9. "Visita a la enfermería"

Me monto en la escoba y miro frenéticamente a todos mis compañeros. Esto es una mala idea, no debería montarme en la escoba. No debería simplemente intentar volar.

-Dais una patada en el suelo cuando diga ya. A la de tres-Dice Hooch-Una...-Vamos, me hecho para atrás, no quiero montarme.- Dos...-Es por el bien de la sociedad y la salud de todo Hogwarts.-Tres...-Enfermería, haya voy.- ¡YA!

Doy una patada en el suelo y veo como me elevo hacia arriba. Esto no es tan difícil.

-¡Tres metros arriba, y luego bajad!-Grita la profesora.

Subo tres metros y luego intento bajar. Da un poquito de miedo. De repente noto como pierdo el control de la escoba, y no puedo frenar. ¡NO PUEDO FRENAR! Miro haber que le pasa a la escoba y veo como se ha congelado la punta. Maldita sea, no es el mejor momento para aparecer, asquerosa magia blanca.

Maldita sea Annie, concéntrate. Quita el hielo.

-¡Potter!-Oigo una voz conocida y me giro.-¡Potter a tu izquierda!

Me giro y veo a Moore. Tiene un brillo de preocupación en sus ojos verdes y se que es porque voy a morir. Voy a morir. Solo falta un metro para darme el golpe de mi vida. Abro los ojos y después los cierro fuerte. Noto como me estampo contra el suelo, como mis extremidades se convierten en gelatina. Y es lo ultimo que siento antes de perderme en la oscuridad de mi cabeza.

* * *

Abro mi ojo izquierdo y lo veo todo borroso. Cojo mis gafas de la mesilla y veo todo lleno de camas, cortinas y paredes grises. ¿Esto es el cielo? Honestamente, me esperaba algo mas glorioso.

-¿Hola? ¿Es esto el cielo?

-Señorita Potter, ya se ha despertado.-Dice una mujer saliendo de una oficina.-Lamento comunicarle que esto no es el cielo. El lunes se cayo de la escoba y aquí esta ahora, en la enfermería.

-¿El lunes? ¿Que día es hoy?-Pregunto intentado incorporarme. Siento un leve mareo y me tumba de nuevo.

-No lo intente, se va a marear mucho mas. Hoy es Martes.

-Entonces me caí ayer.

-No, ha pasado una semana inconsciente.-Da un leve toque de varita y me trae algo de comida. Sopa de fideos y carne.-No coma demasiado rápido, puede tener un corte de digestión. Si quiere algo, me llamo Madame Pomfrey. Usted solo grite.

Yo asiento y miro la comida. Empiezo a devorarla, pero entonces oigo que Pomfrey viene de nuevo y me calmo.

-Por cierto, ha tenido muchas visitas. Fred y George Weasley, Angelina Johnson, Alicia Spinet, Lea Moore, los hermanos Brooke, Cedric Diggory... y alguno mas. Ah si, Lee Jordan también. Y Kurt White.

Yo abro los ojos como platos. ¿Le importo a tantas personas? Es una sensación agradable, la verdad. Ella sonríe y se marcha, y yo sigo comiendo, pero esta vez un poquito mas feliz. Si que tengo amigos que hice hace cinco minutos. Rectifico, una semana.

Me paso varias horas leyendo, intentando dormir y contando las gritas del techo. Se aburre bastante en la enfermería. Mejor doy un paseo, porque si no... me voy a volver loca. Intento levantarme, pero no puedo. Siento un peso muy grande en las piernas, no tengo fuerza para moverlos.

-¡Madame Pomfrey! ¡MADAME POMFREY!- Grito asustada. Menos mal que estoy sola. Siento como el miedo me oprime el pecho y no puedo respirar.

-¿Que pasa?-Dice preocupada.

-¡¿Por qué no puedo mover las piernas?! ¡¿Me he quedado paralitica?!-Le grito al borde de las lágrimas. Sabia que no tenia que volar, lo sabia. Tengo demasiada mala suerte para que algo me salga bien.

-¿Qué? No, no. Tranquila. Es una parálisis temporal. Te diste muy fuerte en esa área de la cabeza.

-¿Pero podre andar de nuevo, verdad?-Digo aun asustada.

-Sí. Pero... tardaras varios meses.-Dice ella sacando una silla de ruedas.-Mientras...

Yo la miro, aun con el pecho oprimido. No puede ser. Merlín me odia, el gato del vecino me odia. TODO EL SANTO MUNDO ME ODIA. O al menos, eso parece. Intento tranquilizarme para que Pomfrey se vaya. Ella se niega a dejarme sola, pero una voz la interrumpe en medio del sermón.

-Poppy ¿se ha despertado ya la señorita Potter?-La voz serena y tranquila del director me pone aun mas nerviosa. Igual tengo que irme a casa. Igual se ha enterado de que puedo congelar cosas. No se de que se ha enterado.

-Director, le dejo para que pueda hablar con ella.

El asiente, y se sienta al lado de mi camilla. Sus ojos azules expresan tranquilad e irradian bondad. Viva, voy a ser poetisa.

-Bueno, ya veo que ha tenido un ligero percance. Me explica como sucedió ¿Por favor?

-Director, creo que ya sabe como sucedió.-Al decir lo dicho, sus ojos expresan un brillo de diversión.

-Si, la verdad es que si. Tienes que controlar tu magia Annie. Muchas personas creen que es peligrosa, e incluso una maldición, pero es algo extraordinario que debes aprender a controlar. Solo con amor y intentos de verdad, podrás dominarla y utilizarla bien.-Sonríe- Bueno, yo me voy, creo que va a tener una estampida de visitas.

Se levanta, me dedica una sonrisa y se va, como si lo que me hubiese dicho fuese lo mas normal del mundo. Intento recapacitar sobre mis poderes "Milagrosos", pero una voz me saca de mis pensamientos.

-¡Annie!-Dice una voz alegre. Me giro y veo a Noa. Ella me abraza y yo también a ella.-Los demás vienen ahora. Me alegro de que te hayas despertado.

-Me tienes que poner al corriente de todo, Noa. Me habré perdido mucho, supongo.-Digo sonriendo.

Ella asiente y me sonríe de vuelta. Entonces las puertas se abren de nuevo y me pierdo en una nube de abrazos. Los gemelos, Moore, Angie, Ali, Kurt, Lee... Estan todos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top