34. Monstruo.

Llegué adónde Chris trabajaba y me bajé del taxi casi corriendo. Divisé y grupo de amigos y a Sam, y corrí detrás de ellos. Se acercaron a Chris y él les explicó dónde estaban.

—¿Cuántos son?
—Cuatro.
—Somos cinco, tenemos ventaja.
—Sam -ella me miró- no lo hagas.
—¿Qué haces aquí? —podía sentir cuan molesta estaba.
—Impidiendo que salgan heridos.
—No deberías estar aquí.
—Pero ya lo estoy. Vámonos.
—No. No podemos permitir que Cobra Kai siga siendo esto.
—Y yo no puedo permitir que lo hagas.
—Puedes irte si quieres. Pero yo no voy a irme.

Todos caminaron detrás de Sam y no tuve más remedio que seguirlos. Fueron a la parte de atrás dónde estaba la expansión del lugar y Chris apagó las luces.
Ellos se colocaron frente a frente con Cobra Kai.

—¿Que quieres? —dijo Eli.
—Desquite —dijo Sam.

Todos empezaron a pelear.
Por un segundo Cobra Kai fue perdiendo, yo no me acerqué a ellos ni los toque. Solo veía pelear a mis amigos como si fueran animales. Sam no parecía ser la chica que conocí. El odio te vuelve un monstruo.

—Sam LaRusso —reconocí la voz de Tory— ¿dónde estás perra?

Cuando el resto de Cobra Kai llegó, Sam se oculto repentinamente por el miedo a Tory. Yo me acerqué a ella cuando se le dificultaba respirar y la tomé de la cara.

—Sam, mírame, mírame —traté de llamarla— respira conmigo. Vamos, tu puedes.

Ella no reaccionó. Si no respira va a perder el conocimiento. Probablemente me odie, pero es necesario hacerlo. Tuve que darle una bofetada y así reaccionó. Comenzó a llorar y sólo la abrace, pero tuve que dejarla cuando escuché los lamentos desesperados de Demetri.

—¡Detente Eli! ¡Por favor, no lo hagas! —corrí hacia allá cuando lo vi sosteniendo el brazo de Demetri, me apresuré a apartarlo, pero los chicos de Cobra Kai me alejaron y uno de ellos me golpeó en el estómago.
Al instante caí de rodillas por el dolor y me recarga viendo que el vendaje no se manchaba de rojo. Con suerte no se me saltaron los puntos.

—Eli —lo llamé— no lo hagas, por favor.
—¡Detente!¡Soy yo, no lo hagas!

—Hazlo, acábalo —le dijeron sus compañeros.
—No lo hagas —le dije pero me ignoró— ¡No lo hagas, Eli!

Escuché el sonido del hueso rompiéndose y no pude evitar llorar. Me acerqué a Demetri a gatas y sostuve su brazo para que no lo moviera mientras él se quejaba a gritos por el dolor.

—Eres un monstruo —Eli se alejó. Sus amigos lo felicitaron y deseé, por ese momento, tener súper poderes para acabar con todos.
Demetri seguía sufriendo y busqué a Sam con la mirada. Ella se hizo pequeñita en el sitio donde la dejé.

Saqué mi celular y llamé a una ambulancia. Entre Chris y yo pusimos de pie a Demetri, y cuando esta llegó, subí con él y pronto llegamos al hospital. Después el resto llegó con Sam. Ella seguía conmocionada por lo sucedido. No podía dejar de sentirme mal por Demetri. Su mejor amigo desde la primaria le había roto el brazo.

—¿Otra pelea de karate? —Amanda llegó porque le llamé. Me agradeció por aquello— ¿En qué pensabas?
—Mamá —Sam lloró más.
—Oh cariño —Amanda comprendió que algo no andaba bien— ¿Estás bien?¿Están bien?
—Le rompieron el brazo a Demetri. Solo quería demostrar que no nos dejamos intimidar —los sollozos de Sam aumentaron y Amanda la consoló.

Qué fácil es ser la niña de mami.

Tuve que llamar a Zoe por lo que pasó y en cuanto llegó me miró con reproche, pero Amanda le explicó todo y Zoe me abrazó acariciando mi cabeza.
Antes de irme, ví a Demetri y me despedí de él.
Por suerte, los puntos no se me saltaron, aunque si me había dejado un malestar.
Esto que le pasó a mi amigo no va a dejarme tranquila. Ya fue demasiado lejos y no voy a permitir que siga así.

No puede seguir así.

Nooo Eliiii
Por queeeee

Annie no va a perdonarte nunca 😩

Editado