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71. Princesita.

Cómo era de esperarse, los chicos hicieron una fiesta para celebrar en grande la historia.
Había chicas lindas, alcohol disfrazado con ponche, música a todo volúmen y no sé que más.
Al presumirse frente a las chicas, se veían demasiado ridículos.
El ambiente no me pareció cómodo así que decidí retirarme, aunque si Robby estaba pasando el rato, no lo invitaría a acompañarme si no quería.
Sam llegó en Uber, y se veía como una Diosa —la ví desde la escalera— y entró con mucha decisión. ¿Acaso va por Miguel?

Decidí no tomarle importancia pero me sorprendió verla salir prácticamente corriendo mientras parecía que lloraba.
Bajé los pocos escalones que había subido y me dirigí hacia ella, pero a sus espaldas apareció Tory y un nudo en mi estómago se formó.

—LaRusso —ella la llamó.
—¿Qué haces aquí? —por el tono de voz de Sam supe cuáles eran sus intenciones, o quizás deseos.
—No vine aquí a pelear, vine a hablar. No perdiste en el All Valle y —la expresión de Sam fue de confusión.
Y por la tensión de su cuerpo supe que sí quería pelear.

¿Por qué los adultos nunca están cuando quieren pelear?

—Sam.
—Habla.
—Silvers compró al referí, lo supe luego del torneo, yo... —ni siquiera dejó que Tory terminara cuando ya se le había echado encima.
—¡Sam!

Logré separarlas, dejando una a cada lado, aunque mi mano no se apartó del pecho de Sam.

—¡Supiste todo el tiempo que Silvers compró el torneo y no hiciste nada!
—¡Pelea! ¡Pelea! —y los idiotas en vez de separarlas, las impulsan a pelean.
—No sabes lo que dices, he lidiado con mucho —Sam me empujó hacia un lado y caí tropezando con una botella de vidrio, ella se abalanzó sobre Tory, lanzadole golpes sin piedad, pero con rapidez me puse de pie, tomando su mano para hacerle una llave.
—¡Cálmate, maldita sea! —a pesar de que la sujetaba con fuerza, forzajeaba como si se tratara de un animal.
—¡Toda mi familia ha sufrido por tu culpa!
—¡Ella no podía hacer nada! —en ese momento ella dejó de moverse y la solté, pero la mirada que me dió, me indicó que no dejaría de pelear. O al menos ya no con Tory.
—¿Tu lo sabías, Annie? —sus palabras salieron como veneno.
—Lo supe hace poco, pero tú no entiendes nada. Siempre te has preocupado por ti ¡pero hay quienes tienes verdaderos problemas! —Robby y Miguel iban a acercarse, pero negué hacia ellos, deteniendolos.
—Jugó sucio contra mí y jugó sucio contra ti.
—¿Y? ¿No has pensado en como se sintió después de saberlo? ¿Crees que el trofeo tiene el mismo valor que antes de saber que Silvers compró el torneo?
—A mi no me importa el trofeo.
—A ella si, y la victoria también, Pero fue su mismo Sensei quien le quitó el valor desde el inicio.
—Nunca dejaste de ser Cobra Kai —sus palabras encendieron una llama en mi pecho, una que no había sentido hace mucho.
—Y tu no has dejado de ser una princesa que lo quiere todo a costa del sufrimiento de los demás —al parecer a ella le dolió más lo que yo me dije, porque soltó un grito de enojo y me atacó. Me moví rápidamente hacia un lado, empujándola por la espalda para que chocará contra el contenedor de basura— vamos princesita, sin referí ni puntos, solo tu y yo —no se si estaba más enojada conmigo o con Tory, pero nunca la había visto tan loca— golpeame, hermanita.

Y Sam decidió venirse con todo, aunque qué diablos, he peleado con chicos más grandes que yo, sobreviví a una caída, me auto apuñalé la cara, y casi asfixio a mi ex que ya no es mi ex en la playa. Sam será pan comido.

Ella estaba preparada para atacarme, porque papá le entrenó para el torneo, pero se concentró tanto que se olvidó de mí y me dejó de lado, Así que aproveché el tiempo libre para practicar algo más que karate, y Sam no sabe eso.

Ella tiró los primeros golpes que yo bloqueé, tiró una patada pero me moví a un lado dejándola pasar. Subí mis puños en alto, a la altura de mi rostro, y avancé dando pasitos, a ella la desconcertaron mis movimientos sin embargo siguió atacando. Sus puños chocaron contra mis antebrazos al cubrirme el rostro, Y aproveché su descuido para dar media vuelta y darle con el codo cerca del ojo, lo que la obligó a retroceder.

—Annie —me advirtió Miguel.
—No voy a lastimar a tu novia, solo la pondré a dormir.

Sam esta vez ya no avanzó, por lo que fui rápida y le dio una serie de golpes que ella bloqueó dándole confianza, y en su primer golpe, tomé su brazo, enredé el mío por debajo y lo presioné hacia su estómago empujando su cuello de paso con mi otra mano mientras le aplicaba una llave.

—¡Estás loca!
—Si, y te metiste con la chica equivocada —la solté y empujé, pero no captó mi advertencia de detenerse. Se dejó venir con tres patadas que de nuevo bloqueé, tiró un golpe a la altura de mi cuello y lo desvié, pero dio una patada con giro empujándome hacia el contenedor de basura. Saltó para darme con la rodilla, pero la detuvo empujándola con ambas manos, giré por abajo de su brazo y la tomé por el torso y brazos haciéndole una llave para contenerla— ya basta, controlate.
—¡Suéltame, maldita traidora! —moví uno de mis brazos dirigiéndolo a su cuello mientras bloqueaba su agarre e hice suficiente presión para sofocarla.
—¡Annie! —gritó Miguel, pero entre Robby e Eli lo detuvieron.
—¡Cierra la boca! —Sam comenzó a falsear, pero con tuve mi agarre fuerte, sin embargo al ver a Tori se descontroló de nuevo y volví a apretarla— será mejor que te vayas —le dije a mi amiga. Al ver que se iba a Sami intentó zafarse nuevamente, Así que con mis rodillas golpeé la parte trasera de sus piernas haciendo la caer, yo me quedé con ella y con mis piernas enredé su cadera y con una de mis manos la dejé totalmente inmovilizada, como si yo fuera una boa— ya basta.

Lo segundo es que parecieron meter más pasaron, y sentí que se calmó aunque no estaba segura de soltarla.
Cuando apareció que ya se dio por vencido, decidí soltarla y me puse de pie. Le tendí mi mano para que se parara, y ella la miró y luego a mí, tomó mi mano pero en vez de pararse me jaló hacia el suelo. Ella se puso de pie y yo también iba a hacerlo, pero me pateó en el pecho echándome hacia atrás, y de no ser por Eli y Miguel, ya la tendré encima de nuevo.
—¿Estás bien? —Robby me extendió la mano y me puse de ese pie mientras me revisaba por completo.
—Sam está poseída —dije revisando mi codo, el cuál tenía un raspón—no se quien es ella, pero ella no es mi hermana.
—Mejor vámonos —y de por sí si el ambiente es de la fiesta no me había gustado el inicio, ahora ya ni siquiera quería estar en el mismo lugar que Sam.

Yo sé que todos estaban esperando este momento 🗿

La pelea de las hermanas LaRusso
Estuvo medio pedorra pero algo es algoo
Creo que más adelante deberían tener otra, o quizás hacerle como un capítulo especial, no se que opinen, quiero ver a Annie dándole en su mandarina a la Samanthaa

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