Capítulo 2. Diablo buscando a Diablo


Akutagawa esperaba en la oficina de carteros por la madrugada, sabía que era de los primeros así que tendría tiempo de ir a la oficina de carteros para seguir indagando sobre el anónimo. Como cualquier anónimo, la carta debía ser metida en el buzón a primeras horas antes de que abran las puertas de las oficinas, así que se plantó como buen mafioso a vigilar el buzón por la madrugada pero para su mala fortuna, nadie llego hasta que las oficinas abrieron.

Akutagawa estaba completamente molesto, hasta que vio a Atsushi llegar con los demás agentes, se ruborizo ligeramente y decidió esperar a que saliera. Dentro de las oficinas, Atsushi terminaba de llenar su bolso y sonrió – Atsushi, hoy te vez más alegre aun

― Sí, es lindo ser cartero – menciono – si no me hubiera metido a la agencia creo que sería cartero

― Bien, ya sabemos la profesión de Atsushi antes de ser agente – dijo Kunikida burlón.

Atsushi y Dazai le miraron confundidos ¿acaso hizo una broma? Pero después no pararon de reír. Después de alistarse y un par de risas más, Atsushi salió a su destino, siempre primero. El joven tigre albino debía admitirlo, amaba ser cartero, era una lástima que solo fuera por un par de semanas en lo que reestructuraban todo. Suspiro alegre y miro al cielo – quisiera ser cartero por siempre

― No serías uno bueno – expreso el mafioso haciendo a Atsushi saltar y en ello también gritar

― A-Akutagawa – le llamo desde el suelo donde recibió su sentón.

― ¿te caes tan fácil? – expreso rudo pero dentro solo quería decir "perdón, te asuste. Dame la mano, te levantaré"

― Gracioso – se quejó levantándose. - ¿Qué haces aquí? – cuestiono

― Pasaba por aquí, apenas voy a mi casa, ¿tienes paquete?

― Oh, si ¿lo quieres?

― No, dámelo en mi casa

― Oh...Ok de acuerdo.

Siguieron el recorrido, Akutagawa fue a su lado lo cual puso nervioso al albino, Atsushi solo podía pensar en qué momento iba a ser atravesado por Rashomon. Entrego los paquetes incomodos pues muchos de los primeros lugares saludaron al azabache. Quien simplemente se dignó a decir que estaba vigilándolo. Era incómodo y también molesto.

Pero por fin habían llegado a la zona de Akutagawa, entraron juntos al edificio y el azabache se atravesó para poner su número de piso a lo cual Atsushi pudo verlo más de cerca por aquella acción, curioso y sin filtros hablo – tus ojos brillan – menciono y el azabache comenzó a toser

― ¿de qué hablas Jinko?

― Es en serio, estaban brillando, era como si estuvieras emocionado. Eso fue lindo

― Mis ojos como mi alma, no tienen vida

― De acuerdo... - añadió con un suspiro melancólico.

Las puertas del ascensor se abrieron y Atsushi camino primero, Akutagawa golpeaba su frente repetidas veces con la palma de su mano por su estupidez. Atsushi volteo a verlo y extraño lo miro - ¿Qué haces?

― Un mosco, los odio – expreso siguiendo su camino con la frente roja

― ¿estás bien?

― Si lo estoy

― ¿no quieres una crema o

― No, Jinko. Solo dame mi estúpido paquete y lárgate

Atsushi volvió a suspirar, busco en su bolso mientras el azabache abría la puerta, lo primero que salió fue diablo, quien llevaba media mañana solo. – MIAAAAA- se quejó el pequeño gatito.

Atsushi lo miro y sonrió – pero que lindo – expreso sonriente. Diablo fue directamente a pasar entre los pies de Atsushi

― Diablo, quédate quieto – pidió serio. El gatito continuaba tallándose

― ¿puedo acariciarlo?

― No, dejaras tus gérmenes...

Diablo salto a la bolsa de Atsushi, el albino tuvo que bajarla – pequeño diablo, por favor sal de allí debo entregar esas cartas

― ¡MIAAAAAAA! – aulló con fuerza y salto sobre Atsushi

Akutagawa se sonrojo, estaba avergonzado, había prometido a Diablo darle a su madre pero ese no era el momento. Tomo al gato desde el pequeño del menor – Diablo, no toques porquerías

― ¿porquería yo? – se quejó el albino sacudiéndose – oh... Quede lleno de pelos negros – se quejó ligeramente, no le molestaba pero se notaba mucho por el uniforme

― Espera, tengo un rodillo para eso – menciono entrando a su casa con el gato.

Atsushi se quedó sentado en el suelo, se paró sacudiéndose, acomodo las cartas del azabache y cuando esté volvió se las dio – correspondencia

― Si

― ¿anónimo?

― Creo que esta al final – menciono haciendo al azabache mirar

― ¡¿PERO COMO?! – grito y el albino lo miro preocupado – pase la madrugada vigilando el buzón y nadie llego a dejar ningún anónimo

― Pe-perdón, en la mañana estaba allí entre tu nombre

― ¡Jinko jamás debes leer los anónimos!

― N-no leo correspondencia ajena

― Espera... eres un agente, resuelves casos ¿verdad?

― E-eso intento, aun me falta mucho. Ranpo-san es el experto

― Jinko, necesito tu servicios

― ¿e-eh? Perdón ¿Qué?

― Este anónimo... - tosió pensando que decir – me tiene amenazado

― ¿eh?

― Sí, me amenaza, así que debo descubrir quién es, y asesinarlo

Atsushi le miro curioso - ¿seguro?

― Si, si, debo asesinarlo

― Oh... ok, ok... - le sonrió ligeramente – t-te ayudaré

― Pero no los leas

― No, no los leeré

El azabache saco su teléfono celular y miro al albino - ¿qu-que?

― Intercambiemos números, necesito saber cómo va el caso

― Akutagawa... ¿es en serio?

― Si, te pagaré incluso

― N-no quiero tu dinero, trabajaré si prometes no ir a la central de carteros más que por paquetes

― ¿Por qué?

― Los asustas, ¿Por qué crees que estoy aquí trabajando?

― Cierto. De acuerdo, no seré malo

― De acuerdo

― Tu numero

― A-ah si

Después de eso, Atsushi se marchó, Akutagawa entro a su departamento, cerró la puerta y dejo su espalda sobre la puerta, mordió su labio alegre y bajo arrastrándose en la puerta – tengo su número ~ - expreso alegre

― ¡MIAAAAAAA! – grito Diablo alegre

― ¿verdad que es fabuloso mamá? Diablo

― ¡MIAAA!

Por su lado, Atsushi bajaba del edificio, miro su celular y el 13vo piso. Suspiro y lo guardo – ahora tengo que buscar un anónimo – menciono sin muchos ánimos.

Atsushi fue a terminar su recorrido, tenía mucho por hacer y ahora una investigación que comenzar.

Por su lado, Akutagawa abrió las cartas, eran pagos, tarjetas, y si, el anónimo. Suspiro una vez más – este maldito loco, de verdad quiere que lo mate. – menciono a sí mismo. Diablo salto a su hombro y el azabache abrió el anónimo para leerlo. ¿Por qué lo leía? Bueno porque a veces admitía que le gustaba, pensaba que podía hacer algo para escribirle al albino. La poesía no era su fuerte y el anónimo tenía buenos conceptos. Todo lo que le gustaba lo anotaba en una libreta, luego pensaría como juntarlos.

"Anoche soñé contigo, con tu cuerpo rodeando el mío, cual serpiente negra con ojos rojos embonaban la sangre de tus múltiples asesinatos, así como la emboscada a mi profano corazón. Eres en diablo mismo, el mal encarnado, y por ti yo bajaría y subiría, cuantas veces quisieras."

― Qué bárbaro, a veces dice cosas tan asombrosas... - miro al gato a su lado – esperemos que tu mami encuentre al culpable, lo matamos y nos concentramos en tu mami

― Miaaa

― No le enviaré mensaje tan pronto

― ¿a quién le enviarás mensaje? – pregunto la hermana menor quien entraba a la casa

― ¡GIN! – se quejó - ¿Por qué entras tan silenciosa – se quejo

― Perdón hermano

― Bienvenida

― Estoy en casa – se anunció - ¿Cuánto has hecho?

― No mucho, no hay comida, saldré a comprarte algo

― Pediré por mensajería

― De acuerdo...

Gin se puso a pedir el desayuno y la comida, Akutagawa la miro – por cierto, Gin

― ¿si?

― Tenemos nuevo cartero

― De acuerdo. Lo conoceré mañana

― Si, si, de acuerdo.

Minutos después de todo, los hermanos al fin tenían su desayuno y comida para más tarde, se sentaron a desayunar a lo que Gin llevaba un short corto y una camisa de tirantes, el mafioso andaba igual simplemente que él llevaba una camisa de cuello amplio y cómodo. – Gin

― ¿si?

― ¿recuerdas nuestra conversación en la base?

― ¿esa donde dijiste que te gusta alguien para quitarte a Higuchi de encima?

― Si

― ¿Qué tiene?

― Es verdad

― Lo sé, tú no juegas con ellos.

― ¿no me preguntarás quién es?

― ¿el chico tigre de la agencia?

― ¡¿Cómo ERES TAN PERSPICAZ?!

― Eres mi hermano, eso y tienes tu cuarto lleno de peluches de tigres.

― ¿eso qué?

― Hace como 2 semanas antes de mi misión, te escuche decir "Jinko, Jinko" en un tono bastante peculiar

El azabache se puso rojo – no hablemos de esto más

― ¿le dirás?

― Sí, pero primero debo eliminar a alguien

― ¿las chicas detrás de él?

― ¿Qué? ¿Cuáles chicas? ¿Qué?

― Soy amiga de Katai

― No menciones a ese estúpido en esta casa

― Como sea, se algunas cosas, como que vive con Kyouka, la chica que tenías en entrenamiento

― Ella no es competencia para mi

― ¿seguro?

― ¿Por qué? ¿Qué escuchaste?

― Viven juntos, y Kyouka hace competencia con Lucy, la chica de la cafetería

― Maldición

― ¿podemos ir de incognitos?

― Si, iremos y me ayudarás

― Con mucho gusto hermano

El equipo de hermanos estaba listos para los disfraces. Y mucho más... 




...

los hermanos Akutagawa están listos para la acción

¡Gracias por leer!

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