En el dormitorio de Caroline, las cuatro adolescentes estaban tendidas desordenadamente en su cama doble, tratando de dormir a pesar de que la luz del sol entraba a raudales por las cortinas. Habían tenido una noche larga, desde consolar a Caroline cuando finalmente se desmorono por lo sucedido, hasta ver películas de mala calidad y comer cualquier comida chatarra disponible hasta que se durmieron. Caroline y Audrey se habían apoderado del centro de la cama, acurrucándose en cada una mientras dormían, mientras Elena y Bonnie dormían en ambos lados de ellas.

El zumbido de un teléfono rompió el silencia en el que dormían, ganándose un coro de quejidos de cada una de ellas.

— ¡Vete! — Caroline gimió, empujando a Elena fuera de al cama y colocando una almohada sobre su cabeza.

— Oh. — Elena gimió, arrastrándose por el suelo con un bufido y tomando su teléfono del tocador para contestar. — ¿Hola?

— ¡Shh! — Bonnie la callo con una mirada adormilada.

— ¡Elena! — Caroline se quejo, dándole la misma mirada que Bonnie.

Audrey saco la almohada de debajo de su propia cabeza, se sentó y se la arrojo a su ámela con toda su fuerza. — ¡Fuera! — Ordenó, señalando la puerta con el ceño fruncido, antes de recostarse en la cama.

Lamentablemente, Elena salió gateando de la habitación y entro al pasillo, permitiendo que las tres intentaran dormirse. Audrey sabia que tenia que levantarse ella misma, sabiendo que había prometido a Jenna que le haría compañía hoy, después de que su tía fuera acorralada en el evento de té de la Sociedad Histórica. Pero, no se atrevió a moverse, y en su lugar se acurruco más bajo las sabanas.

Llegar tarde tendría que valer la pena dormir un poco mas, y nada la haría cambiar de opinión al respecto. Antes de que pudiera dormirse, un timbre lleno la habitación una vez mas, ganándose otro coro de quejidos de las tres adolescentes.

Caroline se tapó la cabeza con las sabanas y hundió la cabeza en la almohada mientras preguntaba. — ¿¡Que pasa ahora?!

Audrey suspiro al reconocer el sonido y se tapo la cabeza con las sabanas. — Mi alarma.

— ¡AUDREY!

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Audrey acelero un poco el paso, mientras caminaba por el camino de entrada a la casa de los Lockwood, recogiéndose el cabello en un coleta alta mientras caminaba. Después de finalmente arrastrarse fuera de la cama de Caroline, la chica Gilbert corrió a casa para ducharse y cambiarse, antes de dirigirse a encontrase con Jenna para el evento histórico de la sociedad. Lo habría hecho con algo de tiempo de sobra, pero termino siendo distraída por una llamada de Elena, que se dirigía a la casa del lago con Stefan para el fin de semana. Con todo lo que estaba pasando, Elena necesitaba un descanso de todo lo que estaba pasando, y eso le dio la oportunidad de evitar más a John.

— ¿Qué estas haciendo aquí? — Damon Salvatore enarco una ceja a al chica, que estaba saliendo de su auto mientras ella pasaba.

Audrey aminoro un poco el paso y se volvió a mirarlo. — Me reuniré con Jenna. — Ella levanto una ceja hacia él. — ¿Qué estas haciendo aquí?

—Tratando de averiguar si papá Gilbert es un gran mentiroso o no. — DIJO SIN RODEOS. — Me dio algo de información, y antes de ponerlo a prueba, hay un original con el que necesito charlar.

— Elijah. — Audrey asintió lentamente al darse cuenta. — ¿Cómo puedes saber si el va a estar aquí?

— Sugerencia de mi nueva novia. — Se unió a su lado, subiendo por el porche junto a ella. —Andie Star, noticias de acción.

— ¿Qué paso con evitar a todas las mujeres por el bien de las mujeres de todo el mundo?

— No la había visto desnuda.

Audrey hizo una mueca y arrugo la nariz con disgusto. — Eres un cerdo, ¿lo sabias?

—Eso me lo han dicho muchas veces, pequeña Gilbert. — Damon sonrío, ganando un giro de ojos mientras entraban.

El evento ya estaba en archa cuando entraron, música clásica sonando mientras los invitados socializaban entre si. Si no fuera por el bien de Jenna, Audrey no estaría allí en absoluto. Nunca había sido una fanática de los eventos de las grandes ciudades y, por lo general, solo iba cuando Elena o Caroline la obligaban a hacerlo. El mayor de los Salvatore estaba a su lado, mientras se dirigían a la sala principal, la adolescente escaneando la habitación en busca de su tía.

— Aquí estas. — Jenna suspiro aliviada cuando apareció frente a la pareja. — Me preguntaba en donde estabas. — Sus ojos se posaron en Damon, sin tratar de ocultar su evidente disgusto por el hombre. — Damon, ¿Qué estas haciendo aquí?

Antes de que pudiera responder, Andie apareció de repente entre el y Audrey, besando sus labios con una dulce sonrisa. — Hola. Viniste.

— Hola. — Él le devolvió la sonrisa gentilmente, notando la mirada de sorpresa de Jenna. — Gracias por presentarnos, Jenna. — Con una ultima sonrisa, se aleja, dejando a Jenna y Audrey mirándolo.

Audrey puso los ojos en blanco ante la palabra maldita que salía de los labios de Andie, y miro hacia donde se dirigía el Salvatore, y vio a quien se dirigía. Murmuro una excusa rápida para tomar una copa, y se dirigió en esa dirección con los ojos puestos en el original en cuestión, una sonrisa inocente creció en sus labios cuando se encontraron. Elijah le devolvió la sonrisa casi al instante, una acción que no paso desapercibida para Damon, quien miro a la pareja con el ceño ligeramente fruncido.

— Oh, Audrey. — Carol Lockwood sonrío ampliamente a la chica, agarró su mano y tiró de ella para que se uniera a ellos, palmeando su hombro. — Audrey, el es Elijah Smith. Esta en el pueblo investigando para un libro que esta escribiendo. — Ella se presento y miro a Elijah. — Elijah, ella es Audrey Gilbert. Ella es a sobrina de Jenna Sommers. Su familia es una de las familias fundadoras del pueblo.

Elijah tomo su mano gentilmente, besando la parte superior e intercambiando discretamente la más pequeña de las sonrisas con la chica Gilbert. — Un placer conocerte, Audrey.

— Igualmente. — Ella asintió cortésmente.

— Oh, discúlpenme un momento. — Carol se disculpo, siguiendo a un camarero con el ceño fruncido.

Damon tomo eso como su oportunidad, conduciendo a Elijah al estudio vacío para hablar en privado, tirando a Audrey con ellos. Levanto una ceja hacia el Salvatore, quien le devolvió una mirada poco impresionada, lo que la confundió aun más.

— ¿Qué puedo hacer por ti, Damon? — Elijah preguntó, mientras Damon cerraba la puerta detrás de ellos.

Damon lo miró con una sonrisa, Audrey supo que era forzada. — Esperaba que pudiéramos tener una conversación.

Elijah miro a Audrey, claramente escéptico de las intenciones del Salvatore, Audrey no podía culparlo. Ella solo tenia una vaga idea de lo que Damon estaba haciendo, e incluso entonces, dudaba que fueran tan inocente como él pretendía. — ¿Dónde esta Elena?

— Ella y Stefan se han ido por unos días. — Ella le dijo. — Después de lo que paso con los hombres lobo, ella quería un descanso. — Ella le dedico una sonrisa genuina. — Gracias por hacer que intervengan las brujas. Salvaste la vida de Caroline.

Él le sonrío de vuelta a ella. — De nada.

Damon se sentó en el escritorio, mirándolos con atención mientras se entrometía. — Lo que se suma a mi confusión sobre el por que estas aquí exactamente.

— ¿Por qué no te concentras en mantener a Audrey y Elena con vida y me dejas el resto a mi?

Elijah se mueve para salir de la habitación, pero Damon acelera frente al el, bloqueando la salida. — No es suficiente.

— Perdóname, querida. — Audrey parpadeo confundida ante las palabras de Elijah, pero su confusión se aclaro rápidamente con lo que sucedió a continuación. Elijah agarra a Damon por el cuello y lo golpea contra una pared. Damon en represalia, agarra la garganta de Elijah. El original agarra la mano de Damon y la quita fácilmente de su cuello, asegurándose de aplastar la mano de Damon mientras lo hace. —Jóvenes vampiros, tan arrogantes. — Elijah suelta la mano de Damon, pero continua sosteniendo a Damon contra la pared por el cuello. — ¿Cómo te atreves a venir aquí y desafiarme?

— No puedes matarme, hombre. — El Salvatore gimió de dolor. — No es parte del trato.

— Silencio. — Elijah agarra un lápiz que esta sobre el escritorio y apuñala a Damon en el cuello con el. Damon agarra el lápiz y grita de dolor. Elijah suelta a Damon, quien cae contra el escritorio y le quita el lápiz, dolorosamente. Mientras el hombre de cabello azabache se tapa la herida ensangrentada, Elijah saca un pañuelo del bolsillo y se limpia la sangre de las manos. — Soy un Original. Muestre un poco de respeto. — Luego cuelga el pañuelo frente a Damon, quien lo agarra apresuradamente y lo coloca sobre su herida. — En el momento que dejes de ser útil para mí, estarás muerto, así que deberías hacer lo que te digo. Mantén a Audrey y Elena a salvo.

Miró a la atónita chica Gilbert y le dio un asentimiento antes de salir del estudio.

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Audrey se sentó sola en el Grill, jugando un juego en su teléfono hasta que colocaron una bolsa frente a ella, y miro al camarero con una sonrisa. — Gracias. — Ella le entrego un par de billetes, antes de agarrar la bolsa de papel marrón y el vaso de espuma de poliestireno y salir.

Después de lo que sucedió en la sociedad histórica, Audrey se retiro temprano del evento y le dijo a Jenna que tenía dolor de cabeza. De hecho, se estaba escapando rápidamente de Damon, quien sabía que la golpearía con un aluvión de preguntas. Además, no sentía ninguna simpatía por el Salvatore en absoluto, ya que cometió el error de provocar a Elijah hasta ese punto. No entendía por que él no podía confiar en el trato como ella y Elena. Queriendo evitar encontrarse con John en casa, la chica Gilbert se detuvo en el Grill en su camino por el pueblo, usando el dinero que tenia para comprarse una hamburguesa y un batido.

— ¡Perdóneme! — Audrey hizo una pausa cuando un hombre corrió hacia ella. — ¿Audrey Gilbert?

Ella arqueo una ceja, alejándose cautelosamente de él. — ¿Te conozco?

Sus labios se torcieron en una sonrisa, mirando encima de su hombre. — Agarrarla.

Y se desato el infierno. Audrey grito cuando un par de brazos se envolvieron alrededor de su cintura, su cuerpo fue empujado hacia atrás contra el pecho de alguien. Una mano pronto le tapo la boca, metiendo un paño en su boca para ahogar sus gritos, mientras llevaban a la chica a un callejón vacío.

— Brady, todo despejado. — Dijo uno de los hombres detrás de Audrey. — Ahora va por la hermana.

— ¿Qué hay de Jules? — Pregunto otro.

— Esta con el vampiro que mató a Mason. — El hombre frente a ella respondió, sacando un cuchillo de su chaqueta. — Sabes lo que tenemos que hacer. Acabemos con esto.

Los ojos de Audrey se abrieron alarmados y comenzó a negar con la cabeza rápidamente, dejando escapar sollozos ahogados mientras las lágrimas caían por su rostro. Su cuerpo de agito con fuerza, tratando de romper el fuerte agarre que los hombres de atrás tenían sobre ella, pateando con las piernas al que tenia el cuchillo. Pelear. Era la única palabra que pasaba por la cabeza de Audrey, y eso era exactamente lo que estaba haciendo. Luchando lo mejor que podía, a pesar de lo cansado que su cuerpo comenzaba a fallar, o la voz molesta en su cabeza que le decía que dejara que sucediera lo inevitable.

— No te preocupes. — Él le agarro la cara por la barbilla, obligándola a mirarlo a los ojos. Podía sentir la parte superior fría del cuchillo presionado contra su piel, haciendo que la bilis le subiera la garganta. — Lo haré rápido.

— Lamentablemente, no puedo ofrecerte la misma misericordia. — Una voz familiar resonó desde atrás.

El hombre giro sobre sus talones para mirar quien estaba allí, manteniendo el cuchillo contra la garganta de Audrey lo mejor que pudo. — ¿Quién diablos eres tú?

El original no dijo nada, se apresuro hacia delante y lo agarro por el cuello con una mano, empujando su otra mano en el pecho del lobo. Audrey dejo escapar un grito cuando la arrojo al suelo, los hombres que la sostenían comenzaron a correr rápidamente en la dirección opuesta, mientras Elijah arrancaba el corazón del hombre de su pecho. Elijah dejo caer el cuerpo al suelo, antes de correr frente a los otros dos lobos. Puso una mano en ambas cabezas, golpeándolas con fuerza, antes de romper sus cuellos.

Audrey escupió el trapo que le habían metido en la boca y se deslizo hacia atrás hasta que su cuerpo golpeo la pared detrás de ella, su cuerpo se deslizo mientras temblaba. Se paso los dedos por el pedo, apartándolo de la cara antes de limpiarse, dejando manchas de lágrimas en las mejillas.

— Audrey. — Elijah habló suavemente, inclinándose frente a ella.

— ¿Q-qué fue eso? — Su voz sonaba ahogada. — ¿Por qué estaban...?

— Parece que los lobos se enteraron de la existencia de los doppelgangers y tenían la intención de que no se pudiera romper la maldición. — Explico, sacando un pañuelo y usándolo para limpiar las lágrimas que aun caían. — No volverá a suceder, me he asegurado de ello. — Luego tomo sus manos, tirando suavemente a la chica para que se pusiera de pie. — Siento que esto te haya pasado.

— Pensaras que estoy acostumbrada. — Audrey admitió en voz baja, sus ojos mirando los cuerpos tendidos en el suelo. El destello del cuchillo golpeando sus ojos. — Pero cuando saco el... y-yo no pude...

— Ya se termino. — Le aseguro, y se congelo de sorpresa cuando ella envolvió sus brazos alrededor de él, abrazándolo con fuerza mientras lloraba en su pecho. Elijah la rodeó con sus brazos lentamente, devolviéndole el abrazo y frotando su espalda con dulzura. — Está bien, Audrey. Tienes mi palabra, no dejare que nada te vuelva a pasar.

Y Audrey no dudo de él ni por un segundo.

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Bueno, la verdad es que me dan ganas de agarrar a Audrey en una cajita de cristal  para mantenerla a salvo siempre. Malditos.

Yo me enamoro cada vez mas de Elijah, no se ustedes.

Nada mas que decir, espero lo hayan disfrutado.

¡Gracias por leer!

Guadi.