38. Visita peligrosa

¿Unir a Miyagi Do Karate con Colmillo de Águila?
Esto si que es más loco que pensar que un día lucharán juntos Marvel con DC.

Y lo dice alguien que ha estado en ambos equipos.

—Sam, esto será una locura. Para empezar ¿cómo convencerán al sensei y a papá de trabajar juntos? Ellos son como perros y gatos.
—Tiene que funcionar. La única manera de frenar a Cobra Kai es si luchamos unidos.
—No llevan 5 minutos aquí y ya quieren matarse.
—No sé cómo decirlo más fácil. Colmillo de águila y Miyagi do deben trabajar juntos —dijo Sam. En cierto punto tienes razón, pero para conseguir esto se requiere mucho esfuerzo.
—Aunque nosotros quisiéramos nunca funcionará. Estuve en Cobra Kai y su estilo se combina con...
—¿Aceite y vinagre?
—No. No aderezo para ensaladas. Diría más como los British Bulldogs y los Hart Foundation.
—Eran amigos, idiota.
—No siempre lo fueron, aliento de gorila.
—Oye, no puedes llamarme así, solo ellos pueden llamarme así.
—¿Por qué aceptas que alguien te llame aliento de gorila?
—¿Sabes que? Al diablo con esto. Vamos, vengan.
—Que estupidez —rodeé los ojos.
—¡Oigan nenitas! —Demetri se paró sorprendiendome— esto es justo lo que quieren esos idiotas de Cobra Kai. Cómo eras uno de ellos también eres un idiota, tu también —señaló a Chris.
—No soy un idiota.
—Yo también. Tu no Annie —asentí levantando mi dedo pulgar— bueno, al menos quise ser uno de ellos. Pero ahora Cobra Kai es la peor colección de imbéciles del valle. Dirigida por el rey de los imbéciles. Y si nos fucionamos con Colmillo de Águila, un nombre algo raro por cierto, así evitaremos que nos sigan acosando. Y seremos unos imbéciles y no lo hiciéramos. Disculpe por todos los imbéciles. Normalmente me enorgullezco de mi gran elocuencia, pero es un momento emotivo.

Aliento de gorila y Bert se sentaron y sonreí.

—Ya escucharon al hombre —dije poniéndome de pie— ¿por dónde empezamos?

Nos reunimos en la mesa para hablar del tema pero me llamó la atención un ruido afuera. Bert se paró para abrir la puerta, pero luego atravesó la ventana y Cobra Kai entró.

—Fuera de la revancha, Rhea —dijo Kyler— vamos.

Por la otra puerta entró Tory con otros chicos.
Ellos nos rodearon, lo que significa una cosa: pelea.

—Supe que darían una fiesta. Esperemos que podamos unirnos.
—Tory, no tienes que hacer esto.
—Ya es muy tarde. Esto termina hoy.
—Yo pienso que sí —ella me miró— nos hacían falta los payasos y llegaron.
—¡Sin piedad! —supe que eso le hizo enojar y se dirigieron a atacarnos.

Aunque no debo de pelear por la condición que impuso Zoe, no puedo dejar a mis amigos.
Miguel peleaba con Kyler, aunque no le estaba llendo tan bien. Chris y Aliento de Gorila peleaban contra otros chicos. Bert y Josh fueron a dar contra el pino navideño arruinandolo. La infinita pelea entre Tory y Sam se llevaba a cabo en la cocina. Yo luche contra un idiota que no paraba de decir lo lindos que nos veríamos juntos si me unía a ellos. Ya me había cansado sus tonterías, por lo que corrí alejándome de él, pero salte por la pared para después enredar mis piernas en su cuello, hacerlo girar y darle un golpe en el rostro.

Corrí hacia donde Miguel y Kyler, y tomé unas frutas que estaban en la mesa. Le lance una a Kyler dándole en la cabeza.

—Deja —le lance otra— de —otra más— golpear —le lancé ahora una naranja— a —otra— mi —una más— amigo —la última— de una vez.

Miguel empujó a Kyler haciéndolo caer sobre una mesita de cristal.
Busqué con la mirada a Sam, pero no la encontré, y por lo tanto tampoco a Tory.

No quiero que Sam salga herida de nuevo.

El único lugar que queda es el dojo de papá, y de seguro están ahí.
Iba correr así allá, porque no quiero que se repita la historia, pero noté qué de nuevo golpeaban a Demetri y lo sostuvieron como aquella noche cuando le rompieron el brazo.

-l—Oye Halcón, todo tuyo —vi a Eli y su semblante me dió miedo. Me apresuré a correr para evitar otra catástrofe, pero me detuve en seco cuando saltó y atacó a sus compañeros.

—Amigo, discúlpame, por todo. ¿Quieres ayudarme a ganar esto?
—Si —una sonrisa se me escapó cuando lucharon juntos, pero tuve que reaccionar antes de que me dieran un golpe.

Eli me miró, y yo a él, le sonreí y asentí dando a entender que todo estaba bien, pero su expresión cambio a una de terror.

—¡Cuidado! —giré a tiempo cuando me quisieron romper un jarrón en la cabeza y golpeé el brazo del chico para que lo soltara. Eli pasó a mi lado y le dió una patada en el pecho. Me miró queriendo decir algo a lo que entendí y me tomó de un brazo y la cintura para que pudiera darle una patada en el rostro y acabarlo— hacemos un gran equipo.

—Ya lo creo.
—¿Y Sam? —preguntó Miguel y abrí mis ojos como platos.
—Siganme —corrimos hacia el mini dojo y el alma me volvió al cuerpo cuando ví a Tory acorralada contra la pared.
—Chicas, paren —dijo Miguel.
—Tory, la pelea terminó.
—Esto no ha terminado. Esto nunca terminará LaRusso ¿me oyes?
—Sabes dónde encontrarme.

Tory se acercó a Eli y Miguel viéndolos los odio.

—Traidores. Será que mejor que te cuides.
—Adelante princesa —le dije— sabes dónde está la salida.

Ella me miró con odio a lo que le guiñé un ojo y se fue. No quería terminar así con ella, pero está tan enojada que no acepta ayuda.

A la media hora de lo sucedido, Amanda y papá llegaron, y al ver la puerta abierta, corrieron hacia adentro.

—¿Que sucedió?
—Cobra Kai -limpiaba con un algodón y agua oxigenada la ceja de Demetri.
—¿Están bien? ¡Daniel, a dónde vas! —papá salió hecho una furia hacia su auto. Va al dojo de Cobra Kai— ¿están bien?
—Eso creo. Lo siento Amanda, la casa...
—Eso no importa. Lo que importa es que estén bien.
—Debemos parar a papá —dijo Sam— cometerá una locura.
—Es su pelea.
—Pero debemos pararlo —Sam fue hacia su auto- arreglaremos esto.

Miguel la siguió y ambos se fueron.

—Annie —dijo Demetri— ¿esto funcionará?
—No lo sé —miré a Eli— pero si unimos fuerzas derrotaremos a Cobra Kai.
—Yo pienso que sí.
—La unión hace la fuerza. Cobra Kai morirá.

Yujuuuuu

Oh sí
Ajá
Oh sí
Ajá