22. Tintes de pelo y lentillas falsas (Parte I)
Maratón. (3/3)
Corro hacía el segundo piso, sin pensarmelo dos veces. Por suerte, no hay nadie, ya que el segundo piso suele estar desierto si no es para clases, y como que son las seis de la tarde. Entro en el baño de Myrtle la llorona, la cual extrañamente no esta por aquí hoy. Me apoyo en el lavamanos mas alejado de la puerta y me siento en suelo, metiendo mi cabeza entre mis piernas. Entonces escucho como la puerta se abre de nuevo.
-¿Annie?-Pregunta Kurt con voz serena. Yo hundo mas la cabeza entre mis piernas, y suelto algo incomprensible en francés.- ¿Estas bien?
-Debería decir que sí, pero no quiero mentir con nada mas.-Digo aun sin mirarle. Oigo como suspira y noto como se sienta junto a mi.
-Esto... Solo lo se yo. Solo lo he visto yo. Nadie mas.-Dice el intentando tranquilizarme.
-¿Estas seguro?-Digo levantando la cabeza al final. Veo como mechones blancos se sueltan de mi coleta mal hecha, así que suspiro y me los quito de delante, intentando meterlos de nuevo en la goma.
-Segurisimo. Pero igualmente, deseo una explicación sobre tu cambio de pelo radical. Y que casi congelas todo el lago. ¿Que es todo esto, An?-Me pregunta confundido. Yo suspiro.
-No se a que se debe lo del pelo. Pero te puedo explicar porque casi congelo el lago. ¿Sabes lo que es la magia blanca?-Le pregunto mirando la pared del baño. Se me hace raro no oir a Myrtle llorando y sollozando sin parar.
-No.-Me dice con sinceridad.
-La magia blanca es el poder de controlar los elementos sin varitas o magia negra.
-Por algo que llama magia blanca.-Me dice riendo. Yo le miro y me rio un poco también.
-Pues resulta que aquí servidora, posee esa magia blanca.-Digo suspirando- Y es una mandarina. ¿Te digo por qué? Porque no puedo controlarlo cuando mis emociones son muy extremas, como cuando he visto el recorte del periodico del colegio, al ver a mis padres y a todos tan felices. Porque es injusto que no haya podido crecer con mi familia. Es malditamente injusto, Kurt.-Digo a punto de llorar. Noto mi vista borrosa, a causa de las lagrimas que estaba conteniendo.- Y todo esto por un calvo sin nariz que no tiene nada mejor que hacer que matar gente.
Me quito las gafas y me seco los ojos con la manga.
-No te puedo decir que lo entiendo, ni lo pienso hacer.-Me dice suspirando- Porque no se lo que sientes, y espero no sentirlo. No se lo que no es tener familia. ¿Pero sabes qué?-Me pregunta mirandome.
-¿Qué?
-Yo sere parte de tu nueva familia. Y Fred, George, Moore, Alicia, Angelina, Noa y muchos mas. Y no te olvides de Harry, An. El también te quiere.-Dice sonriendo. Yo le abrazo sin poder contenerme.
-Eres de lo que no hay.-Digo entre llanto y risa.- Eres un pirado.
-Habló.-Dice el riendo.-Vamos, levantate. Pediremos ayuda a Dumbledore.
-Buena idea.-Digo secandome los ojos. Me levanto y me miro en el espejo sucio del lavamanos. Tengo el pelo casi blanco, como la mismisima nieve. Y mis ojos son también blancos, pero al menos tienen algo de celeste, haciendo que se parezcan al hielo. Aparto la vista del espejo y miro a Kurt, que me mira con una ceja levantada.
-Se te nota que... bueno.-Dice señalandome la cabeza. Yo me río.
-¿De verdad, Kurtis?-Digo con tono asombrado-¡No me he enterado!
-No me llames Kurtis, Anitx.-Dice mirandome y riendo.
-Mal mote.-Digo yo negando con la cabeza. El se da con la mano en la cara y yo me río de nuevo.-Ayudame a llegar al despacho de Albus sin que se note el cambio radical.
-Eso va a ser misión imposible, pero vale.-Dice mientras se saca la sudadera. Me la tiende.-Ponte la sudadera y la capucha, así al menos no se te verá el pelo lleno de canas.
-Muchas gracias por tu cumplido...-Digo poniendome la sudadera. Me hago una coleta baja y me pongo la capucha. Cuando me miro en el espejo, no se ve apice de las canas que hace unos momentos cubrian todo mi pelo. Sonrio.- Gracias de veras, Kurt.
-De nada Annie. Ahora vamos.-Dice él empujandome hacia la puerta. Yo miro a ambos lados del pasillo y cuando veo que no hay nadie, salgo corriendo junto a Kurt hacia el despacho de Albus.
-¡Au!-Exclamo cuando me doy contra alguien y caigo al suelo. Me froto la cabeza y me pongo bien las gafas, para ver quien ha sido el torpe que se ha chocado conmigo.-¿Cedric? ¿Estas bien?
-Sí... Tranquila.-Dice aun con los ojos cerrados. Cuando los abre y me ve, los abre aun mas.-¿Annie? ¿Que te ha pasado? ¿Tus ojos?
Yo me rasco la cabeza y miro a Kurt en busca de ayuda.
-Pues pasa que...-Empiezo un poco perdida.- Que hemos estado probando lentillas para el Halloween del año que viene.
¿Qué excusa mas mala es esa, Annie?
Ahora no conciencia.
-Exactamente. Queriamos ver si Annie de veras se veía terrorifica. Ya sabes... Los gemelos y ella ya preparando bromas desde meses atras.-Dice Kurt sonriendo. Cedric nos mira extrañado.
-Pues vaya.-Dice al final relajandose- Si quieres mi opinión, sí que das miedo...
-Gracias Cedric, adios.-Digo cogiendo a Kurt de la manga y arrastrandolo fuera de allí.
-Has sonado hiper borde.-Me dice él.
-Bueno, como si eso fuese lo mas importante ahora.-Digo rodando los ojos.
Al final llegamos a la gargola, sin que nadie nos interrumpa.
-¿La contraseña?-Pregunta entonces Kurt.
-Oh dios, venga ya.-Digo dandome con la cabeza en la pared.
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