53. Annie enciende la llama del Halcón.

Tal como dijo Eli, para celebrar su triunfo fuimos a comer a un restaurante de comida mexicana. Se le notaba a kilómetros lo feliz que estaba, a pesar de que Miyagi Do no ganó los dos triunfos, y hablaba sobre cómo se sintió pelear con Robby por segunda vez.

-¿Sabes? -dijo después de beber agua fresca- se sintió raro pelear con Keene. El torneo pasado yo era Cobra Kai y el Miyagi Do y ahora fue al revés.
-Ahora él fue el psicópata y tú el sano.
-¿Cuál fue la mejor parte de la pelea?
-¿La que más me gustó? -asintió- cuando ambos saltaron al mismo tiempo, pero tú lo pateaste.
-El salto con patada, si, fue genial. ¿Y cuando gane?
-Paso demasiado rápido que no lo disfruté.
-Pero ¿esperabas que ganara?
-Es... Esperaba que la pelea estuviera buena, pero estuvo sensacional, no había visto nunca que se terminara el tiempo así que será inolvidable.
-Lo bueno es que él no hizo trampa.
-Robby será todo, incluso vengativo, pero no es ni mentiroso ni tramposo.
-¿Lo conoces bien?
-Ni tan bien. Es... Es bueno y noble, pero cuando se enoja pierde la cabeza.
-Por eso los tiró a ambos de la escuela -suspiré, ¿acaso Eli está tratando de hacer que vea a Robby como el malo?
-Él... No creo que haya sido su intención. Realmente no sé cuál fue el motivo de su pelea con Miguel, porque si lo vemos desde la perspectiva de la justicia, Sam fue la culpable. Robby y Miguel no tenían que pelear por ella. Creo que el enojo iba por el sensei Lawrence.
-¿Por qué?
-¿Te has dado cuenta como trata el sensei a Miguel? -asintió- Robby estaba celoso, porque él nunca tuvo un padre. Yo sabía de su enojo hacia Miguel, pero nunca lo dijo frente a mi porque Miguel es mi amigo.
-¿Crees que soy mejor que él?
-Por qué me preguntas eso -le reclamé riendo de forma nerviosa- es como si yo te preguntara quien es mejor ¿si Moon o yo?
-Obviamente...
-No quiero saberlo -lo interrumpí- porque realmente no me interesa eso. Y si vamos a seguir hablando de Robby, mejor ya no quiero decir nada.
-Esta bien. Lo siento -suspiré- pero es que tengo miedo a que me dejes por él.
-Depende -levanté la mirada de mis tostadas y vi que Eli tenía el celo fruncido- no es cierto, estoy jugando.
-Ahora tendré que cuidar todos mis movimientos.
-¿Me crees capaz de cambiarte por él?
-Ya lo hiciste una vez -fruncí el ceño y al instante el bajó la mirada apenado.
-¿Cómo qué ya lo hice alguna vez?
-Bueno... Es que me gustaste desde que te conocí -abrí levemente más mis ojos- y... Yo entré a Cobra Kai por ti, porque sabía que entrenabas ahí, pero después me gustó y me quedé, lo que me volvió un brabucón.
-¿Por eso te enojaste cuando me salí?
-Si, sentí que además de darnos la espalda, me cambiaste por Robby.
-Pero te seguía tratando igual.
-Si, como amigo. El cambio que hice, de ser una nenita a ser un bullying fue para llamar tu atención.
-¿Y Moon?
-Después también me gustó y fue más fácil estar con ella, pero se volvió pacifista y yo era un psicópata.
-Y después me odiaste.
-No te odiaba. Odiaba la idea de que estabas con Keene y en otro dojo. Las veces que peleamos, siempre terminaba arrepentido.
-Y por eso al día siguiente me pedías perdón.
-Si. Y cuando hice lo de Demetri, y el ver tu mirada y que me llamaste "Monstruo", me dolió. Y luego, después de todas las tonterías que hice, siempre estabas ahí. Por eso me enamore de ti.
-Oye, si no vemos así, Demetri ha estado más veces que yo, así que...
-No, cállate, es mi mejor amigo -reí por su reacción y tras finalizar la plática seguimos comiendo.

Después de haber comido fuimos a caminar a la playa mientras veía el mar.

Es muy hipócrita de mi parte ponerle una sonrisa a Eli cuando en realidad estoy molesta por lo que pasó en el torneo.
Recordar las expresiones de Silvers cuando peleaba con Tory, me da rabia. Él sabía muy bien que el referí no estaba jugando limpio y no dijo nada.

Calvin Weller hubiera dado con el culpable hasta cansarse, pero bien dice el dicho: caras vemos, corazones no sabemos.

-Annie -parpadee un par de veces y me di cuenta que iba muy inmersa en mis pensamientos.
-¿Qué?
-Te llame varias veces. Parecías luchar contra tu mente.
-Ah. Perdón. ¿Qué decías?
-Te preguntaba si quieres ir a casa.
-Eh... ¿A la tuya o a la mía?
-Donde quieras.
-¿Podemos ir a la mía? -él asintió.

Regresamos a dónde estaba la motocicleta de Eli y subí detrás de él, aferrándome a su espalda.
Pronto llegamos y ambos bajamos.

-¿Está todo bien? -me preguntó cuándo le di el casco.
-Si, vamos.

Eli caminó detrás de mi y llegamos a mi departamento.
Que bueno que Zoe tuvo que salir.

-¿Quieres algo de tomar?
-No gracias -dejó las llaves de su moto en la barra y me miró- ¿segura de que está todo bien?
-Si, muy segura.
-Ok.

Ambos nos quedamos en silencio, sin hacer nada, y de pronto él se arrojó a mis labios y le seguí el ritmo.
Un beso desesperado nos estamos dando, damas y caballeros.

Eli posó sus manos en mis caderas y comenzó a bajar lentamente, por lo que di un salto enredando mis piernas en sus delgadas y fuertes caderas.
Con pasos torpes, dándome cuenta de que quizás no soporta todo mi peso, caminó hacia el pasillo de las habitaciones y yo empujé con el pie la de la mía y entramos.

Recordé que había dejado unos tenis a medio camino, por lo que iba a decirle que fuera con cuidado, pero los piso y tropezó.
Literalmente volamos hacia la cama porque se impulsó un poco para no matarnos.

-El vuelo del halcón -le dije entre quejidos por haberme aplastado.
-No se reírme o irme por la vergüenza.

Sentí su cuerpo tenso, quizás por la vergüenza, pero cuando comencé a reír se relajó.

-Somos malos en esto.
-Ni que lo digas.

Nos quedamos así por un momento y luego Eli se quitó de encima de mi acostándose a mi lado.

-Quería que vieras en acción mi tatuaje.
-¿El que dice "Annie enciende la llama del Halcón"?
-Si, creo que en unos años me arrepentiré de habermelo hecho.
-También me arrepentiría -ambos reímos y suspiramos al mismo tiempo.
-En el torneo pensé que esto sería especial, nunca imaginé que terminaríamos apagando la llama por tu tenis -sentí mis mejillas coloradas.
-Ayer llegué, lo aventé y está mañana no lo recogí -reímos de nuevo- Eli.
-¿Si? -si voz sonó un poco más tranquila.
-¿Por qué te empeñas en ser tan lindo conmigo?
-Porque me gustas Annie -lo miré de reojo y tenía sus ojos cerrados. Poco a poco comenzaba a quedarse dormido.
-¿Y crees que lleguemos a la universidad juntos?
-No lo sé, quizás si. Quizás no. Pero quiero que seas mi mejor amiga toda la vida.
-¿Me prefieres como mejor amiga o como novia?
-Mejor amiga -fruncí el ceño y ahora sí lo miré. Está dormido.

¿Realmente me quiere como mejor amiga?
Porque ahora que estamos aquí, creo que lo que tengo con Eli es sólo capricho. Si me gusta, pero no puedo ser capaz de pensar algo más allá.
No imagino algo más allá de dos meses y no quiero que después de ese tiempo vayamos a estar mal.

De hecho, ni siquiera hubo un "¿Quieres ser mi novia?"
Simplemente comenzamos a salir, después vinieron los besos y abrazos, mimos, etcétera.

¿Quiero a Eli? Claro que sí, así como a Miguel y Demetri.
¿Amo a Eli? También, porque estoy dispuesta a lo que sea, así como amo a mi familia y amigos.
¿Estoy enamorada de él? No, y me duele pensar que él si este enamorado de mi.

Eli no es el mejor eligiendo tatuajes jajajajaja