(Maratón 3/3)

Ya es 30 de Noviembre. Hoy tengo cita en San Mugo. Hoy decidirán que hacer con la silla de ruedas y mis piernas. Y aquí estoy, en la sala común, decidiendo a quien voy a llevarme como "soporte" si las cosas fuesen mal. ¿Enserio? ¿Tan torpe se creen que soy? Malditos...

-¿Y si no me llevo a ninguno de los dos?-Digo sonriendo. Ellos me miran con una ceja levantada.

-Y...

-A quien...

-Piensas...

-¿llevar?-Preguntaron los dos al unisono.

-Em... buena pregunta... pues tengo a Moore, a Noa, a John, a Cedric, a Kurt, a Lee...-Digo enumerando los nombres. Ellos ruedan los ojos, molestos.

-Bien, ya hemos entendido. No nos quieres.-Dice George dramatizando.

-Ps, obvio que no. Os odio.-Digo sonriendo.

-Al menos déjanos tener nuestro momento de divas.-Dice Fred haciendo una mueca mientras yo me rio.

-Podéis veniros los dos-noto como sus ojos se llenan de un brillo extraño, muy conocido por mi- Nada de bromas.

-¿Pero tu te haces llamar merodeadora?

-A mucha honra, además.-Digo inflando pecho- Pero este no es el caso. Sabéis que amo las bromas, pero mis piernas y mi vida sin golpes innecesarios depende de esto.

-Vale, ya hemos entendido. Ahora ¿nos podemos ir ya?

Yo ruedo los ojos mientras salgo por el hueco del retrato seguida por los gemelos. Cuando llegamos a la enfermería, veo que Pomfrey esta al borde del estrés.

-¿Pero nadie avisa sobre los colmillos de salamandra? Son venenosos. Snape... ya hablare con el...-Murmuraba por lo bajo.

-¿Madame Pomfrey?-Ella levanta la vista y se encuentra con nosotros-Es para ir a San mugo...

-Oh cierto. ¿Ves esa cortina de allí?-Yo asiento- Es un traslador que te llevara al hospital. Que tengas suerte.-Dicho esto vuelve a atender a los demás alumnos.

-¿Que es un traslador?-Pregunto confundida.

-Digamos que es una forma de transporte.

-A esa conclusión ya había llegado, Fred.

-Lo tocas, sientes como si fueses a vomitar, te sueltas y boom, estas en San Mugo.

-Ah, vale. Gracias George.

Los tres nos encaminamos a la cortina y nos agarramos a ella. Al principio solo veo un torbellino de colores para después solo ver un blanco que ciega la vista.

-¡Ahora! Suelta...-Oigo que dice Fred. Yo suelto el traslador y caemos en un frío suelo de mármol.

-Creo que voy a vomitar...-Digo cerrando los ojos y respirando.

-Uno se acostumbra...-Dice ¿George? Sí, creo que sí. Abro los ojos y veo que estamos en medio de un pasillo, tirados como si nada. Miro a ver si encuentro la silla de ruedas pero no lo veo por ninguna parte.

-Ya... ¿Chicos? La silla de ruedas se ha quedado en Hogwarts.-Digo nerviosa.

-Voy a buscar a una enfermera...-Dice George levantándose. Desaparece por el pasillo para después aparecer con una mujer de unos cuarentaipicos años, de pelo rubio y ojos azules. Me suena de algo.

-Vale... Hola, pequeña.-Dice sonriéndome.-Voy a levantarte para hacerte esas pruebas ¿vale?

Voy a replicar por haberme hablado como niña pequeña pero me callo y asiento. Ella me coge en brazos y me lleva a una sala completamente blanca.

-Voy a hacerte varias pruebas, tal vez alguna te duela, pero seguramente no.

-Eso es que va a doler mucho.-Digo haciendo una mueca. Ella solo ríe.

-Si quieres algo, como quejarte porque te duele, soy Annabeth Moore ¿vale?

-¿Moore? ¿Ha dicho Moore?-Digo sorprendida. Ahora me acuerdo de porque me suena... Se parece al hermano de Lea.-¿Es la madre de Lea?

-Oh, veo que conoces a mi hija.-Dice sonriendo.-Sí, soy su madre.

-Pues encantada.-Digo sonriente. Ella sonríe también y se va. Ahora entiendo a que se refería Lea al decir que no se parece a nadie de su familia. Nunca había visto polos tan opuestos. Pero algo me saca de mis pensamientos, algo así como una luz verde. Yo cierro los ojos y me preparo para lo peor. Entonces solo oigo a la madre de Lea decir...

-¡Ya esta Annie! Ahora vamos.

-¿Que? ¿Ya esta? Si han sido varios segundos.-Digo confusa.

-Oh, eso es lo que parece, pero has estado quince minutos adentro.

-Ya, bueno, da igual. ¿Me va a quitar la silla?-Digo esperanzada.

-Ahora vamos a comprobarlo.-Dice con una sonrisa, mientras me ofrece una mano.- Vamos a ver si te puedes levantar.

Yo trago saliva y cojo la mano que me tiende Annabeth. Saco a flote ese lado Gryffindor y intento levantarme. Pongo los pies en el frío mármol y siento como mis pies se encojen por el frío. Suspiro y hago toda la fuerza posible para levantarme. Todavía con los ojos cerrados, oigo como Fred y George empiezan a gritar.

-Sí...

-lo...

-¡CONSEGUISTE!-Dicen al unisono, de nuevo.

Entonces abro los ojos y miro de una perspectiva un poco mas alta todo lo que me rodea.

-¡SÍ! ¡BUEN VIAJE MALDITA PARÁLISIS!-Grito feliz. Doy unos pasos pero entonces me resbalo con un charco de agua.-Maldita sea...

-¿Lady Potter estas bien?-Dice George preocupado. Yo consigo levantarme y sonreír.

-Obvio que estoy bien, par de inmaduros, puedo andar.-Digo riendo y abrazándoles. Annabeth nos mira mientras nos entrega la cortina.

-Bueno pues, buen viaje.-Dice sonriendo- Y Annie ¿puedes decirle a Lea que me conteste las cartas, por favor?

-Sí, claro que sí.

Siento como volvemos a trasladarnos a la par que tocamos la cortina, pero me da igual todas las nauseas que siento, o quepo en si de la felicidad. Por fin puedo andar de nuevo ¡malditas playas! (Sí, ya se, viva los modales.)