2 meses después

VOLVER A VIRGINIA NO ERA UNA IDEA QUE EMOCIONARA a Kenzie, para ser honesta. Sin embargo, la Gilbert llevaba meses sin contactar a nadie, y ya era hora de regresar. Los últimos cuatro meses no habían sido fáciles para ella, aunque dudaba que hubieran sido fáciles para nadie.

McKinley no era precisamente el lugar donde había crecido, pero sí donde estudiado hace más de un año. Kenzie estudió Administración de Empresas en la Universidad Whitmore, que era justamente donde ahora su hermana estaba cursando.

Al llegar al campus, estacionó el auto en uno de los espacios libres y trató de relajarse.

No sería fácil hablar con su hermana después de meses ignorando sus mensajes y llamadas. Ella misma se había asegurado de que nadie pudiera encontrarla.

—¿Kenzie? —una voz la sorprendió justo cuando cerraba la puerta del auto.

Miró hacia un lado y, para su sorpresa, vio a Stefan a unos metros.

—¡Stef! —exclamó con una sonrisa en el rostro.

Stefan Salvatore había sido uno de sus mejores amigos. Él y su hermana menor habían salido, pero cortaron hace dos años. Kenzie quería mucho a Stefan, él siempre fue alguien importante en su vida, aunque no habían hablado mucho desde la muerte de Damon y Bonnie.

Stefan sonrió al sentir el abrazo de su amiga y correspondió con gusto. Kenzie respiró profundo, disfrutando el momento. Era un recordatorio de tiempos más simples, antes de que todo se complicara tanto.

—No esperaba verte aquí —comentó él, separándose suavemente del abrazo pero sin perder la sonrisa—. ¿Cuándo volviste?

—Hoy —respondió Kenzie, intentando sonar casual—. Necesitaba algo de tiempo lejos, ya sabes, para aclarar mi mente.

Stefan asintió, como si entendiera más de lo que decía, pero no insistió. Ambos sabían que no solo ella había estado lidiando con cosas difíciles últimamente.

—Elena no va a creerlo cuando te vea —añadió Stefan—. Has estado desaparecida por meses.

—Lo sé —admitió Kenzie—. Pero ya volví. Quiero empezar de nuevo.

El rostro de Stefan mostró una ligera tristeza. Lo último que supo de él fue que había dejado Mystic Falls para buscar una forma de traer de vuelta a Bonnie y a Damon.

—¿Has visto a Elena? —preguntó, desviando la conversación de sí misma.

Stefan se tensó un poco, lo que Kenzie notó de inmediato.

—Sí... está en el campus —respondió con cautela—. Está... diferente.

Kenzie frunció el ceño, notando la pausa en sus palabras.

—¿Diferente cómo?

Stefan abrió la boca para responder, pero pareció dudar.

—Creo que deberías verla por ti misma.

Stefan y Kenzie se quedaron fuera en silencio por un momento.

—¿Qué está pasando, Stef? —preguntó Kenzie, preocupada.

Stefan se frotó la nuca, claramente incómodo.

—Es complicado, Kenzie... Elena ha estado lidiando con la pérdida de Damon de una forma distinta.

—¿Qué significa eso? —insistió Kenzie.

Antes de que Stefan pudiera responder, la puerta del edificio se abrió, revelando a Elena acompañada por un chico que Kenzie no conocía. La sonrisa de Elena al verla fue tan amplia que la desconcertó.

—¡Kenzie! —exclamó Elena con entusiasmo, corriendo hacia ella para abrazarla.

Kenzie le devolvió el abrazo, pero había algo raro. ¿Cómo podía estar tan feliz después de todo lo que había pasado?

—No puedo creer que hayas vuelto —dijo Elena con una sonrisa despreocupada mientras se separaba—. ¡Es increíble!

—Sí, volví —respondió Kenzie, aún confundida—. Pero... ¿cómo estás? ¿Cómo van las cosas?

Elena soltó una pequeña risa, como si la pregunta no tuviera tanta importancia.

—¡Oh, estoy bien! Ya sabes, con la universidad y todo eso. Por cierto, este es Liam —añadió, señalando al chico a su lado.

—Hola —saludó Liam con una sonrisa amistosa.

Kenzie lo saludó también, aunque no pudo evitar sentirse más desconcertada. Algo estaba mal. Elena no parecía la misma persona que había dejado meses atrás, aquella que estaba devastada por la pérdida de Damon y Bonnie. Esta versión de su hermana parecía despreocupada, como si nada hubiera pasado.

—Vamos a una fiesta en el lago con Liam y Stefan —dijo Elena, como si fuera lo más normal del mundo—. ¡Deberías venir, Kenz!

—¿Fiesta? —Kenzie frunció el ceño.

Stefan, que había estado en silencio hasta entonces, intercambió una mirada con Kenzie, confirmando que también encontraba extraño el comportamiento de Elena. Pero no dijo nada.

—Sí, será divertido. ¡Vamos! —dijo Elena con entusiasmo mientras comenzaba a caminar hacia el auto con Liam.

Kenzie se quedó quieta por un momento.

—¿Qué está pasando con ella? —susurró Kenzie a Stefan cuando Elena y Liam se adelantaron unos pasos.

Stefan respiró hondo, incómodo.

—No es fácil de explicar. Te lo contaré después, lo prometo.

Kenzie asintió, aunque una sensación de inquietud se instaló en su estómago. Se dirigieron hacia el auto de Elena, quien le sonrió una vez más antes de subirse y hacerle señas para que tomara el asiento de copiloto mientras los dos hombres se acomodaban atrás.

En el camino, Elena parecía entusiasmada hablando sobre Caroline a Liam, mientras Kenzie observaba el paisaje por la ventana, cada vez más segura de que algo no cuadraba.

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MIENTRAS SE ACERCABAN, KENZIE VEÍA A VARIAS PERSONAS divirtiéndose, fuera o dentro de la laguna. Teniendo fresca la memoria de lo que hizo todos estos meses, ella no podía ver un vaso de cerveza sin que piense en matarse. Oficialmente ya había tenido suficiente diversión ese verano.

—Entonces, el lago es diferente a una laguna o... —dijo Liam, burlándose de la Gilbert menor.

—Laguna —responde Elena de mala gana, lanzándole una mala mirada—. Gracias por hacerme sonar como campesina.

Kenzie sonríe.

—Iré a buscar a Caroline —dice mientras su hermana se quita su ropa para estar en biquini—. ¿Me acompañas? —le pide a Stefan.

Su amigo asiente y le da una última mirada a Elena antes de comenzar a caminar junto a Kenzie.

—¡Diviértanse! —es lo último que escuchan de Elena.

—Ahora, ¿puedes por favor decirme qué está pasando? —insistió la chica, mirando a su amigo con seriedad.

Stefan cerró los ojos por un segundo, claramente luchando con lo que debía o no decir.

—Elena... ha estado lidiando con todo de una manera poco convencional —admitió, finalmente—. Alaric... le borró los recuerdos de Damon.

Kenzie sintió como si el suelo bajo sus pies se desvaneciera.

—¿Qué? —su voz salió casi en un susurro.

—Ella no recuerda que alguna vez lo amó, Kenzie. Para ella, Damon nunca fue parte parte de su vida.

Kenzie miró a Stefan, atónita, antes de dirigir su mirada hacia su hermana, quien ya había entrado al agua.

—¿Cómo... cómo lo hizo? Pensé que los Mikaelson estaban en Nueva Orleans.

—Alaric revivió como un vampiro original. Elena le pidió que lo hiciera —explicó Stefan, con una expresión llena de culpa—. Fue la única forma en que ella pensó que podría seguir adelante.

Kenzie no sabía qué decir.

—¿Crees que fue una buena idea? —ella pregunta, deteniendo su paso para procesarlo mejor.

Vio como Stefan la miraba fijamente. Kenzie no podía descifrar el sentimiento, lo cual la confundía.

—Yo creo que lo fue —es lo que dice después de unos segundos, aún con su mirada fija en sus ojos—. Ella ha mejorado mucho.

La Gilbert asiente lentamente y luego sonríe, ignorando la rara tensión en el ambiente.

—Está bien —interrumpe el silencio y se cruza de brazos—. Creo que no estoy afín de estar en una fiesta en este momento, después de todo. ¿Sabes cuál es el dormitorio de Elena?

Stefan asiente y mira a un lado.

—Yo te llevo, solo déjame hacer una cosa antes —Stefan dice y, sin esperar una respuesta, se aleja.

Kenzie lo mira alejarse, confundida por su actitud. Aunque no tuvo otra opción más que esperarlo. Sin embargo, pasaron las horas y Stefan nunca volvió.

primer capítulo de anomaly<3