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33. Aprendiendo con Johnny Lawrence.

La cirugía de Miguel fue un éxito. No hubo complicaciones, ni nada por el estilo, y eso fue una gran noticia para todos.
Estuve ahí para cuando despertó y también para cuándo fue dado de alta. Se alegró de saber que ahora soy su vecina. De vez en cuando recibe fisioterapia de un hippie que apoya a su mamá, y hasta donde sé, el sensei le ayudará que tenga fuerza, se ponga de pie y camine.

Yo los voy a ayudar.

Aún no ha vuelto a la escuela por mí recuperación, y mientras Zoe está en el trabajo, yo puedo pasar tiempo con Miguel y el sensei. Además, de qué he visitado Robby cada tercer día y se le nota animado.

Salí del departamento viendo al sensei frente a mi puerta y me extrañé.

—¿Sensei?
—Que bueno que te unes Annie, mira esto —el sensei colgó una revista de chicas en una caña de pescar.
—¿Qué es esto? —dijo Miguel desde abajo.
—Es una colección de las chicas más hermosas de 1988 y no vas a poder verla hasta que la tomes.
—Bien —Miguel estiró su mano, pero el sensei levantó la revista.
—Ah, vas a tener que esforzarte más.
—Sabe qué puedo encontrarlas en mi teléfono ¿verdad?
—No es lo mismo, son más ardientes en papel —reí por eso— pero no lo sabrás a menos de que te muevas, o puedas seguir recibiendo masajes de ese idiota.
—De acuerdo.
—Débil —Miguel se estiró pero falló— ¿Es todo lo que tienes? Creí que eras el campeón.

Miguel suspiró y se levantó ligeramente apoyándose sobre una mano mientras que con la otra se estiraba. Se estiró a más no poder, pero el peso le ganó y se cayó.

—Rayos —el sensei y yo bajamos corriendo, bueno yo casi corriendo.
—¿Estás bien?
—Si —Lawrence levantó a Miguel y lo sentó de nuevo.
—Bien, dame un minuto, lo intentaremos de nuevo. Creo que tengo la colección de Vanna White guardada, eso te animará.
—¿No lo entiende? —Miguel se molestó— podría colgar una Play Station nueva y ni así me levantaría —él se fue y suspiré con una ligera frustración.
—Dele tiempo, entenderá que solo quiere ayudarlo.
—Ojalá tuviera la misma visión que tu.
—No se preocupe —le di un par de golpecitos al sensei en la espalda y me senté en la jardinera.

Otra idea se le ocurrió a Lawrence. Colocó un mini azador en el patio y puso unas salchichas. Miguel nos acompañó de nuevo.

—¿Sabes por qué los llamas Hibachi?
—No lo es, es una parrilla tetera.
—Hace 100 años, en la antigua China, había una aldea de productores lácteos qué vivían de la leche y el queso —fruncí el ceño— pero cuando llegó la sequía necesitaban agua del río y ninguno de los chinos quería hacer su trabajo.
—No creo que sea el término apropiado para llamarlos así.
—Bueno, la gente de China, lo que sea —el sensei está chapado a la antigua— se acostaron en sus hamacas a esperar la lluvia. Un sabio recogió un manojo de ramitas y les puso bajo cada una de las hamacas de los aldeanos mientras dormían. ¿Sabes que hizo?
—¿Encendió el fuego?
—Exacto. De ahí viene la expresión. ¿Sabes cómo se llamaba el sabio? —el sensei se agachó a un lado de Miguel.
—¿Hibachi?
—Si, así es.
—Excepto qué los hibachis son de Japón, no de China. Dónde históricamente no había muchos productores lácteos ni hamacas. ¿Pensó que iba a creer todo eso?
—No —dije— pero fue una buena forma de distraerte.
—¿Ah sí? ¿Qué hizo?
—Prendí fuego debajo de ti —la sonrisa de Miguel desapareció.
—¿Qué hizo qué? —el sensei le aplicó una llave a Miguel para que no usara sus brazos— ¿está loco?
—Depende de a quién le preguntes. Vamos Díaz, mueve la pierna.
—No puedo.
—Si quieres hacerlo.
—No, no, enserio lo intento pero no puedo lograrlo.
—¿Sensei?
—Tranquila Annie. Tengo todo bajo control. Vamos Miguel, dile al cerebro que le diga las piernas que muevan el trasero ¡Concéntrate!
—Bien.
—Vamos —Miguel se esforzó al máximo pero cuando su pie se encendió corrí hacia el extinguidor y jalé el seguro bañando la pierna de aire frío.
—Pensé qué funcionaría —dijo el Sensei.
—¿Por qué no? Mi pierna estaba en llamas y no sentí nada. ¿Por qué nada funciona?... Está bien, creo que tengo que limpiarme antes de que mamá llegué.
—Nos vemos.

Dejé el extinguidor en el suelo y me despedí del sensei.

El resto de la tarde estuve viendo TikTok e Instagram. Decidí preparar un postre para perder el aburrimiento. Cuando estuvo listo, corte un pedazo para Miguel, su mamá y su abuela. Cuando iba a llevarse los recibí un mensaje de Demetri.
Tuve que salir corriendo porque dijo que Sam va a enfrentar a Cobra Kai por algo que le hicieron a Chris.

Algo malo va a pasar.

F por el postre :v

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