio a su hermano salir de su habitación – buenas tardes
― Gin, ¿Qué haces aquí tan temprano?
― Hermano, llegue en la madrugada, son las seis
― ¿Qué? ¿en serio? No acompañe a Jinko en su recorrido
― Tranquilo, dejo tus paquetes, yo misma los recibí
― Pero el anónimo
― No llego carta hoy, tranquilo, Atsushi no vio nada
― Ah gracias a Satán
― Miaaa
― Diablo, te traje un poco de salmón – dijo Gin sonriente
El mayor era quien cocinaba la cena mientras Gin jugaba con el pequeño diablo – oye Gin
― Si ¿dime?
― ¿Cómo estaba Jinko hoy?
― Lindo
― ¿lindo?
― Si, fue amable – le volteo a ver – hermano, creo que deberías confesarte
― Primero debo atrapar al anónimo
― Creo que si te confiesas, el anónimo aparecerá, digo, se pondría celoso de tu relación ¿no crees?
― Tienes razón pero he pensado en ello. Creo que el anónimo es un miembro de la mafia
― ¿Por qué piensas así?
― Piénsalo Gin, me deja los anónimos sin que nadie sepa, el centro de carteros no fue afectado, e incluso fue la agencia quien está arreglando el desastre. Creo que el anónimo es un mafioso, si me declaro a Jinko probablemente lo ataque hasta matarlo, no quiero poner su vida en riesgo
― Si sabes que Atsushi es un agente capacitado para salvar su vida y la de muchos
― No importa eso Gin. No quiero que Jinko salga lastimado por nuestro amor
Gin comenzó a reír y se asomó desde el mueble – entonces... ¿Qué vas a hacer hermano?
― Acudiré a alguien que no teme de mí...
...
― ¿Qué yo te ayude a ti? Un mafioso ¿estás loco?
― Necesito encontrarlo. No suelo pedir este tipo de favores y menos a alguien como usted, pero se bien que es bueno en su trabajo, que es un hombre correcto y que se preocupa por la seguridad de todos en la ciudad, y yo soy un ciudadano
― Esto es inaudito, primero me acorralas en un callejón y luego me pides que busque a un anónimo enamorado de ti ¿en serio?
― Hablo en serio. Hay algo más de esto, pero no puede decirlo
― Habla y sabré que decir y que no
― Tengo la sospecha que es alguien de la mafia y que quiere lastimar a Jinko
― ¿Por qué?
― Tengo mis razones pero decir más sería traicionar a la mafia
― Perfecto mafioso, entonces ¿quieres que lo encuentre?
― Si no es por mí, hágalo por Jinko. No quiero ponerlo en riesgo
― Bien, bien, bien. – el hombre saco una libreta y ajusto sus lentes – mi ideal no dice nada sobre ayudar a un mafioso, pero ya que mi joven pupilo está en peligro haré una excepción
― Se lo agradezco, Kunikida-kun
― Ni siquiera lo menciones, es molesto ayudar a un mafioso.
― Solo me acerco a usted porque sé que no me teme, además, soporta a Dazai-san, lo veo igual a Nakahara-san
― Soportar a Dazai ya es un gran loco, también respeto a ese mafioso por ello. – ajusto sus lentes – que nadie se entere de esta conversación
― Estoy de acuerdo.
Mientras tanto en las oficinas, Atsushi miraba al techo sin saber qué hacer, había sido descubierto por su hermana y está le dio un ultimátum de tiempo, el menor lo sabía, su última carta debería ser turbia, romántica y con un toque de suicidio para darle fin a todo. Dejo su cabeza caer en el escritorio sorprendiendo a su compañero de al lado - ¡diablos! Azoto la res. – dijo el castaño y pico el cabello de Atsushi – Atsushi-kun ¿estás bien?
― Tengo frustración para escribir
― ¿escribes?
― Solo por entretenimiento. – se quejó con la mejilla aplastada en el escritorio, Dazai subió a su espalda recargado – Dazai-san...
― ¿quieres ir a un lugar inspirador?
― No
― ¿seguro?
― Seguro
― ¿segurito?
― Segurito
― Entonces vamos – respondió tomando al albino del brazo.
Así como Dazai saco a Atsushi de la oficina, Kunikida llegaba por el otro lado - ¿Dónde está Atsushi?
― Acaba de salir con Dazai-san – dijo Tanizaki
― Diablos, bueno, ese idiota lo cuidará. – tomo su celular y dio media vuelta – si me necesitan, estaré buscando a Atsushi
― Si Kunikida-san – respondieron todos
― ¿Qué está pasando? – pregunto Naomi
― Problemas amorosos – fue todo lo que dijo Ranpo
Atsushi se encontraba completamente desmotivado mientras Dazai remaba una balsa en el lago del parque – Vamos Atsushi-kun ¿esto no te alegra?
― Para nada Dazai-san, aunque gracias por intentarlo
Dejo los remos de lado y le sonrió – cuéntame, ¿Por qué estas así?
― Gin dice que debo confesarme
― ¿Akutagawa Gin?
― Si, ella
― Te llevas bien con ella desde esa misión con Katai ¿no es así?
― Sí, es buena chica – suspiro – pero no debería hacerlo, es malo y prohibido
― ¿Por qué es malo y prohibido?
― Me he enamorado de un hombre – menciono decaído
― ¿y eso es malo y prohibido?
― Es malo
― ¿y prohibido?
― Es un gánster
― ¿peor que la port mafia?
― Diría que está a nivel de la port mafia – menciono cansado – Dazai-san, paremos con esto, me estoy sintiendo peor que antes
― Si es un amor prohibido, deberías escribir una carta prohibida donde confieses tu amor por esta prohibición, tu dolor y desesperanza, tu agonía y mal viaje. Un suicidio te ayudaría
Atsushi suspiro – aunque suena cruel y raro, y suicida... - le sonrió – eso me ayudo, gracias Dazai-san
― De nada, ahora – le dio los remos – sigue remando un rato. Esto es relajante
Atsushi comenzó a reír y tomo los remos, Dazai jamás cambiaría y eso lo sabía muy bien.
...
¿Que? ¿creían que el anónimo era alguien malo? Nou, solo era nuestro tierno Atsushi en misión suicida por amor.
El próximo es el capítulo final, también tengo preparado un par de extras
¡Gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top